domingo, 5 de noviembre de 2023

VOCES Y SUEÑOS DE UN PUEBLO: SON LAS INTERPRETACIONES DE LAS METÁFORAS DE QUIENES ATROPELLAN EL SENTIR HUMANO.



VOCES Y SUEÑOS DE UN PUEBLO: SON LAS INTERPRETACIONES DE LAS METÁFORAS DE QUIENES ATROPELLAN EL SENTIR HUMANO.

Por Mariano Sierra S./ Escritor, jurisconsulto, analista internacional/OTHER NEWS, El Salto, Sputnik, RT, La Jornada de México, ADDHEE.ONG:

Este espíritu crítico produce la Genesis de una nueva historia, de nuevos esquemas de interpretación social, espiritual y política. La mentalidad y el espíritu rebelde y justo tiene la caracterización analítica de la realidad y la continua reconstrucción con alto devenir de pensamientos libres, de juicios y criticas sostenibles. La posición crítica conduce de otra parte a la exigencia de una toma de conciencia firme que decida con responsabilidad por una real independencia. La modernidad, la filosofía política y social fluye a base de ideas revolucionarias, de cambio, de transformación inspiradas por las desigualdades ante la falta de gobierno. Algunos modernos catalizadores son asiduos en expresarse a favor de las distintas resistencias cuyo origen es la ingobernabilidad, la falta de programas sociales, el implante de gestiones ante incumplimientos y los desórdenes nacionales que genera la corrupción rampante. muchas voces sin el debido control legal caminan a lomo de mula entre trochas y fusiles. A Molano.

El espíritu crítico y la transformación, es una creación histórica social, pues desde siempre ha existido el mal gobierno, la tiranía tributaria y social, la indiferencia y las desigualdades humanas. Surge pues este espíritu de resistencia como una reacción justa frente a los hechos de gobierno fallido. Por lo tanto, nadie puede resignarse cuando no encuentra un régimen acorde a la democracia. Hay que ser claros, que la crisis que se vive corresponde a la concepción del mundo producida por el perverso comportamiento de quienes ejercen la representación del pueblo, recibida del pasado que tampoco supo entender el poder.

En las páginas de la historia encontramos hechos trascendentales sobre actos de resistencia y de anuncios revolucionarios que invitan al cambio no solo social, sino también espiritual. Vengan pues las páginas evangélicas que aluden a resistir el cambio y el anuncio de mensajes rebeldes. Jesús con su actitud rebelde y justa concluye su participación humana, integrándole al hombre de todos los tiempos, una doctrina autentica anunciante de la práctica del amor y el servicio, como fuentes de gobernanza que arremete contra todo esclavismo. Thoreau aporta al tema con este mensaje…. Grande el hombre que tenga un hueso en la espalda, que no le permita doblegarse…. La igualdad y la dignidad y al ser como ser, no le cabe que nadie le haga sombra. Por desgracia el mundo le hace sombra al débil, al desigual con todos los perversos argumentos del capitalismo como las Castas, las clases sociales y todo lo que divida.

 El porvenir de sueños y voces de un pueblo es una lúcida reflexión, que se afianza con argumentos sólidos ante los graves conflictos. Por su rigor, este libre pensamiento establece un dialogo y una actitud rebelde que transforme el universo actual sobre nuestras vidas cotidianas llenas de asombros políticos. El sueño de un pueblo es la grandeza de su espíritu, es la lucha infatigable por la paz, es la convicción y la esperanza por formar hogares que sean por sus valores, ejemplos de vida, de formación y desarrollo., es construir un nuevo país.

. Cumplir el pacto social es propio de una comunidad y su estado. Los sueños de un pueblo esperan que el estado tenga la capacidad de proteger su comunidad, defender sus derechos, pero jamás soñaría que ese régimen sea su propio enemigo, porque el estado enemigo del pueblo será un estado totalitarista con sabor dictatorial. Ningún estado estará por encima de la libertad, la dignidad humana y sus derechos. Y si lo está tiene que ser revocado. Las resistencias, las rebeldías y todo accionar de transformación aboga por el renacer de los sueños que quedaron inconclusos por la avaricia de las elites que se adueñaron de las victorias patriotas, olvidando que la democracia fija las ideas de cambio y de gobierno para el pueblo.

