viernes, 24 de enero de 2025

¡Siria, sobre tu piel duradera!


¡Siria, sobre tu piel duradera!

Por Maité Campillo red latina sin fronteras, en red/ADDHEE.ONG:


3 de enero de 2025

(hoy Siria en el corazón)

Yo sabía que ella sería asesinada,
ella sabía que yo sería asesinado.
Se cumplieron ambas profecías:
ella cayó, cual mariposa, bajo las ruinas de la yahiliyya
y yo caí entre los colmillos de una época árabe
que devora los poemas,
los ojos de la mujer
y la rosa de la libertad.

(Nizar Qabbani, poeta sirio)

Siria no es un fantasma ni mucho menos un recuerdo remoto, está ahí, acorralada, cercada, maniatada como Gaza/Cisjordania, sé que están luchando contra las sombras funestas al acecho, presiento sus claros como en Líbano, sus luces discretas como en Iraq oteando como surgiendo de un antaño clandestino, tenebroso, voraz, organizando, motivando, engrasando guerrilla y engrosando resistencia, buscando vías haciendo futuro sobre un presente robado, manipulado, descompuesto como desde hace décadas a Palestina, desolado como el Sáhara en manos de similares tiranos.

Siria está ahí, reorganizándose sobre la tierra para comenzar la vida, así quiero sentirla, más allá de la canalla contrainformativa doblegando todos y todas que levantan cabeza en acción de lucha, pluma apestosa insaciable de muertos regada de ríos de sangre en defensa de verdugos viendo al criminal en la ejecución de su obra en primera fila, ofrecida en sus diarios al amo gustosa e insaciable de gratitud a la mesa y al mantel de fin de año la escabechina de un pueblo, ofrenda al imperialismo/yanqui, justifica el sionismo colonialista israelí, tinta en sangre a coronar el nazifascismo cuerpo de su mismo cuerpo donde el olor de la tierra es otro.

Siria resiste, como resiste Líbano, Gaza y Cisjordania contra todos los látigos de oriente y occidente, surge de entre el mar y la tierra saliendo de sus trincheras como rayo de luz unida al combate de los pueblos que luchan: Oriente Medio, afirmando sus pasos sobre el largo transcurso de luchas a la vanguardia del antiimperialismo, y antisionismo, traspirando la esencia nazifascista que alimenta su instinto.

La auténtica Siria va surgiendo sacudida de vida donde lo vespertino llega llorando resistiéndose afrontando enfrentando mercenarios del imperio, yihadistas y otros criminales, a sueldo de la Casa Blanca, porque en realidad está en manos directas del imperio estadounidense, principal cabeza bélica de guerra, entre sionazis y turcos fascistas proyanquis.

Poca gente, más bien muy poca, ha condenado en el mundo esta acción de rapiña martirizando una nación entera indefensa. Condenar esta invasión, este golpe de Estado, auspiciado por el imperialismo estadounidense es un principio elemental de toda izquierda (que así se considere), se vista de morado, rojo o verde. Doloroso es pensar, que utilizando la ideología política de izquierdas, en nombre de ella apoye a sicarios rebanacuellos del imperio, a destruir una cultura propia y otra y otra enfangados en la guerra por la guerra hacia el exterminio de países al dominio del mundo ¿Cómo aceptar que tu frente de lucha justifique las mil formas de seguir asesinando, consentir y no criticar ni intervenir, objetivamente, y no en mueca del y la oportunista, repudiando actos de conciencia contra la impunidad, contra la perforación al proletariado desde los mismos sindicatos y partidos –amparados en la clase asalariada como escudo– de la hacienda privada entre mayorazgos, líderes y liberados en garras de las sombras tenebrosas, es acaso la cultura que vivimos propia, lo es la impuesta siquiera consentida o inyectada a costa de vacunas en antídoto anti–proletario, lo son los desgarros que el capitalismo y sus medios fomentan, la descomposición de la Clase Trabajadora y la desindustrialización que en su tiempo floreció como industria de vida con el sudor de su frente, lo es el deambular por el mundo el desamparo, el odio acumulado utilizado impreso en los medios girando entorno al planeta la palabra prostituida, los calificativos invertidos, los rebanacuellos como líderes de una resistencia (fascioimperialista) como plaga al derroche de maldad invertida de democracia y gobiernos sacados de la manga, cosecha de malandros vendidos hijos de la OTAN de la patria imperialista estadounidense/yanqui como en Ucrania, esencia tétrica de la pintura negra de Goya desgarrando niños y demás seres sembrando campos en ríos de sangre.

