“¿CUÁNTA SANGRE PALESTINA HA DE CORRER PARA LAVAR VUESTRA CULPA POR EL HOLOCAUSTO?”. destinacion y dedicacion: para la clase empresarial, oligarca, financiera-bancaria/agiotista, y su testaferra la clase burguesa social democrata/verde, politicastra/castrense. mentes canijas, guerreristas intrinsecamente perversas.
Prolegómeno:
Estimado
Dr. Savio, acuso recibo, público y difundo especialmente en la juventud del
Movimiento Social, Rebelde 18 de octubre, que se reúne en la Plaza de la Dignidad Gabriela Mistral,
el ejemplar, brillante discurso del economista, comunicador social y analista
internacional Yanis Varoufakis, ex Ministro de Finanzas de Grecia. Copia también
me hicieron llegar mis ex colegas y estudiantes de las Universidades del
Professor Alexander von Humboldt, y técnica de Berlín, indignados por la política
rastrera, guerrerista, represora del régimen socialdemócrata/verde alemán, títere
privilegiado del régimen de los Estados Unidos/yanqui, del sistema capitalista
salvaje globalizado, la tiranía más despótica, perversa, desalmada e inmoral
que imponen los plutócratas empresarios dueños de la Celestina Universal desde
el Club Bilderberg... Una última precisión, rechazo la generalización “Pueblo Alemán”
cuando se habla del holocausto y del régimen rastrero, oportunista, burgués, socialdemócrata/verde,
testaferro del régimen de Estados Unidos en sus malditas guerras imperialistas
contra Yugoslavia, Irak, libia, Afganistán, hoy en el genocidio del Pueblo
Palestino, etc., que forman parte de una serie de masacres, genocidios e
intervenciones armadas que el maldito imperialismo estadounidense/yanqui viene
perpetrando contra la Humanidad. Al admirado luchador social Yanis Varoufakis,
le hago llegar mis cordiales y admirados saludos, y le recuerdo que en el
legado el genio universal, Dr. W. Goethe afirmo “Luchar es vivir, solo merecen
la libertad y la vida quienes cada día las conquistan”.
A
los legados de la Dra. Rosa Luxemburgo, del
Professor Alexander von Humboldt, del Dr. Karl Max, del Professor Kant, etc.,
nada les une, menos representa, el régimen testaferro socialdemócrata/verde burgués
alemán.
Con
cordiales saludos, Prof. Moreno Peralta/IWA, Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG.
Nota previa del editor de CTXT: Discurso íntegro de
Yanis Varoufakis para el Congreso sobre Palestina que se iba a celebrar en
Berlín. El Gobierno alemán prohibió el acto e impidió la participación del
exministro de Finanzas griego, que no podrá entrar en el país
El ex ministro de Finanzas griego, Yanis
Varoufakis, tenía previsto pronunciar un discurso en el Congreso sobre
Palestina de Berlín el viernes 12 de abril, cuando la policía alemana irrumpió
en el lugar por la fuerza para disolver el acto. Posteriormente, el Ministerio
del Interior alemán prohibió a Varoufakis la entrada en el país y cualquier
forma de participación digital en actos políticos en su territorio.
El cofundador de DiEM25 ha colgado el discurso que
tenía previsto pronunciar en su página web: “Juzguen ustedes en qué tipo de
sociedad se está convirtiendo Alemania cuando su policía prohíbe las siguientes
palabras”.
……………………………
Amigos,
Enhorabuena, y gracias de corazón por estar aquí, a
pesar de las amenazas, a pesar de la policía blindada en el exterior, a pesar
de la panoplia de la prensa alemana, a pesar del Estado alemán, a pesar del
sistema político alemán que os demoniza por estar aquí.
“¿A qué un Congreso sobre Palestina, señor
Varoufakis?”, me preguntaba recientemente un periodista alemán. Pues porque,
como dijo una vez Hanan Ashrawi: “No
podemos contar con que los silenciados nos relaten su sufrimiento”.
