Nicaragua. ¿Quiénes son los traidores a la Patria?
Al general de
seres humanos libres Cesar A. Sandino
cuando nos acercamos
al 90 aniversario
de su partida a la
inmortalidad.
Sergio Rodríguez Gelfenstein/Escritor y analista internacional/ Prensa Mare Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:
Nicaragua ha debido luchar en
defensa de su soberanía casi desde el mismo momento en que se constituyó como
república independiente. Desde la invasión británica de 1847 a su costa Caribe,
y al año siguiente a San Juan y la isla del Tigre en el Golfo de Fonseca como
expresión de la pugna con Estados Unidos para apoderarse de la estratégica
región, pasando por las tres expediciones del filibustero estadounidense
William Walker entre 1855 y 1860 para establecer una dictadura personal en el
territorio nacional hasta el intento de golpe de Estado de 2018, Nicaragua ha
debido encarar una larga lista de invasiones y amenazas a su soberanía.
Al comenzar el siglo XX, en
1909, en el marco de la política del
“Gran Garrote” y la “Diplomacia del Dólar”, el presidente estadounidense
William Taft propició un golpe de Estado contra el mandatario nacionalista José
Santos Zelaya. En ese contexto, Estados Unidos ocupó Nicaragua en 1912
imponiéndole cuatro años después el tratado Bryan-Chamorro que era expresión de
un virtual protectorado sobre la nación centroamericana. Las tropas yankis
permanecieron en el territorio nacional por 21 años hasta que el Pueblo Nicaragüense
liderado por el general Cesar A. Sandino los derrotó militarmente y los expulsó
del país.
Sandino fue traicionado y
asesinado en 1934, tras lo cual Washington instaló en Managua una brutal
dictadura dinástica encabezada por Anastasio Somoza y sus hijos que fue
defenestrada por la lucha del Pueblo Nicaragüense conducido por el Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) el 19 de julio de 1979.
Antes, durante los primeros
días de julio de ese año, el “democrático” presidente de Estados Unidos Jimmy
Carter intentó escamotearle el triunfo al FSLN, primero al desembarcar tropas
en la ciudad de Liberia al norte de Costa Rica a solo 75 km. de la zona de
combate, para después propiciar el apoyo de la OEA a una intervención militar
en el país y finalmente, tras la huida de Somoza el 17 de julio, pretender
instalar un régimen “somocista sin Somoza” a cargo de Francisco Urcuyo.
Ya en el poder, la Revolución Sandinista
se vio obligada a enfrentar una guerra que le valió perder más de 50.000 ciudadanos como resultado de acciones
directas e indirectas de Estados Unidos durante el período que transcurrió
entre 1979 y 1990. El daño económico causado por la guerra de Estados Unidos
contra Nicaragua se estimó en 17 mil millones de dólares.
Vale repetir entonces que la
historia de Nicaragua es una historia de lucha por su sobrevivencia como nación
independiente. Y en esa larga epopeya han aprendido a conocer al enemigo –
tanto al interno como al externo- generando un sentimiento, un honor y orgullo
del ser nicaragüense que le ha permitido en los últimos años enfrentar exitosamente
las nuevas modalidades de intervención imperialista.
En el pasado reciente,
nuevamente Washington intentó derrocar al gobierno democrático del país. ¿O es
que acaso no nos han repetido durante 200 años que democracia es aquel sistema
que emerge de las elecciones? El Pueblo Nicaragüense, conducido por el FSLN ha
aprendido a ganar los comicios de la democracia representativa y haciendo uso
de las prerrogativas que le concede la autoridad del Estado insertas en la
Constitución Nacional, están defendiendo el legítimo poder adquirido.
La nueva embestida imperial se produjo
en abril de 2018. Una alianza de delincuentes juveniles traídos de El Salvador
junto a Organizaciones No Gubernamentales (ONG), instituciones gremiales y de
empresarios todas bajo conducción de la Embajada de Estados Unidos, las de la
Unión Europea y la jerarquía de la iglesia católica y con el respaldo financiero de la Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID) la Fundación Nacional para la
Democracia y el Instituto Republicano Internacional, todas instituciones al
servicio del gobierno de Estados Unidos, lograron atraer a un sector de
la población para realizar acciones violentas encaminadas a derrocar al
gobierno en un país que mostraba resultados
económicos sobresalientes y los mejores índices de seguridad de toda la región.
