COMO JUGUETE DEL DESTINO UN MUNDO AVANZA CON LA PAZ HECHA TRISAS, Y UN ESTADO SIN CONTROL TAMBIEN DESHECHO: CONCLUYO QUE ESTAMOS ANTE UNA VIDA POR FUERA DE CADA UNO, LLENA DE NECESIDADES Y DE PENSAMIENTOS QUE CONSTITUYEN LA REALIDAD.
Por Dr. Mariano Sierra S./escritor, jurista, filósofo y analista internacional/ Xinhua, Telesur, ADDHEE.ONG, TVBrics, La Jornada de México, NewsLetter@Othernews.org, Red Latina sin fronteras. Sur, Sputnik, RT, Novosti, Tass, Indymedia Argentina, Enred Sin Fronteras, El salto diario, info@Rosalux, Achei Asociación, Ideario Artiguista, NewsLetter@Globalred:
Autofagias
caníbales viven jugando con la existencia humana en ruinas, donde las tiranías
politiqueras vuelven la gestión social una cadena de artificios para entorpecer
los cambios frustrando la arqueología de la gobernabilidad. Poderes infernales
configurando daños colaterales, buscan frenar una revolución que, en medio de
llamas atómicas, están demostrando la fuerza de la transformación con realidades
innegables, con acciones que descubren la corrupción que nos ha venido azotando
durante tiempos de compuestos explosivos que nunca fueron resueltos.
Prototipos
de oposición le juegan al país para enredarlo en vivencias parlamentarias sin
sentido y en ese devenir voraz, se conducen por vorágines de destrucción
enmarcando una postura llena de fronteras, donde lo único que perfeccionan son
actos de derrotas. Quienes juegan con el tiempo para llenar de razones, lo
único que se acomete es perder espacios, reviviendo fuegos y diálogos consigo
mismos, atrincherados en caprichos que no fluyen, quedándose anclados cual
estatuas de aquellos proceres importados y deslucidos,
Un
mundo de arlequines que viene de las
ruinas del pasado haciendo cada día trisas la nación, cruza bajo umbrales cuyas
pulsiones llenas de angustias su espíritu, huyendo de las paradojas del
destino, maltratando una nación con utopías llenas de odios creando una cultura
de tiranías, de la búsqueda de una paz incierta, mera ilusión para engañar al
planeta con prolíficas reuniones, estrategias y consensos vánales y discursos
eufóricos donde la verdad no tiene asiento, donde no figura el peso de la ética, sin la claridad política de una
parresia. Solo adulaciones, seducciones y demagogia pululan por los estrados
frios.donde es líquida la verdad y el decir las cosas por su nombre. Este
devenir de lucha va directo a volverse un proceso liquido sino se ataca la
genocida acción de todas las gobernanzas reinanantes del país.
La
biopolítica es un fundamento de la acción política y la naturaleza humana, es
decir la vida como un objeto del poder que engloba la relación entre
naturaleza, sociedad y la vida política. Biopolítica permite llevar a cabo el
dialogo que interrelaciona al mundo,
con la historia para llevar a cabo el proceso de gestión y transformación de la
vida humana con el ejercicio de la gobernabilidad. Venimos enfrentándonos a un mundo de guerras donde la paz es esquiva,
pretendiendo implantar a toda costa su supremacía. Les corresponde a los
pueblos alzar voces y levantar banderas que constituyan la legalidad del
cambio, mediante procesos que desmonten la maquinaria que viene blindando el
progreso y la gestión social.
