EL “COMPLEJO DE CULPA” ALEMÁN NO SE EXTIENDE A RUSIA. EL RÉGIMEN
SOCIALDEMOCRATA/VERDE ALEMAN PROYECTA Y APOYA EL HOLOCAUSTO NAZI EN EL SIONISMO
COLONIALISTA ISRAELÍ, EN EL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO.
Por Prof. Andrés Piquera, Académico
de la Universidad Jaume I, España/ El Salto/ Prensa
Mare Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, Publico.es, La
Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina
Indymedia/ADDHEE.ONG
El canciller alemán Olaf Scholz se reunió este
domingo, 17 de marzo, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu
en Jerusalén, así como con el presidente israelí Isaac Herzog, en su segunda
visita a territorio palestino desde el pasado 7 de octubre.
“El nazismo alemán y el sionismo colonialista israelí
unidos jamás serán vencidos”
Allí ha vuelto a afirmar que «Alemania es un aliado
incondicional de Israel», aunque esta vez, y a diferencia del viaje que
hizo en octubre pasado, ha empezado a hacer algún guiño mediático (o es que
quizás le entró un temblor nervioso en los párpados) ante el salvajismo
sionista. «No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo los palestinos
corren el riesgo de morir de hambre”, vino a decir, al tiempo que sigue
aportando todo el apoyo diplomático, armamentístico y financiero al ente
sionista colonialista israelí y a su genocidio.
Muchas almas cándidas siguen pensando que Alemania
tiene “complejo de culpa” con Israel a causa del Holocausto.
Poco saben, quienes así piensan, cómo se forjaron
desde el principio los lazos entre el sionista colonialista israelí y el
nazismo, como expresiones que son de una misma ideología. Mediante el Acuerdo
de Haavara, o“Acuerdo de traslado”, del 25 de agosto de 1933, entre las
autoridades nazis y la Organización Sionista Mundial, con intermediación de la
Federación Sionista de Alemania, el Banco Leumi (fundado en 1902, como
subsidiario del Jüdische Kolonialbank, formado
a su vez en Londres por miembros del movimiento sionista colonialista israelí
para “promover la industria, construcción, agricultura e infraestructura de la tierra que
esperamos se convierta en Israel”) y la Agencia Judía para Israel, unos 60.000
judíos fueron trasladados a Palestina con una dotación de unos 100 millones de
$.
En compensación por su reconocimiento oficial como
únicos representantes de la comunidad judía, los dirigentes sionista colonialista
israelí se ofrecieron para romper el boicot que habían organizado todas las
organizaciones judías del mundo, lideradas por las poderosas asociaciones de
EE. UU. y que estaba afectando muy directamente al naciente Reich. También
fueron muy activos en los Judenrat, los comités que controlaban los
guetos y decidían quién debía ser expatriado y quién tendría que permanecer en
los campos de exterminio. Obviamente, sólo los sionista colonialista israelí
eran candidatos a la “deportación” hacia Palestina.
El polémico acuerdo incluía que los nazis
organizaran los viajes, de modo que los judíos alemanes llegaban a Palestina en
barcos que ondeaban la bandera con la esvástica. Las SA organizaron campos
de entrenamiento para preparar a las juventudes sionista colonialista israelí
en su emigración, además de imprimir su propaganda y contribuir a la
difusión del proyecto y a la organización de los actos.
En diciembre de
1938, David Ben Gurion –el polaco que en realidad se llamaba David Yosef
Grün-, quien fuera primer ministro de Israel, llegó a decir “salvar las vidas
humanas de los judíos de las manos de Hitler aquí se considera una amenaza
potencial para el sionismo, a menos que sean llevados a Palestina. Si el sionista
colonialista israelí tiene que elegir entre los judíos y el Estado
judío, siempre preferirá, y sin dudarlo, este último”.
Por otra parte, no cabría hacer un gran esfuerzo de
pensamiento para darse cuenta de que el ‘complejo de culpa’ alemán se muestra
altamente selectivo, dado que no parece abarcar nada más que a la entidad sionista
colonialista israelí (ni siquiera las poblaciones herero y nama, de
Namibia, a las que a principios del siglo pasado Alemania casi exterminó –entre
el 50 y el 70% de los hereros y alrededor del 50% de los namas-, han recibido
semejante consideración por ello; por no hablar ya del pueblo gitano o de los
comunistas en masa que asesinaron).
¿Y el complejo de culpa alemana en cuando a la Unión
Soviética y la Rusia actual?
En cuanto a la Unión Soviética y la Rusia
posterior, ¿por qué no exhibe Alemania ese arrepentimiento o complejo de culpa?
Todo el peso de la Historia debería encaminarla a ello, dado que la soviética
fue la población más dañada por el nazismo, con diferencia. Veamos. La URSS perdió entre 27 y 30 millones de
personas -de las cuales sólo unos 8 o 9 millones eran combatientes-; 60
millones quedaron mutiladas, fueron destruidas 32.000 empresas industriales,
65.000 kilómetros de vías férreas, 1.710 ciudades, 70.000 aldeas, 6 millones de
edificios, 40.000 hospitales, 84.000 escuelas, 98.000 cooperativas agrícolas,
1.876 haciendas estatales. Los nazis trasladaron a Alemania 7 millones de
caballos, 17 millones de cabezas de ganado, 20 millones de puercos, 27 millones
de ovejas y cabras, 110 millones de aves de corral.
La URSS tuvo una pérdida de más del 30% de sus
riquezas, por un valor de unos 3 billones de dólares. Más de un 25% de la
población quedó sin hogar y las infraestructuras de ese país fueron destruidas
casi en su totalidad [algo que cuenta bien Rodolfo Bueno, https://rebelion.org/el-9-de-mayo-dia-de-la-victoria/ (para
quienes no estéis en Europa o tengáis VK para desafiar la censura establecida
en la UE, os paso este enlace del programa de RT, “Ahí les va”, sobre el
tema: Alemania y su complejo de culpa con Israel (pero no con
Rusia) (odysee.com)].
Pero no, lejos de intentar paliar esa
responsabilidad histórica, Alemania vuelve a estar una vez más al frente de la
agresión contra Rusia. Armas alemanas de primer nivel, incluidos de nuevo los
tanques, se utilizan en el campo de batalla contra ese país y Alemania vuelve a
amparar un régimen nazi en Ucrania [un régimen que priva a las minorías étnicas
del país de la enseñanza en su lengua y en su historia y cultura; prohíbe la
casi la totalidad de los partidos políticos de la oposición, 13 en total hasta
el momento (se acusa a cualquier partido que se oponga a las políticas
filonazis y de represión del Gobierno, de “prorruso” y es eliminado de la
escena política); que una vez más persigue, encarcela y desaparece comunistas
(como máxima expresión de esa represión de la oposición); que atenta contra la
memoria histórica, derribando monumentos a los liberadores del nazismo,
mientras ensalza a los que colaboraron con él y despliega amplia simbología
nazi por todo el país; que toma medidas anti-sindicales y de drástico deterioro
del mercado laboral].
En estos momentos que en Europa vuelven a sonar los
alaridos de guerra [¿están dispuestos los líderes europeos a “suicidar” al
conjunto de sus poblaciones para servir los intereses estadounidenses? (Europa
se rearma https://www.youtube.com/watch?v=Y6qcyGYzXWA-)]
y se habla de una suerte de “espacio Schengen” para las tropas y las armas del
conjunto de países de la UE, Alemania se convierte de nuevo en ariete y centro
de operaciones contra Rusia [La OTAN se entrena en Alemania.
Nueve países de la OTAN realizan ejercicios
militares para la guerra https://www.youtube.com/watch?v=_w18GonFEQg].
