El acelerado proceso de restablecimiento de relaciones entre Colombia y Venezuela.
Escritos, analista internacional/Addhee. Ong
Ya el resultado de la primera vuelta
electoral en las elecciones presidenciales de Colombia celebrada el 29 de mayo,
dio a conocer una clara perspectiva en torno al futuro de la relación de ese
país con Venezuela y estableció la certeza de que ésta tendría un cambio
trascendente respecto de lo acontecido en el pasado más reciente. Los dos
candidatos que habrían de contender en la segunda vuelta, Gustavo Petro y
Rodolfo Hernández manifestaron con certidumbre su voluntad de que en caso de
ser elegidos a la más alta magistratura del país se abocarían de inmediato a
restablecer los vínculos con su vecino del este.
Caracas expresó su satisfacción al
constatar que una nueva era se abriría para las relaciones bilaterales a partir
del mes de agosto, pero mantuvo discreta distancia respecto a favorecer a uno u
otro candidato, allanando las condiciones para que independientemente de quién
fuera el nuevo presidente, los tratos con el nuevo gobierno se desarrollaran
con el mayor ímpetu a favor de los intereses de ambos pueblos.
La victoria de Petro en la definitiva
segunda vuelta del 19 de junio, despejó cualquier duda respecto del rumbo y el
ritmo que tendría el nexo entre los dos países. Para nadie es un secreto que,
en términos políticos –y a pesar de las diferencias- Petro es mucho más cercano
a Caracas que Hernández. Su pasada militancia en el Movimiento 19 de abril
(M-19) una organización de clara filiación bolivariana, registra una identidad
con la orientación del proceso político de Venezuela desde sus propia raíces.
Es así que desde el mismo triunfo electoral de la
Colombia Humana liderada por Petro, las dos partes comenzaron a estudiar las
formas y el contenido que adquirirían las relaciones y se abocaron a la
búsqueda de métodos e instrumentos para facilitar el camino a recorrer hacia la
normalización de las lazos bilaterales. Tan solo tres días después de su
triunfo electoral y tras una llamada telefónica al presidente Nicolás Maduro,
Petro hizo pública la disposición
de ambos para restablecer la normalidad en las fronteras.
A su vez, el presidente Maduro dio a conocer que había conversado con el presidente electo de Colombia y en nombre del
pueblo venezolano lo felicitó por su victoria, además dialogaron sobre la paz y
el futuro próspero para ambos pueblos.
Esta plática dio la pauta para comenzar a despejar los obstáculos que
permitieran la regularización de los vínculos. De esta manera, el 4 de julio en
la ciudad fronteriza venezolana de San Cristóbal se reunieron empresarios de ambos
países en un evento denominado “Acuerdo de la Frontera” a fin de preparar el terreno ante su ya
inminente reapertura que se había restringido desde 2015 y cerrada por completo
a partir de 2019. Por la parte venezolana participó el gobernador del estado
Táchira Freddy Bernal, quien actuó como anfitrión y por Colombia, Rubén Zamora y
Wilfredo Cañizales, representantes de la coalición Pacto Histórico, la colectividad
política del nuevo presidente colombiano. Así mismo, una “comisión de muy alto nivel” integrada por senadores, políticos y
representantes gremiales participó en la actividad.
Exactamente un mes después, el 4 de agosto, se desarrolló un evento
similar en el departamento de la Guajira, en el que empresarios de Colombia y Venezuela se encontraron para
establecer condiciones en el marco del desarrollo productivo que se vislumbra
por parte de las empresas que participarán en el intercambio comercial que se
producirá tras la reapertura de las fronteras.
El encuentro se llevó a
cabo en el puesto de Control Migratorio Terrestre Paraguachón, en La Guajira,
zona limítrofe con el estado Zulia (Venezuela). Los empresarios venezolanos
estuvieron representados por Rafael Bula Blanco, quien con respecto a la
temática manifestó que: “nuestra propuesta básica es la complementariedad, utilizar las
ventajas para impulsar las empresas de ambos países e impulsar la importación
hacia el Caribe integrando a la población wayuu”. Por Colombia asistió a
la reunión, Alfredo Saade, asesor de Fronteras del presidente Petro, quien entre
otras cosas, reiteró
que “uno de los más grandes objetivos del nuevo gobierno es restablecer las
relaciones con el país vecino para obtener índices económicos positivos en el
Producto Interno Bruto (PIB)”.
En este marco de acercamientos binacionales, el 28 de
julio, Bernal, acompañado por el canciller
Carlos Farías, recibió al nuevo ministro de Relaciones
Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva Durán en San Cristóbal.
El 9 de agosto, un nuevo asunto fue incorporado a la agenda cuando
el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, informó que había “recibido instrucciones del presidente
Nicolás Maduro, de establecer contacto de inmediato con el ministro de Defensa
de Colombia (Iván Velásquez) para restablecer nuestras
relaciones militares”.
Ambos países encaran como reto, la lucha común contra el
paramilitarismo y bandas armadas colombianas de todo tipo que operan en la
frontera y se adentran en el territorio de Venezuela. Aunque desde el año 2021 se
instaló del Consejo Binacional Intergremial del Eje Fronterizo Norte de
Santander-Táchira, la cooperación en este ámbito es fundamental para que se
concrete un funcionamiento normal en las fronteras.
Continuando con el acelerado curso de las acciones, en el terreno
legislativo, el 10 de agosto el
Senado colombiano aprobó algunas políticas en pos del restablecimiento de
relaciones con Venezuela en diversos sectores. Los parlamentarios se
propusieron abordar
el tema fronterizo y cuestiones de seguridad en los 2.219 kilómetros de
frontera que comparten ambos países.
Asumiendo que el asunto Monómeros es uno de los más espinosos en el
camino del restablecimiento de las relaciones, el presidente Petro señaló que este
es uno de los temas, más complejos, porque la empresa está quebrada y “hay que
ver técnicamente cómo se puede reiniciar, analizando las formas jurídicas y el
sistema de sanciones que aún está vigente”.
En este contexto, el 12 de agosto, Venezuela inició acciones para retomar el
control de esta empresa al designarle una nueva Junta Directiva, una medida que
busca poner fin a su manejo irregular. Para ello, el lunes 8 de agosto, la
compañía venezolana Pequiven introdujo un
acta ante la Cámara de Comercio de Barranquilla, firmada
por su presidente Pedro Rafael Tellechea Ruiz con la lista de
nombres del equipo venezolano que busca asumir el control legal de Monómeros, acción que coincide con la reciente decisión de la Superintendencia de
Sociedades de Colombia —órgano gubernamental que se encarga de auditar a las
empresas en ese país— de eliminar el máximo grado de supervisión que mantenía
en Monómeros desde septiembre de 2021.
Finalmente, como
colofón de este proceso de normalización, el 12 de agosto el presidente Maduro
designó a Félix Plasencia como embajador en Colombia mientras que su colega
trasandino hizo lo propio al nombrar a Armando Benedetti para hacerse cargo de
la representación colombiana en Caracas.
De esta manera
quedaba trazada claramente la ruta para el restablecimiento de los vínculos bilaterales,
dejando atrás cuatro años de oscurantismo marcados por el gobierno terrorista
de Iván Duque.
Lo subrayado/Interpolado es nuestro.
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