viernes, 29 de diciembre de 2023

Desde el patio trasero latinoamericano estadounidense/yanqui:


Desde el patio trasero latinoamericano estadounidense/yanqui:

EE.UU. debe resarcir "deuda histórica" con Latinoamérica tras 200 años de intervencionismo, dice excanciller boliviano Fernando Huanacuni.

Por: Xinhua/ Other News, Xinhua, Sputnik, RT, La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:

"Los pueblos de Latinoamérica poseemos riquezas importantes, pero nos han sumido, bajo ese control hegemónico, en la pobreza  y la miseria. Lo dice la historia, no lo decimos desde una postura política. Es la realidad misma de la aplicación de la Doctrina Monroe en América Latina", aseveró el político boliviano,

Estados Unidos debe resarcir la "deuda histórica" que tiene con los Pueblos Latinoamericanos tras 200 años de saqueo, intervencionismo y hegemonía unipolar, al amparo de la Doctrina Monroe, afirmó el excanciller boliviano Fernando Huanacuni.

En entrevista con Xinhua, Huanacuni subrayó que este año se cumplen dos siglos de la Doctrina Monroe, un instrumento de la política exterior estadounidense que, dijo, ha tenido "graves consecuencias" para los países latinoamericanos al promover una intervención y saqueo permanentes.

"Los pueblos de Latinoamérica poseemos riquezas importantes, pero nos han sumido, bajo ese control hegemónico, en la pobreza y la miseria. Lo dice la historia, no lo decimos desde una postura política. Es la realidad misma de la aplicación de la Doctrina Monroe en América Latina", aseveró el político boliviano, canciller de su país entre 2017 y 2018.

Resumida en la frase "América para los americanos/yanqui", la Doctrina Monroe fue creada en 1823 en Estados Unidos por el entonces secretario de Estado, John Q. Adams, bajo la presidencia de James Monroe.

El instrumento establecía que cualquier intervención de los países europeos en el Continente Americano se interpretaría como un acto de agresión o afrenta que demandaba la intervención de Estados Unidos.

Para los Pueblos Latinoamericanos, en opinión de Huanacuni, la aplicación de la Doctrina Monroe por Estados Unidos ha supuesto un proceso de "invasión, saqueo y genocidio", que marcó una línea de continuidad con el proceso de colonización de Las Américas por parte de las potencias europeas, en especial de la monarquía de la España profunda franquista.

Realmente, agregó, en toda la política exterior estadounidense la premisa de la Doctrina Monroe ha sido "América Latina para Estados Unidos", lo que indica "una hegemonía y un deterioro" del territorio latinoamericano, al que los distintos gobiernos estadounidenses no han dejado de ver como el "patio trasero" de Estados Unidos.

Huanacuni enfatizó que el intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos internos de América Latina ha afectado procesos democráticos autóctonos y conllevado a golpes de Estado asesinato de presidentes elegidos en democracia, e imposición de gobiernos serviles, que no han defendido los intereses de los pueblos originarios.

Todo ello representa una "deuda histórica", que es esencial que Estados Unidos repare para que realmente pueda configurarse una nueva realidad y un nuevo equilibrio en el mundo, que superen la unipolaridad y hegemonía estadounidenses, explicó.

El excanciller boliviano celebró que algunos países de Latinoamérica, como Nicaragua, estén alzando la voz para instar al pago de esa "deuda histórica".

El país centroamericano fue víctima en los años 80 del pasado siglo de actividades militares y paramilitares estadounidenses que buscaban destruir su proceso revolucionario y democratizador.

Tales actividades provocaron cuantiosos daños a Nicaragua, que el Tribunal Internacional de Justicia, mediante una sentencia el 27 de junio de 1986, ordenó a Estados Unidos indemnizar.

El canciller nicaragüense, Denis Moncada, dijo el pasado 27 de junio en la sede de Naciones Unidas que Estados Unidos tiene la obligación legal de pagar su deuda histórica con Nicaragua, según el fallo judicial internacional de hace más de 30 años.

La sentencia sigue vigente y es vinculante, por lo que debe cumplirse, demandó Moncada, en una actitud que Huanacuni ponderó como un ejemplo de reclamo legítimo que en el futuro va a ser seguido por los otros países latinoamericanos, porque el deterioro y las consecuencias del intervencionismo estadounidense "todavía están vigentes en nuestros pueblos".

"La voz que estamos escuchando desde Nicaragua es de resarcimiento y es la voz de América Latina", dijo Huanacuni.

El político boliviano consideró que América Latina, para su total emancipación y desarrollo, debe buscar el resarcimiento por parte de sus deudores históricos, Estados Unidos y Europa, al tiempo que sigue marchando hacia una mayor integración.

"Es importante la integración latinoamericana, un proceso de integración buscando nuestra identidad, soberanía y dignidad, y también una unificación a nivel mundial de los países progresistas porque solamente así vamos a salir de la hegemonía unipolar que no ha beneficiado al mundo, menos a América Latina", explicó.

Huanacuni resaltó que a través de los gobiernos progresistas se puede buscar un nuevo equilibrio mundial, para el que resultan muy esperanzadoras propuestas e iniciativas internacionales que defienden una cooperación de beneficio mutuo y la búsqueda de un auténtico bienestar común.

