martes, 29 de diciembre de 2015

El testigo judicial de la muerte del Presidente Dr. Allende Gossens no la presenció.


Dr. Julián Aceitero Gómez, España.*

“Permanecer en silencio ante un crimen por oportunismo o cobardía, es ser cómplice de él…”

Un artículo reciente reveló la ubicación del codo derecho del cadáver del presidente Allende entre los cojines del asiento del sofá en el que fue fotografiado (1) y otro más reciente ha demostrado que aquella ubicación no era consistente con que el Presidente se hubiera disparado estando allí sentado, tal y como la investigación del Ejército había establecido que murió (2). En consecuencia, el último artículo ha desmentido la versión militar de la muerte del presidente Allende, pero cabe objetar que lo haya hecho sin analizar los datos del sumario que sustentan que la misma acaeció de modo similar a como dicha versión estableció (3). 
En efecto, el Instructor de aquel sumario, el juez Mario Carroza Espinosa, considera hechos establecidos:
i. Que el presidente Allende se sentó en un sofá del salón Independencia, colocó el fusil que portaba entre sus piernas, lo apoyó en su mentón, lo disparó y que, como consecuencia de aquel disparo, “su cuerpo quedó en una posición tal que su cabeza se cargó a la derecha e inclinó sobre el tórax, siendo evidentes los signos del estallido de la misma (4).
ii. Que un doctor integrante del equipo médico del Presidente, aludiendo a Patricio Guijón Klein, “de manera casi inmediata, por razones personales, ingresó al salón [Independencia], donde logró “apreciar la escena en forma paralela a su desarrollo” (5), quien así llegó a ser el testigo judicial de la muerte del presidente Allende.
Los hechos establecidos recién transcritos suscitan las preguntas siguientes: qué “razones personales” motivaron al doctor Guijón a ingresar en aquel salón, qué “escena” de la muerte del presidente Allende logró apreciar al hacerlo y en qué posición -según el doctor Guijón- quedó el cadáver del presidente Allende. Con el fin de responderlas, el presente trabajo indaga en la declaración del citado doctor de marzo de 2011 ante el mismo Instructor (6), en la que ratifica no solo su declaración previa a la Brigada de los Derechos Humanos -DD.HH.- (7), sino también su declaración al Fiscal militar Erlbaum del 25 de septiembre de 1973 (8), es decir, apenas dos semanas después de que la muerte del presidente Allende ocurriera.
Y por la razón recién reseñada, el doctor Guijón advirtió al Instructor que su declaración al citado Fiscal militar es su relato más detallado y preciso de los hechos relacionados con dicha muerte. En consecuencia, aquella declaración del doctor Guijón al Fiscal militar Erlbaum es analizada en el presente artículo conjuntamente con su declaración al juez Instructor Carroza y la previa a la Brigada de los DD.HH.
Respecto a que el Instructor considere un hecho establecido en el sumario que el presidente Allende se sentó en un sofá, colocó el fusil que portaba entre sus piernas, lo apoyó en su mentón, lo disparó y que, como consecuencia de aquel disparo, la cabeza de su cadáver quedó cargada a la derecha e inclinada sobre su tórax (4) tiene asidero en aquellas declaraciones del doctor Guijón. Que éste declarara al Instructor que el Presidente apoyó el arma en su mentón es curioso, porque no lo había hecho 38 años antes al Fiscal militar (8) ni tampoco 40 días antes a la Brigada de los DD.HH. (7).
En efecto, el doctor Guijón no había declarado al Fiscal militar que el presidente Allende, luego de colocar el arma entre sus piernas, la apoyara en su mentón, sino que “dirigiéndola hacia su cabeza” la disparó (8). Y puesto que el orificio de entrada del proyectil así disparado estaba por debajo de su mentón, es decir, fuera del alcance de su vista, el presidente Allende se habría disparado sin ver adonde apuntaba el arma y sin apoyar su mentón en la boca de fuego de la misma, es decir, al margen de la más elemental lógica suicida, lo que, obviamente, cuestiona la verosimilitud de dicha declaración.
