lunes, 3 de noviembre de 2014

Seminario Internacional: Introducción a la Filosofía y a la Ciencia Marxista, Dr. Karl Marx, ayer hoy y mañana.


Seminario Internacional:

Introducción a la Filosofía y a la Ciencia Marxista, Dr. Karl Marx, ayer hoy y mañana.


“Los filósofos se han dedicado sólo a interpretar el mundo, de lo que se trata es de transformarlo”… Dr. Karl Marx Facultad de Filosofía Universidad de Humboldt, Berlín / Alemania
“El Dr. Karl Marx con su obra filosófica y científica polarizó hasta nuestros días las esperanzas de los explotados, de los oprimidos, de los marginados y las cóleras de los depredadores más perversos de la humanidad, los capitalistas dueños de la celestina universal”…
“Restituir el pensamiento vivo del Dr. Marx significa, en primer lugar, desbrozarlo de todos los revisionismos que han intentado obcecadamente por más de un siglo, adornarse con el prestigio de la filosofía y la ciencia marxista, injertándoosle la filosofía burguesa de los pragmáticos camaleones contemporizadores del estalinismo, la socialdemocracia, etc”
“El pensamiento de este genio universal se ha convertido en la conciencia de los luchadores:
“- luchar es vivir“, Dr. W. Goete-, dignos, honestos, leales, consecuentes por un mundo mejor con la más prodigiosa cosecha de heroísmos y sacrificios. La ciencia marxista y la filosofía marxista no sólo son la alternativa de la Humanidad por un mundo mejor, sino su sentido, el camino del futuro que debe seguirlo, quiera o no”…
“El nombre del Dr. Marx vivirá a través de los siglos y con él su obra. El estilo de su vida, de la magnificencia de su lucha por el amor, la vida y la esperanza es la herencia más maravillosa que ser humano alguno legara a la Humanidad”…



Dr. Karl Marx, ayer, hoy y mañana
Autor Prof. Hugo Moreno Peralta
2011-01-22 20:03:18


La vida del Dr. Marx es, indivisiblemente, la de un filósofo, la de un sabio y la de un militante luchador por la vida. Una vida de miseria y de exilio, durante los años que realizó su investigación en la biblioteca de Londres para la elaboración del Capital. Conoció la pobreza más atroz. Rechazó inflexible las ofertas del régimen prusiano de Bismark que quería comprar su genio.

