“Tenemos hambre”: la cruda realidad de Chile:”Los hambrientos/marginados piden pan ,balas le da “la policía/pacos y milicos corruptos: “La historia oficial se repite como farsa y después como tragedia”…
Por: Rudy López González /Telesur /
Addhee.Ong
Hay palabras que estremecen lo más profundo de
nuestro ser: injusticia, desigualdad, segregación, dominación, exclusión, entre
tantas otras. Pero hay una que retuerce la fibra humana, que afecta desde lo
razonable hasta lo más instintivo de la vida; el hambre.
Cerca de 820 millones de personas padecen hambre en
el mundo. Sin embargo, poco sabemos, tendemos a verla como una lejana
estadística desde la comodidad de nuestras realidades; como algo que pertenece
a parajes distantes. Pero a veces golpea de frente. Eso sucedió el pasado lunes
18 de mayo en Santiago de Chile, primer día hábil de la cuarentena total
decretada por el regimen de Sebastián Piñera Echeñique, ante el explosivo
aumento de casos por Covid-19.
La protesta por el hambre en la comuna de El Bosque
/ Chile demostró, una vez más, cómo el neoliberalismo que impone el capitalismo
salvaje se cimenta sobre la explotación, la desigualdad, la masificación, la
enajenación, las injusticias, la exclusión y segregación de los sectores más
pobres de la sociedad.
El Movimiento social 18 de Octubre vigente, hoy más que nunca.
Hasta hace unos meses, incluso durante todos los
días del estallido social después del 18 de octubre de 2019, era casi
impensable asociar el hambre con la realidad chilena. El país que se
enorgullecía de tener un alto índice de desarrollo humano, tuvo las primeras
protestas de hambre desde el fin de la dictadura cívico militar
Que nadie diga, eso si, que esto no se veía venir.
Chile se caracteriza, actualmente, por tener una
enorme brecha de desigualdad. De hecho, el país se caracteriza por ser el
segundo en la Oecd con la mayor diferencia de ingresos entre el 10 por ciento de
la oligarquía empresarial sofofa y el 70 %; - 50% marginado, 20% clase media
endeudada-, más pobre. Junto a esto, destaca que el nivel de concentración de
la riqueza es cualitativamente más alto que el de los países con los que
comparte fronteras.
Fue la misma Ocde quien, en un estudio económico del año
2018, aclaraba que si bien el gasto social había aumentado, la desigualdad
persistía alta. Ante esto, en el mismo informe recomienda aumentar el gasto
público para así de reducir la desigualdad. Claramente, esto no fue lo que
sucedió y se vio en el peor contexto; la pandemia Trump y el virus Piñera
Echeñique.
El seguro de cesantía es un ahorro personal del trabajador:
Ni bien comenzó la cuarentena en Santiago ya se
sabía el daño económico que esta provocaría. Frente a dicha situación, el régimen
optó por crear una ley conocida como Ley de Protección al Empleo. La mencionada
legislación permite al empleador suspender a sus trabajadores con el
“beneficio” de que sus remuneraciones serán pagadas a partir de su seguro de cesantía
(es necesario aclarar que en Chile, el
seguro de cesantía es un ahorro personal, no es un beneficio estatal ni tiene
aportes del empleador, como lo informan los medios mediáticos mercuriales del
régimen). La ley estaba enfocada especialmente para las pequeñas y medianas
empresas (pymes), pero no tardó en ser aprovechada por grandes empresas, como
los consorcios del retail, para poder suspender a gran parte de sus empleados.
Ante el agudo contexto de la cuarentena, se estima
que cerca de 300.000 trabajadores han sido despedidos y un aproximado de
786.000 verían sus contratos suspendidos. Si bien, como ya expliqué, pueden
hacer uso del seguro de cesantía, la realidad es que gran parte de los chilenos no tiene grandes ahorros en este y los
montos mensuales no alcanzan para pagar el altísimo costo de vida en Chile, eso
sin contar con el pago de deudas.
No obstante, el regimen sí aplicó ciertos bonos en
un intento de mitigar todo lo dicho. Pero en realidad sólo se mantiene el
problema. Uno de los beneficios que propuso es el del Ingreso Familiar de
Emergencia (IFE), el cual entregaría 65.000 pesos chilenos (aproximadamente, 79
dólares) por cada integrante de la familia. Para una familia de 4 integrantes,
esto supondría un ingreso de 260.000 pesos, muy por debajo del monto
considerado como la línea de extrema pobreza para una familia con la misma
cantidad de miembros; 322.344 pesos, según lo explica el Observatorio de
Políticas Económicas de Chile. Es
necesario aclarar que el bono de marras aún
no ha sido cobrado.
El Chile virtual: la alegría ya viene con el virus Piñera….
La comuna de El Bosque (una de las más pobres del
sur de Santiago) fue el epicentro de las protestas. La localidad de un poco más
160.000 habitantes llevaba en cuarentena desde el jueves 16 de abril, un mes
completo recibiendo un ingreso deficiente o peor; sin recibir ingreso alguno.
La comuna es parte de una zona con altos niveles de hacinamiento, bajos
ingresos y, además, unas con la mayor tasa de contagios por Covid-19 con
respecto a su población.
El panorama es similar en comunas aledañas como La
Cisterna, San Ramón, La Granja, Pedro Aguirre Cerda y Lo Espejo. Dichos
municipios también presentaron quejas institucionales por la falta de test en
sus centros de salud.
Como institución, la alcaldía de El Bosque
consideró insuficientes las acciones del régimen de Piñera Echeñique en cuanto
a los efectos sociales que acarrea la pandemia. En un comunicado, el municipio
instó al régimen nacional “a no seguir cargando a los municipios una
responsabilidad económica que no podemos cubrir, nuestro presupuesto está
afectado por esta pandemia”.
En horas
de la noche, y a pesar de estar vigente un toque de queda, no fueron pocas las
localidades que salieron a las calles a protestar. Esta vez ya no era sólo el
sector sur, también el norte en la población La Pincoya y Recoleta, en Pudahuel
(sector poniente), en Villa Francia, así como la ruta que conecta Santiago con
el puerto de San Antonio. En todas las localidades se presenciaron barricadas y
cacerolazos.
El régimen decidió enfrentar las protestas con una
dura represión en lugar de atender las demandas. Revuelo causaron los dichos de
la senadora Jacqueline van Rysselberghe, militante del partido de extrema
derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), al pedir que el régimen ejerciera
acciones legales contra los manifestantes. Hace más de 50 años que Violeta
Parra escribió la canción “La carta” donde en uno de sus versos dice “los
hambrientos piden pan; plomo les da la milicia”. Pareciera que Chile no avanzó
a más de 4 décadas de gobiernos democráticos. La justicia social es un clamor
de ayer y hoy.
La frase que marcó el inicio de la cuarentena, a
mediados de mayo, fue el de una vecina de la comuna de El Bosque que
tajantemente dijo: tenemos hambre.
Lo subrayado
es nuestro
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