El
mundo de las ideas de paz no es el que
parece, porque viene penetrando como trueno sin límites, sin lógica, al lado
oscuro y vacío, donde la injusticia social traza espacios que son propios de
unos pueblos despojados de sus derechos, cuya legitimación está siendo
apoderada por las hordas de los que deben ejercer el oficio de la
representación social. Esos parricidas de la patria se perfilan sembrando
terror, jugando a la ruleta con una gramática y un lenguaje simbólico,
vegetando sin sentido en el absurdo, sentir de una polémica llena de falsos
positivos, en un país que como dice el profeta... es el país que tenemos que
crear, porque se ha vuelto un imperativo desconocer lo que tenemos, ya que la
corrupción oculta la verdad del país. Cuando las personas no defienden
sus ideas, o, no valen nada, no vale ni la persona… Nos lo recuerda un
clásico. No habrán cambios si no se disuade con rigor lo vigente,
El
modo de actuar en los distintos frentes de la órbita, debe ser claro, con la
verdad y las simplezas y sencillas soluciones a la problemática sin la
complejidad con que solemos manejar el sentido común y el poder de lo simple
como debemos administrar los buenos gobiernos, y nuestras vidas. La esencia
humana ha de ir sostenida con valores, con objetivos sociales, desde un pensar
libre, crítico y denunciante de lo que altera la paz. Gandhi con su resistencia
pacífica nos legó el proceder de una lucha por el bien de los pueblos, lucha
que han emulado otros grandes luchadores de los cambios.
Hay
verdades simples llenas de razón, pero también las hay amargas que cabalgan en
el pensamiento de expresiones fantasmagóricas, absurdas y complejas, puntos de
inflexión que no se compagina con el sentir humano, solo tienen el peso de
modelos totalizantes del engaño que buscan romper esperanzas, al tenor de
sistemas de vida llenos de confusas gélidas de conflictos. La verdad simple del
sentido común justo, nos lleva por caminos del que hacer, bajo un lenguaje
humilde lleno de amor social.
La
vida sencilla y el poder de lo simple elimina los absurdos para dar vida a
metas que hacen competencia a la realidad caótica, con criterios de
razonabilidad. La verdad y lo simple de poderes conducen al haber de ser y
saber hacer las cosas. Un pueblo seducido por una paz en trisas sin justicia
social, sin desarrollo, sin derechos humanitarios y sociales, nunca va a una
praxis productiva, de trabajo comunitario. Los lideres que vagan en el absurdo
solo confunden, no dejan gobernar, pues enmarañan sus sentires llevando a los
demás a vivir como marginados, al ritmo del azote y la violencia de gestores de
paz que se acogen a la corrupción para efectivizar sus fines con la alianza de
una impunidad sin límites
Hay
de los dogmáticos que ni piensan ni generan ideas, son los idiotas útiles de un
sistema que estropean la condición humana con incoherencias, pacatas prosaicas,
trogloditas que hollan para maltratar crepitando falsedades, destrozando
patria. Peligrosos en un país son los
ignorantes, tercos que no leen, atrofiados cerebrales que solo saben despachar
sandeces, lanzar gritos o aullar como lobos.
Solo el conocimiento enseña, una ratio sólida, un profundo sentir
evangelizador que caracteriza el sembrar
sobre rocas. Con un corazón de carne, sensible y prodigo en darse al
servicio.
Al
respecto, el Libertador Bolívar señalo que... Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de la propia destrucción...
La ignorancia nos lleva a cargar lastres de todas las envergaduras sociales y
políticas, valores invertidos deformadores de la identidad, profiriendo daños
colaterales que se anteponen al para donde vamos, al que hacer y el cómo, que
alejan del objetivismo, de reconectarnos con la realidad, con el espacio y el
tiempo, haciendo alarde a una actitud impulsiva, rompiendo los hilos
conductores de la sensatez. Los cambios nos llevan a revisar el pasado, de
aquello que nunca fue del devenir, de la gobernabilidad pasada que crearon los
ocasos del futuro. Volver al pasado, retornar, repensar la historia es hacer
del conocimiento la fuerza de la liberación.
El
pasado con sus cruces de caminos para hallar la Génesis de aquellos conflictos
y desigualdades que no fueron política de gestión, nos lleva a reunir espacios
para comprender muchos porqués, para reconocer el mundo dejado sin resolver.
Odiseas múltiples entretejen la historia, creando debates para un quehacer,
debates que desentrañan los hechos, para inducirnos en el viaje simple y
sencillo del proceder al cambio, enderezar la historia, recomponerla, hilarla
nuevamente desde la epistemología social, cultural y política.