Y la misma elemental lógica suicida apunta a que si con tal fin el presidente Allende se hubiera sentado en un sofá y colocado el arma entre sus piernas, tal y como consta en la declaración del doctor Guijón al Instructor, habría apoyado en el suelo la culata plegable de aquella arma larga, un fusil AK (3), y en la boca de fuego de la misma habría apoyado su mentón, asegurando así la entrada del proyectil en su cabeza. Así pues, que el doctor Guijón, refiriéndose a la misma arma, declarase al Instructor a continuación que el Presidente “la apoyó en su mentón” es un disparate, que el uso incorrecto del verbo en la frase recién transcrita resalta, porque en su contexto lo es tanto como decir “apoyó la mesa en el codo”, en vez de “apoyó el codo en la mesa” (9).  
En cualquier caso, el doctor Guijón declaró haber visto al presidente Allende disparándose, por lo que cabe preguntarse desde qué sitio le vio hacerlo: Desde el pasillo situado al costado del muro occidental del salón Independencia, a la altura de la puerta que los comunicaba. Y puesto que el citado doctor considera que el sitio donde ocurrieron aquellos hechos está ilustrado en un croquis que el Instructor le mostró durante su declaración (10), el sitio desde donde él vio al presidente Allende disparándose debe señalarse en aquel croquis (11):
En la figura anterior aquella puerta está representada abierta, tal y como el doctor Guijón declaró que estaba entonces (12), lo que le habría permitido presenciar al presidente Allende disparándose desde, aproximadamente, el sitio señalado con una X, es decir, a unos 8 m de distancia.
La razón declarada por el doctor Guijón para estar entonces en aquel pasillo fue “recoger la máscara antigases” que quería regalar a su hijo “como recuerdo de aquel día”, explicándola así: Aquella máscara se le “había caído al suelo” de dicho pasillo cuando se sacó el delantal de médico que se iba a utilizar como bandera blanca para enarbolarla en señal de rendición ante el Ejército, que el Presidente acababa de ordenar a quienes aún le acompañaban. Que para llevar a cabo dicha orden del presidente Allende, a quien entonces el doctor Guijón escuchó pero no vio porque aquel pasillo “se encontraba absolutamente a obscuras”, se dispuso que quienes iban a rendirse formaran una fila que avanzaría desde aquel pasillo hasta bajar la escala y salir a la calle Morandé. Y que cuando los integrantes de aquella fila ya bajaban la escala, recordó que la máscara antigases que quería regalar a su hijo se le había caído en el pasillo, siendo ésta, reiterémosla, la razón por la que abandonó la fila para regresar al pasillo y recogerla.
Cuando ya había recogido la máscara antigases en aquel pasillo, el doctor Guijón pasó “justo frente” a la puerta del salón Independencia, a cuyo interior miró porque  le llamó la atención que dicha puerta estuviera abierta, dado que “por lo general se mantenía cerrada”, según precisó en su declaración ante la Brigada de los DD.HH. (12), y fue entonces cuando vio al presidente Allende asestándose un disparo.
Y lo que el citado doctor hizo inmediatamente después de presenciar aquel disparo fue: i. Entrar corriendo en el salón Independencia, donde constató que el Presidente “había perdido prácticamente toda la bóveda craneana”, por lo que entendió que su muerte “había sido casi instantánea” y, en consecuencia, ni siquiera le tomó el pulso; sin embargo, a la Brigada de los DD.HH. declaró, por el contrario, que sí tomó entonces el pulso al Presidente, confirmando así que ya nada se podía hacer (7). Pero, a pesar de su contradicción, el Instructor no le formuló ninguna pregunta para que la dirimiera. Y ii. Observar que el cadáver del Presidente “había quedado sentado en el sillón, con la cabeza cargada hacia la derecha y bien incrustada sobre el tórax”.