Él y su familia disponían de los recursos que provenían intermitentemente del New York Herald Tribune, por sus artículos y de la ayuda que les brindó su solidario y leal amigo Friedrich Engels.
En Francfort, para pagar deudas vendió “La Nueva Gaceta Renana” y usó el dinero de la dote de su amada esposa, su compañera e imprescindible secretaria, Jenny Marx. Tuvo que pedir dinero prestado para la cuna de su último hijo y un año más tarde tuvo que volverlo a hacer para pagar su féretro…
Su ejemplar esposa Jenny -jamás en la historia de la Humanidad se había visto plasmado, realizado el dicho popular, que al lado de un gran hombre siempre hay una gran mujer-, le siguió sin debilidades, sin quejas en el infierno capitalista salvaje en que los usureros con sus lacayos se llevaban las camas, las cunas, y los juguetes de los niños y la familia por deudas. El Dr. Marx se encontró temblando de fiebre y de frío, en un cuarto vacío con sus seres más queridos, su esposa y sus hijos. Jenni Marx, comentaba, “lo que tortura mi alma es que mi amado esposo tiene que sufrir tanto por cosas tan mezquinas, mientras que tantos Seres Humanos han encontrado en él sus ideas, su aliento y su apoyo solidario” (Carta de Jenny Marx a Joseph Weydemeyer, 20 de mayo de 1850). El amor de Jenny Marx y la amistad solidaria de Engels, permitieron al Dr. Marx realizar su obra y culminarla aún después de su muerte. Cuando falleció físicamente en Londres, el 14 de marzo 1883, Engels renunció a todos sus trabajos para dedicarse por el resto de su vida, 12 años, a publicar las obras de su genial amigo…
 La obra del Dr. Marx tuvo un destino prodigioso. Después de haber aportado a la filosofía la renovación más profunda que se haya conocido desde que nació el pensamiento racional, este genio universal fundó la economía política científica, elaboró la metodología de la historia y de todas las ciencias humanas y, al dotar a la clase trabajadora con la ciencia de la transformación del mundo, al enseñarle el arte de vencer en su lucha de clase, se convirtió, desde hace más de un siglo, en el paladín viviente del movimiento proletariado mundial.
Su triunfo póstumo no tiene precedentes en la historia. En junio de 1848, la clase trabajadora sublevada no pudo sostenerse más de tres días en las calles de Paris. En 1871, la Comuna de Paris, la primera dictadura del proletariado existió tres meses. Con la Revolución de Octubre de 1917, la victoria del marxismo, con su aplicación consecuente por parte de Wladimir Lennin, se inscribió sólida e irreversiblemente en la historia: nace el Marxismo Leninismo, es decir, se aplica consecuentemente la ciencia marxista como método científico hasta la muerte del ejemplar revolucionario soviético Lennin.
El marxismo ha conquistado de hecho en nuestros días una universalidad que no la había conocido en el pasado ningún movimiento social, filosófico, político, espiritual, etc... No se trata ya sólo de que dos personas de cada tres en el mundo están de acuerdo con la construcción del socialismo conforme a la filosofía y a la ciencia marxista, sino que el marxismo se ha convertido en el eje de referencia en relación con el cual se ubican en nuestros días todo pensamiento y toda acción: por él o contra él. ¡Basta ya de Eufemismos! La alternativa intermedia de la social democracia corresponde a “antesala de la traición”, según el Dr. Ernesto Guevara de la Serna. José Stalin, ingresó al Partido Social Demócrata en 1903, plagió el marxismo y no entendió que el socialismo es la etapa de transición, según la ciencia marxista en la construcción de la sociedad sin clases.
 El marxismo ha conocido desde hace más de un siglo, muchas vicisitudes, los capitalistas y sus cipayos socialdemócratas y demócratas cristianos, -el balón de oxigeno del agonizante capitalismo salvaje-, han intentado silenciarlo al principio, después tuvieron que denunciarlo con furia y presentar de él una caricatura terrorífica a través de sus medios mediáticos de comunicación globalizados, ahora se ven reducidos a tratar de domesticarlo disfrazándolo con la máscara socialdemócrata para enajenarlo y finalmente destruirlo.
Según un aforismo de Lennin - Si los axiomas geométricos chocasen con los intereses de las gentes, seguro que habría quien los refutase -, las teorías de las ciencias naturales que chocaban con los viejos prejuicios de la teología, provocaron y siguen provocando hasta nuestros días la lucha más rabiosa de los fundamentalistas religiosos especialmente del Opus Dei de la Iglesia católica: Galileo, Nietzsche, Lutero, etc., por nombrar alguna de las víctimas del fanatismo religioso católico ordenado desde el Vaticano.
Nada tiene de extraño, pues que la filosofía y la ciencia marxista que sirven directamente a la educación persona permanente, la cultura y a la organización de la comunidad por y para un nuevo modelo de sociedad socialista a escala humana por causa de la sustitución inevitable -en virtud del desarrollo económico-, del capitalismo salvaje globalizado agonizante sean indispensables e ineludibles para la Humanidad. Sólo el marxismo podrá liberar al mundo de la pesadilla capitalista salvaje globalizada o globalización del capital.

Lo que es y no es la Social Democracia.