Monstruo espeluznante insaciable bailando por Europa, al son de su bandera entre ratas, cucarachas y estofado de gusanos en sus diarios, con sus coartadas patentando desde la presidencia al ilegal, legal, y a la Ley, centuriones, jueces al eco de sus pregones, engaños, cepos y cuñas, vertiendo datos falsos sobre la carnicería  genocida de Gaza, bombardeos y matanzas, en dedo erecto de balas al boom del yanquisionismo contra Oriente Medio: no les ha sido suficiente someter desde 1948 Palestina: Gaza sobre la diana: Gaza en el corazón del mundo: ¡Gaza resiste! Palestina, resiste! Siria existe! Siria resiste!

Aisha Al-Debs, nombrada directora para Asuntos de la Mujer por la cúpula terrorista de Al-Qaeda y CIA, es la cara más despótica, siniestra y fatídica que podían esperar las mujeres sirias con esta ultraintegrista, la mujer en Siria, volverá a las cavernas: <<La base de la Constitución Siria será la Ley islámica (sharía). No daré paso a quienes discrepen conmigo en asuntos de la mujer. Las mujeres no deben sobrepasar su naturaleza esencial (la creada por Dios). Deben cuidar de sí mismas, cuidar de sus familias y cuidar de sus maridos. Dibujamos nuestro propio modelo para las mujeres y vamos a aplicarlo. No se permitirá que las mujeres trabajen en la judicatura ni en otros ámbitos. No nos importa lo que opine y piense la comunidad internacional>>.

Un colofón de Maite Campillo

Una joven periodista palestina ha sido asesinada, y no por el colono sionista que lleva más de 200 reporteros asesinados, sino por el gobierno de la ANP (Autoridad Nacional Palestina) del degradado colaboracionista presidente Mahmud Abás. El doctor Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan del norte de Gaza, desafió en la calle llena de escombros y tanques, con su bata blanca y material médico, armas de salud y vida a ahuyentar la muerte y representar la dignidad de su pueblo, su resistencia martirizada… se dirigió hacia los tanques del colono sionista que había destruido el hospital, asesinado a sanitarios, pacientes, y a su propio hijo de 16 años. El colono asesino lo detuvo y encarceló en una prisión de tortura y exterminio: al sable del coronel, al alacrán y ciempiés, al veneno y al puñal, al diente de la serpiente, al Pentágono y la Casa Blanca… ¡Cierra la muralla! Una muralla que vaya desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa, allá sobre el horizonte…

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)

Privatizar Siria

2 de enero de 2025 

El Viejo Topo

Kit Klarenberg para MintPress News/ADDHEE.ONG:

Después del abrupto colapso del gobierno sirio, persisten muchas incertidumbres sobre el futuro del país, incluyendo si podrá sobrevivir como un estado unitario o si se dividirá́ en estados más pequeños, como le ocurrió a Yugoslavia  balcanizada por el genocida imperialismo estadounidense y su testaferra la Unión Europea/OTAN a principios de los años 90, una medida que finalmente llevó a una sangrienta intervención de la OTAN. Además, quién o qué tomará el poder en Damasco (1) sigue siendo una cuestión abierta. Al menos por el momento, los miembros de la organización ultra extremista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) parecen tener muy buenas posibilidades de ocupar puestos clave en cualquier estructura administrativa que surja tras el derrocamiento de Bashar Assad, después de una década y la mitad de los intentos de cambio de régimen (2) patrocinados por Occidente/USA/Unión Europea/OTAN, Israel, Turquia.

Como informó Reuters el 12 de diciembre, HTS ya está “imprimiendo su autoridad al Estado sirio tan rápidamente como tomó el país, desplegando policías, instalando un gobierno interino y reuniéndose con enviados extranjeros. Mientras tanto, sus burócratas – “que hasta la semana pasada dirigían una administración islamista en un rincón remoto del noroeste de Siria se han trasladado en masa a la sede del gobierno en Damasco. Mohammed Bashir, jefe del gobierno regional” del HTS en Idlib, ocupada por los extremistas, ha sido nombrado “primer ministro interino” del país.

Sin embargo, a pesar del caos y la precariedad de la Siria post-Assad, una cosa parece segura: el país eventualmente estará abierto a la explotación económica occidental/Estados Unidos, Unión Europea, Inglaterra, Francia Japón e Israel..

Según múltiples informes (3), el HTS ha informado a líderes empresariales locales e internacionales que “adoptará un modelo de libre mercado e integrará al país a la economía global hegemonica, en un cambio importante tras décadas de control estatal corrupto”.

