viernes, 29 de diciembre de 2023

“1984 George Orwell: la apocalipsis del sistema capitalista moribundo”

 


“1984 George Orwell: la apocalipsis del sistema capitalista moribundo”

George Orwell/Escritor, luchador social, antifascista, se incorporó militarmente a la defensa de la Republica Española, atacada por el fascismo y el nazismo europeo.

“Las máquinas no traerán el apocalipsis, lo causara  el capitalismo y la avaricia humana”.  Prof. Dr. Stephan Hawking.

Other News, Xinhua, Sputnik, RT, La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:

En su obra “1984”, Orwell proyecta  la forma de una ficción  que especialmente en la década de los sesenta anticipaba un futuro de carácteres dramáticos. Para algunos fue una mal denominada utopía – entendiendo  por utopía el desafío que se opone al realismo moderno. Ella se alcanza con el cambio revolucionario de forma y de fondo que trae la Justicia Social -, para los epígonos del sistema capitalista salvaje una  simple denuncia del peligro  que se avecinaba  con  el desarrollo del modelo “stalinista soviético” inexactamente intitulado “comunista”. Pero, para los jóvenes universitarios de esa época revolucionaria y creativa de la década antes citada, era  una llamada de atención por  la  imposición de la mefistofélica sociedad capitalista consumista, irracional, inhumana e insolidaria de la globalización del capital y su maldito instrumento el neoliberalismo para salvar el sistema capitalista moribundo. La obsesión de acumular bienes materiales o  el torpe afán de usufructuarlos en  sibarismo/holgazanería, borra del espíritu comunitario todo rastro de ensueño.  Todos  los  países dejan de ser patrias solidarias, cualquier ideal parece sospechoso. Los filósofos, los educadores, escritores, los poetas, los sabios, los artistas, no solo son peligrosos, sino que están de más.  Su presencia molesta  a los traficantes de  baratijas y a sus consumidores, de drogas, del narcotráfico, de armas, de personas,  etc. A los empresarios  dueños de la celestina universal que explotan y  enajenan a los trabajadores por lucro y avaricia.

Los valores del espíritu son despreciados, sus defensores son excepciones de la regla y no llegan a inquietar a las mediocracias protagonistas socialdemócratas y democratacristiano.

Siempre hay mediocres. Son perennes, sumisos, rastreros, consensuales que no se inmiscuyen en nada y  aparecen como neutrales y apolíticos, pero se  arrebañan en partidos políticos burgueses y sectas.  La persona que estudia, lee,  es igualada  al  analfabeto, el rebelde  al cipayo, el poeta, el filósofo al prestamista, etc.  La mediocridad se condensa, se convierte en un sistema globalizado que para sus epígonos es incontrastable.

Estos últimos protagonistas, pillos, bribones se encumbran pues no florecen los genios, la mengua política burguesa testaferra de la clase  empresarial, financiera-bancaria/agiotista, agrícola monopolista rige  el destino de la humanidad, se disfraza con exceso de pompa/boato. Acállase cualquier protesta social, cultural, etc.

La base de sustentación de la sociedad  capitalista consumista enajenante degenerada e inculta,  es la mentira generalizada en el contexto de su olitica bajuna, se miente en la justicia, se miente en la educación, en el arte, se miente con la  anuencia de todos,  cada individuo mediocre pone precio a su complicidad, este oscila entre un empleo y la seguridad. Esta última la obtuvo cambiándola por su libertad y en definitiva se quedó sin ninguna de las dos. Es un esclavo.

Las artes, la educación, la cultura en general son negocios por y para el lucro en manos de los empresarios dueños de la celestina universal.  Una  apatía conservadora, reaccionaria, fatalista y resignada, caracteriza la sobrevivencia de esta época globalizada. Los gobernantes no piensan, rigen  especialmente en el patio trasero latinoamericano estadounidense/yanqui, funcionan.

Los que nada hacen son reconocidos como reposados, los que no roban, no es, porque sean honrados, sino estúpidos, resultan ejemplares. Reina  la  corrupción, la impunidad y la decadencia moral.

