sábado, 25 de noviembre de 2023

Gaza: Genocidio en medio del silencio sepulcral del mundo alrededor, y no tan alrededor. Joe Biden cómplice del terror nazisionista israelí colonialista: La apocalipsis del Pueblo Palestino


Gaza: Genocidio en medio del silencio sepulcral del mundo alrededor, y no tan alrededor. Joe Biden cómplice del terror nazisionista israelí colonialista: La apocalipsis del Pueblo Palestino


Por Luis E. Sabini Fernández/ OTHER News/Sputnik, RT,La Jornada de Mexico/ACHEI/ Argentina@Indymedia.org/ Red Latina Sin Fronteras/ADDHEE.ONG:

En el cambio cuantitativo en la represión y el ahogo sionista israelí colonialista a los palestinos, cuantitativo y no cualitativo, porque esta modalidad en el trato; estrangulamiento de la sociedad palestina, desconocimiento de su dimensión social, afectiva, material, intención genocida no es nueva sino, en todo caso, intensificada.

Ante tan sombrío, mortuorio panorama, han proliferado las invocaciones a una cita del Professor Dr. Albert Einstein, en cierto sentido conmovedora:

«Sería mi mayor desazón ver a los sionistas (judíos) hacerle a los árabes palestinos mucho de lo que los nazis le hicieron a los judíos.»

Tengamos en cuenta que el Prof. Dr. Einstein murió en 1955. Alcanzó entonces a vivir en el tiempo de los enfrentamientos mortales de palestinos con los israelís sionistas colonialistas en los ’20 y las matanzas más generalizadas de sionistas (junto con el poder colonial británico) a palestinos en los ’30. Y sobre todo, la Nakba, de 1948, con miles de fusilados en un operativo de destierro violento y generalizado.

Por otra parte, el Prof. Dr. Einstein, judío y con simpatía con el sionismo primigenio, se fue haciendo pacifista y otra de sus citas, es: “No puedes simultáneamente prepararte para evitar y para hacer la guerra”, con lo cual se divorcia radicalmente del sionismo.

La cita en cuestión viene siendo utilizada en relación con la peripecia palestina, al menos desde 2014, cuando el Estado sionista Israelí colonialista asesino a miles de palestinos civiles, hombres, mujeres, infantes, con bombardeos sobre ciudades, barrios enteros en la Franja de Gaza con el argumento de que allí se escondían milicianos violentos. Y en medio del silencio sepulcral del mundo alrededor, y no tan alrededor.

Siempre munidos, los israelíes, de un “permiso para matar”.

El rastreo-e de la cita comprueba múltiples usos, aunque también aparece una entrada cuestionando su autenticidad. El argumento en este caso es, empero, endeble: que el Prof. Dr. Einstein era sionista. Justamente su sionismo, hasta por su edad, está matrizado en tiempos del más temprano sionismo, todavía, como dijimos, con pacifistas en su seno.

Desechando las meras transcripciones como fuente de autenticidad; queda únicamente esa entrada-e que la niega y otra que la reafirma, que por su fecha me resulta más confiable y definitoria.

Me voy a permitir, empero, barajar las dos posibilidades. Si se tratara de una cita apócrifa, se contextualizaría adecuadamente con el pensamiento pacifista de Prof. Dr. Einstein, y aunque yo la he encontrado en escritos desde 2014, el recopilador A. A. Douglas la menciona ante la muerte de Prof. Dr. Einstein, en 1955, cuando la violencia sionista era ya “muy mayor de edad”.

Si estamos, como mucho parece señalarlo, ante una cita auténtica, hay que sacarse el sombrero por la independencia ideológica de Prof. Dr. Einstein, que le ha sido tan reconocida.

Que la cita sobre hacerle a los palestinos lo que los nazis le hicieran a los judíos haya aparecido al menos desde 1955, me hace pensar en su autenticidad (puesto que Prof. Dr. Einstein murió justamente ese año) y ubica perfectamente el temor fuerte, y la repulsión, el desencanto de su parte, pero sobre todo, su conciencia clara del carácter genocida del sionismo.

No fue el único en percibir ese rasgo. Yeshayahu Leibovitz (1903-1994), un pensador judío formidable, venía tipificando a Israel como engendro colonial y (necesariamente asesino) desde por lo menos la década de los ’60, es decir, grosso modo, contemporáneamente o casi a Prof. Dr. Einstein. Leibovitz había caracterizado ese sionismo agresivo como el de “nazisionistas”.

No hay nada de qué extrañarse. Benzion Netanyahu, el padre del mandamás del Israel actual, era un ferviente fascista, admirador de Benito Mussolini; el Duce les había ofrecido a los sionistas llamados revisionistas un campo de entrenamiento militar en las afueras de Roma.

Pero Zeev Jabotinski, el líder del sionismo fascista entonces, que santificaba la violencia que sacrificaba hombres, mujeres y niños palestinos, porque se trataba de una violencia terrorista, tenía el descaro de asumir su violencia opresiva, aclarando, con honestidad intelectual, que si él fuera palestino enfrentaría violentamente al sionismo… (solo que para un pueblo que no había consolidado un Estado propio era muy difícil estructurar una fuerza armada que pudiera enfrentar ejércitos invasores…).

Esta percepción del sionismo genocida no es sólo del pasado “remoto” de los ’50 o ’60, ni recomenzó ahora con el capítulo de bestialización pos 7 octubre. En una de las descargas su violencia brutal sobre el campo de concentración que construyeron encerrando a la Franja de Gaza, en 2012 hacen una de sus incursiones mortales, y Kiswani, una joven palestina señala, por ejemplo, que “la mayoría de los judíos israelíes han olvidado lo que han pasado en el llamado ‘holocausto’ y agrega: ‘la inmensa mayoría de los judíos israelíes tratan de justificar lo injustificable, lo que están haciendo, apelando a lo que ellos han pasado con el holocausto’.

Por si todo lo que acabo de recorrer no alcanzara, a confesión de parte, relevo de prueba. En un excelente artículo, Renán Vega Cantor cita a un aviador israelí: “Al principio piensas que eres un soldado nazi […] y después […] olvidas esa idea, porque, ¿cuánto tiempo puedes sentir que eres un nazi?” y a otro: ”Los colonos son los peores nazis judíos que he conocido […].

Así que al día de hoy, noviembre 2023, aun sin haberse precisado el carácter, las causas, y la trágica cadena de acontecimientos del 7 de octubre ppdo., sin conocer la razón por la cual un numeroso comando palestino pudo campear durante por lo menos 6 horas en el supercustodiado territorio israelí, sin saber siquiera el alcance de la violencia ejercida (si fueron matados miles, centenares o decenas), lo que sí ya sabemos es que lo acaecido entonces ha sido continuado por bombardeos y artillería, desde tierra, mar y aire sobre las viviendas civiles de las ciudades de la Franja de Gaza, arrasando edificios enteros y asesinando incontables habitantes, sepultados vivos, ataques que se han concentrado en la red hospitalaria, bombardeada hasta lograr deshacer todas sus funciones de auxilio bajo el pretexto de que allí se escondían milicianos de Hamas. Y eso ha significado la muerte, por ejemplo, de centenares de bebes que no han recibido más la protección de incubadoras por falta de electricidad, ni alimentos por desmantelamiento radical de suministros y tendal de muertos alrededor y dentro de los hospitales.

Tengo para mí que las dimensiones de la violencia y el terror desatados por Israel tras lo del 7 de octubre 2023 son inéditos, aunque son apenas peldaños, siempre peores, en la construcción de un campo de concentración y de exterminio de las dimensiones de la Franja de Gaza.

Y que en diversos países y sitios, con altibajos, con la generalización de las comunicaciones instantáneas, se ha sentido el sacudón y empieza a haber población que quiere decirle “¡Basta!” al abuso sionista israelí colonialista; el taparrabos del antisemitismo empieza a descubrir la desnudez de la escamoteada voluntad genocida; hacer desaparecer (de la tierra palestina de mínima, de la vida misma, de máxima) a los molestos palestinos.

¿Tendremos la dignidad, la decencia y el vigor, como sociedades, para rechazar esa “lucha contra el terrorismo y el antisemitismo” y defender la vida de una sociedad, la palestina, contra un destino como el que en su momento les tocó vivir a vietnamitas, mapuches, argelinos, mayas, pieles rojas, zulúes y tantas otras poblaciones despojadas, expulsadas, reducidas por el colonialismo y su hermano siamés, el racismo?

Lo subrayado

El terror Nazisionista israelí/colonislista.

Por Chris Hedges/escritor periodista, analista internacional/Other News/Sputnik/RT/La Jornada de México/ACHEI/ Indymedia/ Red LATINA Sin Fronteras/ ADDHEE.ONG:

Fuente: Chris Hedges Report / Ilustración: Mr. Fish
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

La masacre deliberada de los más indefensos

Doha, Catar.- Me encuentro en el estudio del servicio árabe de Al Jazeera visionando una transmisión en directo desde la ciudad de Gaza. Debido al intenso bombardeo israelí, el reportero de Al Jazeera se vio obligado a trasladarse al sur de Gaza. Pero dejó atrás su cámara, enfocada hacia el hospital Al-Shifa, el mayor complejo médico de Gaza. Es de noche. Los tanques israelíes disparan directamente hacia el complejo hospitalario. Largos destellos rojos horizontales. Un ataque deliberado contra un hospital. Un crimen de guerra deliberado. Una masacre deliberada de los civiles más indefensos, incluidos los más enfermos y los bebés. En ese momento la señal se corta.

Seguimos sentados frente a los monitores, en silencio. Sabemos lo que eso significa. No hay electricidad. No hay agua. No hay Internet. No hay suministros médicos. Todos los bebés de la incubadora morirán. Todos los pacientes de diálisis morirán. Todos los de la unidad de cuidados intensivos morirán. Todos los que necesitan oxígeno morirán. Todos los que necesiten cirugía de emergencia morirán. ¿Y qué ocurrirá con las 50.000 personas que, expulsados de sus casas por los incesantes bombardeos, han buscado refugio en los terrenos del hospital? También sabemos la respuesta a eso. Muchos de ellos también morirán.

No hay palabras para expresar lo que estamos presenciando. En las cinco semanas de horror, esta es una de las cúspides del horror. La indiferencia de Europa ya es bastante mala.  La complicidad activa de Estados Unidos es inconmensurable. Nada justifica esto. Nada. Y Joe Biden pasará a la historia como cómplice de genocidio. Que los fantasmas de los miles de niños en cuyo asesinato ha participado le persigan el resto de su vida.

Israel y Estados Unidos están enviando un mensaje escalofriante al resto del mundo. El derecho internacional y el derecho humanitario, incluidas las Convenciones de Ginebra, son mero papel mojado. No se aplicaron en Iraq, Libia. No se aplican en Gaza. Pulverizaremos vuestros barrios y ciudades con bombas y misiles. Asesinaremos sin motivo a vuestras mujeres, niños, ancianos y enfermos. Estableceremos bloqueos para provocar el hambre y la propagación de enfermedades infecciosas. Vosotros, las «razas inferiores» de la tierra, no importáis. Para nosotros sois alimañas a extinguir. Lo poseemos todo. Si intentáis arrebatárnoslo, os mataremos. Y nunca tendremos que rendir cuentas.

¡Somos nazisionistas, israelí, colonialistas!

No somos odiados por nuestros valores. Somos odiados porque no tenemos valores. Somos odiados porque solo aplicamos las reglas a los demás, no a nosotros mismos. Somos odiados porque nos hemos arrogado el derecho a realizar matanzas indiscriminadas. Somos odiados porque somos despiadados y crueles. Somos odiados porque somos hipócritas, porque hablamos de la protección de los civiles, el imperio de la ley y el humanitarismo mientras acabamos con la vida de cientos de personas cada día en Gaza, incluyendo 960 niños.

Israel reaccionó escandalizado y con indignación cuando se le acusó de bombardear el hospital árabe cristiano Al Ahli de Gaza, que dejó cientos de muertos. El bombardeo, según Israel, procedía de un cohete errante disparado por la Yihad Islámica Palestina. No hay nada en el arsenal de Hamás o de la Yihad Islámica que pudiera haber replicado la enorme potencia explosiva del misil que impactó en el hospital. Quienes como reporteros hemos cubierto Gaza, hemos oído tantas veces este truco de Israel que resulta ridículo. Siempre culpan a Hamás y a los palestinos de sus crímenes de guerra, y ahora intentan argumentar que los hospitales son centros de mando de Hamás y, por tanto, objetivos legítimos. Nunca aportan pruebas. El ejército y el gobierno israelíes mienten tanto como respiran: “Mentir, mentir, porque siempre algo queda”...

Médicos sin Fronteras (MSF), que tiene personal trabajando en Al-Shifa, ha emitido un comunicado en el que afirma que pacientes, médicos y enfermeras están “atrapados bajo el fuego dentro del hospital”. Solicitan al gobierno israelí que “detenga este ataque despiadado al sistema de salud de Gaza”.

«En las últimas 24 horas, los hospitales de Gaza han sufrido bombardeos incesantes. El complejo hospitalario de Al-Shifa, el mayor centro de salud en el que sigue trabajando el personal de MSF, ha sido alcanzado en varias ocasiones, incluidos los departamentos de maternidad y consultas externas, lo que ha provocado múltiples muertos y heridos», señala el comunicado. «Las hostilidades en torno al hospital no han cesado. Los equipos de MSF y cientos de pacientes siguen dentro del hospital de Al-Shifa. MSF reitera urgentemente sus llamamientos para que cesen los ataques contra hospitales, para un alto el fuego inmediato y para la protección de las instalaciones médicas, el personal médico y los pacientes.»

Otros tres hospitales del norte de Gaza y de la ciudad de Gaza están cercados por fuerzas y tanques israelíes; razón tenía un médico que declaró a Al Jazeera: “es un día de guerra contra los hospitales.» Al parecer, el Hospital Indonesio también se ha quedado sin electricidad. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informa de que 20 de los 36 hospitales de Gaza ya no funcionan.

El cinismo de Israel y Washington es impresionante. Nada les diferencia. Washington sólo quiere que se haga rápido. ¿Corredores humanitarios?  ¿Pausas en los bombardeos? Son un modo de facilitar la despoblación total del norte de Gaza. ¿El puñado de camiones de ayuda autorizados a atravesar la frontera de Rafah con Egipto? Un truco de relaciones públicas. Sólo hay un objetivo: matar, matar, matar. Cuanto más rápido, mejor. De lo único que hablan los funcionarios de Biden es de lo que vendrá después, una vez que Israel haya terminado de diezmar Gaza. Saben que la matanza de Israel no terminará hasta que los gazatíes vivan a la intemperie sin refugio en la parte sur de la Franja y mueran por falta de alimentos, agua y atención médica.

Antes de la incursión terrestre de Israel, Gaza era uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Imagínese lo que ocurrirá con 1,1 millones de gazatíes del norte amontonados sobre más de 1 millón del sur. Imagine lo que ocurrirá cuando enfermedades infecciosas como el cólera se conviertan en epidemia.  Imagine los estragos del hambre. Todo ello aumentará la presión para hacer algo. Y ese algo, espera Israel, será empujar a los palestinos a través de la frontera hacia el Sinaí en Egipto. Una vez allí, nunca regresarán. La limpieza étnica de Gaza por parte de Israel será completa.  Comenzará la limpieza étnica de Cisjordania.

