lunes, 1 de abril de 2024

En el Chile real exitista y autocomplaciente, la derrota ideológica, ¿Qué hacer?...


En el Chile real exitista y autocomplaciente, la derrota ideológica, ¿Qué hacer?...

Envió especial para el Dr. Roberto Savio, presidente de Other News, Roma, Italia.

Prolegómenos:

LA DERROTA IDEOLÓGICA DE LA CLASE POLITICA CHILENA: ¿QUE HACER?.

Desde la arcadia chilensis exitista y autocomplaciente - 50 años de felicidad de la CMPC/SOFOFA y su testaferro la clase burguesa politicastra/castrense, corrupta, “de la democracia en la medida de lo posible – made in USA- en el contexto de la constitución/Artilugio de 1980 y su política bajuna impuestas por la dictadura cívico militar pinochetista entre estado de sitio y estado de excepción.

La infancia y la juventud chilena marginadas, maltratadas, apaleadas y criminalizadas, lectores entusiastas y difusores de los ensayos, artículos y  libros del académico Prof. Juan Pablo Cárdenas Squella, especialmente de la juventud universitaria del Movimiento social 18 de Octubre que se siguen reuniendo como Plaza de la Dignidad Gabriela Mistral frente  a la histórica demanda,  que hacer, su respuesta,  ¡otro Chile socialista/ allendista es posible!


¿Por qué el presidente Allende combatió la mañana del golpe de Estado?

Una decisión que los izquierdistas socialdemócratas evitan analizar

El once de septiembre, el presidente Allende, junto con disparar a las tropas que atacaban La Moneda se paseó delante de todo el mundo con un AK- 47. Fue un claro mensaje en el que asumía el término del camino institucional y el inevitable paso a la ruptura. Nunca pensó en tranzar ni en rendirse, como después lo hicieron muchos de su seguidores que se “renovaron” y que administraron la herencia orwelliana de la dictadura cívico militar pinochetista.

El presidente Allende murió asesinado defendiendo lo que sostuvo toda su vida, crear una vía nueva al socialismo, mediante una transición que, en el marco de la institucionalidad, cambiase la situación de fuerzas a favor del pueblo que construía su propio poder alternativo.

Durante los momentos iniciales del golpe de Estado de septiembre de 1973, el presidente Salvador Allende trató de que los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas alzados fueran a La Moneda, quienes se negaron, porque su decisión ya estaba tomada y, además, el gobierno de Estados Unidos era el cerebro que estaba detrás de todo. Constituyó una frustrada gestión, hoy ignorada mayormente y, quizás, el último intento de “muñequear” como lo aseveró Pinochet aquella mañana en sus diálogos con los generales sublevados. Pero al margen de las formas o epítetos, lo concreto fue que en el interregno, entre la aún vigente democracia burguesa y la cruenta implantación del nuevo orden dictatorial/cívico militar, el presidente Allende actuó con fidelidad a lo que era su idea estratégica, sin embargo, minutos después comenzó a disparar. Nadie puede suponer que el ex presidente pensaba que su resistencia lograría frenar el avance de la soldadesca, por tanto, la gran duda se encuentra en analizar el ¿por qué lo hizo? Pero, sobre todo ¿Cuál fue la razón para que se dejara ver con un fusil?

Una imagen que tenía muy en claro, quedaría para la historia. Sin duda alguna, fue un hecho esencialmente político, se imponía un régimen excluyente sin espacio para tranzar, al menos, él no estaba dispuesto a hacerlo y rechazó el ofrecimiento de tomar un avión y salir huyendo. Con ello, marcó el derrotero de lo que sería la resistencia a la dictadura/cívico militar.