La realización de las gentes marginadas, alienadas por el capitalismo salvaje en la sociedad administrada por la social Democracia junto a la Democracia Cristiana en el capitalismo salvaje es un fiasco, porque han desaparecido las raíces del Ser Humano y su medio social de participación. Además no existen la verdadera democracia, la libertad, la justicia y la educación y la cultura son negocios. En vez de ellas los capitalistas oligarcas a través de sus administradores socialdemócratas y demócratas cristianos, imponen una forma de libertad, de democracia, y de justicia en la medida de lo posible en el marco del ejercicio rutinario de un derecho-deber, ajeno a los problemas profundos de la persona como ser social. No hay libertad sin justicia social, porque entonces sólo es libertad para los que tienen dinero, ni justicia social sin libertad, porque entonces a la esclavitud económica se suma la esclavitud del espíritu.
La acción contrarrevolucionaria revisionista, antimarxista, socialdemócrata, comienza a desarrollarse dentro del propio marxismo. El revisionismo burgués logra su expresión más sistemática con Eduard Bernstein, que se define como una variante no marxista de la gerencia de los intereses fundamentales del capitalismo salvaje.
La burguesía/los ricos oligarcas no les permitirán jamás a los reformistas camaleónicos socialdemócratas tomar las riendas totales de su Estado, porque pondrían en juego los fundamentos de su poder y de su administración. En el marco de esta patética realidad los administradores socialdemócratas no pueden ofrecer hacer feliz a las gentes, es un engaño, porque les hace falta un modelo de sociedad decente, honesta, justa, equitativa, etc., donde se den los presupuestos para que las personas puedan serlo. Entre los testaferros históricos socialdemócratas más serviles y más rastreros de la historia tenemos: Eduard Bernstein, Willy Brandt, Helmut Schmidt, Olof Palme, Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Regis Debray, Francoise Mitterrand, y una larga etcétera de socialdemócratas latinoamericanos.
El éxito más brillante del marxismo, como la Revolución Martiniana Marxista Socialista Cubana, ha sufrido el más brutal ataque con un criminal bloqueo por parte del imperialismo yanqui por más de cincuenta años, pero la construcción heroica y dolorosa del socialismo cubano, no se ha detenido ni será moneda de cambio de nada ni de nadie.
La muerte de Lennin y la designación de Stalin como sucesor hizo posible el desarrollo de fenómenos políticos e intelectuales que constituyeron una violación flagrante de los principios del marxismo en general y del marxismo leninismo en particular, y de la esencia del sistema socialista que Lennin instruyo e inicio en la URSS: Culto a la personalidad, construcción de un socialismo hegemónico con una serie de satélites, burocracia, esclerosis dogmática del pensamiento, aislamiento espiritual que condujo en el plano intelectual durante la época dominada por el estalinismo a graves deformaciones del marxismo: regresión hacia un materialismo cientificista, concepción especulativa de una dialéctica reducida al enunciado de cuatro “Rasgos inmutables”, concepción mecanicista de las relaciones de la base y la súper estructura, ruptura con la practica viva de las ciencias y las artes. Con un sólo objetivo, la construcción de un socialismo hegemónico en el URSS.
Las consecuencias de este esquematismo y de esta esclerosis son terribles: el marxismo cuando se convierte en dogma en la construcción de una hegemonía, en un sólo país, deja de ser guía para la acción liberadora de todos los Pueblos sometidos y para el pensamiento libre. En nombre de las leyes ya conocidas de la dialéctica se pretende resolver a priori problemas científicos en biología, en física, en sicología, se condenaron de antemano ciertas formas de expresión artística, se excluyeron a priori ciertas posibilidades históricas. Como colofón el revisionismo estalinista con la colaboración de la social democracia manejada por el “Estado canalla/USA”y sus testaferros encabezados especialmente por el inefable Mikhail Gorbachv, hacen añicos el proyecto de José Stalin.
El desarrollo del marxismo en el sentido en que lo concibió el Dr. Karl Marx nos ayuda a cobrar conciencia de su profunda actualidad: el marxismo es la concepción del mundo acorde con el espíritu de nuestros tiempos.