Una vez concluida la reseña de las declaraciones del doctor Guijón, cabe analizar la contradicción obvia relacionada con la puerta que comunicaba el pasillo con el salón Independencia, porque el doctor Guijón declara que aquella puerta estaba abierta, permitiéndole así ver desde el pasillo al presidente Allende disparándose en el salón (12) pero, por el contrario, el Instructor afirma en el primero de aquellos dos hechos establecidos del sumario (4) que el Presidente la había cerrado instantes antes de dispararse en aquel salón (13). Pero esta obvia discrepancia no se advierte en el siguiente hecho establecido de sumario (5), en el que como tal es considerada la declaración del doctor Guijón, porque el Instructor la adultera.
En efecto, la lectura conjunta de aquellos dos hechos establecidos en el sumario (4 y 5) revela que el Instructor: Primero, omite que el doctor Guijón hubiera declarado que desde el pasillo colindante al salón Independencia, a la altura de la puerta que los comunicaba, presenció al presidente Allende disparándose en dicho salón y, en consecuencia, la razón por la que se hallaba entonces en aquel pasillo. Y, segundo, afirma equívocamente que el citado doctor ingresó en aquel salón “de manera casi inmediata”, quien entonces logró “apreciar la escena en forma paralela a su desarrollo”, para dar a entender que dicha “escena” incluiría al presidente Allende disparándose.
En este contexto cabe responder a aquellas preguntas suscitadas por la consideración de la declaración del doctor Guijón como un hecho establecido en el sumario: La respuesta a qué “razones personales” le motivaron a ingresar en el salón Independencia es que no fueron “personales” sino profesionales, porque el citado doctor acababa de presenciar desde el pasillo colindante a aquel salón, a la altura de la puerta que los comunicaba, al presidente Allende disparándose, a quien “inmediatamente” se acercó “corriendo”, comprobando entonces que profesionalmente, como médico, ya nada podía hacer como consecuencia de que los daños devastadores que constató en su cabeza le habían causado la muerte.
Aquellos daños en la cabeza consecutivos al disparo que el presidente Allende acababa de asestarse, es decir, la pérdida de la mayor parte de su bóveda craneana y de su masa encefálica, y la posición en la que quedó su cadáver constituyeron la “escena” de su muerte que el doctor Guijón logró apreciar luego de ingresar en el salón Independencia.
Así pues, aquel hecho establecido del sumario (5) es una adulteración de hondo calado con la que el Instructor omite tres datos de la declaración del doctor Guijón que cuando menos son cuestionables, esto es, la razón con la que éste explica su presencia entonces en el pasillo colindante al salón Independencia, que la puerta que los comunicaba estuviera abierta y que desde dicho pasillo, a la altura de esta puerta, viera al presidente Allende disparándose. 
Respecto a la razón declarada por el doctor Guijón al Fiscal militar para regresar a aquel pasillo, es decir, para recoger la máscara antigases que momentos antes allí se le había caído al suelo y regalársela a su hijo, el propio doctor advierte al Fiscal militar que parecía “extraña y risible” (8), pero éste ni siquiera le formuló una pregunta para esclarecerla, sino que la omitió en el escrito que concluye su investigación de la muerte de Allende (14). Y aunque el citado doctor reitera la misma razón para haber regresado a aquel pasillo en su declaración a la Brigada de los DD.HH y al Instructor, éste omite, recordémoslo, que el citado doctor regresara a aquel pasillo y, obviamente, la razón que le motivó a hacerlo.
En cualquier caso, lo que interesa de la razón declarada por el doctor Guijón para regresar a aquel pasillo, como de cualquier otro aspecto de su testimonio, no es la sensación de extrañeza y/o de hilaridad que cause, sino de verosimilitud, a cuya valoración las consideraciones siguientes tratan de contribuir: La primera plantea que el doctor Guijón habría postergado el cumplimiento de la orden del Presidente al regalo que quería hacer a su hijo. La segunda plantea el dislate que habría supuesto emprender la búsqueda de una máscara antigases caída en el suelo de un pasillo que se encontraba “absolutamente a obscuras” y cuyo aire estaba enrarecido por humo y/o gases, lo que se deduce de que entonces llevara puesta aquella máscara antigases y que se le cayera allí al sacarse su delantal médico, es decir, al descolgarlo de su cuello.