La relevancia que tuvo la acción del presidente Allende en aquellas horas, es que entendió que solo quedaba la opción de la ruptura. Grupos izquierdistas sostienen que murió defendiendo la democracia burguesa y coinciden con los socialistas renovados/renegados que también plantean que su sacrificio fue por defender la democracia y sin decirlo, se refieren a la de carácter liberal. No obstante, lo central está en su muerte, independiente de la forma en que esta acaeció, así como en los enunciados utilizados en su discurso de despedida. En cuanto al primer aspecto, fue acorde con lo planteado en 1971, si el proceso que lideraba era frustrado por un golpe militar, solo acribillándolo en La Moneda este podría efectuarse. De igual manera y, con relación a lo segundo, en su discurso final utilizó categorías marxistas y ratificó el proceso de la Unidad Popular como de transición al socialismo, dejando en claro que había prometido que respetaría la legalidad y lo hizo, no obstante, tenía puesto un casco de combate y un Aka colgaba de su hombro, algo que más allá de la ironía de la historia, retrató en toda su magnitud, pensamiento y gesto. La gran lección que el ex presidente Allende dejó, fue que institucionalidad y ruptura no se pueden disociar y que en su vida política utilizó ambas en toda su intensidad, ya sea en el respeto absoluto al orden democrático establecido, por lo que nunca cercenó libertades ni atropelló los derechos de las personas, pero a la vez, si el régimen democrático es excluyente y de máxima represión, la ruptura es él único camino, aun en su dimensión más aguda como es la armada, ya que no depende solo del bando de los dominados, sino que está determinada por el carácter de la dominación. Por ello, el presidente Allende murió respondiendo a las condiciones de ese momento pensando en la vigencia de su proyecto socialista.

Las bases del socialismo Allendista Chileno se han constituido en una mesa de unidad socialista revolucionaria para  construir un eje  articulador de una gran fuerza política que surja como opción al perverso sistema capitalista y saque el país de su catástrofe económica, política y social/ Semanario Sur Andino / Luis Espinosa Garrido. Director.

El Movimiento Social Rebelde 18 de Octubre tiene muy claro que sólo  los Pueblos Chileno y Mapuche salvarán la Nación Chilena – son dos Pueblos hermanos-, en el marco del legado del Presidente Mártir Dr. Salvador Allende Gossens, empezando por darnos una nueva Constitución elaborada en una asamblea legislativa constituyente y sancionada soberanamente en un plebiscito por el pueblo...

 Con esperanza y memoria es imprescindible acabar ya con la infausta tragedia que sobreviven mayoritariamente los Pueblos Chilenos y Mapuche por más de cinco décadas.  Basta ya de saquear las riquezas naturales y las arcas fiscales: Milicos a los carteles, politicastros corruptos a la cárcel. El presente es de lucha por un nuevo Chile Socialista Allendista “donde todos seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.  “La Historia es nuestra y la hacen los Pueblos hermanos Chileno y Mapuche.

Prof. Moreno Peralta /IWA

Secretario Ejecutivo Addhee. Ong

Por Prof. Juan Pablo Cárdenas S./escitor, periodista, y analista internacional/ El Salto/ Prensa Mare Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, Publico.es,  La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:

Los triunfos electorales de la izquierda en Brasil como en Colombia (Gustavo Petro y Lula da Silva) demuestran el fracaso de las teorías neoliberales de los gobiernos derechistas. De la mano del capitalismo más extremo, la verdad es que en aquellos países se acrecentaron las diferencias socioeconómicas, aumentó el número de pobres y, con esto, cundieron las lacras del narcotráfico y de la delincuencia. En Chile, sin embargo, existe la sensación de que en las próximas elecciones municipales y presidenciales la ventaja de las expresiones derechistas se acrecentará ante la frustración de muchos respecto de la gestión de Gabriel Boric.

Incluso al interior del oficialismo hay quienes se entregan a la idea de que ahora les tocará otra vez a los sectores retardatarios instalarse en La Moneda y gran parte de los gobiernos regionales. El derrotismo de quienes nos gobiernan se hace cada día más ostensible, al grado que algunos piensan que la actual administración difícilmente podrá completar su período de gobierno.

Antecedida por una campaña llena de promesas y cambios radicales, los jóvenes dirigentes de la izquierda que accedieron al poder a poco andar perdieron la esperanza en cuanto lograr del Parlamento auspicio para sus iniciativas económicas que fundamentalmente apuntaban a reformar el sistema de pensiones, derrumbar los negocios especulativos en la salud y promover un nuevo sistema tributario que le permitiera al Estado reunir los recursos para solventar los cambios. Así, como de paso, lograr que los ricos paguen mayores impuestos y se pueda frenar drásticamente la corrupción y el desarrollo del crimen organizado.

El rupturismo propiciado por Boric y los partidos de izquierda incluía severas críticas a la gestión presidencial del empresario derechista Sebastián Piñera, pero también al comportamiento de los gobiernos de la Concertación y de la Nueva Mayoría. Sin embargo, muy rápidamente, el Gobierno invitó a gobernar a un buen número de socialistas, del PPD y otras denominaciones que recién habían sido objeto de demoledoras críticas de parte de las expresiones vanguardistas, que apuntaban especialmente a su falta de probidad e incapacidad para corregir los escandalosos niveles de desigualdad social. 