La diferencia de otras y anteriores concepciones del mundo, como la ideología cristiana -el catolicismo es una religión, el cristianismo una ideología-, elaborada mucho antes de la aparición del mundo moderno, que obedece a otras condiciones históricas y que no puede tratar de adaptarse a la inteligencia de las elites intelectuales nuevas, sino impugnando sus principios mismos, y a diferencia de doctrinas surgidas de las angustias de una sociedad en plena metamorfosis como el existencialismo, y que no refleja sino aspectos parciales de esa sociedad y en forma misticada, el marxismo surgió orgánicamente del conjunto de condiciones del mundo moderno, cuya toma de conciencia y alma viviente expresa.
El marxismo es el heredero del humanismo prometeico -Tesis doctoral del Dr. Karl Marx en la Universidad de Jena, Alemania-, de la Revolución Francesa, de esa certidumbre en la omnipotencia del ser Humano y en su libertad que la filosofía alemana no dejo de profundizar con el Dr. Goethe, Prof. Hegel, Prof. Kant, Prof. Nietzsche, Prof. Fichte, etc., heredero también de la concepción de la sociedad como organismo colectivo del trabajo creador de la persona, cuya exploración había sido iniciada por las economías clásicas de Inglaterra y cuya perspectiva demiúrgica había trazado el socialismo francés, especialmente Saint-Simon.
Al descubrir en la clase trabajadora a la heredera y portadora de toda cultura anterior y de toda civilización humana, al descubrir las raíces de la enajenación fundamental del trabajo creador de la persona, al descubrir por último mediante el estudio científico del desarrollo de las ciencias, las leyes dialécticas de la superación histórica de la enajenación, mediante la lucha de clases, el Dr. Marx plantea dos fundamentos de una filosofía que expresa el movimiento de toda una época histórica: la época que comienza con la lucha contra el capitalismo salvaje y prosigue con la construcción del socialismo para alcanzar la sociedad sin clase de la sociedad comunista.
La idea dominante del Dr. Marx permanece constante desde sus primeras obras hasta sus últimas luchas. Es la clave de su filosofía, de su ciencia: hacer de cada persona un Ser Humano, es decir, un creador solidario. Esta facultad creadora del Ser Humano la exigía el joven universitario Karl Marx heredero cercano del Prof. Hegel y del Prof. Fichte contra todas las formas de enajenación. La creación es lo contrario de la enajenación (síndrome que quien lo padece es incapaz de darse cuenta). Cuando el análisis científico a la vez económico e histórico le permite al Dr. Marx resolver la enajenación en su formas concretas: explotación y opresión de la clase trabajadora y descubrir el verdadero método para superarla, la lucha de clases, cuando su socialismo, no descansa ya sólo en un fundamento filosófico, sino antes que nada en un fundamento científico: la realidad histórica de las clases y de sus luchas, ese profundo humanismo permanecerá y se afirmara todavía más, ya no como una exigencia filosófica o moral cercana a la utopía -entiéndase por utopía al concepto histórico que dice relación con un proyecto de transformación social que los pragmáticos contemporizadores socialdemócratas y demócratas cristianos tienen como imposibles. La utopía es un desafío que se opone al realismo moderno. Ella se alcanza con el cambio revolucionario que trae la justicia social-, sino como la ley objetiva del desarrollo de las luchas de la clase trabajadora que supera y destruye las enajenaciones creadas por los regímenes reaccionarios capitalistas de clase -testaferros de los dueños de la celestina universal, los ricos, el dinero, los más siniestros depredadores del medio ambiente-, y da a cada persona la posibilidad de ser, Ser Humano “-Ser Humano es una persona integral capaz de sentir la injusticia ajena como propia,” Dr. Ernesto Guevara de la Serna-, un creador solidario. Esta reflexión profunda sobre el acto creador del Ser Humano, mediante la que el Dr. Marx llegó a “poner de pie”, en una perspectiva concreta, histórica y materialista, la filosofía de la creación del Prof. Fichte, ha permitido plantear los fundamentos de un Humanismo total y militante al hacer de la práctica, la fuente y el criterio de toda verdad y de todo valor. El Dr. Marx no sólo realizo la revolución más radical en filosofía y la arraigó en la tierra de la gente, sino que abrió las nuevas perspectivas de transformación ilimitada de la naturaleza, la sociedad y la persona en su entraña más profunda.
El marxismo lejos de retrotraernos a una etapa “pre- crítica”; de la filosofía dilata y culmina el movimiento fundamental de la filosofía moderna desde Descartes que alcanza con la crítica del Prof. Kant la plena conciencia de sí misma: la persona no puede comprender, sino lo que ha hecho. El Prof. Fichte condujo a su último término la exigencia primordial del racionalismo moderno, rechazó la afirmación dogmática del “hecho dado” y sitúo en el punto de partida de su reflexión no un hecho, sino un acto. Lo que en esencia permite al marxismo escapar a todo dogmatismo es el haber dado mediante una inversión y una desmitificación de la concepción Fichteana, una significación concreta, histórica y materialista, a la primacía de la práctica.