Hoy, la razón que esgrimía Asrawi ha cobrado una
fuerza deprimente: porque no podemos
contar con los silenciados que también se ven masacrados y pasan hambre para
que nos hablen de las matanzas y la hambruna.
Pero también hay
otra razón: porque un pueblo orgulloso y decente, el pueblo de Alemania, se ve
conducido por un camino peligroso hacia una sociedad despiadada, al verse
asociado con otro genocidio que se lleva a cabo en su nombre, con su
complicidad.
No soy judío ni palestino. Pero me siento
increíblemente orgulloso de estar aquí entre judíos y palestinos, de unir mi
voz por la paz y los derechos humanos universales a las voces judías por la paz
y los derechos humanos universales, a las voces palestinas por la paz y los
derechos humanos universales. Estar juntos, aquí, hoy, es la prueba de que la
coexistencia no sólo es posible, ¡sino que ya está aquí! Ya está aquí.
“¿Por qué no un Congreso Judío, señor Varoufakis?”,
me preguntaba este mismo periodista alemán, pensando que se hacía el listo. Yo
le agradecí su pregunta.
Porque si un solo judío se ve amenazado, en
cualquier lugar, por el mero hecho de ser judío, yo llevaré la estrella de
David en la solapa y ofreceré mi solidaridad, cueste lo que cueste, lo que haga
falta. Así que seamos claros: si fueran atacados los judíos, en cualquier parte
del mundo, yo sería el primero en solicitar un Congreso Judío en el que dejar
constancia de nuestra solidaridad.
Del mismo modo, cuando los palestinos sean
masacrados por ser palestinos –siguiendo el dogma de que si están muertos debe
haber sido porque eran de Hamás– me pondré mi kufiya y ofreceré mi solidaridad
cueste lo que cueste, lo que haga falta.
Los Derechos Humanos Universales o son universales
o no significan nada.
Teniendo esto en cuenta, respondí a la pregunta del
periodista alemán con algunas de las mías:
¿Siguen retenidos en esa prisión al aire libre, sin
acceso al mundo exterior, con un mínimo de alimentos y agua, sin posibilidad de
llevar una vida normal, de viajar a ninguna parte, y bombardeados
periódicamente durante 80 años, dos millones de judíos israelíes que se vieran
expulsados de sus hogares e internados en una prisión al aire libre hace 80
años? No.
¿Acaso un ejército de ocupación mata de hambre
intencionadamente a los judíos israelíes, cuyos hijos se retuercen en el suelo,
gritando de hambre? No.
¿Hay miles de niños judíos heridos, sin padres que
hayan sobrevivido, que se arrastran entre los escombros de lo que fueron sus
hogares? No.
¿Se ven hoy bombardeados los judíos israelíes por
los aviones y bombas más sofisticados del mundo? No.
¿Están sufriendo los judíos israelíes un completo
ecocidio de la poca tierra que aún pueden llamar suya, sin que quede un solo
árbol bajo el que buscar sombra o cuyo fruto degustar? No.
¿Hay francotiradores que asesinen a niños judíos
israelíes por orden de un Estado miembro de la ONU? No.
¿Se ven expulsados hoy los judíos israelíes de sus
hogares por bandas armadas? No.
¿Está hoy Israel luchando por su existencia? No.
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas
fuera afirmativa, yo estaría hoy participando en un Congreso de Solidaridad
Judía.
Amigos,
Nos habría encantado celebrar hoy un debate
decente, democrático y mutuamente respetuoso sobre cómo lograr la paz y los
Derechos Humanos universales para todos, judíos y palestinos, beduinos y
cristianos, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, con personas que
piensan de forma diferente a nosotros.