Y la tercera plantea que el doctor Guijón habría corrido un riesgo vital al regresar sin el delantal que le distinguía como médico a aquel pasillo que estaba “absolutamente a obscuras”, con el aire enrarecido y en el que “el ruido de balas y gritos” era ensordecedor (8). ¿Por qué? Porque las tropas asaltantes podrían haber llegado hasta el mismo pasillo, luego de subir por escalas distintas a la que bajaban quienes iban a rendirse al Ejército, y confundirlo allí con alguien que no fuera a  rendirse (15):
La verosimilitud de que la puerta que comunicaba el salón Independencia con el pasillo colindante estuviera entonces abierta, tal y como el doctor Guijón sostiene que estaba, debe ponderarse teniendo presente que declaró al Fiscal militar que cuando ya había recogido la máscara antigases que se le cayó en dicho pasillo, pasó “justo frente” a aquella puerta y miró al interior del salón porque, según precisó a la Brigada de los DD.HH., le llamó la atención que estuviera abierta, dado que “por lo general se mantenía cerrada” (12). Se sobrentiende, pues, que aquella puerta estaba cerrada cuando él pasó frente a la misma buscando la máscara antigases y luego de recogerla, cuando retornaba a la escala, volvió a pasar frente a la misma y, entonces, estaba abierta. Así pues, cabe deducir que el doctor Guijón habría pasado frente a aquella puerta buscando la máscara antigases momentos antes de que el presidente Allende la abriera para ingresar en aquel salón, sin cerrarla luego de hacerlo.
La verosimilitud de que el doctor Guijón viera no solo al presidente Allende sentarse en un sofá del salón Independencia, colocar el arma entre sus piernas, dirigirla hacia su cabeza/apoyarla en su mentón y dispararla, sino también el consecutivo estallido de su cabeza, que detalla como la “eyección de parte de su cráneo y masa encefálica en dirección al techo de la habitación y la pared posterior” a la Brigada de los DD.HH. y como la salida de masa encefálica “dispersa hacia el cielo” al Instructor, requiere ponderar no solo la distancia, aproximadamente unos 8 m, desde la que presenció aquella retahíla de hechos, sino también la iluminación del lugar donde los mismos acontecieron.
Es obvio que la visión de aquellos hechos requirió una buena iluminación del espacio en el que los mismos ocurrían, debiéndose descartar que la misma fuera entonces artificial, porque la instalación eléctrica estaba dañada por el bombardeo aéreo y terrestre de La Moneda, lo que explica que el pasillo colindante al salón Independencia estuviera “absolutamente a obscuras”. Así pues, la luz que entonces hubiera en aquel salón, tendría que haber sido natural, entrando en el mismo por la parte acristalada de las dos puertas ubicadas en su muro oriental, correspondientes a sendos balcones que daban a la calle Morandé (16):
Pero aquel espacio no era iluminado de forma directa por la luz natural (17):
En efecto, lo que en el croquis anterior del salón Independencia está representado entre las dos líneas verdes que divergen desde cada una de las puertas orientales se iluminaba de forma directa por la luz natural que entraba por cada una de dichas puertas, constatándose así que la misma no iluminaba de forma directa el espacio donde estaba colocado el sofá relacionado con la muerte de Allende, sino indirecta, es decir, luego de reflejarse en las paredes y en el mobiliario de dicho salón -gris claro-. Es obvio, pues, que si la luz reflejada en aquel sofá permitió al doctor Guijón visualizar  aquellos hechos de la escena de la muerte de Allende, la luz que entraba por aquellas puertas debió ser intensa.