Némesis
en el proceso de cambio hacen presencia agresiva inspirando debates de tiempo y
espacios obligando quijotescas batallas de la realidad pasada y presente. Toda
crítica inspira pesos y contrapesos para poder llevar a cabo las
transformaciones, enfrentando gestas de todo calibre, donde paradojas se
vuelven entropías, imposibles de manejar, por la arremetida de los opositores
egoístas, fuerzas míticas que no entienden la evolución histórica, haciendo una
torre de babel en sus ataques, para no llegar a ninguna razón de peso.
Visto
el mundo dentro de conductas y posturas espurias humanas, cuyas doxas
sobresalen por fuera de todo contexto, nos queda preguntarnos de que dimensión
humana venimos, como se debe manejar la convivencia social y política, y como
conducir el hilo conductor de la existencia. Destruimos así la razón de ser
para decir que estamos en la era de la destrucción de unos para convivir otros
en medio de una violencia sin sentido, pero sí de instrumentalizaciones para un
fin.
Lo
impoluto, lo profano y lo necio cobra presencia en la sociedad, porque casi
nadie defiende sus opiniones, la evasiva infalible destroza la personalidad
humana, su identidad de ser, ante la mayor hipocresía que se apoya en la
mentira, impidiendo el uso de una parresia que quiere decir habla claro, de
frente, sin cortapisas. Foucault dice
con toda propiedad que la parresia se funda “en la Democracia, participación de
todos, ejercer el justo poder para fundamentar la igualdad con las respectivas
responsabilidades humanas”. Tenemos pues la obligación de decirlo todo, con
claridad, es decir la verdad con coraje, con el rebelde sentir de revolucionar
el mundo para bien del mundo, no con discursos emotivos de los cuales estamos
cansados.
Pobreza
y desigualdad, registran en nuestros pueblos el mayor problema social. De allí
que para atender este clímax urgen recursos económicos, los cuales deben
provenir de una estructurada reforma tributaria, donde se incluyan personas y
establecimientos de negocios que sabemos no vienen pagando impuestos, pero si
generando ingresos. Por lo tanto, no es forzoso denunciar que, a la entidad de
impuestos entre otras, le falta más acción de cobro y de control, cuya
politización las vuelve un ente enfermo letal.
Valga
el momento para señalar que la poca o nada generosa gestión de control, también
se extiende a las demás entidades de control cuya función se ha desviado para
ejercer funciones políticas, y a ello le han dado la mayor relevancia. También es de señalar como se ejercen por
parte de funcionarios y algunas elites, proliferaciones, opiniones económicas
de política y social sobre asuntos de gobernanza, donde se perfilan insidiosas
confusiones dentro del ambiente. Que cada cual analice el asunto que es pan de
cada día.
No
es forzoso puntualizar que estos disidentes de la opinión de cuello blanco,
están contribuyendo a desestabilizar el país, pues sus discursos y
manifestaciones con algunos propósitos personales, causan más daño que la misma
gestión de los entes en armas. Cambios sí, pero con acción de buscar eliminar
también los carteles del desorden donde se fabrican las tragedias, preludios de
un derrumbe total.
Con
la vida del país dentro de mí, hago presencia en esta reflexión, con estos
ensayos, traídos con papel y lápiz de la realidad que estamos viviendo,
descubriendo con mis ojos y mis manos cansadas estas captaciones horrorosas
donde la corrupción y la impunidad se perfila con gran dinamismo. Así se
construyen estos pensamientos, tratando de ir puliendo la nueva independencia a
través del cambio. Sin pasiones, pero con dolor de patria busco el sentir la
vida. Como los médicos trato de auscultar las enfermedades eternas de mi país
cuyas Genesis de la política no paran, ellas sistemáticas y evolutivas ciegan
nuestros pueblos, toman vuelo en una odisea brusca teñida de luces que apagan
toda esperanza de cambio por la continuidad corrupta por deshacer.
Dice
un autor... Estamos ante una vida por
fuera de cada uno, llena de necesidades y de pensamientos que constituyen una
realidad... Ello invita a hablar claro,
con la verdad, con la rebeldía y el coraje del pensar crítico y la denuncia
justa para la transformación de cada uno y de los pueblos del Continente
Americano, el Caribe y África, y todos aquellos marginados por poderes
imperiales.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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