Estados Unidos y su patio trasero latinoamericano: ¿ejércitos para prevenir el
“peligro chino”?
Por el Sur a Fondo
El Comando Sur de Estados
Unidos es uno de los diez comandos de combate unificado del departamento de
Defensa de Estaos Unidos, y su jurisdicción comprende los países de América
Latina, con excepción de México, que pertenece al Comando Norte , y 12 islas
entre los meridianos 30° y 92° oeste.
Tiene su sede en Miami, Florida,
El nuevo jefe del Comando
Sur, el almirante Alvin Holsey, asumió el cargo a comienzos de noviembre con la
promesa de reforzar las alianzas con América Latina y el Caribe. “Nuestros
adversarios han establecido una fuerte presencia, poniendo en peligro la seguridad
y la estabilidad en todo el continente americano”, alertó Holsey, en referencia
a los continuos esfuerzos de Rusia y China por ganar influencia en la región.
La anterior jefa del
Comando Sur, Laura Richardson, clausuró a mediados de agosto los ejercicios
tácticos conjuntos Panamax24, un ejercicio bienal multinacional americano, y
volvió a referirse a los graves peligros que supone la presencia china y rusa
en la región, pese a que las únicas experiencias de golpes e invasiones
militares sufridas fueron planificadas, impulsadas, avaladas o promovidas desde
Washington.
Y habló de la creación de
una fuerza multinacional “que requiere coordinación humana, técnica y de
procedimientos, para llevar a cabo sus operaciones con eficacia”. Más de 1500
efectivos de las Fuerzas Armadas de EEUU, el Ejército Sur; las Fuerzas Aéreas
del Sur; las Fuerzas del Cuerpo de Infantería de Marina, Sur; las Fuerzas
Navales del Comando Sur; y el Comando de Operaciones Especiales, participaron
en el ejercicio.
Estados Unidos mantiene
6.000 bases militares en su territorio y unas 800 fuera de sus fronteras, de
las cuales 76 están en América Latina y el Caribe. La intervención desmedida
amenaza ecosistemas, soberanías y arrastra a la región a una imprudente confrontación
con Rusia y China.
Entre abril y junio de
2024, se reactivó la Misión Naval Southern Seas, liderada por EEUU, en la que
oficiales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, compartieron un
viaje a bordo del portaviones nuclear USS George Washington, con el pretexto de
una acción en favor de la “protección ambiental” y “lucha contra la
criminalidad transnacional”. Su verdadera intención era otra: consolidar su
control militar en la región.
En abril, el libertario
presidente de Argentina, Javier Milei se reunió en Ushuaia, la ciudad más
austral del mundo, con la generala Richardson, donde reafirmó su compromiso con
la alianza estratégica con EEUU. en defensa de “la vida, la libertad y la propiedad
privada”. Y anunció la construcción de una base naval conjunta en Ushuaia, un
gasto que ya incluyó Milei para el presupuesto 2025.
Uno de los casos más
alarmantes del paso de la militarización estadounidense en América Latina es la
Isla Gorgona, en Colombia: 61.685 hectáreas de área protegida, hogar de 381
especies de peces, 155 de aves, 35 de reptiles, siete de anfibios y 430 tipos
de plantas. Este santuario natural está bajo amenaza por la construcción de una
base militar estadounidense, con un muelle de 170 metros y una torre de
comunicación, con innumerables riesgos potenciales para la fauna local.
En agosto, en el desierto
de Atacama, 200 miembros del ejército estadounidense capacitaron a 400
militares de Chile y Argentina, en el marco de ejercicios llamados Southern
Fénix 2024, donde estrenaron el sistema de cohetes M 142 Himars, prólogo de la
firma de un acuerdo de 106 puntos entre los ejércitos de EEUU y Chile para la
capacitación militar de parte de EEUU y ejercicios de entrenamiento bilaterales
y multinacionales, como el que tuvo lugar en el desierto de Tarapacá, donde por
primera vez se desplegaron los sistemas de artillería M142 Himars en América
Latina.