Como explica Alexander McKay (4), del Instituto Marx Engels Lenin, a MintPress News, las partes de la economía siria controladas por el Estado pueden haber estado bajo Assad, pero no eran corruptas. En su opinión, una característica sorprendente de los continuos ataques a la infraestructura siria por parte de fuerzas dentro y fuera del país es que los lugares económicos e industriales son un objetivo recurrente. Además, el posible gobierno dominado por el HTS no ha hecho nada para contrarrestar estos ataques, mientras que “asegurar activos económicos clave será fundamental para la reconstrucción de la sociedad y, por lo tanto, una cuestión prioritaria:

“Podemos ver claramente qué tipo de país pretenden construir estos rebeldes moderados”. Fuerzas como el HTS están aliadas con el imperialismo genocida estadounidense y su enfoque económico reflejará esto. Antes de la guerra por poderes, el gobierno adoptó un enfoque económico que mezclaba propiedad pública y elementos de mercado. La intervención estatal ha permitido un grado de independencia política [del que] carecen otras naciones de la región. La administración de Assad entendió que sin una base industrial, es imposible ser soberano. El nuevo enfoque de «libre mercado» verá todo esto completamente diezmado«.

‘PROYECTO DE RECONSTRUCCIÓN

La independencia económica y la fortaleza de Siria bajo el gobierno de Assad y los beneficios logrados como resultado por los ciudadanos promedio nunca fueron reconocidos en la corriente principal antes o durante la guerra por poderes que duró una década. Sin embargo, innumerables informes de las principales instituciones internacionales resaltan esta realidad, que ahora ha sido brutalmente destruida para no volver jamás. Por ejemplo, un documento de la Organización Mundial de la Salud de abril de 2015 (5) señaló que Damasco “tenía uno de los sistemas de salud mejor desarrollados del mundo árabe.

Según una investigación de las Naciones Unidas de 2018 (6), la “atención médica universal y gratuita” se extendió a todos los ciudadanos sirios, que disfrutaron de algunos de los niveles más altos de atención en la región. La educación también era gratuita, y antes del conflicto (7), se estima que el 97% de los niños sirios en edad escolar asistían a clases y la tasa de alfabetización de Siria era superior al 90% tanto para hombres como para mujeres”. En 2016 (8), millones de personas no iban a la escuela.

Dos años más tarde (9), un informe del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas explicó que antes de la guerra, Siria “era el único país en la región de Medio Oriente que era autosuficiente en la producción de alimentos, con un sector agrícola próspero que aportaba alrededor del 21% al PIB para el período 2006-2011”. La ingesta calórica diaria de los civiles «era igual a la de muchos países occidentales», y los precios se mantenían asequibles gracias a las subvenciones estatales. Mientras tanto, la economía del país fue «una de las de mejor desempeño de la región, con una tasa de crecimiento promedio del 4,6%» anual”.

En el momento de redactar este informe, Damasco se había visto obligado a depender en gran medida de las importaciones debido a las sanciones occidentales/USA/Unión Europea/OTAN en muchos sectores e, incluso entonces, apenas podía comprar ni vender nada, ya que las medidas equivalían a un embargo en toda regla (10). Al mismo tiempo, la ocupación militar estadounidense de un tercio de Siria rico en recursos (11) ha impedido que el gobierno acceda a sus reservas de petróleo y cereales. La situación empeoraría (12) con la aprobación de la Ley César de Protección Civil de Siria en junio de 2020 (13).

Bajo sus auspicios, se prohibió, y sigue estando prohibida, la venta o el comercio de un gran volumen de bienes y servicios en todos los campos imaginables a cualquier ciudadano o entidad sirio. Los términos de la ley (14) establecen explícitamente que su objetivo principal es impedir los intentos de reconstruir Siria. Un pasaje describe abiertamente “una estrategia para disuadir a personas extranjeras de firmar contratos relacionados con la reconstrucción.

Inmediatamente después de su entrada en vigor, el valor de la libra siria cayó aún más, provocando que el coste de la vida se disparara. En un abrir y cerrar de ojos, casi toda la población del país apenas podía cubrir las necesidades básicas. Incluso fuentes tradicionales (15), habitualmente partidarias de la beligerancia hacia Damasco, han advertido de una crisis humanitaria inevitablemente inminente. Sin embargo, estas advertencias no preocuparon ni desanimaron a Washington. James Jeffrey, jefe de la política siria del Departamento de Estado, acogió con especial satisfacción (16) estos acontecimientos.

Al mismo tiempo, como Jeffrey admitió más tarde a PBS (17), Estados Unidos mantenía frecuentes comunicaciones encubiertas con el HTS, al que ayudó activa, aunque “indirectamente”, debido a la designación del grupo como entidad terrorista por parte del Departamento de Estado. Esto se produjo tras acercamientos directos a Washington por parte de sus líderes, incluido Abu Mohammed Jolani, ex jefe de Al- Nusra, filial de Al Qaeda. “Queremos ser tus amigos. No somos terroristas. Sólo estamos luchando contra Assad, afirmó el HTS.

