"Jesús se apartó
hacia la región fronteriza con Tiro y Sidón".
"Entró en una
casa y no quería que nadie lo supiera, pero no logró pasar inadvertido".
“El Vicario de Cristo, el Papa Francisco y la Iglesia de
los pobres: Olvidar no es Cristiano, Perdonar…sí es Cristiano”
16.08.17 | 00:00.
Archivado en Iglesia chilena, La Iglesia necesita cristianos de espíritu
Domingo Veinte Año
Ordinario A. 20.08.2017. (Mateo 15, 21.28; Marcos 7, 24-30).
El Evangelio de hoy
se sitúa en un momento en que las autoridades se habían puesto en contra de
Jesús. Jesús tiene que alejarse y recorre las fronteras de Galilea donde es
menos vigilado y desde dónde es más fácil ponerse a salvo. El hecho de la mujer
cananea sucede cerca de Tiro, provincia mayoritariamente poblada de sirios y
fenicios paganos. Eran considerados "paganos" los habitantes de los
pueblos que no habían recibido las manifestaciones y comunicaciones de Dios.
Ellos creían en Dios a su manera, pero no por lo que el mismo Dios había
enseñado.
Durante los siglos
anteriores a Cristo, Dios se comunicó con los puros judíos y dejó que los demás
pueblos lo buscaran como a tientas: esto convenía a su plan sabio y
misericordioso. Pero debido a esta diferencia de trato, los judíos llegaron a
pensar que los demás no valían nada a los ojos de Dios. Y hacían una grave discriminación:
los judíos eran los "hijos de Dios" y los "paganos" no eran
más que perritos.
Es en este contexto
que se coloca este episodio evangélico de Jesús con la mujer cananea.
"Una mujer cuya
hija estaba en poder de un espíritu malo se enteró de su venida y fue en
seguida a arrodillarse a sus pies".
"Pues bien, una
mujer cananea, que había salido de esos territorios, lo fue a ver y se puso a
gritar: "Señor, hijo de David, ten compasión de mí: mi hija es atormentada
por un demonio".
"Esta mujer era
pagana, de nacionalidad sirofenicia y pidió a Jesús que echara el demonio de su
hija".
"Jesús no le
contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron:
"Despáchala, mira cómo grita detrás de nosotros".
"Jesús contestó:
"No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel".
Y a la mujer
finalmente le contestó: "Espera que se hayan saciado los hijos; no está
bien tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos".
Jesús contestó a esta
mujer afligida repitiendo el refrán despectivo de los judíos. Hay que
comprender que la intención de Jesús era probar la fe de esta mujer y saber
hasta dónde iría su fe, sobre todo, cuando usando las frases discriminatorias
de los judíos, hacía aparecer que hasta Dios mismo la estaba rechazando.
Ya hemos dicho el por
qué Jesús se había retirado a la región de Tiro y Sidón, región "pagana".
En esas ocasiones, Jesús no ejercía ningún trabajo pastoral, ni ejercía ningún
ministerio en esos territorios, y aprovechaba el tiempo para profundizar en la
formación de los doce. Es a ellos que Jesús les contesta:
"No fui enviado
sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel".
Esta actitud podría
parecer inconsecuente y sectaria de parte de aquel cuyo mensaje estaba
destinado a todos los hombres y mujeres, especialmente a los más alejados y
pecadores; también a los más postergados, pobres, sufridos y oprimidos del
mundo todo. Sí. Ése era el proyecto de Jesús. Pero, podríamos decir,a la manera
hoy día, que no obstante su proyecto, Jesús se había hecho un plan pastoral. Él
no quería hacer todo por sí mismo, y su actuar por etapas, predicando primero a
los judíos, buscaba que éstos convertidos, se comprometieran en una misión
universal. Además, sus primeros discípulos, no estaban aún en condición ni
estaban lo suficientemente formados para una Iglesia, que en ruptura con la
sinagoga, pudiera abrirse a una condición universal, es decir hacerse una
Iglesia Católica. Por todas estas razones, Jesús hace un plan de acción
pastoral pedagógico, al cual permanece fiel. Nunca predicó fuera de Palestina.
Esto significaba que Jesús era coherente con el plan de salvación de su Padre,
cuyas primeras acciones pastorales históricamente estaban dedicadas al pueblo
judío. Por eso es que Jesús ante la interpelación de sus discípulos con
respecto a la atención de la mujer pagana y cananea, les contesta:
"No fui enviado
sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel".