El 14 de diciembre de
2024, el gobierno ecuatoriano del ultraderechista Daniel Noboa autorizó que
Estados Unidos instale una base militar en las islas Galápagos. Este acuerdo
permite la presencia de buques, submarinos y personal militar con la justificación
de combatir el narcotráfico, la pesca ilegal y otras actividades ilícitas
marítimas. Sin embargo, las fuerzas estadounidenses están exentas de pagar
tasas administrativas y reciben inmunidades diplomáticas similares a las del
personal de embajadas, lo que genera controversias legales y éticas.
A pesar de la prohibición
constitucional de bases extranjeras desde 2008, el gobierno de Noboa impulsa
una reforma parcial para eliminar esta restricción. La de Galápagos sustituirá
a la base estadounidense en Manta, que operó entre 1999 y 2009 hasta ser
cerrada por el presidente Rafael Correa. Críticos calificaron la decisión como
un “servilismo colonial” que ignora los intereses nacionales y la soberanía de
Ecuador
Desde Panamá se ha
confirmado un gran incremento de la actividad militar de Estados Unidos en la
región que está utilizando al país como base de operaciones estratégicas. La
Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP) denunció públicamente la
presencia de aeronaves militares estadounidenses- C-17 Globemaster III,
helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk y Bell UH-1h- en el aeropuerto Howard,
ubicado en las afueras de la capital panameña y en el aeropuerto internacional
Panamá Pacífico.
El Comando Sur sostienen
que América Latina no se beneficia de los recursos que China extrae de la
región y destacó la importancia de la competencia en la construcción y
operación de infraestructura crítica con los países vecinos para combatir el
crimen organizado. Recordó que 21 países de la región firmaron distintas
iniciativas de acuerdo con China.
El objetivo central del
Comando Sur para la región es el de impulsar guerras regionales (proxy) contra
quienes defienden valores soberanos, con el propósito de desmembrar los
vínculos de estos países con los BRICS+. En forma concomitante, es preciso fracturar
o debilitar la configuración de un nuevo orden internacional autónomo del
globalismo financiarista afín al injerencismo comandado por OTAN, el G7 y el
FMI. Y por ello aparece como prioritaria la demonización de China, que ha
superado el PBI de EEUU.
En diciembre de 2023,
cinco jefes de agencias de inteligencia y la generala Richardson abordaron los
retos que representa la influencia china en la gobernanza y la infraestructura
de los países latinoamericanos. Para Estados Unidos, la infraestructura crítica,
como los megapuertos y los sistemas de tecnología de información, necesita “ser
protegida de influencias extranjeras” que podrían tener intenciones ulteriores,
preservando así la autonomía y la seguridad regionales en un mundo cada vez más
interconectado. Quizá no saben que para Latinoamérica, EEUU es un país
extranjero.
Washington ha instado a
las empresas estadounidenses a competir con China por estos contratos
internacionales, destacando la importancia de participar activamente en el
mercado global para asegurar inversiones y presencia en proyectos estratégicos.
Otro aspecto crucial en esta discusión es la relación entre seguridad económica
y seguridad nacional.
En el proyecto de
presupuesto nacional destinado a financiar al Pentágono durante el año
2025–presentado en julio en el Senado–, se incluye un significativo incremento
de las partidas para el Comando Sur y especialmente para la Dirección de Apoyo
Técnico de la Guerra Irregular. Los senadores solicitaron un plan pormenorizado
y específico por parte del Secretario de Defensa, sobre las políticas y
doctrinas que aplicará el Pentágono en relación con las “operaciones
subterráneas”,
Por operaciones
subterráneas se entienden los rotundos fracasos militares en las operaciones
armadas y las invasiones llevadas a cabo por Washington en el último medio
siglo (Vietnam, Afganistán, Libia y Siria, por ejemplo). Tras la seguidilla de
fracasos se ha generado una nueva doctrina castrense que combina acciones
complementarias (conocidas como proxy) de bloqueos económicos, sanciones
unilaterales, operaciones cognitivas y combates subsidiarios.