Teniendo en cuenta estos contactos, puede que no sea una coincidencia que en julio de 2022 (18) Jolani publicara una serie de comunicaciones sobre los planes del HTS para la Siria del futuro, que contienen varios pasajes en los que las finanzas y la industria ocupan un lugar destacado. Presagiando directamente la reciente promesa del grupo de «adoptar el modelo de libre mercado», el extremista asesino en masa habló de su deseo de «abrir los mercados locales a la economía global». Muchos pasajes parecen haber sido escritos por representantes del Fondo Monetario Internacional.

Casualmente, desde 1984 Siria rechazó (19) los préstamos del FMI, un instrumento clave con el que el imperio genocida estadounidense mantiene el sistema capitalista global/hegemónica y domina el Sur Global, asegurando que los países “pobres” sigan bajo su control. La Organización Mundial del Comercio, de la que Damasco no es miembro (20), desempeña un papel similar (21). Unirse a ambos ayudaría a consolidar el «modelo de libre mercado» respaldado por el HTS. Después de más de una década de ruina económica deliberada y sistemática, el analista de riesgos geopolíticos Firas Modad le dice a MintPress News:

“No tienen otra opción. Necesitan el apoyo de Turquía y Qatar, por lo que tendrán que liberalizar. No tienen capital. El país está en ruinas y necesitan desesperadamente inversiones. Además, esperan que la liberalización atraiga algún interés saudí, emiratí o egipcio. Es imposible que Siria se reconstruya con sus propios recursos. La guerra civil podría comenzar de nuevo. Están actuando por necesidad«.

‘TERAPIA DE SHOCK’: la balcanización de Siria

En el largo desmantelamiento político y económico de Siria, hay ecos inquietantes de la destrucción de Yugoslavia por el imperio genocida estadounidense a lo largo de los años noventa. En esa década, la desintegración de la federación socialista multiétnica produjo amargas guerras de independencia en Bosnia, Croacia y Eslovenia, alentadas, financiadas, armadas y continuadas en cada etapa (22) por las potencias occidentales. La percibida centralidad de Belgrado en estos conflictos brutales y su supuesta complicidad y patrocinio de horribles crímenes de guerra llevaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a imponer sanciones a lo que quedaba del país en mayo de 1992.

Las medidas fueron las más duras jamás impuestas (23) en la historia de las Naciones Unidas. En un momento dado, después de producir una inflación de 5,578 quintillones por ciento (24), el abuso de drogas, el alcoholismo, las muertes evitables y los suicidios se dispararon (25) mientras la escasez de bienes, incluida el agua, era permanente. La alguna vez próspera industria independiente de Yugoslavia (26) quedó paralizada (27) y su capacidad para producir incluso medicamentos de uso diario (28) era prácticamente inexistente. En febrero de 1993, la CIA evaluó (29) que el ciudadano medio se había «acostumbrado a escaseces periódicas, largas colas en las tiendas, hogares fríos en invierno y restricciones de electricidad».

Años más tarde, al examinar el desastre, Asuntos Exteriores señaló que las sanciones contra Yugoslavia demostraban cómo (30) “en cuestión de meses o años, economías enteras pueden quedar devastadas, y tales medidas pueden servir como armas de destrucción masiva particularmente letales contra las poblaciones civiles de los países objetivo. Sin embargo, a pesar de la desolación y la miseria, durante todo este período Belgrado se resistió a la privatización (31), a entregar la propiedad de su industria a extranjeros o saquear sus vastos recursos. La gran mayoría de la economía de Yugoslavia siguió siendo propiedad del Estado o de los trabajadores.

Yugoslavia no era miembro del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial ni la Organización Mundial del Comercio, y esto ayudó a aislar al país de la depredación económica. En 1998, sin embargo, las autoridades comenzaron a librar una intensa contrainsurgencia contra el Ejército de Liberación de Kosovo (32), una milicia extremista vinculada a Al Qaeda y financiada y armada por la CIA y el MI6. Esto proporcionó al Imperio estadounidense un pretexto para terminar finalmente la tarea de neutralizar lo que quedaba del sistema socialista del país. Como admitió más tarde un funcionario de la administración Clinton (33):

«Fue la resistencia de Yugoslavia a tendencias más amplias de reforma política y económica [en Europa del Este] -y no la difícil situación de los albanokosovares- lo que mejor explica la guerra de la OTAN «.

