La vida verdadera es
incondicional. La lucha por la diferencia no puede ser condicionada por nadie
ni nada, es la razón de la lucha por ella, es incondicional, porque es la base
de la lucha por la existencia. Según la Madre Naturaleza yo tengo una sola
vida, y es diferente y única a todas las otras vidas. En el momento en que yo,
por oportunismo, rastrerismo o cobardía, relego mi vida a un segundo plano, yo dejo de ser yo: La alternativa Hambletiana
siempre está presente, ser o no ser. La resume el genio universal Dr. W.
Goethe, ser yunque o martillo.
Abre los ojos a tiempo,
La gran rueda de la dicha
Raras veces se detiene,
O te impones o te arrollan.
Hay que ganar y mandar
O someterse y perder,
O resignarse a triunfar
O ser, yunque o martillo…
Violeta, “Gracias a la vida”…
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