La preocupación no se
limita únicamente a la extracción de recursos, sino que se extiende a la
seguridad cibernética y la protección de datos. América Latina, como otras
regiones, fue y es blanco de ataques cibernéticos, incluyendo ransomware, que
debilitaron las redes de información críticas.
Según la analista del
Comando sur, Julieta Pelcastre, el presidente chino Xi Jinping es el
responsable de socavar las democracias en Latinoamérica. Según los informes
difundidos por el portal del Comando Sur, “China busca transformar la
información de la región para favorecer su cosmovisión y, en última instancia,
socavar los principios democráticos.” Para el Comando Sur, los servidores
informáticos del lejano Oriente cumplen con el designio de liderar la
vigilancia masiva y la censura de contenidos.
Trump apostará por una «Doctrina Monroe para el siglo
XXI» en América Latina, su patio trasero.
Por Jose Jarquin*
Observatorio de la Crisis
Donald Trump tiene claro
algo, Estados Unidos tiene tiene que focalizarse en aquellos vitales y
recuperar su influencia y control de América Latina.
El próximo mandatario
estadounidense amenazó con retomar el control del canal debido a unas tarifas
de pasaje «ridículas» y la creciente presencia de China en el istmo.
Según el presidente
electo, el canal interoceánico que se puso en marcha en 1914 es un activo vital
para el comercio de EEUU y para el rápido despliegue de la Armada
estadounidense.
En respuesta, el
presidente panameño José Raúl Mulino dijo que «cada metro cuadrado del canal de
Panamá y su zona adyacente es de Panamá y lo seguirá siendo«. El mandatario
sostuvo además que las tarifas «no son un capricho», ya que se establecen de
manera pública y en audiencia abierta.
Posteriormente, Trump
escribió a través de Truth Social «¡ya lo veremos!» junto con la declaración de
Mulino. Además, publicó una imagen del Canal de Panamá en la que se ve una
bandera de su país junto con el mensaje: «¡Bienvenidos al canal de Estados Unidos!».
«Anuncio
sensacionalista»
A decir del
internacionalista López Alvarado, el anuncio del próximo mandatario republicano
carece de sustento jurídico.
«[Basándose en] el derecho
internacional, desde 1977, con el tratado Torrijos-Carter es legítimo el
derecho que tiene Panamá sobre su territorio«, ahondó el experto. El 1 de
octubre de 1979, Panamá recuperó la soberanía del canal interoceánico gracias a
los llamados Tratados Torrijos-Carter de 1977 y asumió el control completo de
esa vía el 31 de diciembre de 1999.
Así, el experto considera
que el amago no es más que «un anuncio sensacionalista» cuyo fin es mantener la
atención en su persona, su discurso y su proyecto de Gobierno.
¿Canadá y México
territorios estadounidenses?
El pasado 9 de diciembre,
el republicano aseguró que su país está subvencionando a Canadá con más de
100.000 millones de dólares al año, lo mismo que a México, con 300.000 millones
de dólares anuales, por lo que Ottawa y el país latinoamericano deberían convertirse,
en su opinión, en territorio estadounidense.
Incluso, al día siguiente,
se refirió al primer ministro Justin Trudeau como gobernador del «gran estado
de Canadá».
«Doctrina Estrada del
siglo XXI»
Pese a que resulta
inviable el planteamiento del próximo habitante de la Casa Blanca, detrás de él
pueden percibirse las características de la política exterior que implementará
luego de asumir el cargo el próximo 20 de enero.
«Donald Trump tiene claro
algo, Estados Unidos tiene que volverse a reagrupar, tiene que aislarse un poco
de los asuntos globales o al menos focalizarse en aquellos sumamente vitales»,
considera López Alvarado.
El internacionalista
ahonda que parte de dicha focalización consistirá en recuperar su influencia en
América Latina.