De marzo a junio de 1999, la alianza militar bombardeó Yugoslavia durante 78 días seguidos. Sin embargo, el ejército de Belgrado casi nunca estuvo en la línea de fuego. En total, la OTAN destruyó oficialmente (34) sólo 14 tanques yugoslavos, pero 372 plantas industriales volaron en pedazos(35), dejando a cientos de miles de personas sin trabajo. La OTAN había recibido orientación de empresas estadounidenses sobre qué sitios atacar (36), pero ni una sola fábrica extranjera o privada fue atacada.

Los bombardeos de la OTAN sentaron las bases para la destitución del líder yugoslavo Slobodan Milosevic mediante una revolución de color (37) patrocinada por la CIA y el Fondo Nacional para la Democracia en octubre del año siguiente. En su lugar, tomó el poder un gobierno incondicionalmente pro occidental, asesorado por un colectivo de economistas patrocinados por Estados Unidos. Su misión explícita era «crear un entorno económico propicio para las inversiones privadas y de otro tipo»(38) en Belgrado. Desde el momento en que asumieron el poder se implementaron devastadoras medidas de “terapia de choque” (39), en detrimento adicional de una población ya empobrecida .

En las décadas siguientes, los gobiernos respaldados por Occidente en toda la ex Yugoslavia implementaron una serie interminable de “reformas” neoliberales (40) para garantizar un entorno “favorable a los inversores” (41) para los oligarcas ricos y las corporaciones occidentales. De la mano, los bajos salarios y la falta de oportunidades laborales persisten o empeoran a medida que aumenta el coste de la vida(42), produciendo una despoblación masiva(43), entre otros efectos destructivos. Mientras tanto, los funcionarios estadounidenses íntimamente involucrados en la desintegración del país han tratado descaradamente de enriquecerse privatizando antiguas industrias estatales (44).

‘REPRESIÓN INTERNA

¿Damasco espera un destino similar? Para Pawel Wargan, fundador del Green New Deal para Europa, la respuesta es un rotundo “sí. Considera que la historia del país es familiar «para quienes estudian los mecanismos de la expansión imperialista». Una vez que sus defensas estén completamente neutralizadas, predice que las industrias del país serán «compradas a precios bajísimos como parte de las reformas del mercado, que transfieren otra porción de la riqueza de la humanidad a las corporaciones occidentales»:

“Hemos sido testigos de la coreografía bien ensayada del cambio de régimen imperialista: un tirano es derrocado; los partidarios de la soberanía nacional son reprimidos sistemática y ferozmente con una violencia tremenda pero oculta; los bienes del país se dividen en pedazos y se venden al mejor postor; se eliminan las protecciones laborales; las vidas humanas se ven truncadas. Las formas más depredadoras de capitalismo global hegemónico echan raíces en cada grieta y poro que emerge del colapso del Estado. Éste es el programa de políticas de ajuste estructural aplicado por el Banco Mundial y el FMI.»

Alexander McKay se hace eco del análisis de Wargan. Ahora “libre”, Siria se verá forzada a ser cada vez más dependiente de las importaciones de Occidente”. Esto no sólo aumenta las ganancias del Imperio genocida estadounidense, sino que «también limita severamente la libertad de cualquier gobierno sirio para actuar con un cierto grado de independencia». Luego señala que se han llevado a cabo esfuerzos similares a lo largo de la era de unipolaridad estadounidense posterior a 1989. En Rusia ya estaba en marcha durante la década de 1990 “hasta el lento cambio en la política que comenzó a principios de la década de 2000 bajo Putin:

“El objetivo es reducir a Siria al mismo estatus que el Líbano, con una economía controlada por fuerzas imperiales, un ejército utilizado principalmente para la represión interna y una economía que ya no es capaz de producir nada, sino sólo de actuar como mercado para bienes producidos en otros lugares y como lugar de extracción de recursos. Estados Unidos y sus aliados no quieren el desarrollo independiente de la economía de ninguna nación. Debemos esperar que el Pueblo Sirio pueda resistir este último acto de neocolonialismo«.

El reordenamiento regional en Oriente Medio: ¡Balcanización de Siria!

Por Jorge González Márquez – Descifrando la Guerra

El 27 de noviembre de 2024, el grupo armado islamista conocido como Hayat Tharir al-Sham (HTS) comenzó una ofensiva contra el Ejército Árabe Sirio (SAA) en el campo del oeste de Alepo. La ofensiva provocó un inesperado colapso de las fuerzas progubernamentales que llevó a que tan solo once días más tarde, el 8 de diciembre, las fuerzas opositoras irrumpieran en Damasco dando lugar a la caída del gobierno de Bashar al-Asad. Fue un nuevo capítulo del proceso acelerado de cambios en Oriente Medio.