Lamentablemente, todo el sistema político alemán ha
decidido no permitirlo. En una declaración conjunta que incluye no sólo a la
CDU-CSU o al FDP, sino también al SPD, a los Verdes y, sorprendentemente, a dos
líderes de Die Linke, han unido sus fuerzas para garantizar que este debate
civilizado, en el que podemos estar en desacuerdo, no tenga lugar jamás en
Alemania.
A ellos les digo: queréis silenciarnos.
Prohibirnos. Demonizarnos. Acusarnos. Por tanto, no nos dejáis otra opción que
responder a vuestras acusaciones con nuestras acusaciones. Es lo que habéis
elegido vosotros. Nosotros, no.
Nos acusáis de odio antisemita.
Os acusamos de ser el mejor amigo del antisemita al
equiparar el derecho de Israel a cometer crímenes de guerra con el derecho de
los judíos israelíes a defenderse.
Nos acusáis de apoyar el terrorismo.
Os acusamos de equiparar la resistencia legítima a
un Estado de apartheid con las atrocidades contra civiles que siempre he
condenado y condenaré, las cometa quien las cometa: palestinos, colonos judíos,
mi propia familia, quien sea.
Os acusamos de no
reconocer el deber del pueblo de Gaza de derribar el muro de la prisión abierta
en la que se han visto encerrados durante 80 años, y de equiparar este acto de
derribar el Muro de la Vergüenza –que no es más defendible de lo que era el
Muro de Berlín– con actos de terror.
Nos acusáis de trivializar el terror de Hamás el 7
de octubre.
Os acusamos de trivializar los 80 años de limpieza
étnica de los palestinos por parte de Israel y la construcción de un férreo
sistema de apartheid en Israel-Palestina. Os acusamos de trivializar el apoyo a
largo plazo de Netanyahu a Hamás como medio para destruir la solución de los
dos Estados que afirmáis que favorecéis. Os acusamos de trivializar el terror
sin precedentes desatado por el ejército israelí sobre la población de Gaza,
Cisjordania y Jerusalén Este.
Acusáis a los organizadores del Congreso de hoy de
que nosotros, y cito textualmente, “no estamos interesados en hablar de las
posibilidades de coexistencia pacífica en Oriente Próximo con el trasfondo de
la guerra en Gaza”. ¿Habláis en serio? ¿Habéis perdido la cabeza?
Os acusamos de apoyar a un Estado alemán que es,
después de Estados Unidos, el mayor proveedor de las armas al que recurre el
Gobierno de Netanyahu para masacrar palestinos como parte de un gran plan para
hacer imposible una solución de dos Estados, así como la coexistencia pacífica
entre judíos y palestinos.
Os acusamos de no responder nunca a la pregunta
pertinente que todo alemán debe responder: ¿cuánta sangre palestina ha de
correr antes de que quede lavada vuestra culpa, justificada, por el Holocausto?
Seamos claros: estamos aquí, en Berlín, en nuestro
Congreso sobre Palestina, pues, a diferencia del sistema político alemán y de
los medios de comunicación alemanes, condenamos el genocidio y los crímenes de
guerra independientemente de quién los perpetre. Y porque nos oponemos al
apartheid en la tierra de Israel-Palestina, independientemente de quién tenga
la sartén por el mango, al igual que nos opusimos al apartheid en el sur de
Estados Unidos o en Sudáfrica. Porque defendemos los derechos humanos
universales, la libertad y la igualdad entre judíos, palestinos, beduinos y
cristianos en la antigua tierra de Palestina.
Y para que tengamos aún más claras las preguntas,
legítimas y malignas, que debemos estar siempre dispuestos a responder:
¿Condeno las atrocidades de Hamás?
Condeno todas y cada una de las atrocidades, sea
quien sea el autor o la víctima. Lo que no condeno es la resistencia armada a
un sistema de apartheid diseñado como parte de un programa de limpieza étnica
de combustión lenta, pero inexorable. Dicho de otro modo, condeno todo ataque
contra civiles y, al mismo tiempo, celebro a cualquiera que arriesgue su vida
para DERRIBAR EL MURO.