Y la mujer cananea,
que insistía:
"Pero la mujer
se acercó a Jesús arrodillándose ante él, le dijo: "Señor,
socórreme". Jesús le contestó: "No se debe echar a los perros el pan
de los hijos". "Espera que se hayan saciado los hijos; no está bien
tomar el pan de los hijos para echárselo a los perritos".
Sin embargo, su
actitud frente a la cananea cambia en forma significativa y sorprendente. ¿Por
qué?
Porque la fe de esta
pobre mujer "pagana", que nunca antes había visto a Jesús, transforma
y cambia sus planes de pastor. Y Jesús cambió de buena gana. No podía ser de
otra manera. La insistencia y la actitud humilde y llena de fe conmovió
enormemente a Jesús:
"Es verdad,
Señor, contestó la mujer, pero los perritos comen las migas que caen de la mesa
de sus patrones". "Señor, debajo de la mesa los perritos comen las
migajas que dejan caer los hijos".
Jesús conmovido en su
corazón de Buen Pastor le contesta con una misericordia grandiosa:
"Vete; por lo
que has dicho, el demonio ya ha salido de tu hija". "Entonces Jesús
le contestó: "Mujer, ¡qué grande es tu fe!. Que se cumpla tu deseo. Y en
ese momento quedó sana su hija".
Yo creo, usando un
lenguaje humano, que el corazón de Jesús tiene una debilidad: ante la fe y la
humildad; la aflicción y la miseria humana de los que sufren y de los pobres
que le suplican, hace cambiar a Jesús y salirse de sus planes.
"El Señor es
rico en misericordia".
Su corazón es el de
un Dios que es amor y misericordia hecha carne. El Amor y la Misericordia se ha
acercado a la humanidad caída "a la vera del camino". ¡Jesús es el
Buen Samaritano!
Jesús tiene un
corazón "lento a la ira y rápido en misericordia". Por eso, nunca
está demás, que siguiendo una antigua devoción, hoy día, digamos con fe y
gratitud:
"Sagrado Corazón
de Jesús, en ti confío".
El cristianismo, lo
he dicho en otras ocasiones, es confiar absolutamente en Jesús, el Hijo de
Dios, y entregarse a sus exigencias de transformar la humanidad dividida en una
fraternidad. La Iglesia es el camino de esta fraternidad y de este encuentro
con Jesús : es Jesús hecho fraternidad. Jesús se "bajó de su
cabalgadura"; se aproximó a la humanidad caída; se hizo próximo: nuestro
prójimo. Se hizo nuestro hermano Y Él quiere que nos aproximemos y nos hagamos
fraternos, unos con otros, amorosos y misericordiosos especialmente con los
pobres.
Nosotros, Iglesia,
Pueblo de Dios, ante la miseria humana: y ese abismo escandaloso entre pobres y
ricos, tenemos que construir la fraternidad, venciendo con un amor y
misericordia en Jesús, el "pecado social", haciendo justicia social.
"Pero la Iglesia
es también depositaria y transmisora del Evangelio. Ella prolonga en la tierra,
fiel a la ley de la encarnación visible, la presencia y acción evangelizadora
de Cristo. Como Él, la Iglesia vive para evangelizar. Esa es su dicha y
vocación propia(EN 14): proclamar a los hombres la persona y el mensaje de Jesús".
(Puebla 224).
Pero para muchos
cristianos su religión es sólo prácticas, normas disciplinares, y su Iglesia un
conjunto de ideas e instituciones; en donde confiar en Jesús y vivir su mensaje
parece el resultado de un largo trámite. Los Agentes Pastorales: sacerdotes,
religiosas y laicos muchas veces no lo han hecho mejor.
En Evangelio de hoy
Jesús reitera su mensaje elemental: la fe y la confianza en Él, el amor con el
necesitado y la respuesta a sus deseos, especialmente de los más pobres, es la
suprema ley. Y por eso seremos juzgados por Dios. Todo lo demás es accidental,
no es esencial.
Cuando la comunidad
cristiana se enreda en trámites, en lo demás, pierde mística y ya no puede
evangelizar. Presenta normas, planes, estructuras pastorales, instituciones, y
esto, a veces, "secuestra" a Jesucristo en vez de revelarlo y
manifestarlo con su amor, misericordia y fraternidad, a las
"cananeas" que hoy día hay entre nosotros. Así, ellas no encuentran a
Jesús Liberador que llenaría sus anhelos y aspiraciones. Que nos convirtamos.
Que la Iglesia de los pobres, sea Jesús encarnado, hecho misericordia y
fraternidad.