La velocidad de vértigo de los acontecimientos –menos de 11 días para dar fin a una guerra de casi 14 años– ha pillado por sorpresa a observadores y analistas internacionales que ahora tratan de adaptarse a la más clara muestra de que estamos ante un nuevo Oriente Medio en el cual se ha producido una reestructuración del equilibrio de poder. 

La debilidad de al-Asad y la guerra de Gaza

La guerra civil siria es un conflicto complejo con numerosas fases y etapas en el que la intervención de diversos actores internacionales ha resultado clave. La muestra más clara de esto es que se puede afirmar, con cierto grado de seguridad, que el gobierno de Bashar al-Asad sobrevivió a los peores momentos de la contienda, y llegó a establecerse como la fuerza dominante en dos terceras partes del país, gracias a la ayuda de las fuerzas de tierra del Eje de la Resistencia –destaca el grupo libanés Hezbolá, que se involucró en 2012– y a la Fuerza Aérea Rusa –que comenzó a intervenir en 2015–.  

La situación regional de Hezbolá resulta clave para entender los acontecimientos en Siria. No es casualidad que el colapso de las líneas defensivas del Ejército Árabe Sirio y sus fuerzas aliadas llegara tan solo 24 horas después de la firma de un acuerdo de alto el fuego en Líbano entre las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF) y el grupo libanés. 

Hezbolá se ha estado enfrentando, a lo largo de 2023 y 2024, a Israel en el marco de la conocida como Guerra de Sucot, o Guerra de Octubre, en el que ha sido el mayor enfrentamiento hasta la fecha entre el Eje de la Resistencia, alianza encabezada por Irán, y el Estado sionista. Esta guerra, que comenzó el 7 de octubre de 2023, ha afectado a Israel, Líbano, Siria, los Territorios Palestinos, Irán, Jordania, Irak y Yemen en distintos grados de intensidad y relevancia.  

El conflicto entre Israel e Irán –y sus aliados– ha sido una de las principales dinámicas de Oriente Medio durante décadas y, concretamente, la guerra de Siria ha servido como uno de los tableros de fondo para el enfrentamiento entre ambos actores. Por un lado, Teherán ha utilizado su intervención en la guerra, mediante el despliegue de asesores militares y milicias chiíes en apoyo de al-Asad, para ganar mayor influencia sobre el país y establecer una mayor presencia del Eje de la Resistencia sobre el terreno en forma de bases logísticas y otras infraestructuras.

Por otro lado, Tel Aviv tiene una larga historia de enemistad con Siria, centrada principalmente en torno a la cuestión de la ocupación de los Altos del Golán. Durante el transcurso de la guerra civil, Israel ha llevado a cabo una intensa campaña aérea contra las posiciones del Eje de la Resistencia en Siria desde 2014, intensificada de forma notable a raíz del estallido de la Guerra de Sucot.

La presencia de esta dinámica es la que provoca que la derrota del Eje de la Resistencia en el conflicto de Sucot, tras la firma del alto el fuego de Líbano, haya supuesto una ruptura del equilibrio de poder en Siria que ha dado lugar, debido a la debilidad estructural del gobierno de al-Asad y a sus numerosos problemas crónicos, al colapso del gobierno. Sin embargo, los acontecimientos en Siria son probablemente la primera consecuencia de un terremoto de escala regional. Pero, antes de hablar sobre las otras posibles réplicas en Oriente Medio, volvamos a centrarnos en Siria.

El futuro de Siria

Volviendo sobre la Siria post-Asad, lo único que podemos afirmar con certeza es que estamos ante un futuro incierto. Siria es un Estado roto, plagado de milicias, en el que el sectarismo y el conflicto interétnico han envenenado las relaciones entre los distintos grupos étnicos y religiosos. El estado de la economía siria es uno de los más dramáticos del planeta. Estas son una serie de realidades a las que Damasco, sin importar quien esté al mando, ha tenido, tiene y tendrá que enfrentarse. 

Son muchas las incógnitas sobre cómo será el Estado sirio tras esta transición y significativas las dudas entre la población. El carácter islamista de las fuerzas que controlan Damasco, pese a que se hayan revestido de una cobertura tecnocrática, no se le escapa a nadie. Sin embargo, muchas de estas preguntas parecen destinadas a permanecer sin respuesta durante un largo tiempo, ya que el nuevo gobierno sirio ha anunciado que el proceso de redacción de una Constitución se prolongará tres años, mientras que la convocatoria de elecciones podría demorarse hasta cuatro.

