El genocida Benjamín Netanyahu, descarado, deslenguado y cínico, le niega al Pueblo Palestino su derecho, a su soberanía. Le ofrece a Hamas canjear los rehenes israelíes por dos meses de tregua. Después a seguir “la limpieza étnica”: “El fin justifica los medios”...
Reitero una vez
más, nunca una creación Estatal, fue
precedida de más artificio que la
del Estado sionista colonialista
israelí, ya que, los componentes ideológicos que concurrieron a ella están
desprovistos de todo valor a la luz del
Derecho Internacional. En cuanto a sus componentes jurídicos, se rebelan como
un acomodamiento tendencioso/ inmoral de reglas y principios
cuyo contenido es, sin embargo, bien preciso.
El presunto
Estado sionista colonialista israelí, un desaguisado, es un fenómeno colonial que se ha desarrollado en
tierra palestina. El Pueblo Palestino
sigue siendo el único titular del derecho
de soberanía. La Asamblea General de Naciones Unidas/ONU, al adoptar la
resolución de partición de Palestina, ha conculcado, desconocido el derecho
fundamental del Pueblo Palestino a la autodeterminación y violado las
disposiciones de la Carta. En resumen, la Asamblea General se ha excedido de
sus propias reglas de competencia. Como si todo esto fuera poco, el
apartheid sionista colonialista israelí, ha tratado y trata de imponer
un chantaje, extorsión con la majamama de la prescripción de los acuerdos
de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU, que carece de
asidero alguno: ¡ los acuerdos de la ONU son para cumplirlos y punto¡
El supuesto Estado
sionista colonialista israelí ha fundado su “soberanía” sobre la base del
derecho de conquista, pretensión inadmisible, ya que, el art. 4, párrafo 4 de
la Carta de la ONU prohíbe recurrir a la fuerza en sus relaciones
internacionales.
El Consejo de
Seguridad de la ONU lejos de sancionar las agresiones del presunto Estado
sionista colonialista israelí, por acción oportunista u omisión ha tomado
partido `por el agresor faltando a su
misión de garantizar la paz y la seguridad internacional. Como colofón
los derechos legítimos del Pueblos Palestino no han sido preservados,
protegidos conforme a lo dispuesto por la Carta de la ONU.
La base de la
denuncia por la expansión/ agresión del
apartheid sionista colonialista israelí, se encuentra documentada
en el discurso de Ben Gurion en
1950, a los estudiantes de la
Universidad hebraica de Jerusalén al referirse “al imperio israelí y el gran designio sionista”. Precisó que, “Debe
comprender todos los territorios
situados entre el rio Nilo y el río Eufrates”.
El Mapa de ese “Gran Israel” grabado sobre el frontón de la Knesseth, el parlamento de Tel Aviv, le recuerda permanentemente al
legislador israelí los propósitos anexionistas de que son objeto, después de
Palestina, el resto de los países árabes...
La
ilegalidad permanente del régimen
sionista colonialista israelí ha contado con la tutela del imperialismo
inglés y del imperimo estadounidense/yanqui globalizado. Como colofón, la creación de Israel no ha
podido encontrar ningún fundamento jurídico ni en el mandato ni en la
resolución sobre la partición de Palestina “contra toda perdida o toma en arrendamiento
de todo o parte del territorio y contra
el establecimiento de todo control por
parte de una potencia extranjera”...
La no ejecución
de las resoluciones de las Naciones Unidad se ha debido a dos factores: la
violación por el Estado sionista colonialista israelí de
las decisiones de la Asamblea General o del Consejo de Seguridad que ha contado
con el apoyo de los regímenes inglés y estadounidense/yanqui y la debilidad y
oportunismo de la burocracia de la organización mundial. Es impensable creer
que los responsables del genocidio del Pueblo Palestino, detengan la
matanza mediante la cual la hegemonía
capitalista globalizada espera superar su bancarrota y su agonía que no ha
logrado con el narcotráfico y las malditas guerras, y decidan hacerle justicia a la Nación Palestina.
¿Cómo se ha
mantenido por largas décadas la farsa
del Estado sionista colonialista israelí? Por oportunismo, y cobardía de la indigencia burocrática de la ONU bajo el barniz de seudos
argumentos jurídicos que tienen como
base la declaración de Lord Balfour. Arthur Koestler la ha calificado
de promesa hecha por el Estado ingles a una persona privada, para fundar una
nación en territorio perteneciente a otra nación. Esta promesa oficial del
imperialismo inglés hecha a Rofschild, de constituir un Estado con el
territorio de otro, no consintiente y no
consultado, no cesa de asombrar a todas las personas conscientes, sin encontrar
respuesta de la burocracia
inconsciente de Naciones Unidad. ¿ Con
qué derecho se dispuso del territorio de
la Nación Palestina en 1917,
sobre el cual no ejercía ninguna
soberanía, en provecho de una asociación sionista?. Un acto unilateral de
concepción del territorio ajeno, que no tuvo más valor que un acto de la misma
naturaleza de apropiación forzada, típico de los imperios colonialistas inglés y
estadounidense/yanqui.
Concluyo, acentúo y reitero, que la resolución de
partición de la Nación Palestina está en contradicción con las finalidades de
la Organización de Naciones Unidas y con sus propias reglas de competencia.
Esta partición la considero un
desprecio de los derechos
inalienables del Pueblo Palestino y un escupitajo a la opinión pública
internacional.
Todo está dicho
sobre este miserable “compromiso de partición de la Nación Palestina por el
cual se quiso y se creyó asentar definitivamente “El Estado sionista
colonialista israelí, pero no ha resuelto nada y no se resolverá nada mientras
la Nación Palestina no sea reinvestida de la plenitud de sus derechos sionistas
colonialistas israelí: ¡no se puede ser
impidiendo que otros sean!
Con esperanza y
memoria, que el Pueblo Palestino, luchando, más temprano que tarde recuperará
su soberanía, porque tiene claro que “Sólo merecen la libertad y la vida,
quienes cada día las conquistan”...
Prof. Moreno Peralta
/IWA
Secretario
Ejecutivo Addhee. Ong
No hay comentarios:
Publicar un comentario