América Latina retrocede cien años: Desde
“el patio trasero” comenta la periodista/ escritora guatemalteca Ilka Oliva
Corado.
Marco Rubio, senador republicano de origen cubano,
escribió en su cuenta de twitter en días pasados: "El mundo apoyaría a las
Fuerzas Armadas en Venezuela si decidieran proteger a su pueblo y restaurar la
democracia sacando al dictador (del poder)". Nada le pide el cuerpo.
Ahora imaginemos que un personaje como Diosdado
Cabello escribiera algo similar pero referente a Estados Unidos, o el mismo
Nicolás Maduro, ¿cómo creen que reaccionaría Estados Unidos?
Aquí va otro ejemplo aprovechando el viaje: Tood
Robinson, ex embajador en Guatemala, que metía su cuchara hasta en las
reuniones de alcaldes departamentales, ahora encargado de negocios de los
Estados Unidos en Venezuela, dijo en la recepción del jueves 9 de febrero en la
embajada estadounidense en Caracas: “Los EEUU junto a la comunidad
internacional están listos para brindar ‘ayuda humanitaria’ en estos momentos
(…) También estamos preparados para darles una mano en materia de formación y
compartiendo nuestra experiencia tan pronto se restablezca la democracia en el
país”. “El pueblo venezolano está siendo victimizado mediante la creación
de ‘entes ilegítimos’ y el ‘secuestro de los electores’ a través de la comida y
los medicamentos”.
Bueno, el señor Robinson seguramente ha vivido tan
poco tiempo en su país de origen que desconoce la miseria que viven 40 millones
de estadounidenses, ¿qué tal si voltea hacia casa en lugar de andar
urgando en casa ajena? Para no ir tan lejos, ¿humanidad, dice?, bueno,
¿qué tal que sea el propulsor de la Reforma Migratoria Integral que saque de
las sombras a por lo menos 25 millones de indocumentados en Estados Unidos? Si
qué hacer en su país hay, ¡y hasta de sobra!
Algunas preguntas lanzadas al aire: ¿tiene que ver
con la planificación de la invasión a Venezuela la llegada de 415 miembros de
la fuerza aérea estadounidense a Panamá, en un acuerdo de ambos gobiernos
denominado como Nuevos Horizontes? O como lo llaman las organizaciones
sociales: es una invasión silenciosa. Ahí nomás, a la par está Colombia,
que hemos visto el descaro de Juan Manuel Santos, en el tema de migrantes
venezolanos y la frontera entre Colombia y Venezuela. Su sed porque su nombre
quede estampado en la historia como uno de los impulsores de la invasión a
Venezuela y el derrocamiento de Maduro.
Mientras adentro, en su país, su gobierno sigue
asesinando guerrilleros y población civil a manos de paramilitares, con
el Plan Colombia a tope. Colombia es una carnecería, ¿qué dicen los
gobiernos “humanitarios” que exigen la invasión a Venezuela? Y yéndonos al
norte del continente, México.
Cien años ha retrocedido Ecuador, con la traición
colosal de Lenín Moreno. Una puñala por la espalda no solo a Rafael Correa,
pero al pueblo ecuatoriano que se dispuso a defender la Revolución Ciudadana en
las urnas. ¿Pero, ganó el sí? No, ganó Rafael Correa que sigue teniendo el
apoyo de los ciudadanos que durante 10 años defendieron la Revolución
Ciudadana. El sí, viene de la unidad de la izquierda ecuatoriana que siempre ha
sido afín a la derecha, y de los diferentes cabecillas de las mafias
oligárquicas derechistas, que en plan maquiavélico se unieron contra
Rafael, utilizando a Lenín que cuando ya no les sirva le darán una patada en el
culo, como buen traidor. Uno por uno jamás hubieran podido contra Rafael y la
Revolución Ciudadana.
Otra de las traiciones más grandes de la historia
contemporánea, es la de Temer y el sistema de justicia brasileño que ha
sido cooptado por bandas de criminales que tienen el poder de quitar y poner a
su antojo. Como en Guatemala y el triángulo norte de Centroamérica.
Brasil que en tiempos de Dilma tuvo un avance en
materia de derechos de personas de la comunidad LGBTI, ahora vemos la
persecución que ha emprendido el gobierno contra ellas. Lo mismo con
organizaciones sociales, comunitarias, defensores de derechos humanos y del
medio ambiente. Limpiezas sociales en las favelas que en tiempos de Lula y
Dilma fueron dignificadas.
Brasil ahora habla de fronteras y de militarizarlas
junto con Colombia, en una forma de cercar a Venezuela para acelerar la
invasión militar en la que sin duda quieren formar parte, como la Argentina en
tiempos de Macri. Balas de goma, balas de acero, torturas, desapariciones
forzadas, asesinatos, eliminación de derechos laborales, despidos masivos, retroceso
en derechos humanos, impunidad, libertad a los culpables de crímenes de lesa
humanidad, ecocidios, y una propuesta para nada nueva de la pena de muerte para
parias; la elevación al cuadrado de las limpiezas sociales.
Perú por su parte, libera a Fujimori. Pablo
Kuczynski, un derechista servidor de las oligarquías y de Estados Unidos, ha
liberado a un personaje dantesco en materia de impunidad y abuso.
Kuczynski, dice que es un indulto humanitario, mismo que acompañado con un
“derecho de gracia” anula cualquier otro intento de enjuiciar al dictador
Fujimori. Sin embargo, los abusos que tal personaje cometió durante su
tiempo de presidente, quedan en el olvido total de las autoridades, también
cooptadas por los acuerdos de sobornos tan comunes en la América Latina de las
post dictaduras y del neoliberalismo rimbombante. Eso por mencionar algo, lo de
las licencias para las empresas transnacionales y la explotación de los
ecosistemas peruanos, lo hablamos en otro viaje.
Honduras, pueblo que le dijo no a la dictadura de
Juan Orlando Hernández, el rufián dio un golpe de Estado y reprime a su pueblo
con las Fuerzas Armadas. Pero el pícaro no está solo, tiene con él a las bandas
oligárquicas y el apoyo de Estados Unidos. Se juegan tantas cosas en este
momento en Honduras, decirle no a Juan Orlando Hernández ha demostrado la
dignidad del pueblo hondureño y la fuerza de su resistencia. El mundo debería
estar con Honduras, denunciando las atrocidades del dictador y alimentando la
garra de los que se niegan a solapar la estafa y la corrupción del bribón.
Guatemala, con su pacto de corruptos anda por la
calle de la amargura, país pequeñito allá en el ombligo de Centroamérica, del
que se habla poco en los medios de comunicación internacionales, como El
Salvador, que mientras no se trate de la Mara Salvatrucha, no existe.
La dictadura en Guatemala se fortificó con la firma
de La Paz, digamos que se legalizó, tiene sus sellos y sus firmas de
autorización. No se conformó con colocar a un genocida de presidente
y fue por más y escogió a Jimmy Morales, ¡el acabose!, un pelele en
toda la extensión de la palabra. Un pelele que representa al centavo a quienes
votaron por él: corrupto, misógino, machista, cachureco, cínico, ladrón y
conspirador. Casi nada.
Un Congreso usurpado por contrabandistas que se
pasan la ley y la Constitución por el arco del triunfo. Promotores de la
inseguridad pública, la miseria, los feminicidios, las limpiezas
sociales, las ejecuciones extrajudiciales y la impunidad: así, bajita la mano.
Guatemala y Honduras son el ejemplo del triunfo del las bandas criminales
en los gobiernos cooptados por estas.
Y no podemos dejar atrás a Costa Rica, país que
durante décadas ha galanteado con ser el más estable económicamente de Centro
América (pero, ¡oh, dolor! Es Nicaragua) y también jactancioso de una
población que en su mayoría ha terminado la educación superior. Y bueno, con
esa educación superior que no les ha servido para nada, el pueblo costarricense
decidió ponerse la soga al cuello colocando en el despunte a un candidato
misógino, machista, patriarcal, clasista y racista como lo es Fabricio
Alvarado. Una copia en calco de Jimmy Morales, que se baña en aguas de pureza y
se presentan como los ungidos (con agua de calcetín) por la gracia
del Espíritu Santo.
Es un retroceso el solo hecho de una segunda
vuelta con un candidato como Fabricio Alvarado. ¿Qué le está pasando a la
inteligencia del pueblo costarricense? Lo que le pasa a todos los pueblos que
han sido manipulador por las religiones y la fe. Costa Rica es el ejemplo en el
continente, de una educación superior que ha trabajado con el sistema, al
servicio del sistema, un sistema que también está manoseado por la religión.
Como vemos, sin tanto detalle, América Latina vive
una embestida neoliberal, como continuidad de un plan que se echó a andar con
las dictaduras y que viene como sello, como amarre o marchamo de una era que
busca arrancar de raíz toda resistencia de los pueblos.
Las injerencias existirán siempre, y no será
solamente Estados Unidos y sus embajadores, ni los infiltrados de otros
países, aquí la responsabilidad absoluta es de los traidores que venden a
su pueblo al mejor postor. Y es a los traidores a los que se les debe enjuiciar
y que se pudran en las mazmorras y sean arrancados de la memoria colectiva y
padezcan en soledad, el olvido de su pueblo.
Pero no será ahora que nos fulminarán, aquí
llevamos más de 500 años de resistencia y ante todo ataque no han podido
destrozarnos. Son tiempos difíciles, pero nos entreteje un hilar de
una memoria colectiva y una raíz milenaria que dignifica a las generaciones que
enfrentan el tiempo que les tocó vivir. Lo mejor no es pasado, lo mejor de
nosotros no lo mataron, lo mejor de nosotros está por nacer.
Blog de la autora: https://cronicasdeunainquilina.com/2018/02/11/america-latina-retrocede-cien-anos/
Febrero
11 de 2018, Estados Unidos.
Portal
: Latinoamérica Exuberante
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