En el Chile real exitista y
autocomplaciente, la derrota ideológica, ¿Qué hacer?...
Prolegómenos:
LA DERROTA IDEOLÓGICA DE LA CLASE POLITICA CHILENA: ¿QUE
HACER?.
Desde la arcadia chilensis exitista y autocomplaciente - 50
años de felicidad de la CMPC/SOFOFA y su testaferro la clase burguesa
politicastra/castrense, corrupta, “de la democracia en la medida de lo posible –
made in USA- en el contexto de la constitución/Artilugio de 1980 y su política bajuna
impuestas por la dictadura cívico militar pinochetista entre estado de sitio y estado
de excepción.
La infancia y la juventud chilena marginadas,
maltratadas, apaleadas y criminalizadas, lectores entusiastas y difusores de
los ensayos, artículos y libros del
académico Prof. Juan Pablo Cárdenas Squella, especialmente de la juventud
universitaria del Movimiento social 18 de Octubre que se siguen reuniendo como
Plaza de la Dignidad Gabriela Mistral frente
a la histórica demanda, que
hacer, su respuesta, ¡otro Chile socialista/
allendista es posible!
¿Por qué el presidente Allende combatió
la mañana del golpe de Estado?
Una decisión que los izquierdistas socialdemócratas evitan analizar
El once de
septiembre, el presidente Allende, junto con disparar a las tropas que atacaban
La Moneda se paseó delante de todo el mundo con un AK- 47. Fue un claro mensaje
en el que asumía el término del camino institucional y el inevitable paso a la ruptura.
Nunca pensó en tranzar ni en rendirse, como después lo hicieron muchos de su
seguidores que se “renovaron” y que administraron la herencia orwelliana de
la dictadura cívico militar pinochetista.
El presidente Allende murió asesinado defendiendo
lo que sostuvo toda su vida, crear una vía nueva al socialismo, mediante una
transición que, en el marco de la institucionalidad, cambiase la situación de
fuerzas a favor del pueblo que construía su propio poder alternativo.
Durante los momentos iniciales del golpe de Estado de
septiembre de 1973, el presidente Salvador Allende trató de que los comandantes
en jefe de las Fuerzas Armadas alzados fueran a La Moneda, quienes se negaron,
porque su decisión ya estaba tomada y, además, el gobierno de Estados Unidos
era el cerebro que estaba detrás de todo. Constituyó una frustrada gestión, hoy
ignorada mayormente y, quizás, el último intento de “muñequear” como lo aseveró
Pinochet aquella mañana en sus diálogos con los generales sublevados. Pero al
margen de las formas o epítetos, lo concreto fue que en el interregno, entre la
aún vigente democracia burguesa y la cruenta implantación del nuevo orden
dictatorial/cívico militar, el presidente Allende actuó con
fidelidad a lo que era su idea estratégica, sin embargo, minutos después
comenzó a disparar. Nadie puede suponer que el ex presidente pensaba que su resistencia
lograría frenar el avance de la soldadesca, por tanto, la gran duda se
encuentra en analizar el ¿por qué lo hizo? Pero, sobre todo ¿Cuál fue la razón para
que se dejara ver con un fusil?
Una imagen que tenía muy en claro, quedaría para la
historia. Sin duda alguna, fue un hecho esencialmente político, se imponía un
régimen excluyente sin espacio para tranzar, al menos, él no estaba dispuesto a
hacerlo y rechazó el ofrecimiento de tomar un avión y salir huyendo. Con ello,
marcó el derrotero de lo que sería la resistencia a la dictadura/cívico militar.
La relevancia que tuvo la acción del presidente Allende
en aquellas horas, es que entendió que solo quedaba la opción de la ruptura.
