Trump
condiciona el fin de la guerra en Ucrania a contrapartidas en materias primas
para EEUU
Trump reclama a Ucrania compensaciones en minerales
estratégicos a cambio de armas y dinero, y condiciona el fin de la guerra a los
intereses económicos de EEUU.
Primer mandato
del bipartidismo estadounidense/yanqui
en el contexto de la teoría de los dos demonios
determinista, hegemónico imperialista.
El gran hermano mefistófeles, el convicto
presidente de Estados Unidos Donald Trump puntualizó en su primer mandato, “los
nuevos hombres de la nueva era de la
humanidad creemos, nos guiamos
razonablemente por las “piedras guías de Georgia/USA”. Advierto, o se
está a favor de este desafío o en contra:
Dos alternativas, para los ganadores y los perdedores. Sean bienvenidos los nuevos negocios, pero yo
seguiré peleando por mis viejos y nuevos asuntos comerciales, esperando que
antes que se acabe mi mandato presidencial, que me ha costado muy caro, pueda
recuperar la inversión. Entonces creeré
que valía la pena este negocio...”
El maestro
libertario Lic. José Martí Pérez,
acentuó: “ espero que más temprano que tarde la política vuelva a ser el arte
de asegurar la Paz , la soberanía y la grandeza de la Patria , más no la vil
manera de hacer fortunas a sus expensas”...
Con esperanza
y memoria que otro mundo es posible. “No aceptemos lo habitual como cosa
natural, pues en tiempo de confusión generalizado, de arbitrariedad consiente deshumanizada,
nada es imposible cambiar con Dignidad y
coraje ciudadano y amor por la vida”...
Prof. Moreno
Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo
Addhee. Ong.
El Donald Trump empresario despiadado se ha impuesto sobre
el Trump pacificador que decía ser antes de jurar su cargo como presidente de
Estados Unidos. Por eso, ahora supedita su promesa de concluir el conflicto de
Ucrania, formulada antes de su llegada al poder, a la guerra comercial mundial
en la que está inmerso y a la necesidad de conseguir minerales claves para
asegurar la hegemonía tecnológica estadounidense, especialmente en su pugna con
China.
Con el hacha de guerra comercial desenterrada con sus
vecinos Canadá y México, las amenazas arancelarias vertidas sobre la Unión
Europea y con un choque directo con China, que ha respondido con aranceles de
hasta el 15% a los impuestos ya aplicados por EEUU, Trump mueve todas las
palancas para obtener ventajas inesperadas en la guerra económica mundial que
ha desatado.
Esto podría retrasar, por ejemplo, el fin de la guerra de
Ucrania que había propugnado antes de su toma de posesión, si con ello obtiene
pingües beneficios del país cuyo control económico se disputan rusos y
occidentales.
Zelenski dispuesto a ceder a EEUU el control de materias
primas claves
La demanda de minerales estratégicos ucranianos como el
litio, el uranio o el titanio, además de las llamadas «tierras raras»
fundamentales en la alta tecnología, por no hablar del mineral de hierro, el
oro o incluso el carbón, y la aparente disposición del presidente Volodímir
Zelenski para suministrárselos a EEUU a cambio de dinero y armamento podrían
suponer un viraje en los planes de Trump para Ucrania y abocar a una
confrontación con Rusia que no entraba en sus planteamientos iniciales.
«Les estamos diciendo a los ucranianos que tienen tierras
raras muy valiosas. Queremos que lo que ofrecemos (dinero y armas) se garantice
de alguna manera. Queremos una garantía», insistió el lunes Trump. «Estamos
buscando llegar a un acuerdo en el que ellos (los ucranianos) asegurarán lo que
les estamos dando con sus tierras raras y otras cosas», aseveró, añadiendo que
tenía ya la aquiescencia de Kiev.
Los ucranianos «tienen excelentes tierras raras. Quiero
seguridad (de acceso estadounidense) sobre estas tierras raras y ellos están
dispuestos a darla», remarcó Trump.