¿No está Israel en guerra por su propia existencia?
No, no lo está. Israel es un Estado dotado de armas
nucleares, con el ejército quizá más avanzado tecnológicamente del mundo, y con
la panoplia de la maquinaria militar estadounidense cubriéndole las espaldas.
No hay simetría con Hamás, un grupo que puede causar graves daños a los
israelíes, pero que no tiene capacidad alguna para derrotar al ejército de
Israel, ni siquiera para impedir que Israel siga aplicando el lento genocidio
de palestinos bajo el sistema de apartheid que se ha erigido desde hace mucho
tiempo con el apoyo de los Estados Unidos y la UE.
¿No está justificado que los israelíes teman que
Hamás quiera exterminarlos?
Por supuesto que sí. Los judíos han sufrido un
Holocausto que fue precedido de pogromos y de un antisemitismo profundamente
arraigado que impregnó Europa y América durante siglos. Es natural que los
israelíes vivan con el temor de un nuevo pogromo si cede el ejército israelí. Sin
embargo, al imponer el apartheid a sus vecinos, al tratarlos como infrahumanos,
el Estado israelí aviva el fuego del antisemitismo, refuerza a palestinos e
israelíes que sólo quieren aniquilarse mutuamente y, en definitiva, contribuye
a la terrible inseguridad que consume a los judíos de Israel y de la diáspora.
El apartheid contra los palestinos es la peor autodefensa de los israelíes.l
imponer el apartheid a sus vecinos, al tratarlos como infrahumanos, el Israel
aviva el fuego del antisemitismo
¿Y el antisemitismo?
Siempre es un peligro claro y presente. Y debe ser
erradicado, especialmente entre las filas de la izquierda global y los
palestinos que luchan por las libertades civiles palestinas en todo el mundo.
¿Por qué los
palestinos no persiguen sus objetivos por medios pacíficos?
Lo han hecho. La
OLP reconoció a Israel y renunció a la lucha armada. ¿Y qué obtuvieron a
cambio? Una absoluta humillación y una limpieza étnica sistemática. Eso es lo
que alimentó a Hamás y lo encumbró a los ojos de muchos palestinos como única
alternativa a un lento genocidio bajo el apartheid de Israel.
¿Qué debería hacerse ahora? ¿Qué podría traer la
Paz a Israel-Palestina?
Un alto el fuego inmediato.
La liberación de
todos los rehenes: los de Hamás y los miles retenidos por Israel.
Un proceso de paz, bajo el auspicio de la ONU,
apoyado por un compromiso de la Comunidad Internacional para acabar con el
apartheid y salvaguardar la igualdad de libertades civiles para todos.
En cuanto a lo que debe sustituir al apartheid,
corresponde a israelíes y palestinos decidir entre la solución de los dos
Estados y la solución de un Estado laico federal único.
Amigos,
estamos aquí porque la venganza es una forma perezosa
de dolor.
Estamos aquí para promover no la venganza, sino la
paz y la coexistencia entre Israel y Palestina.
Estamos aquí para decirles a los demócratas
alemanes, incluidos nuestros antiguos camaradas de Die Linke, que ya se han
cubierto de vergüenza durante demasiado tiempo, que con dos errores no se llega
a un acierto, que permitir que Israel se salga con la suya con crímenes de
guerra no va a mejorar el legado de los crímenes de Alemania contra el pueblo
judío.
Más allá del congreso de hoy, tenemos el deber en
Alemania de cambiar el discurso. Tenemos el deber de convencer a la gran
mayoría de alemanes decentes de que lo que importa son los derechos humanos
universales. Que nunca más significa nunca más. Para cualquiera, judío,
palestino, ucraniano, ruso, yemení, sudanés, ruandés… para todos, en todas
partes.
