EL BRICS PLUS Y LA ARQUITECTURA DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL MULTIPOLAR POR LA MUNDIALIZACIÓN.
Estamos ante una reconfiguración del orden mundial.
Los Estados Unidos que después de su triunfo sobre la Unión
Soviética han ejercido como la principal potencia imperialista apoyados por sus
aliados de los otros países capitalistas avanzados, se ven ahora contestados por
nuevas economías emergentes o subdesarrolladas.
Estos países han configurado primero los BRICS, acrónimo de
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y ahora los ―BRICS plus‖ con la incorporación a
partir del 1 de enero de 2024 de Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes
Unidos, Arabia Saudita y Etiopía.
Es un nuevo orden mundial que está acabando con el orden
unipolar que estableció EEUU, con sus guerras, sanciones financieras y bloqueos
comerciales.
En esas pocas décadas del mundo unipolar en que los Estados
Unidos ejercían su hegemonía prácticamente sin competencia, aplastaron e
invadieron numerosos Estados como Yugoeslavia donde bombardearon a Serbia y el
país Yugoeslavo dejó de existir, invadieron Haití, declararon la guerra e
invadieron Libia, Irak y Afganistán, movieron la alianza de la OTAN hasta las fronteras
de Rusia, y aplicaron sistemáticamente sanciones económicas y militares contra
todos los países ―díscolos‖
a sus dictados tales como Siria, Rusia, Irán, China, Venezuela, que se añadieron a Cuba que
ya soporta 60 años de bloqueo. Estos países imperialistas con el hegemón de EEUU
conforman el G7 frente a los que aparece ahora como contraparte el BRICS Plus.
El actual enfrentamiento entre bloques, a diferencia de la
guerra fría no es entre modelos socioeconómicos con hegemonías de clase social
distintos, no tenemos un bloque imperialista capitalista enfrentado a países no
capitalistas del bloque encabezados por la Unión Soviética. Hoy Rusia es capitalista,
China un capitalismo de Estado y el resto de los miembros del BRICS plus son
todos economías capitalistas, algunos incluso regímenes teocráticos retardatarios
como Irán, monarquías autárquicas como Arabia Saudita o los Emiratos Árabes
Unidos, dictaduras militares reaccionarias como Egipto... Los BRICS plus no
promueven ningún modelo social alternativo, defienden los acuerdos de libre comercio
así como la cooperación público privada. Nada cercano al socialismo democrático
y la emancipación de la clase trabajadora. Y sin embargo, es una buena noticia
que se introduzca esta fractura en el orden mundial por la que se pueden
introducir las aspiraciones sociales y anti imperialistas de las clases
trabajadoras, abre nuevas perspectivas para los movimientos de emancipación
social y nacional. Tampoco hay que hacer cuentas demasiado alegres, por ahora
este proceso de cuestionamiento de la hegemonía de Estados Unidos solo esta
desarrollándose, aunque los BRICS plus promueven el uso de sus monedas
nacionales en el comercio internacional, y este está desarrollándose, especialmente
con el Yuan chino ocupando un lugar relevante, el dólar sigue teniendo de lejos
la mayor importancia en las transacciones y las reservas.
Sin embargo tampoco hay que despreciar a os BRICS plus, ellos controlan más del 54% de la producción petrolera mundial, los mayores yacimientos de metales raros están en Brasil, Rusia, Sudáfrica, mientras que China produce actualmente dos tercios de la producción de tierras raras del mundo. Además representan 23%de las ventas agrícolas mundiales.
Lo subrayado es
nuestro
"Argenchina":
¿por qué Argentina superó a Brasil y se convirtió en el "favorito" de
China en América Latina?
China invirtió USD 1.340 millones en Argentina en 2022, en comparación con USD 1.300 millones en Brasil.
Al
terminar su viaje a China en junio, Sergio Massa, el ministro argentino de
Economía y candidato a la presidencia, bromeó diciendo que su país debería ser
rebautizado como "Argenchina".
"Vamos
a fundar la república de Argenchina", dijo a los periodistas en Pekín
después de recibir la promesa de una nueva ronda de inversiones
multimillonarias.
Pero,
como dice el dicho, toda broma tiene algo de verdad.
Los
números no mienten: los lazos entre el país austral y China se han estrechado
significativamente, al punto de que Argentina desplazó a Brasil como el
principal destino de inversiones chinas en América Latina el año pasado.
En
2022, según el estudio del Consejo Empresarial Brasil China (CEBC)
"Inversiones chinas en Brasil: 2022 - tecnología y transición
energética", el monto destinado por China a Argentina fue de US$1.340
millones, frente a los US$1.300 millones recibidos por Brasil.
Más
recientemente, tras el apoyo chino, Argentina fue anunciada como uno de los
seis países que se unirá al BRICS a partir de 2024, un grupo compuesto por
Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica.
Los
otros países incluidos son Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos,
Etiopía e Irán.
Además,
desde el año pasado, Argentina forma parte de la llamada 'Nueva Ruta de la
Seda', un proyecto de desarrollo chino y fue la primera gran economía de
América Latina en unirse a esta iniciativa.
Incluso
con la posible victoria del libertario Javier Milei, el candidato presidencial
mejor posicionado en las encuestas de intención de voto quien ha criticado
abiertamente a China, consideran poco probable una ruptura entre Argentina y el
país asiático.
La
primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas se llevará a cabo el
próximo domingo, 22 de octubre, con Sergio Massa (Unión por la Patria), el
candidato del gobierno; Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Javier Milei
(La Libertad Avanza) de la oposición, como favoritos en la contienda.
Sin
embargo, expertos consultados por BBC Brasil creen que el año pasado fue un
caso aislado, y que Brasil, que históricamente recibía casi la mitad de la
inversión china en América Latina, recuperará el liderazgo.
Dependencia
Sergio Massa, ministro de Economía argentino y candidato presidencial,
bromeó diciendo que Argentina debería ser rebautizada como
"Argenchina".
China
es el segundo socio comercial más importante de Argentina, después de Brasil.
Hace 30 años, en 1992, ocupaba el puesto 14.
Las
razones detrás de la estrecha relación entre estos dos países son diversas, y
algunas de ellas también explican el interés chino en Brasil.
Por un
lado, tanto Argentina como Brasil son exportadores de materias primas -siendo
Argentina una potencia agrícola- con productos como carne, trigo, maíz y soja,
así como en recursos minerales, como petróleo, gas y litio.
Por
otro lado, China, con una población de más de 1.400 millones de personas y un
gran apetito, necesita estas materias primas para su desarrollo y crecimiento.
"China
siempre necesitará importar grandes cantidades de alimentos porque sus recursos
agrícolas no son suficientes. En este sentido, Argentina, con su inmensa
riqueza rural, es un socio obvio", dice Jorge Heine, exministro de Activos
Nacionales de Chile y exembajador chileno en Pekín, actualmente profesor en la
Universidad de Boston, Estados Unidos.
La
histórica escasez de dólares en Argentina, principalmente debido a la alta
deuda externa acumulada durante sus diversas crisis, ha aumentado esta
dependencia.
“Argentina
hoy no tiene muchas opciones que no involucren a China, esa es una realidad
innegable. Con Estados Unidos y los bancos occidentales están en riesgo de
incumplimiento; Europa está cada vez más alejada de la región;
Rusia, que podría aprovechar ese vacío, enfrenta sus propias crisis debido a la
guerra en Ucrania” dice Tulio Cariello, Director de Contenido e Investigación
del CEBC.
“El
único país con la envergadura para forjar una asociación más cómoda con
Argentina es China”.
En
junio, Argentina cerró un acuerdo con el Banco Popular de China (banco central)
para expandir el swap de divisas, que asciende a un total de
US$19 mil millones.
Esto
permitió al país latinoamericano pagar en yuanes parte de su deuda con el Fondo
Monetario Internacional (FMI), teniendo acceso a menos de un tercio de esos
recursos, junto con un desembolso del Banco de Desarrollo de América Latina y
el Caribe (CAF).
En
segundo plano, también está la cuestión geopolítica: China ha estado aumentando
su influencia en América Latina, una región que durante mucho tiempo fue
considerada "el patio trasero" de su principal rival en el ajedrez
geopolítico internacional: Estados Unidos.
"China
tiene una visión a largo plazo de sus inversiones y, en este sentido, los
problemas o contratiempos en la economía argentina son un obstáculo menor para
ellos que para las empresas occidentales", explica Jorge Heine.
Además,
según él, "la economía estadounidense compite con la economía argentina:
Estados Unidos produce carne y soja, por ejemplo. Hay más elementos de
complementariedad entre las economías china y argentina, lo que explica esta
fructífera asociación", agrega.
Según
una fuente de alto rango del gobierno argentino, que habló con BBC Brasil bajo
condición de anonimato, China "ha sido el principal aliado financiero de
Argentina en los últimos tiempos y el presidente Alberto Fernández está
agradecido con el gobierno chino”.
“Por
eso, su último viaje internacional fue a China, un gesto de diplomacia
presidencial, después de la renovación del swap de monedas”.
Alberto
Fernández llegó a China el pasado sábado 14 de octubre para reunirse con la
expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, jefa del Nuevo Banco de Desarrollo
(también conocido como el "Banco de los BRICS") en Shanghái, y con el
presidente chino, Xi Jinping, en Pekín.
Fernández
participa en el tercer Foro del Cinturón y Ruta para la Cooperación
Internacional y también se reúne con inversionistas.
El presidente argentino, Alberto Fernández, eligió a China como su
último viaje presidencial.
Brasil
A
pesar de que Argentina superó a Brasil en volumen de inversiones el año pasado,
los expertos consultados por BBC Brasil no creen que esto se convierta en una
tendencia.
“Creo
que la idea de que Argentina superó a Brasil debe ser contextualizada. La diferencia
entre los dos en 2022 es muy pequeña, no llega ni a los 500 millones de
dólares”, señala Tulio Cariello del CEBC.
“Además,
en términos históricos, Brasil casi siempre ha liderado, con algunos países de
la región superándolo en momentos puntuales. Chile, por ejemplo, estuvo por
delante de Brasil debido a una inversión masiva en el sector del litio",
Jorge
Heine, de la Universidad de Boston, está de acuerdo.
"Considero
lo que sucedió el año pasado más como una coincidencia que cualquier otra cosa.
Hay varios proyectos chinos en desarrollo en Brasil. Por lo tanto, lo que
sucede en un año no necesariamente se convierte en una tendencia",
destaca.
Inversiones sin concretar
La crisis económica ha aumentado la dependencia de Argentina en relación
a China.
Según
el informe del CEBC, el año pasado, una de las razones que ayudó a que
Argentina superara a Brasil en términos de inversión china fue el negocio
destacado en la explotación del litio en la industria minera.
Hubo
dos adquisiciones significativas en la exploración de este mineral por las
empresas chinas Ganfeng Lithium y Zijin Mining Group.
Sin
embargo, expertos señalan que, al igual que en Brasil, muchos de los anuncios
de inversiones chinas multimillonarias en Argentina aún no se han
materializado.
"Durante
más de 15 años, China ha estado anunciando inversiones en Argentina que en la
mayoría de los casos no se han concretado de manera significativa. Lo que ha
estado ocurriendo últimamente son algunas inversiones específicas", señala
Marcelo Elizondo, economista y presidente del Comité Argentino de la Cámara de
Comercio Internacional (ICC).
En su
opinión, “Argentina no es muy atractiva para los inversionistas chinos, quienes
han encontrado numerosos obstáculos”.
Menciona
la "brecha cambiaria" (diferencias entre el tipo de cambio oficial y
las múltiples cotizaciones paralelas del dólar), sumado a las dificultades para
importar insumos y maquinaria para la producción.
"En
este sentido, China ha estado presente más por las necesidades financieras y
las circunstancias urgentes de Argentina, como el pago al FMI", agrega
Elizondo.
¿Cambio de rumbo con Milei?
Expertos no creen que haya una ruptura entre China y Argentina con la
victoria de Javier Milei.
¿Qué
podría suceder en Argentina si el candidato más favorecido para la presidencia,
el libertario Javier Milei, gana las elecciones?
Tildado
como "el Trump argentino", Milei ha sugerido "romper relaciones
con China" debido al hecho de que el país asiático está gobernado por el
Partido Comunista y busca acercar a Argentina nuevamente a Estados Unidos, que
actualmente es el tercer socio comercial más importante de Argentina.
También
ha prometido, si es elegido, sacar a Argentina del Mercosur y ha calificado al
presidente Luiz Inácio Lula da Silva de "socialista con vocación
totalitaria".
"Esta
ruptura [de Argentina con China] sería imposible. China es el principal destino
de nuestras exportaciones de carne bovina y soja. No es posible dejar de
negociar con China. No se puede ideologizar el comercio exterior, eso es
imposible", dice Diego Guelar, exembajador de Argentina en Brasil.
El
embajador argentino en Suiza, Gustavo Martínez Pandiani, considerado como
posible canciller en un eventual gobierno de Sergio Massa, opina que
"China es hoy una de las economías emergentes más importantes del mundo y
se ha convertido en un inversor relevante en América Latina”.
“Creemos
que debemos seguir fortaleciendo la asociación estratégica con China con el
objetivo de avanzar en el desarrollo de sectores clave como la agroindustria y
la energía, entre otros".
Jorge
Heine, de la Universidad de Boston, recuerda que el expresidente Jair Bolsonaro
también utilizó una retórica anti-China durante la campaña presidencial, pero
en su gobierno las relaciones comerciales entre los dos países no se vieron
perjudicadas.
"Mi
suposición es que Milei, de ser elegido, tendría que hacer lo mismo que hizo
Bolsonaro: tragarse sus palabras y hacer lo que le imponen los imperativos de
las realidades económicas internacionales", dice.
A
pesar de esto, Ariel González Levaggi, secretario ejecutivo del Centro de
Estudios Internacionales de la Universidad Católica Argentina, no descarta
fricciones entre Argentina y China en caso de la victoria de Milei.
"Estas
elecciones no son una buena noticia para los chinos, ya que los tres candidatos
han presentado agendas mucho menos favorables a China”.
“Sin
embargo, en el caso de Milei, la preocupación es grande, especialmente en lo
que respecta al fortalecimiento de las relaciones, con el temor de que algunos
proyectos de inversión se paralicen", señala.
González
Levaggi concluye: "De todas formas, es poco probable que las relaciones
bilaterales vuelvan al nivel de la presidencia de Cristina Kirchner
(2007-2015), sobre todo en su segundo mandato, cuando hubo un acercamiento
entre los dos países y Argentina tenía una posición muy reacia hacia Estados
Unidos".
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