Chile ha padecido muchas
desgracias, pero la maldición más terrible que por más de cien años la ha
venido soportando es El Mercurio, principal testaferro del imperialismo yanqui
globalizado en Chile. Ayer y hoy la vida política, económica y cultural en el país
del silencio, de la indigencia cultural y educacional, ha pasado por el visto
bueno del oráculo mercurial que comanda el supremo gurú Agustín Dunny Edwards:
lo que El Mercurio no puede destruir, lo frivoliza. El último fracaso de este
individuo lo constituyó el burdo montaje del “suicidio del presidente Salvador
Allende Gossens”. Como ya nadie lee sus pasquines, ataca a la mujer
chilena en la persona de la maestra de América, como la calificara el maestro
Miguel de Unamuno -maestro es el formador del ser humano-, para aumentar las
ventas. Sólo un pusilánime y misógino puede llevar a cabo tan arteros ataques.
¿Por qué? Contesta Gabriela: “Los ataques y odios no me preocupan, yo tengo una
coraza que me hace impasible a todo ataque dirigido a mí por la calumnia
y la maldad: mi carácter altivo indomable o inalterable derrota a los míseros.
Tengo yo una indiferencia y una energía y un valor inmenso para combatir a
estos individuos”…
Alguien se preguntará, ¿Por qué El Mercurio no ataca a Pablo Neruda? Muy
sencillo, el legado de Neruda dejado por testamento a su pueblo fue entregado
por el Estado a los mercanchifes fascista Ricardo Claro y su testaferro Juan
Agustín Figueroa.
Lo que la opinión pública internacional no puede entender es que este monopolio
mercurial de los medios de comunicación en Chile ataque a Gabriela Mistral con
los recursos económicos que le entrega el Estado. Pero la gota que colmo el
vaso de la paciencia es la participación rastrera del diario La Nación, órgano
oficial del gobierno, en los ataques a Gabriela Mistral.
Para esta madre de la Patria Continente Latinoamérica tan odiada por el gurú
dunny Edwards por su coraje de mujer latinoamericana y chilena y por su prosa,
que jamás ha publicado El mercurio, por las denuncias que en ellas se formulan
contrarias a la ideología reaccionaria de la empresa. Recordamos las
afirmaciones de Gabriela: “Se comete un crimen cuando se cierran los ojos ante
la miseria, la explotación, la cesantía y la infamia. Cuando por comodidad o
sumisión contemplamos indiferentes una sociedad en la cual los únicos valores
que importan son los materiales, con escuelas, iglesias, universidades y
parlamentos muertos”.
Querida maestra Gabriela del amor y la esperanza, no nos queda duda, que no hay
mal que dure cien años, que “más temprano que tarde se abrirán las grandes
alamedas” por donde pase el ciudadano verdaderamente libre para terminar con
tanta ignominia, El mercurio entre otras, y se recupere la dignidad y los
valores del espíritu en el Pueblo chileno. Nadie tiene autoridad moral para
tomar cartas privadas, interpretarlas y publicarlas para hacer negocios. Pero
la bellaquería sobrepasa todos los límites cuando sólo se interpretan o
publican parte de una correspondencia. Por qué no se publicó entre otras
cartas, esta carta de Gabriela Mistral escrita al hombre amado: “Sus cartas me
son infinitamente gratas y queridas al recibirlas en estas soledades de donde
es mi eterno pensamiento por usted…ninguna mujer le habrá querido ni le querrá
con el cariño sólido, grande y abnegado con el que yo lo he hecho. Jamás un
hombre me ha hecho sufrir como usted de celos, jamás ninguno ha motivado mis
desvelos ni me ha llenado el alma de pena sin nombre como usted.
No es mi cariño esa pasión loca y desbordante que muere con la ligereza
con que nace, ¡no!: usted habrá visto en mis ideas y sentimiento muy diversos
de los de la generalidad de las mujeres, se lo repito: no habrá otra alma en
que su amor haga lo que hace por mí.
Mi amor es calmado, intenso y noble no hay en él ni falsedades ni perfidia.
Como la luz, eres
amor,
Como el agua, eres
amor,
Como la tierra, eres
amor,
Como el fuego, eres
amor,
Todo lo enciendes.
Honestamente, nadie tiene autoridad moral para juzgar a una persona por su
definición sexual. Pero para los dueños del país del silencio del supremo gurú
dunny Edwards, donde todo vale en los negocios, la vida la tienen planeada en
el marco de un desvergonzado maquiavelismo –el fin justifica los medios-, con
una profunda inmoralidad - prostitución infantil, consumo de drogas en
colegio y universidades-, una gran avaricia y un total desprecio por los
marginados.
La divina maestra Gabriela Mistral nos legó su solidaridad en el dolor, sin
límite sin restricción, ni mengua, una digna y consecuente rebeldía contra toda
injusticia, opresión o tiranía.
Gabriela Mistral como ser humano universal, figura entre los poetas más
destacados de la lengua española, que mejor parece haber entendido aquella
verdad de que: “lo que hace un poeta por su pueblo es lo que hace el alma por
el cuerpo”. Lo grandioso de su obra ha sido trascender la pasión y el amor
subjetivo a la idea viva de amor solidario. Eleva su voz y con ella su
personalidad al hito de la universalidad. Por todo esto exigimos respeto para
la maestra Gabriela Mistral de la Patria Continente Latinoamérica.
Prof. Dr. Hugo Moreno Peralta
Director Cesal eV Berlín Alemania
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