Las exigencias primordiales -Luchar es vivir, Dr. Goethe-, por la emancipación social de la persona, condujeron al Dr. Marx a desarrollar plenamente, en sus obras maestras: Manifiesto Comunista, en El Capital, en sus obras históricas como El 18 Brunario de Luis Bonaparte, lo que constituye su aportación decisiva a: una metodología de la iniciativa histórica.
El Dr. Marx no nos ha legado un sistema de leyes, sino el arte dialéctico para descubrirlas y para fundar en su conocimiento nuestra acción creadora…
La obra del Dr. Marx contiene en germen los principios de una exploración de la persona en todas sus dimensiones: no sólo en la dimensión histórica y militante a la que este genio universal dedico lo esencial de sus investigaciones, sino la dimensión de la subjetividad y la de la creación (que la teología designa en general con el nombre de Trascendencia). Un campo inmenso se abre a la investigación marxista, en la época de la victoria del socialismo, para explorar todas esas dimensiones, para “poner de pie” e integrar así todos los descubrimientos realizados en esos campos, descubrimientos que han sido mistificado por los investigadores no marxistas al servicio del capitalismo salvaje.
Sólo el marxismo nos permite comprender en su totalidad las gigantescas metamorfosis de nuestro mundo y de nuestro tiempo.
 Desde el punto de vista científico, hace desaparecer todo límite al libre desenvolvimiento de la investigación: su materialismo exigente, al imponernos constantemente la referencia a una realidad exterior a nuestro pensamiento, implica una actitud permanente de apertura y de acogida, una incesante ruptura con la especulación, con el dogmatismo y los sistemas cerrados, ese materialismo exigente recuerda a la dialéctica que no se trata sólo de los conceptos, sino de una realidad inagotable y móvil que dirige al concepto más allá de sí mismo, de una dialéctica interminable, la de la práctica y la creación humana en contacto con un mundo que hay que transformar…
Desde el punto de vista estético, abre a la creación artística una perspectiva ilimitada, pues no define el arte sólo como un  modo de conocer, sino principalmente como un modo de hacer y no define al realismo como la copia de la realidad aparente, sino como la captación de las leyes profundas del desarrollo y la participación en la creación de una realidad en devenir y de una persona que se está haciendo.
Desde el punto de vista moral opone a la ética de la revelación o de la tradición basada en mandamientos eternos y en ideas inmutables, así como a la sofistica del individualismo y a las libertades confundidas con la arbitrariedad y la dadiva (Limosna), una concepción histórica de la persona que elabora, destruye, integra, supera las normas de su acción y se define únicamente por el movimiento de esa creación continua…
El marxismo no es sólo una ciencia, una filosofía de nuestro tiempo: es su sentido. Es el camino liberador, acentúo, que le permitirá a la Humanidad pasar más temprano que tarde por encima del capitalismo salvaje globalizado agonizante, para construir un nuevo mundo con una sociedad socialista a escala humana defensora de la dignidad, los Derechos del Ser Humano y los de la Madre Naturaleza.

A la filosofía y a la ciencia marxista las considero como la única alternativa para las horas venideras de la Humanidad, las considero indispensables e ineludibles. El marxismo aparte de su razón al defender el derecho de toda persona a que no le falte el pan, el trabajo y la vivienda digna, la educación y la cultura, etc., yo creo que conseguirán suprimir el hambre, las guerras, el narcotráfico, el tráfico de armas, la prostitución infantil y juvenil y en definitiva liberaran a la Humanidad de esa gran pesadilla que lo constituye el capitalismo salvaje globalizado/globalización del capital.


Prof. Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA
Director Cesal e.V Berlín, Alemania.

*Patrocinadores:
Cesal e.V. Berlín/ Universidad de Humboldt, Berlín: 30 de septiembre de 1989.
Comité de defensa de los Derechos Humanos y Sindicales/Codehs. Presidente Clotario Blest Riffo.
Revista Latinoamérica Un Pueblo Continente: Directora Sra. Gerda Böttcher, berlin Alemania.





No hay comentarios:

Publicar un comentario