La justicia de clase decimonónica, en la medida de lo posible: A líder
mapuche un largo presidio y Ponce Lerou libre por el mundo...
La diferencia en el trato a Llaitul y a Ponce Lerou:
La clasista justicia chilena no termina de entregar testimonios de su proceder e insiste en el trato diferente a quienes son millonarios y pertenecen a las elites, ya sean políticas, económicas, sociales, culturales o religiosas, quienes jamás van a la cárcel, mientras que los pobres, indígenas o gente modesta y sin relaciones con el poder, abarrotan las prisiones del país sin ningún tipo de exenciones.
El veredicto del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco, indicó
que Héctor Llaitul es culpable de cinco delitos, dos de ellos contemplados en
la Ley de Seguridad del Estado, por lo que podría ser condenado a 25 años de
presidio.
También se informó que la Fiscalía Centro Norte puso fin a
la indagatoria contra Julio Ponce Lerou, en lo referente al caso Cascadas, el
mayor escándalo del mercado financiero que perjudicó a accionistas minoritarios,
a las AFPs y fondos mutuos.
Ambos acontecimientos muestran en toda su brutalidad, la
dispar forma en que el Estado chileno se enfrenta a las personas que son
acusadas, pero que pertenecen a diferentes clases sociales. Llaitul saldría
anciano de la cárcel y Ponce Lerou viajará por el mundo gozando de su colosal
fortuna acumulada en dudoso proceder, ya que era el yerno de Pinochet.
En tal sentido, no está de más traer a colación las palabras
de una monja en la visita del Papa Francisco a la cárcel de mujeres de San
Joaquín en el 2018, quien señaló que en Chile se encarcelaba a la pobreza. Aún
está en la retina de muchos que el Papa, el Nuncio y otros personeros de la Iglesia
Católica solo sonrieron.
Es parte de la cultura de la sociedad chilena, la que
condena a clases de ética a los empresarios, pero a la vez, es intransigente
con las personas de pocos recursos y, sobre todo, si estas tienen origen
indígena y son pobres.
¿Se le comprobó algún asesinato al Héctor Llaitul?
Obviamente que no, entonces la lógica se encuentra en que son acciones de
carácter político, pero no se reconoce tal condición.
El caso de Julio Ponce Lerou es uno de los más increíbles,
ha estado involucrado en numerosos delitos, pero hábilmente se las arregló para
tener a las elites políticas comiendo de su mano al financiarles ilegalmente
sus actividades y candidaturas. Todo ello le concedió legitimidad a sus sucios negocios
e impunidad a sus delitos, inclusive, Carolina Tohá, la actual ministra de
Interior estuvo involucrada, pero nadie le ha enrostrado su infracción tanto
ética como penal, porque todos y todas, de una u otra forma, estuvieron
implicados en el oscuro financiamiento de la política.
Julio Ponce Lerou es el personaje más importante del litio
al controlar SQM mediante subterfugios y terceras personas. Esta es la empresa
que explota el yacimiento más importante del mineral ubicado en el Salar de Atacama.
Así, por supuesto que la justicia no lo procesará, es parte de un exclusivo
club de privilegiados.
¿Tiene futuro la sociedad chilena con estos papelitos de la
justicia? Por supuesto que uno muy sombrío, debido a que esta dimensión de la desigualdad,
del racismo y el abuso, es un componente de la crisis que se manifiesta
larvada, la que más tarde o más temprano, puede manifestarse en protestas
generalizadas, que sin duda es una situación hipotética, sin embargo, lo seguro
es que el orden político no puede construirse con este nivel de exclusión y
atropellos a las personas, en especial, si existe un conflicto histórico de
larga data.
Estimados amigos asociados: querido y digno Pueblo
Mapuche, la Justicia Plena es el equilibrio entre la moral y el Derecho. Tiene un
valor superior al de la ley. Lo justo es siempre moral. La leyes pueden ser
injustas, lo justo es siempre moral. Acatar la ley es un acto de disciplina,
pero a veces implica un inmoralidad.
El mayor obstáculo al progreso de los pueblos es la fosilización
de las leyes. La Justicia Plena no es inmanente ni absoluta, está en el devenir
incesante, en funciones de la moralidad social. Los intereses creados obstruyen
la Justicia Plena, todo privilegio injusto implica una inmoral subversión de
los valores sociales. En sociedades como la chilena, por más de 50 años,
carcomida por la injusticia, la clase oligarca, empresarial,
financiera-bancaria/agiotista, agrícola, monopolista/CMPC/SOFOFA que ocupa el país
y su testaferra clase burguesa politicastra castrense corrupta, el parasitismo
deja de inspirar repulsión a quienes lo usufructúan y encenegan las victimas en el consumo, la drogadicción y
la telebasura/internet. Cuando en la conciencia social no vibra un fuerte anhelo
de conciencia, nadie templa su
personalidad ni esmalta su carácter. Donde medran los corruptos que más se
arrastran, las piernas no se usan para caminar erguido. Cuando se obstruye a una sola persona el
camino de todas las posibilidades hay injusticia en la nación. Todo privilegio
en favor de una casta partido, partido, grupo, cohesionado en oposición de la mayoría
de los ciudadanos de un país es un residuo de la barbarie violatoria de la
Justicia Plena como ocurre por más de 50 años en el Chile ocupado. Todo esta
dicho pero como nadie hace caso hay que volverlo a repetir.
Con esperanza y memoria, querido Digno Pueblo Mapuche,
luchar es vivir y esto lo saben muy bien, porque “Solo merecen la libertad y la
vida quienes cada día las conquistan”.
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG
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