«América Latina es su área
de influencia natural, es un área vital; históricamente, Estados Unidos siempre
se ha proyectado hacia la región latinoamericana. Entonces va a haber un
resurgimiento de la Doctrina Monroe, una Doctrina Monroe para siglo XXI.
Por supuesto Trump lo va a perseguir, pero también ya no estamos en esa época»,
explica.
En este sentido, el
analista considera que Trump tiene en claro que el nuevo orden mundial será
multipolar y reconoce ante ello que Estados Unidos no cuenta con la fuerza
suficiente para revertir dicha tendencia.
«Lo que sí puede hacer es
este reagrupamiento y proyección hacia esta zona de influencia natural, ¿para
qué?, para sentarse en ese mundo multipolar con los privilegios que le permite
ser una gran potencia».
Bloque unificado en
América Latina
Tras la respuesta del
presidente panameño a Trump, el mandatario colombiano Gustavo Petro se
pronunció a favor de la soberanía del país latinoamericano.
«Si el nuevo Gobierno de
EEUU quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en
beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad», escribió
Petro en su perfil de X.
Al respecto, el
internacionalista López Alvarado hizo énfasis en la influencia que Petro ha
adquirido en la región, en específico con los movimientos de izquierda y los
gobiernos progresistas.
«Estos discursos por un
lado en la región latinoamericana pueden congregar los primeros pasos en
búsqueda de la construcción de un bloque unificado desde la postura crítica«,
consideró.
*Corresponsal en México
de Sputnik
¿Qué hará Marcos Rubio?
Sergio Rodríguez Gelfenstein
El presidente Donald Trump eligió a Mark
Burnett, productor de los concursos de televisión 'The Voice' y 'The
Apprentice', como enviado especial para el Reino Unido.
A Richard Allen Grennel, embajador en Alemania
durante su primer mandato, como enviado presidencial para misiones especiales
en Venezuela y la República Popular Democrática
de Corea.
Al general retirado Keith Kellogg como enviado
especial de paz en Ucrania con la misión de negociar con Rusia
A su amigo el exgobernador de Arkansas, Mike
Huckabee, como embajador ante Israel.
A su inseparable compañero en el juego de
golf Steven Witkoff como enviado
especial a Oriente Medio.
A su también excelente amigo incondicional
Matthew Whitaker como Embajador para la OTAN.
Al exsenador de Georgia y ex ejecutivo de
negocios David Perdue, como embajador de Estados Unidos en China a fin de que
-según Trump- aporte su “valiosa experiencia para ayudar a construir nuestra
relación con China".
Al financiero Adam Boehler, compañero de
habitación de Jared Kushner yerno de Trump, en la Wharton
School de la Universidad de Pensilvania como “encargado para la liberación de
rehenes”.
Y a sus consuegros Massad Boulos, suegro de su
hija Tiffany, como asesor principal para asuntos árabes y de Oriente Próximo y
Charles Kushner, suegro de su otra hija Ivanka como embajador en Francia.
Vale decir que los enviados especiales a
diferencia de los embajadores no tienen que ser ratificados por el Senado.
Sabiendo que los designados no necesariamente
acumulan experiencia política sino que han sido nombrados por ser amigos del
presidente y que responderán a él y sólo a él, me pregunto a qué se dedicará
Marcos Rubio si no tendrá injerencia en Ucrania, Rusia, Israel, Medio Oriente,
China, Corea, Venezuela, Reino Unido y
Francia.
Hay cuatro opciones:
1. Sentir mucha rabia cuando se de
cuenta que Trump lo “elevó” para sacarlo del juego.
2. Aburrirse cuando no tenga nada que
hacer porque las decisiones más trascendentes de política exterior se tomarán
en la Casa Blanca.
3. Dedicarse a conspirar con las
fuerzas más oscuras del planeta para derrocar gobiernos, dar golpes de Estado,
asesinar presidentes, producir invasiones y aplicar sanciones y bloqueos en
alianza con sus amigos neoconservadores, narcotraficantes, paramilitares y
terroristas (sobre todo ahora que hay terroristas buenos y malos).
4. Todas las anteriores.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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