El doctor Guijón, antes de llegar a la altura de la puerta que comunicaba el salón Independencia con el pasillo colindante, señalada con una X en la figura anterior, había recorrido, recordémoslo, ese pasillo buscando la máscara antigases y, luego de recogerla, en sentido contrario, por lo que sus ojos se habrían adaptado a que el mismo estuviera “absolutamente a obscuras” -gris obscuro-, es decir, sus pupilas habrían aumentado de tamaño -dilatadas- para que cualquier luz, por tenue que fuera, llegara hasta su retina. En consecuencia, cuando el citado doctor llegó a aquel sitio y desde el mismo miró al sofá, la luz natural que entraba en el salón por la puerta nor-oriental, frente a la que estaba, habría incidido directamente en su ojos, deslumbrándole (18), es decir, que se habría quedado sin vista, al menos momentáneamente:
Pero el doctor Guijón no declaró que hubiera sufrido entonces un deslumbramiento, por lo que cabe deducir que sólo una de las hojas de la puerta estaba abierta, lo que le habría permitido mirar desde el mismo sitio (X) hacia aquel sofá sin que la luz natural que entraba por la puerta nor-oriental incidiese directamente en sus ojos, tal y como se ilustra en la imagen siguiente (19):
Así, el citado doctor pudo mirar desde el sitio X hacia aquel sofá sin deslumbrarse, pero las condiciones lumínicas existentes, que a continuación se ilustran, le habrían impedido ver la escena de la muerte del presidente Allende que declaró (20):
En efecto, la figura anterior ilustra que la intensidad lumínica del espacio donde se encontraba el sofá –área 2-, en el que se habría desarrollado la escena de dicha muerte, era menor que la del espacio anterior al mismo –área 1-, es decir, no se daban las condiciones lumínicas para hacer posible que una escena pudiera ser  vista allí, sino por el contrario (21). En el artículo divulgativo citado en la nota anterior se explica por qué una escena, con una determinada intensidad lumínica, se ve peor conforme mayor es la intensidad lumínica del ambiente en el que se visiona, de ahí que en el cines las películas se proyecten con la luz ambiental muy tenue o a obscuras. 
El doctor Guijón declaró al Instructor que la posición en la que encontró el cadáver del presidente Allende está ilustrada en otro croquis que entonces le mostró (22), cuya simple observación evidencia que la extremidad superior derecha de la figura que representa a dicho cadáver tiene una longitud significativamente más corta que la de la izquierda (23):  
Dicha comparación induciría a creer que Allende padecía un acortamiento significativo de su extremidad superior derecha, sino fuera porque dicho padecimiento no se observa en las incontables fotografías y decenas de documentales que ilustran su vida hasta el 11 de septiembre de 1973 ni consta en el informe de su autopsia practicada ese mismo día (3). Es obvio, pues, que el doctor Guijón no observó el acortamiento de dicha extremidad del cadáver de Allende representada en aquel croquis, a pesar de lo cual declaró que éste ilustraba la posición en la que él lo encontró.
Lo recién denunciado debe ponderarse teniendo en cuenta que el doctor Guijón tampoco observó que el codo de aquella extremidad estuviera extendido sobre el asiento del sofá, tal y como muestra el mismo croquis, sino flexionado entre los cojines de dicho asiento, es decir, que en aquel croquis están adulteradas no solo la longitud de la extremidad superior derecha, sino también así la posición y la ubicación de su correspondiente codo (1).
El citado doctor declara que el cadáver de Allende quedó “sentado en el sillón…”, por lo que cabe preguntarse por qué el Instructor afirma del mismo que “quedó en una posición tal que…”, en vez de afirmar explícitamente que quedó sentado. Porque la simple observación de la fotografía forense divulgada por los medios de comunicación evidencia que era falso que el cadáver de Allende quedara sentado (24):
Obsérvese en aquella fotografía como las nalgas, el hombro derecho y el costado del mismo lado del cadáver de Allende se apoyaban en el asiento del sofá, por lo que éste no estaba sentado, sino tumbado sobre su lado derecho. 
Por último hay que reseñar que el Instructor no considerara un hecho establecido en el sumario que el arma con la que el presidente Allende se habría asestado un disparo fuera cambiada de la posición en la que quedó luego del mismo, a pesar de que el doctor Guijón confirmó aquel cambio al Fiscal militar, lo detalló a la Brigada de los DD.HH. y lo reiteró al propio Instructor. Además, en la leyenda de un croquis que el Instructor mostró al doctor Guijón durante su declaración (22), éste es citado para dejar constancia no solo de que la posición en la que quedó el arma ahí ilustrada es conforme a su “versión” de la misma, sino también de que tomó el arma para colocarla en otra posición que se ilustra en el croquis precedente.