 Las ideologías reinantes fluyen bajo premisas perversas coartando la crítica y el obrar libre, apoderándose del sentir de la nueva sociedad. El hombre asciende en libertad y desciende cuando sus derechos son violados y eso aconteció al pueblo que quiere soñar por una nueva esperanza, no obstante, haber entregado sus vidas, sus deseos, sus ilusiones. No puede ser en vano la perdida de tantas vidas inocentes bajo las balas truncadoras de ideales, balas que han desbaratado familias bajo sueños eternos, que perdieron el sentido de defender la vida.

 La lucha independentista hizo explosión vitalista, iluminada por unos beligerantes creadores que con vigor erradicaron la colonia. Esos hombres, altaneros, sensibles, visibles ante la injusticia no toleraron el irrespeto a lo humano. Desafortunadamente, el rompimiento del vínculo no logro establecer una nueva mentalidad en gobernantes y líderes. Se persistió en sostener las formas políticas y sociales. No se logró derrotar el sistema colonial. Un nuevo imperio con nuevas imágenes empezó su gesta, hasta nuestros días, con nuevas orientaciones para sostener ese nuevo reino. Y así, Vamos a conquistar los sueños para una Colombia humana, al canto glorioso de Oh patria te adoro en mi silencio mudo.

Necesitamos una sociedad critica, denunciante, libre pensadora, rebelde con conocimiento histórico, que se oriente hacia el ejercicio vitalista, con la verdad y la fuerza comunera, asumiendo la obligación moral de la resistencia contra los regímenes fallidos. Thomas Payne señalo que…. un gobierno republicano es el gobierno dirigido a favor del pueblo, nombrado por ese mismo pueblo…La rebelión social, desnuda todo acto de gobierno despótico, desautorizando a la vez toda política oportunista. Los sueños de un pueblo se fundan en la razón, en ideales, en pensamientos libres y un espíritu de transformación. Nuestros antepasados vivieron esos sueños, truncados por unas elites criollas que hoy mantienen esa hegemonía en cuerpos ajenos en diversos pueblos del mundo.

Los sueños de un pueblo se fundan en la razón, en la verdad, en ideales con causa justa, que se funda a su vez en la existencia de un estado comprometido en sus fines. Como sociedad no podemos seguir guardando silencio ante las injusticias de gobernantes y líderes elitistas.  Revivamos la conciencia social, despertemos del letargo, de la apatía frente al sueño de la real independencia, yendo por caminos de la patria, denunciando a los cesares de la decadencia que han politizado al país, llevando a la sociedad al descenso social, político y espiritual, por las sendas de la corrupción.

Todo en la vida pareciera que transcurre entre voces.  sueños, luces y sombras. Sombras que cubren las realidades y las luces que son la esperanza en sueños. En medio de este escenario, un colectivo humano surge con nuevas conciencias de lucha. Los sueños nos traen la historia de lo que hemos vivido para estructurar lo que nuestros sueños quieren. Los enemigos de los sueños de un pueblo son el hombre mismo personificado en las instituciones y en quienes las gobiernan, gobiernos que desconocen el pacto social y el bien común.

Los sueños de los pueblos abogan por los tantos invisibles que nunca han podido entender ni conocer su país, su sociedad, su estado invisible., pues esos invisibles no han podido ni siquiera soñar pues no tienen donde descansar su cuerpo cuando el cansancio los golpea. El tejido social genera insomnio, desaloja la aurora con la violencia y el vacío, con el sinsentido, pues a todos no los deja tener sueños., y cuando acarician el soñoliento espacio parecen perder la esperanza, que se vuelve quimera a la luz del nuevo día cuando el sol asoma.