Incluso el propio Boric prometió llevar a los Tribunales a Piñera y a las cúpulas policiales que habían reprimido brutalmente la Rebelión Social del 2019, violando sistemáticamente, como se acusó, los Derechos Humanos de cientos de manifestantes. En este sentido, nadie imaginaría que en pocas semanas el nuevo Mandatario y el anterior cultivaran tan buenas relaciones, viajaran juntos al exterior y se encontraran en reiteradas ocasiones dentro de un clima de suyo fraterno. De allí que, después de su trágico deceso, Piñera fuera sepultado con los más altos honores de Estado en que, las más importantes figuras de la nueva administración se turnaron para hacer guardia en torno a su féretro.

Más allá de la “amistad cívica”, que tanto se proclama como atributo republicano, estas buenas relaciones culminaron con el ingreso al Gobierno de las figuras septuagenarias ácidamente cuestionadas por los jóvenes del que ahora promete constituirse en un solo Frente Amplio; por lo que ya se habla de la orientación más bien centro izquierdista de los actuales moradores de La Moneda. Ministerios tan importantes como el del Interior, Relaciones Exteriores, Hacienda, Vivienda y otros tienen como titulares a quienes después de los gobiernos de Ricardo Lagos y de la señora Bachelet se los consideró como jubilados en la política. Además de varios otros que han salido a ocupar importantes embajadas y otras designaciones diplomáticas.

Pero, lo cierto, es que no solo se trata de rostros sino de intenciones. Este tipo de políticos incorporados al gobierno de Boric se sabe que quedaron verdaderamente obnubilados por las ideas neoliberales, la sacrosanta veneración del mercado, la necesidad de atraer a los inversionistas extranjeros, así como la idea de que los valores medioambientales no puedan constituirse en un obstáculo a la libre iniciativa y empresa.

Lo más curioso es que en su etapa juvenil estos mismos personajes formaron parte de las expresiones ultra izquierdistas que llegaron a considerar a Salvador Allende como un “reformista” y estuvieron tan a contrapelo con su gestión. Nos referimos en especial a quienes militaron en el  MAPU y el MAPU Obrero Campesino, como en las vertientes más radicalizadas del Partido Socialista.

Verdaderamente reciclados ideológicos que hoy consideran a la democracia como un fin y no como un medio para el logro de la justicia social, la paz y la buena convivencia del pueblo. Cariz ideológico importante que en la práctica los lleva a asumir la que entonces llamaban la “democracia burguesa” y que hoy en el mundo consideran como válidos regímenes criminales tan abominables como los de Donald Trump y Netanyahu, conspirando contra gobiernos  como el de Cuba, Venezuela y otros países que, pese a los justos reparos que se le pueden inculpar, buscan sobre todo que la soberanía de sus pueblos signifique su liberación del hambre, la ignorancia, la violencia, la discriminación social y cultural. Además de combatir efectivamente aquellas lacras sociales que abundan en el llamado “mundo libre”, como el tráfico de estupefacientes, el crimen organizado y el consumismo ecocida.

A lo anterior, es evidente como La Moneda se aparta de su entorno regional para dejarse caer en los brazos del imperialismo y la hegemonía capitalista de las grandes potencias, haciendo de China una excepción nada más que por su gravitación económica y la curiosa denominación comunista de su gobierno que para algunos incautos resulta auténtica.

Lo peor de todo es que quienes se incorporaron más tarde al gobierno de Boric en poco tiempo son los que están mediatizando los cambios prometidos, abriéndose a darle rescate, por ejemplo, a las APPs y la isapres, como a colonizar de capital foráneo recursos tan fundamentales como el litio. Así como estarían muy dispuestos a convenir con la derecha un armisticio ideológico que suponga militarizar las zonas de tensión social del país, como la Araucanía. Junto con renunciar a la propuesta de una educación pública gratuita y de calidad, la gran bandera de lucha de los dirigentes estudiantiles hoy en el Gobierno.

No sería raro, por lo mismo, que próximamente todos vivamos bajo un gran estado de excepción, tal como lo pusiera en práctica Pinochet y es el deseo de la derecha cuando siente amenazados sus privilegios.

Lo subrayado/interpolado es nuestro

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