El nuevo orden mundial multipolar y la mundialización.

Entre estas destacan iniciativas emanadas de China como la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, las cuales configuran "una nueva articulación política y económica", afirmó el excanciller boliviano.

Nuevas propuestas como las de China, respetando los procesos democráticos de cada país, son muy importantes porque son coincidentes con principios de países del denominado Tercer Mundo perjudicados por el intervencionismo y "abren esperanza y expectativas para esta nueva etapa de la humanidad", dijo Huanacuni.

Se basan, además, en la idea de la ganancia mutua y la cooperación, a la vez que buscan escenarios donde no haya superposiciones hegemónicas ni intervencionismos, sino respeto en los acuerdos y trato de igual a igual, concluyó.

Invasión de EE.UU. a Panamá deja trauma aún no superado, asegura víctima de intervención

Por: Liao Siwei y Luis Alberto Sierra G./ Other News, Xinhua, Sputnik, RT, La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG


La también presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Caídos del 20 de diciembre apuntó, sin embargo, que por lo menos hay una treintena de familias que siguen con la búsqueda de los restos de familiares desaparecidos durante la operación militar.

La invasión estadounidense a Panamá dejó alrededor de 500 civiles asesinados, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos calcula que fueron entre 2.500 y 3.000 los asesinados.

Si bien la conmemoración por primera vez en Panamá el pasado 20 de diciembre del Día de Duelo Nacional marcó un hito para el país de América Central, al recordar la invasión estadounidense de 1989, la fecha también ha dejado un trauma aún no superado en muchos panameños.

Es el caso de Trinidad Ayola, quien perdió a su esposo durante la invasión militar de Estados Unidos, lo que para ella significa una herida difícil de sanar.

En entrevista con Xinhua, Ayola refirió respecto a su esposo, quien era teniente de la Fuerza Aérea panameña, que le costó mucho sacar el cuerpo del hospital donde estaba para que fuera sepultado, ya que a los fallecidos en el lugar los querían enterrar en una fosa común.

"Pareciera que ahora como que los astros se han alineado", expresó Ayola, al valorar el reconocimiento de la fecha a través de una ley publicada en marzo de 2022, en la Gaceta Oficial de Panamá, el órgano de difusión del Estado, tras décadas de lucha del Pueblo Panameño para lograrlo.

La también presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Caídos del 20 de diciembre apuntó, sin embargo, que por lo menos hay una treintena de familias que siguen con la búsqueda de los restos de familiares desaparecidos durante la operación militar.

La Asociación de Familiares y Amigos de los Caídos tiene entre sus metas que se cuente con un monumento que haga referencia al hecho histórico para llamar a la paz y comprender el sufrimiento por lo sucedido, además de que nunca más se pida al extranjero la intervención militar para el país.

La invasión estadounidense a Panamá dejó alrededor de 500 civiles asesindos, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aunque la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos calcula que fueron entre 2.500 y 3.000 los asesindos.

Tras la invasión al país de América Central fue detenido y llevado a Estados Unidos el conocido entonces como "hombre fuerte de Panamá", Manuel Antonio Noriega.

"No era necesario matar a tanta gente y llegar a una invasión para rescatar lo que ellos llamaban una democracia", dijo Ayola.

La entrevistada compartió con Xinhua que tras lo sucedido, durante siete años se despertó por la madrugada asustada debido a la tensión que tenía, lo que le hacía creer que iba a pasar algo inesperado.

La también activista habló sobre su hija, quien era pequeña al momento de la invasión, al señalar que resultó muy afectada en su salud emocional, por lo que pasó un trauma "que lleva por dentro".

La panameña piensa que se trató de una gran injusticia la fuerza desproporcionada con la que llegó la potencia a humillar a un país tan pequeño, "con una capacidad extrema que cuadruplicaba o quintuplicaba en soldados y en tecnología" terrorista militar.

La invasión de Estados Unidos a Panamá dejó también mucha pobreza en el país, además de muchas viviendas y negocios destruidos, así como saqueo en diferentes establecimientos.

Se calcula que la pérdida para el Estado panameño fue de 1.500 millones de dólares, sólo en armamentos, "porque ellos se llevaron nuestras armas, se llevaron todo lo que era de Defensa, cuando estábamos preparándonos los panameños para la defensa del Canal de Panamá", sostuvo Ayola.

La presencia militar estadounidense a orillas de la vía interoceánica terminó a fines de 1999, en cumplimiento de los Tratados Torrijos Carter de 1977, por lo que la administración pasó de manos estadounidenses a manos panameñas.

Para Ayola, la invasión al país denominada por el Gobierno de Estados Unidos como "Operación Causa Justa", sólo tuvo como única causa la defensa de los intereses estadounidenses.

La entrevistada criticó también al país estadounidense por "bloquear a otras naciones para doblegarlas, llevarlas a sufrir hambre, a sufrir la falta de salud, a la miseria".

La activista valoró además el trabajo que hace el Ministerio de Educación de Panamá para incluir la invasión como una historia que debe conocerse, a partir de la ley que le dio el estatus de Día de Duelo Nacional.

Lo subrayado/interpolado es nuestro.



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