La vida es un sueño eterno donde descansamos acogidos por la libertad de la verdadera independencia, permaneciendo firmes para no dejarnos arrebatar ningún derecho, a los cuales están al acecho quienes profanan la democracia. Lo peor es quedarnos inmóviles, ignorar la problemática. Lo esencial es estar presto al combate justo contra los que atentan contra los débiles que comercian con sus desgracias. Si no hay voluntad social, no habrá construcción social, no habrá formación ni educación, no habrá salud, ni relación de equidad, no habrá conexión que gobierne para la unidad de las causas, para la esperanza que sueña, esperanza y sueños del pueblo universal que necesita entender y sentir ese sueño con sentido de vida.

La rebeldía social con la fuerza de sus voces conduce a transformar, a renegar contra el pensamiento frívolo, díscolo, contra el populismo farsante. Un pensador nos dijo un día...Las filosofías no han hecho más que interpretar de diversas maneras el mundo, ahora se trata es de transformarlo........ Y para ello el poder del pueblo realza ese deseo. No podemos permitir que ningún poder interrumpan los sueños de una nación de la esperanza, ya es hora de parar el nefasto entramado que dejo el imperio y que hoy marcha por la misma senda dejando huellas de ambición, corrupción, nepotismo, clientelismo. Un pueblo que sueña sus anhelos es la esperanza en crecimiento que busca la reivindicación de sus derechos arrebatados, para dejar de ser los desplazados de siempre, los condenados de la tierra, los siervos sin tierra. No se puede seguir exigiendo al estado el cumplimiento de la ley. Al estado no se le piden favores, sino que se le exige cumpla sus deberes, que cumpla el mandato popular. Los sueños de un pueblo son sagrados, son lo más respetado y añorado. En sus sueños, el pueblo experimenta la realidad con la rebeldía del cristo roto o del cristo de espaldas

Esta reflexión significa al decir de un pensador…ser alguien....  Pues ese sueño se encarna en la humanidad para que nazcan ideales en pos de ser liberados, de los que impiden que los atributos humanos produzcan sentido de ser, para ser. Los sueños de un pueblo esperan un despertar pletórico de paz y la acción, de un estado que tenga la capacidad de proteger a sus ciudadanos en su vida, sus bienes y su dignidad., y no sea este estado su propio enemigo. Los sueños son necesarios para lograr pensar que soñar utopías no es soñar imposibles, sino que abordan lo que ocurre en el mundo presente en medio del despertar humano. La Utopía es la enseñanza de los que amaron la libertad, y ella es una realidad. Como es realidad que las armas del pueblo son su verdad, la denuncia, la lucha y la resistencia que hoy renacen.

Ante el dolor humano y ante la ingobernabilidad, el pueblo se convierte en unos sonámbulos sufrientes y desamparados. Sin embargo, el pueblo encuentra un nuevo lenguaje sensorial, una arquitectura solida pues puede más la conciencia de querer despertar añorando voces de libertad para exigir el cumplimiento de gobernabilidad. Sorprende en cada despertar la ocurrencia de hechos desconcertantes pues hemos estado en un ambiente de gobernanza contradictorio, cínico, entrópico, perverso, tertuliante, mentiroso y corrupto.

El país en su inmensa estructura se mueve en permanente fe de erratas, en entramados de grandes enmendaduras debido a las imprecisiones como nos han gobernado, y además porque los ejercicios de gestión social y publica no tienen ninguna trazabilidad en las ejecuciones para que sus efectos estén en la dirección del bien común y del contrato social. En su época, Bolívar transmitió a sus pueblos el mensaje acerca de una expresión de Rousseau que aconsejaba que…. cuando se ignoraba lo que se debe hacer, la prudencia dicta la inacción para no alejarse uno del objeto a que se dirige, porque puede adoptar mil caminos inciertos en lugar del único que es recto….