Pero el Instructor no mostró el último croquis en aquella declaración y, en consecuencia, el doctor Guijón no declaró su conformidad con que él hubiera colocado el arma en la posición ilustrada en el mismo. En cualquier caso, el doctor Guijón había declarado previamente a la Brigada de los DD.HH. que luego de retirar el arma de entre las piernas del cadáver de Allende, “la puso a su lado”. Pero la observación de aquel croquis y su contraste con las fotografías divulgadas evidencian que la culata, la empuñadura y el mecanismo de disparo del arma no estaban colocados en la posición declarada por el doctor Guijón, es decir, al lado del cadáver de Allende, sino sobre el bajo vientre y el antebrazo derecho del  mismo (25):
Es obvio que el fin de quien así colocara el arma fue ocultar, junto con el abrigo plegado que ahí aparece, la ubicación del codo derecho del cadáver de Allende entre las caras mediales de los cojines del asiento del sofá (1).

(*) Julián Aceitero Gómez (Córdoba -España-, 1955), doctor en medicina, es autor de varios trabajos  basados en el estudio de la Causa Rol No. 77/2011 del 34º Juzgado del Crimen de Santiago de Chile sobre la muerte del presidente Salvador Allende Gossens.


NOTAS
(1) Artículo ¿Por qué ocultó el Ejército de Chile las fotografías del cadáver de Allende en La Moneda?  Publicado por piensaChile el 18/10/2015, disponible en:
(2) Artículo El Ejército ocultó las fotografías del cadáver de Allende porque desmentían la versión de su suicidio. Publicado por piensaChile el 09/11/2015, disponible en:
(3) Causa Rol 77/2011 del 34º Juzgado del Crimen de Santiago de Chile. Instructor: Juez Mario Carroza Espinosa, Ministro en Visita Extraordinaria. Fecha de apertura: 25/01/2011. Fecha de Sobreseimiento Total y Definitivo: 13/09/2012.
(4) Hecho establecido d) en la Resolución de Sobreseimiento  -fojas 2400 a 2489- de la Causa Rol 77/2011 (3). Se transcribe parcialmente la foja 2404 (Negritas mías): “…El Presidente Salvador Allende (…) sube al segundo piso de La Moneda con todos los que lo acompañaban y (…) les ordena su rendición (…) acordando que el grupo formara una columna que iría avanzando desde el pasillo del segundo piso hasta la puerta de calle Morandé 80 (…) se retira hasta el final de esa fila [columna] y se dirige al ‘Salón Independencia’, cerrando la puerta. Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del disparo recibido. Su cuerpo a consecuencia de esta acción, quedó en una posición tal que su cabeza se cargó hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una pérdida importante de masa encefálica…”.
(5) Hecho establecido e) en la Resolución de Sobreseimiento  -fojas 2400 a 2489- de la Causa Rol 77/2011 (3). Se transcribe parcialmente la foja 2404 (Negritas mías):” De manera casi inmediata, por razones personales, ingresó al salón uno de los doctores que conformaba el equipo de médicos del mandatario, quien logra apreciar la escena en forma paralela a su desarrollo…”
(6) Declaración judicial del doctor Patricio Guijón Klein, en fojas 254 a 260 de la Causa Rol 77/2011 (3).

(7) Declaración policial (a la Brigada de los DD.HH.) voluntaria del doctor Patricio Guijón Klein, en fojas 211 a 213 de la Causa Rol 77/2011 (3).
(8) Declaración al Fiscal militar del doctor Patricio Guijón Klein, en fojas 23 a 25 vta. de la copia simple del Proceso Rol No. 1032/1973 de la Primera Fiscalía Militar dependiente del Segundo Juzgado Militar de Santiago. Fecha de Inicio: 28 de diciembre de 1973, por orden del general del Ejército Sergio Arellano Stark. Instructor: Mayor (J) Joaquín Erlbaum Thomas. Fecha de Sobreseimiento Total y Definitivo: 2 de abril de 1975 aprobado por el general del Ejército Julio Polloni Pérez y el auditor del Ejército José Horacio Ried Undurraga.