Cuando las miserias morales asolan un país, al mundo culpa es de todos, los que por falta de educación, cultura de ideales, de coraje civil no han tenido la valentía para denunciarlas y luchar  para terminar con estas lacras. Nadie piensa, todos lucran. Nadie sueña, todos tragan, consumen y se drogan

Después de éstas reflexiones se puede establecer  la siguiente afirmación  sobre el libro “1984”: La genialidad de Orwell no era  una  prevención sobre” el stalinismo soviético, sino que era y es sobre el sistema capitalista salvaje y sus  aláteres occidentales y su irracionalidad, que está llevando al planeta a su destrucción. Y, si bien, este irracionalismo, se condensa en estrategias políticas definidas – como las llevadas a cabo por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas-, que son el resultado notorio de la pésima y burocrática administración del mundo por parte de Naciones Unidas, afirmar que Orwell en su obra postula el fracaso de la persona  en el contexto de una generalización sin sentido, no tiene asidero. Si yo creo, que el autor universaliza y profundiza su cuestionamiento al sistema capitalista salvaje que agoniza. Los testaferros del imperialismo yanqui globalizado y sus amos empresariales, financieros/bancarios agiotistas, agrícolas monopolistas del Club Bilderberg están en entredicho por su incapacidad para darse un mundo en que reino la paz y la felicidad.

El poder es una fuerza que se deposita esencialmente en el control de los bienes materiales. Debe formularse y  sustentarse en el  contexto de una ideología. Si  en el rostro del mundo globalizado actual reconocemos nuestro drama colectivo, si vemos caos por doquier, hambre, miseria, cesantía, depravación, drogas, destrucción del medio ambiente, terrorismo – como en las invasiones  a Irak, Libia, Palestina, Frente Polisario, Panamá, etc.-, represión, violación de los Derechos Humanos, etc., es que las ideas impuestas a la sociedad, no son las más eficaces, ni se inspiran  en un sentido real de Humanidad. Todo esto George Orwell lo señala con claridad meridiana en su obra, más aún, nos dice que es necesario meditar a partir de unos códigos innovadores.  Invita  a un cambio de forma y de fondo, porque está comprobado por la ciencia y las leyes de la historia que las personas, los seres humanos transforman la sociedad y ésta a su vez lo transforma a ellos.

También descubrimos que en este circuito de mediaciones la persona  es  la entidad esencial. Así, sí la persona transforma con su acción a la sociedad y luego ésta a ella, todas estas modificaciones constituyen un producto humano, es decir,  es el ser consciente, el motor de toda transformación. La sociedad es entonces una  estructura de relaciones conformada por un conjunto de personas. Lo utópico es el ser colectivo, lo real es la persona.  Solo la persona consciente provoca cambios en la exterioridad.  El desafío que  propugna  el mensaje de Orwell y ojalá se entendiera sí: libera al individuo para que la sociedad se libere de todos los estigmas que la acosan. Es la persona, la que  al separase de la naturaleza se convierte en individuo y se opone a su universalización privilegiando el consumo, la depravación, el libertinaje, el vicio, la pornografía, la prostitución infantil, las drogas, etc.  Este individuo no sabe, por qué y para qué vive.  Confía en el poder del dinero, de la riqueza y especialmente en ésta última que otorga poder.  Es la base de toda  estrategia política, esta noción  es la promotora de los actos.  Allí todo ideal se pragmatiza, se convierte en táctica y cae bajo la presión de las ambiciones de la envidia, de la trepa, de las ansias de poder,  en suma, del deseo de adquirir preponderancia necesaria para nivelar la ambigüedad de lo humano,  esa tierra movediza en la que se está sin saber jamás que es aquello que puede justificar nuestra existencia consciente.

Que nadie se llame a engaño, “1984 “es una novela ideológica. Hay una pareja central, clave para acercarse a los ideales generales del ser humano que es posible descubrir en la obra. En estos personajes, los Derechos Humanos, la dignidad y la libertad plena se muestran como sentimientos que no pueden ser avasallados por la demencia del sheriff de turno del imperialismo yanqui globalizado.  El modelo de sociedad consumista degenerado y enajenante de la globalización del capital es represivo, opresivo, absolutista y totalitario en el que se anula  todo vestigio de libertad humana.

La realidad más general y patética de éste modelo de sociedad está regulada por una férrea burocracia politicastra burguesa y castrense y otra tecnócrata al servicio incondicional de los dueños del dinero, la celestina universal. En un extremo marginado un denominado “tercer mundo”, rico en recursos naturales , saqueado por el capital buitre foráneo y sus trabajadores  explotados miserablemente, pero desvalido en lo tecnológico y carente  de voluntad y dignidad para exigir respeto por su presente y futuro. El individuo consumista enajenado no es ya  esclavo de la naturaleza, lo es en cambio del inhumano e insolidario mercado libre del sistema capitalista salvaje que no ha logrado cambiar el caos por la felicidad humana. La verdadera desesperanza no nace ante la obstinada adversidad, ni en el agotamiento de una lucha desigual. Proviene de que no se perciben más las razones para luchar e incluso de que no se sepa de  que hay que luchar. Se sobrevive sin esperanza y se muere sin dignidad.