Una vez
controlados los incidentes que
produjeron la muerte de 253 ciudadanos, cientos de
militantes sandinistas torturados y heridos y miles de millones de dólares en
daños a la economía,
el presidente Daniel Ortega llamó a un diálogo que en el marco de la democracia
permitiera recobrar (una vez más) la estabilidad política, la gobernabilidad
democrática y la seguridad económica brutalmente destrozadas en pocas semanas
tras un largo camino de recuperación iniciado en 2007. La gran mayoría se
acogió a la demanda dialogante del presidente, pero los que no lo hicieron, se
tuvieron que enfrentar al peso del Estado, de las leyes y de la firme
institucionalidad del país. Pilares fundamentales de ella son el Ejército
Nacional de Nicaragua, las fuerzas de seguridad y de orden público que,
emergidas de la revolución de 1979, garantizan como una firme columna vertebral,
el cuerpo de la nueva Nicaragua.
Gran escándalo hicieron los
medios mediáticos de comunicación transnacionales cuando en febrero del
año pasado el gobierno sandinista
decidió liberar y expulsar del país a 222 personas que se hallaban detenidas
por haber recibido dinero directa o indirectamente de agencias del gobierno de
Estados Unidos a través de instituciones sin fines de lucro o empresas, que se
encargaban de administrar las agresiones estadounidenses contra Nicaragua. Otros
92, la mayoría viviendo en el exterior, fueron privados de su ciudadanía. Entre
ellos, figuran muchos de los dirigentes y activistas de la intentona golpista
de abril de 2018 que en el momento de su detención planeaban nuevas acciones
terroristas para intentar afectar el proceso eleccionario de 2021.
La expulsión del país y la privación de la ciudadanía por
acciones delictivas son medidas aplicadas por la mayoría de los países
occidentales, incluido Estados Unidos. Desde 2010 el Reino Unido ha privado de
su ciudadanía a 767 personas. No se conoce que tales medidas hayan sido
repudiadas por ninguna ONG, tampoco se sabe nada acerca de la denuncia por algún
medio transnacional ni por ningún partido de la izquierda tradicional latinoamericana
o europea.
Mientras esto ocurría, una misión del FMI -organización que
se sabe, no es un apéndice del comunismo internacional ni tiene su sede en
Beijing o Moscú- visitó Managua del 6 al 17 de noviembre de 2023 con el fin de llevar a
cabo la Consulta del Artículo IV de 2023. El
equipo del FMI informó que: “La economía de
Nicaragua ha mantenido su resiliencia frente a múltiples shocks gracias a
políticas económicas adecuadas, colchones considerables y apoyo multilateral”. El
organismo internacional tomó nota de que tras un fuerte repunte en 2021, el
crecimiento económico ha sido estable gracias al consumo privado y al desempeño
de las exportaciones desde 2022.
Al momento de realizar su
informe, la organización pronosticó para Nicaragua un crecimiento del 4%
en 2023 así como la desaceleración de la inflación, superávit fiscal y amplios
depósitos. En esa perspectiva consideró que en 2024 y en el mediano plazo el país
continuaría su crecimiento económico en torno a un 3,5% anual soportado principalmente por el consumo privado.
En otros aspectos, la
misión del FMI aseguró que las perspectivas económicas eran
favorables y que los riesgos estaban equilibrados. Sin embargo, advirtió que podría haber sorpresas positivas reflejadas en un crecimiento
aun mayor del PIB debido a una recuperación más sostenida de la demanda
interna, incluida la inversión y a una entrada de remesas más fuerte de lo
previsto, especialmente en el corto plazo
La misión del
FMI , estuvo de acuerdo con la decisión del gobierno “de
seguir implementando políticas macroeconómicas prudentes -necesarias para
conservar la resiliencia y una gestión económica clara y previsible- que
respaldan el crecimiento a mediano plazo.
Finalmente, elogió a las
autoridades por su interés en fortalecer y salvaguardar la sostenibilidad de
las finanzas públicas y por el refuerzo a una adecuada consolidación fiscal del país. De la misma
manera. se mostraron satisfechos con la estabilidad mostrada por el sistema
financiero privado que se encuentra bien capitalizado
y tiene liquidez, considerando que podría fortalecerse aún más.