Grupos izquierdistas sostienen que murió defendiendo la democracia burguesa y
coinciden con los socialistas renovados/renegados que también plantean
que su sacrificio fue por defender la democracia y sin decirlo, se refieren a
la de carácter liberal. No obstante, lo central está en su muerte,
independiente de la forma en que esta acaeció, así como en los enunciados
utilizados en su discurso de despedida. En cuanto al primer aspecto, fue acorde
con lo planteado en 1971, si el proceso que lideraba era frustrado por un golpe
militar, solo acribillándolo en La Moneda
este podría efectuarse. De igual manera y, con relación a lo segundo, en su
discurso final utilizó categorías marxistas y ratificó el proceso de la Unidad
Popular como de transición al socialismo, dejando en claro que había prometido
que respetaría la legalidad y lo hizo, no obstante, tenía puesto un casco de combate
y un Aka colgaba de su hombro, algo que más allá de la ironía de la historia,
retrató en toda su magnitud, pensamiento y gesto. La gran lección que el ex presidente
Allende dejó, fue que institucionalidad y ruptura no se pueden disociar y que
en su vida política utilizó ambas en toda su intensidad, ya sea en el respeto absoluto
al orden democrático establecido, por lo que nunca cercenó libertades ni
atropelló los derechos de las personas, pero a la vez, si el régimen
democrático es excluyente y de máxima represión, la ruptura es él único camino,
aun en su dimensión más aguda como es la armada, ya que no depende solo del
bando de los dominados, sino que está determinada por el carácter de la
dominación. Por ello, el presidente Allende murió respondiendo a las
condiciones de ese momento pensando en la vigencia de su proyecto socialista.
Las bases del socialismo Allendista Chileno se han constituido
en una mesa de unidad socialista revolucionaria para construir un eje articulador de una gran fuerza política que surja
como opción al perverso sistema capitalista y saque el país de su catástrofe
económica, política y social/ Semanario Sur Andino / Luis Espinosa Garrido. Director.
El Movimiento Social Rebelde 18 de Octubre tiene muy
claro que sólo los Pueblos Chileno y Mapuche
salvarán la Nación Chilena – son dos Pueblos hermanos-, en el marco del legado
del Presidente Mártir Dr. Salvador Allende Gossens, empezando por darnos una
nueva Constitución elaborada en una asamblea legislativa constituyente y
sancionada soberanamente en un plebiscito por el pueblo...
Con esperanza y
memoria es imprescindible acabar ya con la infausta tragedia que sobreviven
mayoritariamente los Pueblos Chilenos y Mapuche por más de cinco décadas. Basta ya de saquear las riquezas naturales y
las arcas fiscales: Milicos a los carteles, politicastros corruptos a la
cárcel. El presente es de lucha por un nuevo Chile Socialista Allendista “donde
todos seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente
libres”. “La Historia es nuestra y la
hacen los Pueblos hermanos Chileno y Mapuche.
Prof. Moreno Peralta /IWA
Secretario Ejecutivo Addhee. Ong
Los
triunfos electorales de la izquierda en Brasil como en Colombia (Gustavo Petro
y Lula da Silva) demuestran el fracaso de las teorías neoliberales de los
gobiernos derechistas. De la mano del capitalismo más extremo, la verdad es que
en aquellos países se acrecentaron las diferencias socioeconómicas, aumentó el
número de pobres y, con esto, cundieron las lacras del narcotráfico y de la
delincuencia. En Chile, sin embargo, existe la sensación de que en las próximas
elecciones municipales y presidenciales la ventaja de las expresiones
derechistas se acrecentará ante la frustración de muchos respecto de la gestión
de Gabriel Boric.
Incluso
al interior del oficialismo hay quienes se entregan a la idea de que ahora les
tocará otra vez a los sectores retardatarios instalarse en La Moneda y gran
parte de los gobiernos regionales. El derrotismo de quienes nos gobiernan se
hace cada día más ostensible, al grado que algunos piensan que la actual
administración difícilmente podrá completar su período de gobierno.
Antecedida
por una campaña llena de promesas y cambios radicales, los jóvenes dirigentes
de la izquierda que accedieron al poder a poco andar perdieron la esperanza en
cuanto lograr del Parlamento auspicio para sus iniciativas económicas que
fundamentalmente apuntaban a reformar el sistema de pensiones, derrumbar los
negocios especulativos en la salud y promover un nuevo sistema tributario que
le permitiera al Estado reunir los recursos para solventar los cambios. Así,
como de paso, lograr que los ricos paguen mayores impuestos y se pueda frenar
drásticamente la corrupción y el desarrollo del crimen organizado.
El
rupturismo propiciado por Boric y los partidos de izquierda incluía severas
críticas a la gestión presidencial del empresario derechista Sebastián Piñera,
pero también al comportamiento de los gobiernos de la Concertación y de la
Nueva Mayoría. Sin embargo, muy rápidamente, el Gobierno invitó a gobernar a un
buen número de socialistas, del PPD y otras denominaciones que recién habían
sido objeto de demoledoras críticas de parte de las expresiones vanguardistas,
que apuntaban especialmente a su falta de probidad e incapacidad para corregir
los escandalosos niveles de desigualdad social.