El esfuerzo bélico mayor sale de ella. Una Alemania, además, que, a diferencia
de Rusia que se retiró permitiendo su reunificación, Estados Unidos. no ha
dejado de ocupar militarmente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, con al
menos 11 bases operativas actualmente en su territorio y alrededor de 34.000
militares reconocidos oficialmente.
Es esa Alemania ocupada, sin capacidad de decisión
soberana, la que hoy ha sido encargada de liderar el apoyo europeo al ente sionista
colonialista israelí, así como la agresión a Rusia.
Que el sionismo colonialista israelí es una
forma de nazismo o fascismo viene claramente mostrado por su política de
opresión, tortura y exterminio del Pueblo Palestino. Pero además nos lo
trasluce su íntima vinculación con movimientos y organizaciones nazi-fascistas
por todo el mundo (no es ninguna casualidad que las ultraderechas europeas
apoyen abiertamente la causa sionista colonialista israelí contra
Palestina), asesorando y aportando servicios de inteligencia y armamento
sofisticado a los regímenes dictatoriales más brutales, colaborando con las
“guerras sucias” desatadas por doquier contra los movimientos populares,
aportando todo tipo de material y apoyo para unas u otras formas de tortura e
interrogatorios secretos, fuera de la ley, fundiéndose con el imperialismo
estadounidense más salvaje.
De hecho, Estados Unidos. no venció al nazismo, fue
la URSS quien lo hizo entonces y lo está volviendo a hacer hoy una vez más en
Europa. Lo que hizo el país norteamericano fue absorberlo y distribuirlo en
centros estratégicos de la industria bélica, de la intelligentsia-espionaje, de
la política internacional y de la OTAN (con algunos de sus secretarios
generales provenientes del III Reich). [Gabriel Rockhill es de quienes mejor
dan cuenta de ello en la actualidad: https://www.counterpunch.org/2020/10/16/the-u-s-did-not-defeat-fascism-in-wwii-it-discretely-internationalized-it/].
Pero si hay algo que va quedando claro con el
“apoyo incondicional” de las “democracias europeas” y de su jefe estadounidense
al genocidio del Pueblo Palestino, es que el Imperio Occidental no sólo ha
comenzado a perder su poder militar y económico, también se le está empezando a
escurrir entre las manos su control del relato, su imposición de la visión del
mundo, de quiénes son los malos y los buenos, digamos.
Así, por ejemplo, pase lo que pase a partir de ahora en Israel, el hecho del poderío moral israelí basado en el mito de una supuesta incompatibilidad entre los judíos y el fascismo, ya se ha derrumbado. Ahora será posible sacar a la luz todos los crímenes que el sionista colonialista israelí ha venido cometiendo durante la mal llamada “Guerra Fría”, en colaboración con la CIA estadounidense, en Asia Occidental y Central, en África y en el continente americano. [Meyssan lo explica en: El balbuceo final del fascismo judío , por Thierry Meyssan (voltairenet.org)].
Una última precisión
muy necesaria:
Los pecados de la Comisión: cómo Europa se vió
abocada a apoyar los crímenes de guerra de Israel en Gaza
La cobardía y el oportunismo político y la
inercia institucional han permitido que Úrsula Von der Leyen imponga su
discurso proisraelí. La máscara de la respetabilidad liberal está cayendo y la
barbarie de la vieja Europa vuelve a salir a la luz. Las afirmaciones de Ursula
von der Leyen de que la UE apoyaba a Israel mientras atacaba a la población
civil eran jurídicamente erróneas porque invocaban el derecho de Israel a la autodefensa
aunque no fuera aplicable; moralmente erróneas porque autorizaban a Israel a
cometer crímenes de guerra; y objetivamente erróneas porque muchos europeos se
oponían al ataque militar de Israel, mientras que la política de la UE era
incompatible con dar luz verde a la devastación de Gaza. Pero no se trata
únicamente de que las declaraciones de Von der Leyen traslucieran
desconocimiento de la situación y fueran terribles y destructivas, sino que
además no estaba legitimada para hacerlas.
Lo subrayado interpolado es nuestro.
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