Sin embargo, hay algunas cuestiones que no pueden esperar tanto. Dos de las preguntas más acuciantes, debido a sus posibles consecuencias regionales, son ¿qué ocurrirá con la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES)? ¿Y con las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF)? 

La coalición del noreste de Siria, apoyada por Estados Unidos, se encuentra en una posición muy complicada tras la caída de al-Asad. Las SDF habían alcanzado una suerte de modus vivendi con al-Asad, por mediación de Rusia, que, si bien nunca había llegado a materializarse en conversaciones serias sobre su reintegración en el Estado sirio, sí que permitían la coexistencia. Sin embargo, ocurre todo lo contrario con la relación de las SDF con uno de los principales vencedores de la toma de Damasco: el Ejército Nacional Sirio (SNA). 

El Ejército Nacional Sirio es una coalición de grupos armados financiada, entrenada y, en buena medida, controlada por Turquía. El gobierno turco ha utilizado al SNA como agente subsidiario, o proxy, para actuar indirectamente sobre el terreno en Siria en busca de alcanzar diversos objetivos alineados con sus intereses nacionales. Entre ellos destaca impedir el establecimiento de territorio controlado por fuerzas kurdas afines al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Y dichas fuerzas kurdas afines al PKK, al menos desde la perspectiva de Turquía, son la columna vertebral de las Fuerzas Democráticas Sirias. 

Turquía, como principal ganadora internacional del cambio de liderazgo en Damasco, se siente reforzada a la hora de exigir medidas acordes con su agenda en Oriente Medio. Los combates entre las SDF y el SNA ocurridos en Tall Rifat y en Manbij han dado paso a una tentativa de ofensiva a través del Río Éufrates en dirección a los principales bastiones kurdos, como Kobane, que por el momento está congelada por un frágil alto el fuego mediado por Estados Unidos.

Sin embargo, Ankara continúa haciendo preparativos y el nuevo gobierno de Damasco se ha comprometido a atender a sus preocupaciones en materia de seguridad nacional y a no permitir que ningún grupo armado continúe existiendo fuera de las estructuras del Estado. Las SDF, por su parte, han pedido a Rusia que medie para normalizar la situación con Turquía, pero también han declarado que lucharán hasta el final si este proceso fracasa. 

Otra cuestión acuciante la encontramos en la esquina opuesta del país. Tras la caída del gobierno de al-Asad, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la ruptura del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974 y la expansión de la presencia israelí de los Altos del Golán ocupados a otras posiciones en el sur de Siria para el establecimiento de lo que, días más tarde, el ministro de Defensa israelí denominaría como una “zona militar estéril”.

Al mismo tiempo, la Fuerza Aérea israelí comenzó a llevar a cabo una campaña masiva de ataques aéreos en Siria con el objetivo de destruir las defensas antiaéreas, misiles, drones, fuerza aérea, flota y depósitos de municiones del ejército sirio, alcanzando centenares de objetivos en pocos días. 

La respuesta a las acciones israelíes es, por lo tanto, otra de esas preguntas acuciantes que deben ser respondidas en el futuro inmediato para evitar que el conflicto sirio vuelva a escalar en intensidad en 2025. Sin embargo, no solo Siria se enfrenta a esta incertidumbre ante el cambio en el equilibrio de poderes regional. 

Hacia un reordenamiento en Oriente Medio: ¡Balcanización de Siria!

Hasta el momento hemos hablado de lo que ya ha ocurrido, pero tanto o más importante será aquello que está por venir, El reordenamiento regional fruto del resultado de la Guerra de Sucot va a tener consecuencias en todo Oriente Medio y, para concluir este artículo, estableceremos algunos escenarios y tendencias que resultarán clave en el futuro próximo.  

Yemen, el centro del tablero

El movimiento Ansarullah de Yemen, más conocido como los houthis o hutíes, ha ido obteniendo un creciente protagonismo en Oriente Medio con la evolución de la Guerra de Sucot. El bloqueo del mar Rojo es una de las grandes preocupaciones internacionales, con sendas coaliciones encabezadas por la Unión Europea y Estados Unidos para tratar de limitar sus efectos. Además, los ataques con misiles balísticos contra Israel, que han ido mejorando en precisión con el tiempo, continúan haciendo saltar las alarmas antiaéreas todas las semanas. 

La aviación israelí ha lanzado múltiples ataques en 2024, centrados en el puerto de Al-Hudeidah y en Saná, la capital, y destinados a disminuir las capacidades de los hutíes al igual que lo han hecho Estados Unidos y Reino Unido sin mucho éxito. En este sentido, Israel, más concretamente Israel Katz, ha amenazado con convertir Yemen en otro “Gaza, Líbano o Siria” y asesinar a los líderes del grupo “tal y como hicieron con Haniyeh”.

