“Un Vietnam diez veces más hermoso,
revolucionario y solidario”
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein,
Escritor,
analista internacional / Addhee.Ong
Años
antes, el 2 de septiembre de 1945, ante cientos de miles de personas que
en representación del pueblo se congregaron en la plaza de Ba Dinh, en
Hanoi, el presidente Ho leyó la Proclamación de la
Independencia, declarando el nacimiento de la República Democrática
de Vietnam.
Cincuenta
y tres años después de que Ho Chi Minh hiciera su promesa de futuro y cuando se
conmemora el 77 aniversario de la fundación de la República Socialista de
Vietnam, su pueblo puede mostrar ante el mundo la certeza de tal
premonición. En 1970, Le Duan quien
fuera primer secretario del Partido de los Trabajadores de Vietnam, devenido en
Partido Comunista de Vietnam (PCV) en el 4to. Congreso en 1976, ya con el país
reunificado, consideraba que el PCV y el presidente Ho Chi Minh llevaron al
pueblo “a la palestra mundial como uno
de los primeros países coloniales y dependientes cuya revolución de liberación
nacional ha triunfado y logrado la toma del poder en todo el país”.
La derrota
de la intervención militar estadounidense en 1975, supuso el inicio de una
nueva etapa en la construcción del Vietnam socialista. Pero la desaparición de
la Unión Soviética y el colapso del campo socialista influyeron poderosamente
para que una importante crisis socioeconómica afectara al país justo cuando se
trabajaba para restañar las profundas heridas dejadas por 67 años de dominio
colonial francés y 20 de intervención militar imperialista de Estados Unidos.
En Occidente se frotaban las manos pensando que el Pueblo Vietnamita no iba a
resistir este nuevo embate y el país iba a sucumbir ante la avalancha del
capital extranjero, que esta vez no habría de acudir a través de su componente
bélico. Bajo la conducción del Partido Comunista, una vez más, Vietnam resistió
mientras se aprestaba a trazar el rumbo en las nuevas condiciones creadas.
El VI
Congreso del PCV realizado en 1986 se propuso afrontar la realidad, adoptar una
posición autocrítica ante los errores, remozar y modernizar la organización y
los métodos de trabajo e iniciar el proceso de renovación del país (Doi Moi).
Los logros alcanzados a partir de entonces, permitieron que el país saliera de
la crisis, al mismo tiempo que se impulsaba la industrialización y la
innovación.
En esa
perspectiva el PCV y el gobierno vietnamita determinaron los objetivos para esa
etapa. Ellos eran: satisfacer las necesidades básicas de la población; crear
una estructura económica adecuada para desarrollar la producción; construir y
perfeccionar las nuevas relaciones de producción de acuerdo con las
características y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas; generar
cambios positivos en el aspecto social y, garantizar la necesidad de consolidar
la defensa y la seguridad nacional.
En estos
últimos 36 años de trabajo, el país ha desatado un novedoso modelo de
desarrollo, sustentado en un pensamiento político y económico propio y en un
sistema de gestión basado en las ideas socialistas.
En el año
2021, Vietnam logró “el doble objetivo” de controlar con éxito la pandemia de
Covid19 y reactivar la economía. A pesar de las difíciles condiciones, el país
tuvo un crecimiento del PIB de 2,58% consiguiendo adaptarse de forma segura y
flexible a la situación a fin de controlar de manera efectiva la calamidad que
sobrevino en todo el mundo, ayudando a mantener la actividad económica hasta
alcanzar un superávit comercial de cuatro mil millones de dólares que lo
ubicaron entre las primeras 20 economías en términos de comercio internacional.
El impacto
del Covid19 causó graves daños a las cadenas de suministro globales en 2021, sin
embargo, el sector agrícola vietnamita salió adelante con un volumen récord en
la exportación de productos agrícolas, forestales y pesqueros que alcanzó 48,6
mil millones de dólares, superando el objetivo de 42 mil millones de dólares
establecido por el Gobierno.
Al día de
hoy, los éxitos están a la vista. En el primer semestre de este año 2022, en
medio de la crisis económica global provocada por la pandemia y la operación
militar de Rusia en Ucrania, el PIB aumentó en un 6,42%. En el mismo período,
el país registró un superávit comercial de 710 millones de dólares, mientras que
la Inversión Extranjera directa en los primeros siete meses de año totalizó 15
mil 541 millones de dólares dando cuenta de la confianza que se tiene en la
estabilidad de la economía del país. Con un aumento interanual de 9,2%, Vietnam
está entre los veinte principales destinos de inversión extranjera directa en
el mundo.
En el
mismo lapso, el Índice de Producción Industrial creció en un 8,8%. De igual
manera, se debe considerar como muy positivo que la inflación entre enero y
julio de este año solo fue del 2,54% y que más de 954 millones de turistas
arribaron al país, lo que significó un aumento del 10% en el número de visitantes.
En este
contexto, el último informe del Banco Mundial (BM) sobre el panorama económico
de Vietnam previó que la economía del país se expandirá en un 7,5% este año, y
un 6,7% en 2023 gracias a la recuperación en la producción y los servicios. Así
mismo, el organismo financiero augura que la inflación alcance un promedio del
3,8% durante el año.
Al
cumplirse 77 años de la independencia de Vietnam y al mirar retrospectivamente
los largos años de lucha anticolonial, anti imperialista y por la renovación
del país, se podría decir -sin dudar ni un instante- que el pueblo vietnamita,
en cada momento, ha ido cumpliendo la tarea de la emancipación y el desarrollo.
Si el
presidente Ho Chi Minh pudiera ver el Vietnam de hoy, desbordando orgullo vería
cumplido el sueño de su vida expresado en su testamento que finaliza diciendo:”
Mi mayor deseo es que nuestro partido y nuestro pueblo, uniendo estrechamente
sus esfuerzos, construyan un Vietnam pacífico, reunificado, independiente,
democrático y próspero, y que hagan una contribución valiosa a la revolución
mundial”.
Lo subrayado e interpolado es vuestro.
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