Es en los sueños de libertad donde el pueblo adquiere derechos, haciendo de ese espacio onírico el trampolín donde se impulsa la imaginación y la reflexión de las realidades humanas. Diversos ensayistas de la libertad han expresado que las gobernanzas en su actitud tiránica hipnotizan a su pueblo. Los gobiernos que nos gobernaron cualquiera sea su naturaleza crearon aptitudes apáticas que al decir de La Boetie se llama servidumbre voluntaria. Este acto servil es el paso inequívoco para incitar y desarrollar la rebeldía voluntaria cuando nos despertemos del sueño social revolucionario, la más sublime herencia que debemos dejar a nuestros hijos para la libertad y su bien estar, que perfila la existencia con la lógica humana.

Los sueños y voces de un pueblo son aquellos de los abandonados por el maltrato cruel de los injustos y dentro de esos sueños se percibe también las voces de esos abandonados que, como muchos, se han resignado a existir sin sentido, a vivir sin entender las cosas de las elites sociales. Pero también en ese laberinto de los sueños, se oyen las voces fantasmales que recorren episodios del mundo de los seres que han dejado la huella de un futuro por llegar, voces de los errantes peregrinos, desconocidos por el epico murmullo clamando en el anonimato, una esperanza. Esperanza que otros pueblos sin estado anhelan en las ardientes fronteras cuya posesión ha sido presa de negativas sociedades cuasi dueñas del mundo.

Pero surgen también los sueños de los silenciados por la violencia estatal, los pocos que quedan. Ellos en su silencio sepulcral añoran vivir en la pasión del devenir histórico que le arrebataron gamonales codiciosos, dejándolos en el silencio mudo. Hoy hay más sueños que nos acompañan, como el de los jóvenes y mujeres de la primera línea, con sus voces roncas y apagadas por el terror, el miedo y la muerte. Y por el escabroso y frio de unas celdas, clamando justicia, ante una represión que solo la rebeldía sabe vencer. A decir verdad, rebeldía, rebelión, resistencia no son simples ideas, es un actuar en defensa del hombre.

Y qué decir de los sueños de la tierra, de la naturaleza, un gran todo, con su componente de leyes y de vida donde conviven aquellos muertos de todos los tiempos cargados de dolor, que no volverán. Ella, la naturaleza, sueña también en su dolor, ante la barbarie humana que le clava el hacha asesina, los machetazos de muerte y la quema ardiente, y el despojo de sus faunas y floras y que en su regazo cual fosa, reposan allí los muertos de las guerras infernales que sufren como ella, el olvido de la sociedad y los gobiernos.

 Los pueblos en sus sueños avivan pesadillas que reflejan la perversidad humana como la corrupción, que se ampara en el lema, hecha la ley hecha la trampa. Todo alimentado por desechos políticos, hematofilos que actúan cual autofagas voraces de la política que no pueden saciar, ejerciendo una verdadera autodestrucción social y política, para dar vida a narcisistas, fetichistas para engañar, mentir, manipular, explotar con patrones de comportamientos seductores, donde cunde el odio y los ataques contra la paz. Hace más de 2000 años el más grande entre los grandes, con su voz de amor dijo...Amaos los unos a los otros.... pero lo entendieron mal ...Odiaos los unos con los otros... Hoy vivimos el armaos y mataos los unos contra los otros y así enfrentar imperios contra imperios, pueblos contra pueblos, hombres contra los hombres y contra la naturaleza.

La vida es una deuda que contraemos. Este enfoque humano es un clamor de vida. Cruzar puntos de no retorno nos lleva a concluir sobre el desencadenante de cambios apocalípticos, de cómo se gobierna en justicia. Que ironía, cuando se celebra el día de la vida, con guerras donde la muerte apaga ese sentir cínico. La voz del pueblo dinamiza el gobierno del pueblo que carecen de representación democrática ante la inexistencia de los que nos deben representar. La voz del pueblo es la masa que Canetti define como la fuerza del poder gobernante que transforma el rizoma democrático con amor y servicio social.

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