Las «tierras raras» (17 elementos químicos difíciles de
encontrar en su forma pura, pero con excepcionales propiedades magnéticas,
electroquímicas y luminiscentes) y los minerales «críticos», como el litio o el
titanio, pueden emplearse como parte de circuitos electrónicos y baterías, en
la fabricación de teléfonos móviles, automóviles eléctricos, catalizadores
químicos, en las tecnologías limpias y en la fabricación de armamento de última
generación, por ejemplo, aviones de combate.
Es decir, son la base del negocio del siglo. Más aún cuando
Trump está presionando a sus aliados europeos para que gasten mucho más en
defensa y en tecnologías militares, que incluyen a esos ramos de las
telecomunicaciones y el transporte que requieren el uso de esos
La gente inspecciona los edificios dañados tras un ataque
con misiles rusos en Ucrania.
Además, para el empresario devenido en presidente de EEUU es
hora de cobrar a Ucrania los intereses de la multimillonaria ayuda entregada a
Kiev por Washington, cifrada en más de 180.000 millones de dólares, de ellos
cerca de 70.000 millones en armas, desde que empezó la invasión rusa hace casi
tres años. Estas sumas se multiplican por dos si nos remontamos a 2014, cuando
EEUU comenzó a blindar a Ucrania y a prepararse para la confrontación con Rusia.
Europa pierde sí o sí: El botín en Ucrania, la parte
del león es del imperialismo yanqui/hegemónico
Si llevado de estos intereses EEUU inclina sus «simpatías»
hacia el lado ucraniano de cara a unas eventuales negociaciones, el resultado
será el choque con Moscú. Esta situación agradaría a los aliados de Washington
en Europa, aunque en los planes de Trump no entren en la ecuación de la cosecha
de materias primas. Trump tiene otros
planes para la Unión Europea: que se centre en aportar el dinero de la
reconstrucción de Ucrania sin derecho a botín.
En medio de las amenazas globales planteadas por Trump y sus
guerras de aranceles contra amigos y enemigos, el conflicto de Ucrania se puede
convertir en un lastre insoportable para los aliados europeos en unos momentos
en los que se ven además abocados a disparar sus gastos militares. EEUU no esta
dispuesto a seguir sufragando la mayor parte de la defensa común en la OTAN,
sobre todo cuando el dinero debe dedicarse a afrontar posibles reveses en la
guerra comercial lanzada por Trump contra el resto del planeta.
La eventual restricción de las aportaciones de Washington a
Kiev si el Gobierno ucraniano no atiende a sus demandas de recursos naturales
estratégicos y si Trump vuelve de nuevo su sonrisa hacia el Kremlin también
seria un revés para los intereses europeos, incapaces de aguantar el peso económico
de construir mayores ejércitos en Europa y a la vez soportar el coste de la
guerra de Ucrania.
Las riquezas ucranianas ayudarían a aguantar el tirón
chino
Para EEUU, un acuerdo con Zelenski sobre los metales
preciosos añadiría una fuente de riqueza adicional a los pingües beneficios
obtenidos en los tres años de guerra por la venta de armas a los países
europeos para que éstos después las donaran a Ucrania, por no hablar de las
ganancias por el gas licuado estadounidense suministrado a Europa para
sustituir al vetado gas natural ruso.
La oportunidad de obtener esos recursos minerales
estratégicos, imprescindibles para la industria tecnológica estadounidense,
permitiría a EEUU situarse mejor en la confrontación económica con China,
actualmente el principal productor mundial de esas tierras raras y de otros
recursos minerales críticos para su tecnología de las telecomunicaciones y sus
gigantescas fábricas de coches eléctricos.
Extorsión y egoísmo estadounidenses
El parón de la ayuda económica y humanitaria estadounidense
en todo el mundo y en concreto en Ucrania, la más importante que ofrece
Washington, supone otra pinza de la extorsión puesta en marcha por Trump para
sacar el mayor partido de los ucranianos y además presionar sobre sus aliados
europeos, a fin de que se alineen sin fisuras con las nuevas reglas económicas
que está imponiendo la Casa Blanca en el panorama internacional.