Olvidar no es Cristiano, Perdonar…sí es
Cristiano”
No podemos olvidar, y
el olvido debe convertirse en una acción concreta y comprometida con los más
pobres. No olvidemos a los sin viviendas, que algunos viven hacinados con otras
familias de allegados, y también en Campamentos. Todavía hay 700 Campamentos a
lo largo de Chile. Y así podríamos nombrar a tantos hermanos que sufren
cesantía, y a otros con trabajo y escasos (por no decir escandalosos) sueldos. Y
otros hermanos, especialmente ancianos, enfermos, con remedios fuera de su
alcance económico y con pensiones injustas. Agreguemos a los mapuches y a los
migrantes, que casi llegan a ser otro "abel" bajos manos criminales
de "caín". No olvidemos a los niños del SENAME. Y la lista de
hermanos chilenos necesitados es larga.
Todo esto supone un
Chile nuevo, que hace tiempo perdió el tranco de la fraternidad y la justicia
social; Chile es posible, pero tiene que haber un compromiso serio por hacerlo
democrático y con una institucionalidad legítima. Chile unido frente a las
"cananeas" generalizadas, miseria y "pecado social", debe
reaccionar y no seguir dependiendo de la política privatizada, acumuladora de
riquezas y riquezas naturales de todos los chilenos. Bolivia nos exige mar,
pero, de algún modo, los chilenos tampoco tenemos mar en la práctica, está en
manos de privados y políticos acaudalados. Pareciera que para la minoría que
manda y se adueña de Chile, sus hermanos "saqueados" y pobres son "cananeas"
y "perros" como antaño. Al hablar de la institucionalidad ilegítima
negociada con la dictadura por políticos, hay que decir que esta
institucionalidad ilegítima, que hace dueños de Chile a los privados coludidos
con políticos, sostiene un sistema económico que no es cristiano ni humano; el
Papa lo llamó "capitalismo salvaje". Es un "pulpo" con
muchos tentáculos; toma de "aquí" de "allá" y de
acullá". Es un vulgar salteador que deja "a la vera del camino"
a millones. Este sistema está reñido con Doctrina del Evangelio y de la
Doctrina Social de la Iglesia. Los católicos, como un deber de conciencia
moral, deben unirse y sumarse con los desposeídos y luchar por un Chile nuevo.
Se trata de un cambio radical.
Así como el Cardenal
Medina remeció con su denuncia contra el aborto, también los católicos, pienso
yo, que ante este pecado institucional y económico, deben actuar y remecer las
conciencias, sacando del poder a los "saqueadores" de Chile. Y hacer
funcionar su conciencia ante una elección que se hace, desde hace tiempo,
dentro de un contexto de ilegitimidad.
Jesús nos ha elegido
como de los suyos. Debemos dejar nuestro tranco rutinario, de costumbres y
exclusión, y aproximarnos a las "cananeas" y hombres "a la vera
del camino" de hoy día en Chile.
Jesús comenzó la
misión. Murió para salvarnos. Resucitó. Y hoy vivo quiere que continuemos su
Reino sólo instaurado, con un compromiso social cristiano, y con la certeza que
Él vivo nos acompaña en difícil pero hermosa victoria asegurada por Él.
Llamo a los laicos a
que asuman este compromiso que les corresponde a ellos como tarea específica en
la política contingente, especialmente, porque afectan a la mayoría marginada
del pueblo, de la iglesia de los pobres, los sin voz, trabajo, vivienda digna,
educación, atención médica, etc.
Como colofón contesto
la pregunta de un grupo de feligreses de Valparaíso sobre el, o los porque el
Papa Francisco en su visita a Chile priorizará su visita a Iquique y Temuco. El
vicario de Cristo, el papa Francisco, le trae el Pueblo chileno marginado, a
las víctimas y familiares de la dictadura cívica militar, a las víctimas y sus
familiares del SENAME, su paz y solidaridad. Con la seguridad que más temprano
que tarde se sabrá la verdad y se les hará justicia.
El viaje a Iquique del
Vicario de Cristo, el Papa Francisco, tiene por objeto llevarle la paz y
solidaridad a los sufridos hijos del Norte Chileno, y a los hermanos peruanos y
chilenos que viven en la región. Además, de recordar a las víctimas de la escuela
Santa María de Iquique. Su viaje a Temuco será un encuentro con los hijos del Pueblo
Mapuche. Es de conocimiento del Papa Francisco la causa justa y noble de este
pueblo indígena que por siglos lucha por recuperar su tierra, sus costumbres y
su cultura.
Pbro. Eugenio Pizarro
Poblete+