Incluso
el propio Boric prometió llevar a los Tribunales a Piñera y a las cúpulas
policiales que habían reprimido brutalmente la Rebelión Social del 2019,
violando sistemáticamente, como se acusó, los Derechos Humanos de cientos de
manifestantes. En este sentido, nadie imaginaría que en pocas semanas el nuevo
Mandatario y el anterior cultivaran tan buenas relaciones, viajaran juntos al
exterior y se encontraran en reiteradas ocasiones dentro de un clima de suyo
fraterno. De allí que, después de su trágico deceso, Piñera fuera sepultado con
los más altos honores de Estado en que, las más importantes figuras de la nueva
administración se turnaron para hacer guardia en torno a su féretro.
Más
allá de la “amistad cívica”, que tanto se proclama como atributo republicano,
estas buenas relaciones culminaron con el ingreso al Gobierno de las figuras
septuagenarias ácidamente cuestionadas por los jóvenes del que ahora promete
constituirse en un solo Frente Amplio; por lo que ya se habla de la orientación
más bien centro izquierdista de los actuales moradores de La Moneda.
Ministerios tan importantes como el del Interior, Relaciones Exteriores,
Hacienda, Vivienda y otros tienen como titulares a quienes después de los
gobiernos de Ricardo Lagos y de la señora Bachelet se los consideró como
jubilados en la política. Además de varios otros que han salido a ocupar
importantes embajadas y otras designaciones diplomáticas.
Pero,
lo cierto, es que no solo se trata de rostros sino de intenciones. Este tipo de
políticos incorporados al gobierno de Boric se sabe que quedaron verdaderamente
obnubilados por las ideas neoliberales, la sacrosanta veneración del mercado,
la necesidad de atraer a los inversionistas extranjeros, así como la idea de
que los valores medioambientales no puedan constituirse en un obstáculo a la
libre iniciativa y empresa.
Lo
más curioso es que en su etapa juvenil estos mismos personajes formaron parte
de las expresiones ultra izquierdistas que llegaron a considerar a Salvador
Allende como un “reformista” y estuvieron tan a contrapelo con su gestión. Nos
referimos en especial a quienes militaron en el MAPU y el MAPU Obrero
Campesino, como en las vertientes más radicalizadas del Partido Socialista.
Verdaderamente
reciclados ideológicos que hoy consideran a la democracia como un fin y no como
un medio para el logro de la justicia social, la paz y la buena convivencia del
pueblo. Cariz ideológico importante que en la práctica los lleva a asumir la
que entonces llamaban la “democracia burguesa” y que hoy en el mundo consideran
como válidos regímenes criminales tan abominables como los de Donald Trump y
Netanyahu, conspirando contra gobiernos como el de Cuba, Venezuela y
otros países que, pese a los justos reparos que se le pueden inculpar, buscan
sobre todo que la soberanía de sus pueblos signifique su liberación del hambre,
la ignorancia, la violencia, la discriminación social y cultural. Además de
combatir efectivamente aquellas lacras sociales que abundan en el llamado
“mundo libre”, como el tráfico de estupefacientes, el crimen organizado y el
consumismo ecocida.
A
lo anterior, es evidente como La Moneda se aparta de su entorno regional para
dejarse caer en los brazos del imperialismo y la hegemonía capitalista de las
grandes potencias, haciendo de China una excepción nada más que por su
gravitación económica y la curiosa denominación comunista de su gobierno que
para algunos incautos resulta auténtica.
Lo
peor de todo es que quienes se incorporaron más tarde al gobierno de Boric en
poco tiempo son los que están mediatizando los cambios prometidos, abriéndose a
darle rescate, por ejemplo, a las APPs y la isapres, como a colonizar de
capital foráneo recursos tan fundamentales como el litio. Así como estarían muy
dispuestos a convenir con la derecha un armisticio ideológico que suponga
militarizar las zonas de tensión social del país, como la Araucanía. Junto con
renunciar a la propuesta de una educación pública gratuita y de calidad, la
gran bandera de lucha de los dirigentes estudiantiles hoy en el Gobierno.
No
sería raro, por lo mismo, que próximamente todos vivamos bajo un gran estado de
excepción, tal como lo pusiera en práctica Pinochet y es el deseo de la derecha
cuando siente amenazados sus privilegios.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro
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