Este es la demencial pesadilla nazisionista colonialista. La limpieza étnica de Gaza y Cisjordania, la apocalipsis del Pueblo Palestino de Israel. Para lograrlo, harán Gaza inhabitable.

Pregúntese: si usted fuera palestino en Gaza y tuviera acceso a un arma, ¿qué haría? Si Israel matara a su familia, ¿cómo reaccionaría? ¿Por qué iba a importarle el derecho internacional o humanitario cuando sabe que sólo se exige su aplicación a los oprimidos, no a los opresores? Si el terror es el único lenguaje que Israel utiliza para comunicarse, el único que aparentemente entiende, ¿no respondería con terror?

La orgía de terror/horror de nazismo israelí colonialista no aplastará a Hamás. Hamás es una idea, una idea alimentada con la sangre de los mártires. Israel está proporcionando a Hamás un abundante suministro.

Lo subrayado es nuestro.

Carta de una mujer mapuche a una mujer palestina, desde el genocidio del Pueblo Mapuche en Argentina y Chile.

Carta de una mujer mapuche a una mujer palestina

Moira Millan- Weychafe Mapuche/ other news/RT/Sputnik, Indymedia, la jornada de México/ ADDHEE.ONG

La weychafe mapuche Moira Millán escribe una carta dirigida a sus hermanas palestinas desde la impotencia de la distancia y la certeza de la resistencia.

Querida hermana Palestina, escribo desde tierras muy lejanas, desde mi territorio de Puelmapu, Territorio Mapuche, en el sur de la Patagonia, bajo administración del Estado argentino.

Soy hija de una nación también invadida/ocupada, el pueblo nación mapuche, un pueblo que aún recuerda sus días de libertad, cuando recorríamos sin fronteras y sin alambres nuestra Wallj Mapu. Al igual que tu pueblo querida hermana, el mío también conoce la injusticia del despojo, el dolor del genocidio, la desolación de ser esclavos en nuestra propia tierra, las deportaciones de la muerte, las reubicaciones forzadas.

Hemos palpado la indolencia del mundo, y aun hoy padecemos la imposición de dos Estados coloniales, Argentina y Chile, que continúan persiguiéndonos, encarcelándonos y asesinándonos. Mi familia ha sobrevivido de manera milagrosa a campos de concentración tortura y exterminio. De ahí vengo, de un linaje enraizado en lo profundo de la memoria telúrica de estos territorios, un pueblo nación, corajudo y lleno de dignidad.

El pueblo palestino habita mi corazón desde hace algunos años cuando supe que allá en el lejano y a la vez tan cercano Medio Oriente, una historia similar a la nuestra estaba sucediendo, un pueblo originario, el Pueblo Palestino invadido por un Estado colonial, Israel. Algo tan parecido a lo nuestro con algunas décadas de diferencia, ya que el Estado argentino terminó su campaña genocida a finales de 1800 pero su Estado se asienta definitivamente en Puelmapu a principios de 1900.

Me atraviesa el cuerpo cada bala que asesino a la vida de mis hermanas y hermanos palestinos. Revivo el genocidio con cada bomba que cae sobre Gaza, con cada niño asesinado. La muerte de inocentes diseminándose a lo largo del territorio Palestino, en manos del Estado israelí.

He recibido de mis mayores una enseñanza muy muy antigua en la filosofía de mi pueblo mapuche, nuestro kuifikimvn. Me hablan del YERPUN, atravesar la noche, para ser persona, elevando nuestro SER como humanidad. Debemos atravesar obstáculos, dolores, penas profundas, atravesar la noche más oscura para amanecer un nuevo día, luminoso y pleno.