El “original” del proceso militar recién reseñado fue ocultado o hecho desaparecer por el Ejército y aquella supuesta copia simple del mismo, impresa en “papel de fax”, fue entregada por el brigadier (r) del Ejército Joaquín Erlbaum Thomas, el Instructor del mismo, durante su declaración judicial de 3 de marzo de 2011 al Instructor de la Causa Rol 77-2011 (3), que quedó consignada como Anexo No. 9-2011 al mismo. Sus 291 páginas fueron fotografiadas por el Laboratorio de Criminalística Central de la Policía de Investigaciones –LACRIM-, resultando el Anexo No. 31-2011 y éste transcrito por el mismo LACRIM, resultando el Anexo No. 64-2011, ambos de la misma Causa (3).
(10) Conformidad del doctor Guijón Klein en su declaración judicial (6) con el croquis 15255 que en la misma le fue mostrado. De la foja 259 se transcribe: “A su pregunta [del Instructor] (…) la imagen de fojas 67 [de la copia simple del Proceso Rol No.1032/1973 (8), correspondiente al croquis 15255] es el lugar donde se producen los hechos. Las reproducciones de este croquis en este artículo no han sido tomadas de la foja 67 del Proceso militar antes citado, debido a su pésima calidad técnica, sino de la página 9 de una publicación de Archivos de Chile disponible en http://archivoschile.org/wp-content/uploads/2011/07/Informe-balistico-Allende.pdf
(11) La imagen es una reproducción parcial del croquis 15255 (10) correspondiente al salón Independencia, a la que se ha añadido el pasillo colindante al mismo, representado conforme a su ilustración en el Informe Pericial Planimétrico 717/2011 de la Sección de Dibujo y Planimetría del Laboratorio de Criminalística -LACRIM-. En fojas 1078 a 1086 de la Causa Rol 77/2011 (3).
(12) Transcripción parcial de la declaración a la Brigada de los DD.HH. del doctor Guijón (7) con respecto a la puerta occidental del salón Independencia; en foja 212 (Negritas mías): “… me encuentro frente a una puerta ubicada en ese pasillo, la que por lo general se mantenía cerrada, no obstante, en esta ocasión estaba abierta, lo cual me llamó la atención e instintivamente mire hacia el interior…” y transcripción parcial de la declaración al Instructor del doctor Guijón (6) con respecto a la puerta occidental del salón Independencia; en foja 258: “… diviso por haber estado las puertas abiertas, el instante mismo…”.
(13) Transcripción parcial del hecho establecido d) de la Resolución de Sobreseimiento -fojas 2400 a 2489- de la Causa Rol 77/2011 (3); foja 2404 (Negritas mías): “…El Mandatario [presidente Allende], luego de ordenar el abandono del lugar, se retira hasta el final de esa fila [dispuesta en el pasillo colindante al salón que a continuación se cita] y se dirige al “Salón Independencia”, cerrando la puerta. Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil…”.
(14) Dictamen de 21 de marzo  de 1975 del Fiscal militar Erlbaum, en el que solicita al Juez del Segundo Juzgado Militar el sobreseimiento total y definitivo del Proceso Rol No. 1032/1973 sobre la muerte del presidente Allende por él instruido. En fojas  184 a 204 de dicho proceso (10).
(15) Reproducción de plano del sector nor-oriental de La Moneda. Tomado del Informe Pericial Planimétrico 717/2011 de la Sección de Dibujo y Planimetría del Laboratorio de Criminalística -LACRIM-. En fojas 1078 a 1086 de la Causa Rol 77/2011 (3).