Esta escalada, material y retórica, da un papel aún más relevante a los hutíes de cara a 2025 y puede provocar la reactivación del conflicto yemení con consecuencias imprevisibles, máxime teniendo en cuenta el mayor interés mostrado por China o Rusia en el mismo. 

Irán, hacia la crisis de régimen

La derrota de Irán en el Levante se suma a una crisis económica, agravada por los ataques israelíes contra su infraestructura energética, y a una crisis de identidad que se irá agravando según nos acerquemos al momento de la muerte del actual Líder Supremo en los próximos años. Esta policrisis o multicrisis puede tomar muchas formas, incluyendo la reactivación del debate sobre la obtención de armamento nuclear, lo que también hace más que probable un ataque aéreo israelí a gran escala o una nueva ola de protestas masivas. 

El ascenso de la luna llena turca

Si Irán es el gran perdedor, Turquía es el gran ganador en Siria y el gobierno turco va a canjear toda la influencia ganada. Más allá de “resolver” la cuestión de los kurdos sirios, que será la prioridad número uno de Recep Tayyip Erdogan en 2025, veremos a Turquía firmar un gran número de acuerdos estratégicos con el nuevo gobierno sirio y consolidar su posición en la región.

Si sumamos a esto la creciente influencia en Irak, donde en 2024 se firmaron varios acuerdos económicos y de seguridad de gran importancia, está claro que Turquía es ahora mismo la potencia en ascenso de Oriente Medio. Esta creciente influencia, que desborda hacia África y Asia Central, pone a Ankara en un rumbo de choque de intereses con otros países que podrían tener consecuencias con intensidad variable.

El ascenso del islamismo suní 

La victoria del islamismo en Siria ha puesto nerviosos a los gobiernos de varios países de la región de Oriente Medio entre los que destacan, sobre todo, Egipto y Emiratos Árabes Unidos. La lucha de Emiratos Árabes Unidos contra el islamismo político durante la pasada década ya provocó una suerte de Guerra Fría regional entre Dubái y Ankara en la que Egipto tuvo un papel clave con el golpe de estado de Abdelfatah al-Sisi contra los Hermanos Musulmanes en 2013.

Las relaciones entre Turquía, El Cairo y Dubái son mucho mejores hoy en día, pero el temor a un efecto contagio que enardezca a los islamistas en las capitales árabes, especialmente en Egipto, podría complicar los vínculos en el futuro próximo. Al fin y al cabo, las promesas de al-Golani de no querer expandir la revolución recuerdan a las que hiciera Mohammed Morsi en 2012 tras su victoria en las elecciones. 

Palestina, una caída interminable 

La Guerra de Sucot continúa para las facciones palestinas, mientras que las eternas negociaciones sobre los rehenes no terminan de dar paso a un nuevo status quo. Los ministros israelíes, las organizaciones de colonos y el ejército no debaten si habrá ocupación permanente y colonización de Gaza, sino las características de esta. En los territorios de Cisjordania también se debate el futuro de la Autoridad Palestina, cada vez más repudiada por aquellos a quienes dice representar, y de las diferencias entre las zonas de ocupación que podrían llegar a desaparecer en favor de los colonos israelíes. 

Libia, profundizando el giro africano de Rusia

La Federación de Rusia ha sido señalada como la segunda gran derrotada de Siria y, si bien el futuro de las bases naval y aérea de la costa siria aún es incierto, sí que parece probable que ambas serán cerradas en el futuro. Las bases rusas en Siria, las únicas en el Mediterráneo, estaban siendo utilizadas por Moscú como punto de salto hacia África, donde, en los últimos años, ha incrementado significativamente su presencia e influencia principalmente a través del despliegue de fuerzas paramilitares. Uno de los países donde más se ha hecho notar esta presencia es Libia. 

El país norteafricano, cuyo territorio continúa dividido por una guerra civil irresoluta, sirve a Rusia de puerta de entrada al continente africano. Sus fuerzas paramilitares se encuentran desplegadas por todo el territorio controlado por el Ejército Nacional Libio de Khalifa Haftar, con quien delegados de Moscú se reúnen varias veces al año, y utilizan el mismo para recibir y enviar material a los despliegues en República Centroafricana, Mali o Níger, entre otros.

El traslado masivo de material de Siria a Libia, donde Moscú busca abrir una base naval desde hace años, pone al país en el ojo del huracán y podría provocar un desequilibrio de poder sobre el terreno que diese lugar a su descongelación en el futuro próximo.

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

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