Me pregunto: ¿Cuándo atravesaremos la noche? ¿Qué ha pasado con el pueblo Israelí que también tuvo su noche larga y profunda? ¿Acaso se quedó en la oscuridad? ¿O han sido secuestrado por quienes gobiernan las noches inoculando las peores pesadillas? ¿Tal vez los monstruos de la noche han tomado el control del mundo adormeciendo nuestros sentidos, con somníferos cargado de mentiras. Tendremos muchos YERPUN, hermana querida. Pero más temprano que tarde los pueblos telúricos atravesaremos la noche, y las fuerzas militares coloniales tendrán que rendirse frente a la unidad de los pueblos, a la solidaridad y la fuerza de justicia y hermandad de una humanidad que en todos los confines seguirá en las calles convencida de que mientras no haya justicia para los criminales no habrá paz.

Desde siempre las fuerzas de ocupación actúan poniendo en marcha un aparato propagandístico que acalle la conciencia de los pueblos, que justifique ante el mundo sus aberrantes crímenes. La narrativa colonial comienza con el señalamiento de las víctimas como terroristas, y los Estados terroristas como justicieros.

La Nación Mapuche conoce muy bien ese perverso cuento, que les funciona a los opresores porque el racismo, estructurando la doctrina de las democracias odiantes, no es cuestionada por la inmensa mayoría de la población mundial.

Una pequeña porción de la humanidad que concentra el poder es supremacista, racista y ha decidido que la vida de los pueblos racializados no importa. He sabido que una parte de la población judía está reprimida por la tiranía de los genocidas que gobiernan el Estado de Israel. Sé que mujeres y hombres Israelitas han levantado valientemente su voz para vociferar su rabia y dejar claro que no permitirán que en su nombre se siga asesinando a un puebloMuchas de estas valientes personas, han sufrido el maltrato, la tortura y encierro, por las fuerzas represivas del gobierno ultra derechista sionista y fascista israelí. Esa fracción de hermanas y hermanos Israelitas antisionistas son perseguidos por sentir y asumir su profunda humanidad, avergonzados de los asesinos que dicen representarlos. extiendo también mi abrazo a ellas y ellos. Me recuerdan a las argentinas y argentinos que valientemente salieron a denunciar al Estado junto al Pueblo Mapuche cuando las balas del comando unificado argentino se disparaban contra nuestras niñeces, hace tan solo un año atrás. Por supuesto el repudio a esa cacería de niños y mujeres mapuche, no fue masiva, apenas un puñado de seres consientes y solidarias. Siempre habrá una voz que surja sabia y valientemente para decir ¡basta!.

En estos días pienso en Hannah Arendt, judía, sionista en un principio y contexto tan diferente al de ahora y sin embargo perseguida y odiada por los suyos, que no le permitieron su revisionismo, sus críticas, e interpelaciones ante un nacionalismo colonial y racista que se anunciaba tan cruel como sus persecutores nazis. Ella pudo ver en qué se convertiría esa fuerza política que se articulaba, para sostener una ocupación por la fuerza, sanguinaria y cruel.

Deseo tanto, querida hermana palestina, que las mujeres del mundo nos unamos en un llamado a un paro mundial contra el genocidio, para parar la guerra tal vez funcione parar el mundo, y quienes lucran con la guerra, los verdaderos beneficiarios de esta masacre, sepan que estamos decididas a arrancarles nuestro derecho a la justicia y a la paz.

Creo firmemente en nuestra fuerza, en nuestra capacidad de urdir consensos, en nuestro discernimiento para ver por encima de todas las diferencias la importancia de sostener la VIDA. Mi querida hermana palestina, abrazo con todo mi ser lleno de amor a tu pueblo. Me avergüenzan mis limitaciones e impotencia frente a lo que están atravesando. Créeme que desearía estar allí ayudando. Como mujer mapuche sé lo que es estar carente de todo, y lo maravilloso que resulta cuando en medio de la desazón una mano amiga se extiende con la ayuda que precisamos.

Deseo la libertad de tu pueblo tanto como sueño con la libertad del mío. Weayiñ lamngen Palestina. Venceremos hermana Palestina.

Desde la cordillera sur Puelwillimapu, por territorio, justicia y libertad, marici weu!!

Moira Millan- Weychafe Mapuche

Lo subrayado es nuestro-

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