En este contexto, me complace anunciar que el
partido político alemán MERA25, como parte del DiEM25, estará en las papeletas
de las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mes de junio, buscando el
voto de los humanistas alemanes que anhelan un diputado al Parlamento Europeo
que represente a Alemania y denuncie la complicidad de la UE en el genocidio,
una complicidad que es el mayor regalo de Europa a los antisemitas en Europa y
más allá.
Os envío a todos mis saludos y os sugiero que no
olvidemos nunca que ninguno de nosotros es libre si hay uno de nosotros que sobrevive
encadenado.
Lo subrayado/interpolado
es nuestro.
………………
*Yanis Varoufakis (Falero, Grecia, 1961) es
economista, ensayista, activista y político. Fue Ministro de Finanzas en Grecia
y es cofundador junto a Bernie Sanders de la Internacional Progresista (IP).
Este es un texto escrito por él para ‘Ideas’ al hilo del lanzamiento de su
último libro, Tecnofeudalismo. El sigiloso sucesor del capitalismo,
de Deusto, que se publica el próximo 14 de febrero. Traducción pera CTXT de Lucas Antón.
Alemania prohíbe
un congreso palestino, deteniendo a los participantes y expulsando del país a
los ponentes extranjeros
Red Latina sin
fronteras
Represión sin precedentes en la Unión Europea con detenciones
masivas y hasta corte de luz al edificio donde se celebraba el evento: “Nazismo
y sionismo unidos jamás serán vencidos. En el perverso sistema capitalista
salvaje, la historia se repite como farsa y después como tragedia. Quien no
aprende las lecciones que le da la historia, esta condenado a repetirlas”.
Prof. Morena Peralta/IWA, Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG.
Este fin de semana debía celebrarse en la capital alemana un
Congreso sobre Palestina. Pero 2.500 policías fueron movilizados y clausuraron
el acto antes de que pudiera pronunciarse el primer discurso. Varios camaradas
judíos fueron detenidos.
Miles de policías desplegados en Berlín para evitar un
Congreso Palestino
Por Nathaniel Flakin.
Grupo Tortuga, Berlín, Alemania
A principios de 1968, el movimiento estudiantil de Berlín
Occidental organizó un Congreso Internacional sobre Vietnam. Unas 6.000
personas se reunieron en la Universidad Técnica de Berlín para debatir la
solidaridad con las luchas antiimperialistas, no sólo en Vietnam, sino también
en América Latina y África. Muchos de los oradores eran judíos, como Ernest
Mandel, de Bruselas, o Alain Krivine, de París.El empresario ultra derechista
Axel Springer exigió que se reprima el evento, pero habría sido demasiado una
de las ciudades abanderadas del llamado "mundo libre" prohibir un
debate político.
Este fin de semana, unos 56 años después, Berlín debía acoger
un Congreso Palestino. La misma prensa derechista de Springer pidió
prohibiciones, y esta vez tuvieron éxito. El nivel de represión en Berlín hoy
es mucho peor que en los años sesenta, ¿y la libertad de prensa?.
A los organizadores les fue casi imposible encontrar una
sede, ya que las universidades alemanas prácticamente
han prohibido el debate sobre el genocidio en curso en Palestina. La
ubicación del Congreso Palestino se mantuvo en secreto hasta unas horas antes
del evento. Más de 900 policías bloquearon inmediatamente el lugar, un salón de
fiestas privado, y declararon que sólo se permitiría la entrada a 250 personas.
Lo justificaron de forma inverosímil alegando que se trataba de una cuestión de
"seguridad contra incendios", a pesar de que la sala puede albergar a
mucha más gente. Así, menos de un tercio de las personas que habían comprado
entrada pudieron pasar el control policial.
Ni bien el congreso, la policía antidisturbios no sólo
irrumpió en el escenario, sino que cortó la electricidad de todo el edificio
para impedir la retransmisión en directo del acto. Poco después, declararon que prohibían por completo el acto. No está
claro cuál es el fundamento jurídico de esta medida.
Al cirujano británico-palestino Ghassan Abu Sitteh, que
acaba de ser elegido rector de la Universidad de Glasgow, se le denegó la
entrada en Alemania. Fue retenido en el aeropuerto durante más de tres horas y
posteriormente deportado al Reino Unido. Abu Sitteh, que ha aparecido en el New
York Times, trabajó en el hospital Al-Shifa de Gaza durante 43 días y quería
informar sobre sus experiencias de primera mano. También es testigo en las
audiencias del Tribunal Internacional de Justicia, donde Alemania se enfrenta a
cargos por complicidad en genocidio. Esto nos recuerda hasta qué punto el régimen
alemán se ha alejado de las normas democráticas básicas: el director electo de
una importante universidad europea ni siquiera puede entrar en el país.
Al menos dos participantes del congreso de origen judío
fueron detenidos por numerosos "delitos", como sostener un cartel en
el que se leía "Judíos contra el genocidio". El régimen alemán
lleva a cabo esta represión en nombre de la "lucha contra el
antisemitismo" y la "protección de los judíos." Pero al menos
una cuarta parte de los oradores anunciados eran judíos, y muchos de los
detenidos llevaban una kipá o una estrella de David.
El régimen de Berlín permite regularmente que se
celebren concentraciones de extrema derecha y abiertamente fascistas, e incluso
les da protección policial frente a los contramanifestantes en nombre de la
"libertad de expresión". El pasado noviembre, cuando destacados
políticos del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) y
nazis se reunieron en un hotel de Potsdam para debatir planes para deportar a
millones de personas de Alemania, ningún policía irrumpió en el lugar.
Sin embargo, todos los partidos del régimen alemán están
unidos en su solidaridad con el régimen de extrema derecha de Israel. Una
alianza de todos los partidos, incluidos los Verdes e incluso figuras
destacadas del partido de izquierda reformista Die Linke, pidió la prohibición
del Congreso Palestino. El partido de extrema derecha AfD tiene la misma
postura antipalestina. El regimen y la policía no encontraron base legal
para restringir el derecho a la libertad de expresión, así que utilizaron la
fuerza bruta.
El partido conservador de Berlín, CDU, hace publicidad
cínicamente diciendo que "Berlín no es lugar para el antisemitismo".
Esto es más que un poco irónico, después de que el alcalde de Berlín abrazara
con orgullo a Elon Musk, uno de los más prominentes difusores mundiales de
teorías conspirativas antisemitas. El regimen alemán sólo está
interesado en "luchar contra el antisemitismo" cuando esto se puede
utilizar para reprimir a los inmigrantes y a la izquierda.
La noche anterior al congreso, un canal de televisión
propiedad de Springer había invitado al político de extrema derecha más
prominente de Alemania, Björn Höcke, a un debate en horario de máxima
audiencia. Höcke, que lleva tiempo exigiendo el desmantelamiento del monumento
conmemorativo del Holocausto, se permitió declarar que en Alemania no existe
antisemitismo real, salvo el importado por los inmigrantes. Nadie contradijo
esta extraña afirmación, que es esencialmente lo que todos los demás partidos
han estado diciendo también. Culpar a los no alemanes, y especialmente a los
judíos, del antisemitismo es una cínica maniobra para blanquear la
responsabilidad de la burguesía alemana oligarquía empresarial,
financiera-bancaria/agiotista, y su testaferra la clase burguesa
politicastra/castrense corrupta.
Esta represión no significa que esta alianza de todos los
partidos tenga un mandato de la población. Todo
lo contrario: el apoyo al genocidio de Israel es extremadamente impopular en
Alemania, con más del 61 por ciento de la población diciendo que las acciones
militares no están justificadas. La clase dominante necesita recurrir a una
represión tan escandalosa porque no hay otra forma de atenerse al Staatsräson
de apoyo incondicional a Israel.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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