Quiero dejar muy en claro que mis reflexiones no se orientan solo en la particularización de una crítica al  imperialismo yanqui globalizado, sino especialmente al irracionalismo que envuelve al género humano cuando cree estar en el nivel más alto de su evolución  histórica. Entonces es el individuo consumista, enajenado, rastrero, cobarde y oportunista el impugnado, por su incapacidad esencial para descubrir su ambigüedad y poder hacer de ella una nueva forma de nacimiento. ¿Habrá un plazo ante el cual esa ambigüedad no pueda  diluirse? Puede que ese plazo no llegue a cumplirse y el individuo se pierda definitivamente en el infinito de su negación irremidible. A esto nos está conduciendo el sheriff del imperio capitalista yanqui globalizado agonizante y sus marionetas: Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos OEA, todo esto producto de la cobardía y oportunismo del individuo consumista y enajenado de una  época histérica, patética,  llena de jactancias y  atropellos a la Dignidad y los Derechos del ser Humano.

Con esperanza y memoria  los seres humanos con dignidad nos sentiremos contentos si alcanzamos a crear conciencia sobre la  imperiosa necesidad de rescatarlo y  a la organización de las Naciones Unidas de las garras del imperialismo estadounidense yanqui globalizado.  El desafío es gigante, pero no hay otra oportunidad si queremos que las futuras generaciones vivan en paz, en comunidades regidas por leyes que ellos mismos se den. No hay otra opción: para el perverso sistema capitalista, la tiranía más despótica, perversa, desalmada e inmoral de los plutócratas empresarios dueños de la celestina universal del Club Bilderberg, la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la educación es enajenación, la ignorancia es la fuerza bruta castrense. “La democracia, la libertad y la justicia es la medida de lo posible” del gran padrino yanqui de la American Way of Life, la arcadia de la felicidad, para sus testaferros de la Comunidad Europea  de su patio trasero latinoamericano/yanqui y  el nazisionismo israelí colonialista: “el poder político sin virtud es un abuso y no una facultad legítima “

“Solo merecen  la libertad y la vida quienes cada día las conquistan, luz más luz”...

Prof. Moreno Peralta /IWA

Secretario Ejecutivo  Addhee. Ong

El apocalipsis lo traerá la avaricia humana según Hawking.


Por Prof. Dr.
Stephen Hawking

El astrofísico británico, Stephen Hawking, afirmó que “las máquinas no traerán un apocalipsis, la avaricia humana capitalista lo hará”, durante un interrogatorio de sus seguidores a través de un foro en línea.

Aseguró que la desigualdad económica aumentará a medida que los puestos de trabajos sean remplazados por máquinas automatizadas y los dueños de esas tecnologías se nieguen a compartir su riqueza. 

El famoso científico respondió 11 preguntas, de más de nueve mil del foro que creó el portal Reddit: "Ask me anything" (pregúntame lo que quieras). Una de las respuestas más populares fue que "el desarrollo de las máquinas podría traer desigualdad a la humanidad".

"Si las máquinas producen todo lo que necesitamos, el resultado dependerá de cómo se distribuyan las cosas", advirtió el Prof. Hawking.

Según el Prof. Hawking, el ser humano disfrutará de una vida de lujo y ocio si la riqueza es compartida, de lo contrario, la mayoría de la gente será pobre, cada día más.

“Esencialmente, los dueños de las máquinas se posicionarán como la burguesía de una nueva era, en la cual sus corporaciones no proveerán de puestos de trabajo a las personas”, afirmó el físico.

Para Prof. Hawking “el tan temido Armagedón no vendrá de la mano de los robots (como tantas películas de ciencia ficción nos han querido hacer creer) sino que será generado por el propio ser humano”. 

La pregunta curiosa

¿cuál es para él (Hawking) el misterio más intrigante y por qué? 

"La mujer. Mi asistente me recuerda que a pesar de que tengo un doctorado en física, las mujeres deben seguir siendo un misterio", contestó el científico. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario