jueves, 20 de abril de 2017

Las malditas semillas transgénicas rellenas de aditivos, químicos, insecticidas, fungicidas, antibióticos, etc., constituyen un atentado a la vida. “Ya no existe opción de vivir en un planeta limpio”, Prof. Dra. Hope Jahren, geobióloga.


Como es sabido, para los malditos ricos, “el fin justifica los medios”, al formular su ideología fascista del “Nuevo Orden Mundial”, las Piedras Guías de Georgia, en su primer mandamiento categóricamente ordenan que la población del planeta debe ser de 500.000.000 (quinientos millones). Mentes canijas, epígonos del capitalismo salvaje globalizado, siempre dispuestos a servir a los dueños de la celestina universal, se preguntan, ¿cómo?, les contestamos, ingiriendo alimentos, frutas, verduras, cereales, etc., -rellenos de aditivos químicos, insecticidas, fungicidas, antibióticos, etc., y modificaciones genéticas. Es la fascista criminal estrategia para ir disminuyendo la población de nuestro desgraciado planeta.

Las multinacionales Singenta, Novartis, Bayer, Basf, Controlan la producción de semillas transgénicas, es decir, la fabricación y producción de medicamento, -semillas para ecocombustibles- y alimentos. Intereses muy contrapuestos que deberían estar separados por el bien de la Humanidad. La salud y la alimentación deberían estar a salvo de esta maldita locura especulativa y de la manipulación genética de las mafias fascistas antes citadas. La demencia ha llegado a tal extremo, que la Comunidad Europea ha negado producir “una papa transgénica de la mafia Basf”, ¿qué pasa con los diputados verdes en el Parlamento Europeo? Suiza es un buen ejemplo: Cien mil ciudadanos conscientes en un referéndum popular vinculante exigido por ellos, lograron prohibir hacer hace años los transgénicos. Ejemplo de coraje ciudadano digno de imitar. Pero en este planeta en demolición, donde la vida no vale nada, el fatalismo, la resignación, la indigencia educacional/cultural, la corrupción y la impunidad, y la enajenación acostumbra a la gente a una vida de incertidumbre, de ninguneo, de indignidad, de frivolidad, de oportunismo, y de una constante preparación al salto al vacío.

El desastre “ecológico” provocado por los transgénicos, contaminando miles de especies y vegetales que desde siempre se han reproducido sin los costes perversos para la Humanidad, hoy constituyen, un terrorismo biológico, que nadie asume con la saludable excepción de la regla de la ciudadanía de Suiza y del Estado Plurinacional de la República de Bolivia. El presidente del Estado Plurinacional de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, el 15 de Octubre último, promulgó la Ley de la Madre Tierra y desarrollo para Vivir Bien. Este precepto define al vivir bien, como el horizonte civilizatorio y cultural alternativo al capitalismo salvaje globalizado. La construcción de un nuevo orden ambiental a escala humana, social, económico, político y solidario, basado y emergente de la visión histórica de los Pueblos Indígenas. Este horizonte civilizatorio, puntualiza: “Nace en las cosmovisiones de las naciones y Pueblos Indígenas originarios, campesinas, y las comunidades interculturales y afrobolivianas” (art. 5, Núm. 2)


Para y por la construcción de una sociedad a escala humana libre, digna, culta, equitativa, justa y solidaria.

Como colofón, la ley establece los Derechos inalienables de la Madre Tierra:
  • Los derechos de las Naciones y Pueblos indígenas originarios y campesinos, comunidades interculturales y afrobolivianas.
  • Los derechos civiles, políticos, educacionales, culturales, económicos del Pueblo Bolivianos, orientados a satisfacer las necesidades de las personas y de la Sociedad en general.
  • El derecho de la población urbana y rural a vivir en una sociedad digna, justa, equitativa, culta y solidaria, sin pobreza material, social y espiritual.

Estos derechos no pueden sobreponerse o priorizarse unos sobre otros,  al contrario deben realizarse de manera complementaria, compatible, solidaria e independiente. Este es el marco que propone la ley de la realización del Vivir Bien, a través del desarrollo integral del Pueblo Boliviano.
Como colofón, la Ley en su artículo 25, número 4 respecto a los bosques, establece que se prohíbe de manera absoluta la conversión de uso de suelos de bosques a otros usos en zonas de vida de aptitud forestal, exceptuando cuando se trata del interés nacional y utilidad pública.

El terrorismo “ecológico”.

 Miles de estudios científicos, exigen que se detengan, que dejen de introducir alimentos genéticamente modificados en las cadenas comerciales alimentarias. Pero para los políticos corruptos oportunistas pragmáticos contemporizadores, primero está la economía. Que los alimentos manipulados genéticamente afectan a la salud del ciudadano, y el entorno ecológico con secuelas de muertes y desolación, afectando al sistema inmunológico, y disminuye la fertilidad de la persona, no es algo que le preocupa a las mafias de las empresas multinacionales que monopolizan la obtención de semillas malditas transgénicas a nivel mundial. Su única preocupación para la perversa hegemonía capitalista salvaje globalizada tiene que ver con la elección de los políticos corruptos para seguir haciendo buenos negocios con la salud, la educación y la vida de las gentes.

“Ya no existe opción de vivir en un planeta limpio”…

Como colofón citaremos algunas reflexiones de la Prof. Dra. Geobióloga Hope Jahren, considerada una de las 100 personas más influyente del mundo científico mundial. Ella cree que hoy importa poco o nada “la posición que cada uno tenga sobre el cambio climático” y alerta “ya no existe opción de vivir en un planeta limpio”. El depredador capitalista maldito, puede seguir talando bosques, contaminando los mares, los ríos, los lagos, destruyendo la capa de ozono, etc.

Esta geobióloga, una mujer científica con coraje civil, precisa que sus trabajos y sus publicaciones “pretenden hacer reaccionar a la gente y se decidan por darle sentido a sus vidas”. Ya lo hemos afirmado reiteradamente, “estar vivo no es vivir”.

Sobre su esperanza en el futuro, la Dra. Jahren precisa que, “en las sociedades occidentales pocos tienen hoy muy buenas vidas”, son pocas las personas que  más suerte han tenido en el mundo si miramos todas las generaciones que nos han precedido, pero como todas ellas estamos condenados a luchar, porque los milagros no existen, y en el caso que tiene que ver con el cambio climático, deberíamos tomarlo seriamente y no reducirlo a centrarnos en si es bueno o malo, porque quizás no vayamos a sobrevivir. Como colofón, la Dra. Jahren afirma “yo creo que la ciencia al igual que el arte, debe tener el propósito de alimentar el alma y su principal responsabilidad como científica es alimentarlas y que esto producirá cosas buenas de una manera u otra”. “A mis estudiantes, concluye la prof. Jahren, trato de alimentar ese hambre que llevan adentro. Mi objetivo no es decirle a nadie si el cambio climático es bueno o malo, sino que les debo enseñar lo que he aprendido y luego confiar en que las gentes tomarán decisiones correctas con respecto de luchar contra la tala de árboles, porque habrán entendido realmente lo que es y significa un árbol para la humanidad”.


Con esperanza y memoria.



Prof. Moreno Peralta/IWA, Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG y  Lic. Yirsela Peirano Cofré, Asistente ADDHEE.ONG

CC:
  •         Presidente de la República Plurinacional de Bolivia, Evo Morales Ayma.
  •         Dra. Hope Jahren, Oslo, Noruega.
  •         Prof. Ing. Victor Pey Casado. Propietario Diario El Clarín De Chile, Santiago.
  •         Prof. Dra. Teresinka Pereira/IWA/USA.
  •         Prof. Dra. Patricia Mena Ledesma, Universidad Pedagógica Nacional de Oaxaca/México.
  •         Prof. Dr. Noam Chomsky, USA.
  •         Prof. Dr. Héctor Muñoz Cruz, Universidad Autónoma Metropolitana de México.


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