En otro plano,
el FMI reconoció “los esfuerzos de las autoridades para mejorar la
transparencia fiscal” instando a que estos se mantengan para mejorar la
supervisión de los fondos públicos.
No se ha sabido de que estos resultados hayan sido informados
por ninguna ONG, tampoco dados a conocer
por algún medio transnacional, ni festejados por ningún partido de la izquierda
tradicional latinoamericana o europea.
Más de alguno debe estar pensando lo “peligroso” que resulta
ser elogiado por una organización tan “despreciable” como el FMI, lo cual no
deja de ser “sospechoso”. Otros pueden afirmar que eso se refiere a cifras
macro económicas que no significan mejoras para el pueblo humilde de Nicaragua.
Pero, hay que saber que los éxitos económicos de Nicaragua
han permitido al gobierno tomar medidas para mejorar los marcos de gobernanza y anticorrupción al tiempo que ha elevado
el nivel de vida de la población. En este ámbito, la Procuraduría General de la República de Nicaragua ha entregado más de
650.000 títulos de propiedad a otras tantas familias nicaragüenses entre 2007 y
2023. Con esto, se ha garantizado el bienestar de los ciudadanos más humildes
al resguardar para ellos y sus familias la seguridad jurídica que da la
propiedad de sus viviendas y tierras para el trabajo. En un esfuerzo sin
precedentes, el gobierno del FSLN ha titulado casi 500 mil hectáreas desde su
regreso al poder en 2007 destinando para ello 31 millones
de dólares que permitieron que el proceso fuera totalmente gratuito para los
beneficiarios, coadyuvando de esta manera también a la estabilidad y
tranquilidad de las familias.
En otro orden, es importante
saber que la economía nicaragüense se encuentra en una dinámica expansiva
“moderada pero sostenida” con sólidos crecimientos de su PIB, llegando incluso
a un 4,5% en 2023, cifra que supera la propia previsión del FMI para ese año.
En una entrevista para el medio ruso Sputnik en español, el presidente
del Banco Central de Nicaragua (BCN) Ovidio Reyes, y el diputado de
la Asamblea Nacional Wálmaro Gutiérrez explicaron que después del retroceso
producido por el intento de golpe de Estado de 2018 y la pandemia de 2020 a
2021, la economía del país entró en una dinámica de franca recuperación y
crecimiento. Ello se manifiesta en tres años consecutivos de expansión de la economía
lo cual ha tenido una clara incidencia en “el comercio, en la circulación
vehicular y en el movimiento de las personas”.
Reyes y Gutiérrez
afirmaron que en Nicaragua se estaba observando un dinamismo económico positivo de los
sectores comercial, hotelero, restaurantero, así como de las actividades financieras y la
de industria manufacturera, Aseguraron que el país ya tiene el “crecimiento
económico consolidado y el motor muy bien encendido". Según ellos, la
clave ha sido la reducción de la inflación registrada en 5,65% en noviembre
pasado, cuando al cierre de 2022 esta se posicionó en 11%.
Otras cifras a
destacar son el récord histórico en la acumulación de reservas
internacionales, que cerraron el año 2023 con alrededor de 5.300 millones
de dólares así como la
industria turística en alza. Igualmente, Nicaragua finalizó el año con superávit
presupuestario debido al alza recaudatoria de impuestos directos e
indirectos, permitiendo garantizar el subsidio al combustible, el servicio de
energía y agua potable, al transporte colectivo de Managua y el Caribe, a los
jubilados y las universidades.
Para el año 2024 se
espera una inflación aún más baja, así
como el incremento de la inversión extranjera directa que viene al país
confiada en el buen manejo de la economía y altos índices de seguridad
ciudadana y jurídica para las inversiones. El país registró a octubre de 2023
un crecimiento del 3% en las exportaciones valoradas en 3.449 millones de
dólares, mientras que las remesas familiares alcanzaron a octubre más de 3.800
millones de dólares. De la misma manera, se espera también la reducción del
desempleo para llevarlo hasta un 3-3,5%.
En otro plano, vale decir que el éxito económico y el
superávit en el presupuesto han permitido tomar la decisión de consignar el 56.3%
del mismo para la inversión social: en salud el 21%, en educación el 21.7%, en vivienda y servicios comunitarios 9%, protección
social 3.5% y recreación cultura y religión 1.1%.
Con ello, el gobierno del FSLN encabezado por el Comandante
Daniel Ortega ha logrado revertir la tenebrosa situación en que dejaron al país
los gobiernos capitalistas neoliberales que lo condujeron por 17 años
hasta 2007.
Particular importancia ha tenido la inversión que ha hecho el
gobierno sandinista en materia de salud. El programa de inversión pública se
multiplicó por 5 en estos años, alcanzando 97 millones de dólares el año 2022 mientras
que el presupuesto del Ministerio de Salud se incrementó en 6,5 veces llegando
a aproximadamente 614 millones de dólares.
En este sentido, el gobierno sandinista ha emprendido su
programa de salud en tres vértices: la construcción de una nueva
infraestructura hospitalaria y de atención primaria, la modernización de las
existentes y la red comunitaria de apoyo.
El periodista argentino Alberto Más, en un artículo publicado
en el portal “Acercándonos. Movimiento Cultural” afirmo que: “Esta nueva infraestructura
incluye programas digitales de conectividad entre hospitales y unidades de
salud, proveyendo de conexión por internet por banda ancha a los hospitales y
centros de salud a nivel departamental y municipal”.
Más señaló que si se compara la infraestructura existente en
el año 2006 con la actual se puede constatar que de 56 hospitales, se pasó a 75
los que poseen tecnología e inversión permanente. Así mismo, el país cuenta “con
10 camas hospitalarias, 9 médicos, 8 enfermeras y 9 auxiliares de enfermería
por cada diez mil habitantes”. Esta situación condujo a una abrupta caída de la
mortalidad neonatal que bajó de 18 por cada mil nacidos vivos al inicio de esta
nueva etapa de reconstrucción nacional, a 9 en el año 2022.
Nada de esto ha sido informados por
ninguna ONG, tampoco dado a conocer por
algún medio transnacional, ni festejado por ningún partido de la izquierda
tradicional latinoamericana o europea. Para los que tienen dudas sobre estas
cifras por ser oficiales y aportadas por altos funcionarios del Estado
nicaragüense, tienen la opción de consultar al FMI, que puede corroborar sin
duda alguna toda la información que se está ofreciendo
Más fácil aún, pueden ir a Nicaragua y conversar con los
trabajadores del mercado, los hoteleros, los taxistas, los restauranteros, los
artesanos y si quieren ir más lejos hablen con soldados y policías y
pregúntenles que piensan de su país y aprovechen de consultarles su opinión acerca
de los intelectuales que transmiten odio desde Miami, Los Ángeles y Madrid, de
los terroristas con sotana y de los traidores que prefieren sumir al país en
muerte y destrucción antes que contribuir a la grandeza de su Patria.
Finalizo dando a conocer con el decreto del 14 de noviembre
de 1927 emitido por el general de seres humanos Libres Cesar A. Sandino
desde el Cuartel General del Ejército Defensor de la
Soberanía Nacional en el Chipote, departamento
de Nueva Segovia, Nicaragua.
Decreto
Son traidores a la Patria:
1. Todo nicaragüense que con miras políticas
traficare con la honra de la Nación, solicitando apoyo oficial de los
conquistadores de Nicaragua, así como del régimen de la Casa Blanca y
el que saliere del país como representante del régimen espurio del
traidor Adolfo Díaz.
2. El que haya celebrado pactos secretos con el
enemigo, ya sea como jefe militar o como jefe civil.
3. El que prestare ayuda a los invasores y traidores
para asesinar a los patriotas nicaragüenses que están
defendiendo la Soberanía Nacional.
4. El que suministrare informes,
verbalmente o por escrito, declarando contra sus conciudadanos.
5. El que solicitare protección de los invasores con
el pretexto de defender sus intereses, ya sea nacional o extranjero le será
aplicada la misma pena que la Constitución Política señala para los traidores a
la Patria.
Al mismo tiempo, hago saber a la sociedad
nicaragüense, al Pueblo con quien los vínculos de espiritualidad me ligan a
defender sus derechos, así como a los extranjeros radicados el país, que:
siendo el Ejército Defensor de la Soberanía de Nicaragua una institución
perfectamente organizada y disciplinada, dará toda clase de garantías efectivas
a nacionales y extranjeros siempre que guarden estricta neutralidad.
Dado en El Chipote, a los catorce días del mes de
noviembre del año 1927.
Patria y Libertad. A.C. Sandino.
www.sergioro07.blogspot.com
Lo subrayado es nuestro.
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