(16) El presidente Allende saludando desde un balcón del salón Independencia a un grupo de estudiantes que transitaba por la calle Morandé en la mañana de aquel infausto once de septiembre. La fotografía de la izquierda y las dos imágenes de la derecha  han sido tomadas, respectivamente, de los sitios web http://www.fotoactualidad.com/2011/09/la-ultimo-foto-de-salvador-allende.html y https://www.youtube.com/watch?v=rHFcjGWX9Ag

(17) Reproducción del croquis 15255 (10) correspondiente al salón Independencia, en la que se señala la ubicación de cada una de sus cinco puertas y se indica con una X el sitio desde donde el doctor Guijón habría presenciado al presidente Allende asestándose un disparo en el interior de dicho salón.
(18) Reproducción parcial del croquis 15255 (10) correspondiente al salón Independencia. Las dos líneas azules convergen en el sitio desde donde el doctor Guijón habría mirado hacia el sofá relacionado con la muerte del presidente Allende; ambas hojas de la correspondiente puerta se representan abiertas.
(19) Reproducción parcial del croquis 15255 (10) correspondiente al salón Independencia. Las dos líneas azules convergen en el sitio desde donde el doctor Guijón habría mirado hacia el sofá relacionado con la muerte del presidente Allende; las hojas izquierda y derecha de la correspondiente puerta se representan cerrada y abierta, respectivamente.
(20) Véase la nota anterior. En el mismo croquis se ilustran las condiciones lumínicas del mismo [blanco: luz natural directa; gris claro: luz natural indirecta o reflejada; gris obscuro: obscuridad].  
(21) Artículo ¿Por qué nos deslumbramos? de Ocularis (El proyecto divulgativo sobre la visión). Disponible en http://ocularis.es/blog/%C2%BFpor-que-nos-deslumbramos/
(22) Conformidad del doctor Guijón Klein en su declaración judicial (6) con el croquis 15254 que en la misma le fue mostrado. De la foja 259 se transcribe: “A su pregunta [del Instructor] (…) la posición en la que encuentro al [cadáver del] Presidente Allende es la imagen de fojas 66 [de la copia simple del Proceso Rol No.1032/1973 instruido por el Fiscal militar Erlbaum (8), correspondiente al croquis 15254]. Este croquis se reproduce a continuación, pero no ha sido tomado de la foja 66 del Proceso militar antes citado debido a su pésima calidad técnica, sino de la página 6 de una publicación de Archivos de Chile disponible en http://archivoschile.org/wp-content/uploads/2011/07/Informe-balistico-Allende.pdf
(23) Reproducción parcial del croquis reproducido en la nota anterior, en la que ambas mangas de la chaqueta de la figura que representa el cadáver de Allende se han coloreado de verde para resaltar la diferente longitud de las mismas.
(24) Fotografía 1416/73-A del Cuadro Gráfico Demostrativo del sitio del suceso, tomada del documental “¿Quién disparó a Salvador Allende?” del programa “La noche temática de tve”. Disponible en el vínculo: https://www.youtube.com/watch?v=vhe1Cwy8epE La fotografía está reproducida, aproximadamente,  en el segundo 51 del minuto 45.
(25) En esta figura se reproduce: 1. El croquis No. 15253 que se cita en aquel otro (No. 15254 para ilustrar la posición en la que el doctor Guijón habría colocado el arma (22). 2. La Fotografía 1416/73-B, tomada del documental La Duda de la periodista Paulina de Allende Salazar, emitido por la Televisión Nacional de Chile el 30 de mayo de 2011. 3. Una fotocopia de la Fotografía 1416/73-F, tomada de la página 12 de una publicación de Archivos de Chile disponible en:
Debido a la pésima calidad de dicha fotocopia y para facilitar la visualización de la posición del arma en relación al cadáver de Allende, aquella se ha coloreado y se ha añadido la imagen de un arma similar a la mostrada tanto en dicha fotocopia como en la fotografía precedente y dibujada en aquel croquis.
  
Jorge Bustos B.
Presidente ADDHEE.ONG/CONGEMAR.

Ma. Cecilia Chinchón Canales.
Abogada apoderada/Vicepresidente ADDHEE.ONG

Prof. Jaramillo Plüker.
Vicepresidente ADHEE.ONG

Lic. Yirsela Peirano Cofré.
Asistente ADDHEE.ONG

Certificó:
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG


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