El primero en
criticar la exigencia de Trump fue el canciller alemán, Olaf Scholz. La
utilización de los recuerdos ucranianos para financiar su defensa y la guerra
contra Rusia sería «muy egoísta, muy egocéntrico», afirmó Scholz, quien apostó
por que esos metales de tierras raras se utilicen en la reconstrucción de
Ucrania una vez firmada la paz con Rusia.
La paz aún lejos, diga lo que diga Trump
Sin embargo, con estos golpes de timón de Trump, no parece
sencillo que se vaya a alcanzar pronto un principio de acuerdo para iniciar
negociaciones entre Ucrania y Rusia, y menos aún entre Moscú y Washington, como
había prometido Trump. Insistió en que ya hay contactos para poner fin al
conflicto. «Hemos hecho mucho progreso con Rusia y Ucrania», y «vamos a parar
esta guerra ridícula», explicó. Zelenski reconoció que su Gobierno ya ha
hablado con el enviado de Washington a Ucrania, Keith Kellogg, y con su asesor
de Seguridad Nacional, Michael Waltz,
Pero aunque haya contactos, ni rusos ni ucranianos han
confirmado avances significativos. El fin de la contienda está lejos: Los
combates se han intensificado en el este, donde el Kremlin tiene la iniciativa,
mientras el ejército ucraniano lanza oleada tras oleada de drones para destruir
objetivos militares y energéticos en el corazón de Rusia.
Los ucranianos confían en que la codicia de Trump ayude a
su causa
Un funcionario cercano a la cúpula de poder de Kiev indicó
al diario Financial Times que este cambio de rumbo de Trump parece alinearse
con el llamado Plan de la Victoria que Zelenski le presentó en septiembre
pasado. En esa hoja de ruta, a cambio del respaldo de EEUU, Zelenski prometía a
los estadounidenses un trato especial en el acceso a los recursos clave
ucranianos, bajo el pretexto de que sería la mejor forma de protegerlos de
Rusia e Irán.
«Claro que estamos dispuestos a trabajar con Estados Unidos»,
aseguró el contacto ucraniano del Financial Times. Recordó que el Plan
presentado por Zelenski en otoño, además de prometer los recursos naturales
críticos a Washington y sus más cercanos aliados, junto con la potestad de
vigilar las inversiones en Ucrania y bloquear los intereses chinos, proponía
reemplazar las fuerzas estadounidenses desplegadas en Europa por efectivos
ucranianos.
Aunque el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y la
presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no verían mal la
presencia por toda Europa de tropas ucranianas armadas por la propia UE, no
parece probable que todos los países de la Unión vayan a permitir tales
contingencias.
La identificación de la lucha de Ucrania contra Rusia con
los centenarios ideales europeos de defensa de los derechos humanos y la
democracia ha sido un pretexto para justificar la implicación indirecta europea
en Ucrania. Un argumente endeble dado el altísimo nivel de corrupción de este
país antes de la guerra, solo superado por Rusia en el continente europeo.
Temor a que Rusia se apodere de los yacimientos
Que Trump se interese justo ahora por los minerales críticos
ucranianas no es casualidad. El lento, pero imparable avance ruso en el este de
Ucrania podría poner en breve bajo la bota del Kremlin ingentes yacimientos
naturales, además de los que ya controla.
En Ucrania hay cerca de 500.000 toneladas de litio sin
extraer (la mayor parte en el disputado Donbás) con un valor estimado en
decenas de billones de dólares. Ante la posibilidad de que se firme pronto un
armisticio, se comprende la carrera contrarreloj por estas riquezas.
Por eso se está movilizando Trump, con Zelenski dispuesto a
entregar buena parte de la riqueza mineral de su país si con ello garantiza su
propia permanencia en el poder, la independencia de la mayor parte de Ucrania y
la preeminencia de Kiev en Europa, con su influencia garantizada por las armas
estadounidenses pagadas por los socios europeos.
*Periodista y analista para Público en temas
internacionales. Es especialista universitario en Servicios de Inteligencia e
Historia Militar. Ha sido corresponsal de la Agencia EFE en Rusia, Japón, Corea
del Sur y Uruguay, profesor universitario y cooperante en Bolivia, y analista
periodístico en Cuba. Habla inglés y ruso con fluidez. Es autor de un libro de
viajes y folclore.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
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