Vuelve el ultraderechista/fascista
Donald Trump al poder, hay que enfrentarlo en las calles
Lugar
privilegiado en la ceremonia tuvieron Elon Musk el CEO de Tesla y SpaceX, Jeff
Bezos, fundador de Amazon y propietario de The Washington Post, Mark
Zuckerberg, el CEO de Meta y cofundador de Facebook, Sundar Pichai, CEO de
Alphabet, empresa matriz de Google y Tim Cook, CEO de Apple. Reflejando que el
de Trump será un gobierno de los CEO de las grandes transnacionales. Así como
gobernantes y líderes ultraderechistas de otros países como Javier Milei, Nayib
Bukele, Giorgia Meloni y Santiago Abascal de Vox en el Estado español.
Su
discurso de media hora se caracterizó por la arrogancia, la prepotencia y el
ultranacionalismo. «Estados Unidos recuperará el lugar que le corresponde como
la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando
temor y admiración en todo el mundo». Refiriéndose al canal de Panamá, afirmó
amenazante: “y lo vamos a recuperar”.
Tildó
de criminales a los inmigrantes: “muchos de ellos provenientes de prisiones e
instituciones psiquiátricas que han ingresado ilegalmente a nuestro país desde
todas partes del mundo”. Amenazó con una guerra comercial: “aplicaremos
aranceles y gravámenes a países extranjeros para enriquecer a nuestros
ciudadanos”, y ratificó su carácter misógino y antiderechos al afirmar que
“será política oficial del gobierno de Estados Unidos que sólo haya dos
géneros, masculino y femenino”. El acto además se cerró con el discurso de un
rabino sionista.
En
su primer día como presidente de la principal potencia imperialista del mundo,
Trump firmó una batería de decretos, que ya prefiguran el carácter
profundamente antipopular de su régimen, y que marcan una ofensiva de
ataques contra los derechos del Pueblo Estadounidense y los pueblos del
mundo.
Algunas
de esas medidas son eliminar directrices previas que apuntaban a reducir el
precio de medicinas; congelar contrataciones de empleados públicos y enviar a
sus casas, con el objetivo de despedirlos posteriormente, a empleados federales
que ingresaron al gobierno en el marco de un programa por la diversidad, la
equidad y la inclusión; la ciudadanía por nacimiento; medidas que favorecían la
protección del medio ambiente, lo que Trump denomina “el ambientalismo
radical”; decretos para eliminar los programas en favor de la diversidad
sexual. Anunció también la retirada de Estados Unidos del acuerdo climático de
París, por segunda ocasión, también de la Organización Mundial de la Salud.
Declaró la «emergencia energética nacional», para ampliar significativamente y
sin controles ambientales, la extracción de petróleo y gas. Igualmente indultó
a los 1500 ultraderechistas que tomaron violentamente el capitolio
estadounidense en el 2021, entre muchas otras medidas.
El
regreso del ultraderechista/fascista Donald Trump a la presidencia es la
manifestación en Estados Unidos de la crisis y decadencia social, económica y
política que atraviesa desde hace años el sistema capitalista determinista,
globalizado/hegemónico - imperialista.
Su
nuevo gobierno no traerá ningún tipo de mejora para el pueblo trabajador, para
las mujeres, la juventud estadounidense ni para los inmigrantes. Nada se puede
esperar en beneficio de los pueblos del mundo, para los palestinos, para el
pueblo ucraniano y demás pueblos explotados y oprimidos del mundo.
Será
un régimen que se apoyará en las grandes transnacionales, como ya se
evidenció en el acto de juramentación, con la presencia de los CEO de varias
empresas tecnológicas. Trump continuará la explotación del pueblo trabajador estadounidense
y la expoliación de los pueblos del mundo. Estados Unidos seguirá siendo el
gendarme del mundo, expresado en el eufemismo de “la paz a través de la
fuerza”, que refleja su peligroso carácter fascistoide y agresivo, que no
podemos minimizar y al cual debemos enfrentar, y que además puede envalentonar
a otros líderes y gobernantes de la extrema derecha en el mundo.
Desde
la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional
(UIT-CI), seguiremos llamando a la clase trabajadora, a la juventud, a las
mujeres, a las disidencias y a los sectores populares de los Estados Unidos a
movilizarse por sus reivindicaciones. En ese sentido es importante destacar las
grandes marchas y concentraciones que se realizaron en todo Estados Unidos, el
día antes de la toma de posesión de Trump. Miles marcharon en New York,
Washington y otras 350 ciudades reiterando sus demandas por los
derechos y libertades de las mujeres, en defensa de los inmigrantes, por la
diversidad sexual, en apoyo al Pueblo Palestino, entre otros reclamos. Se
manifestó así la disposición del pueblo estadounidense de enfrentar en las
calles al ultraderechista/fascista Donald Trump. Como dijo uno de los
manifestantes en la capital estadounidense: “No nos vamos a quedar
quietos mientras los multimillonarios se enriquecen aún más y otros padecen
hambre en las calles”, plutócratas, oligarcas empresarios.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
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