El Dr. Karl Marx: Y la
inmoral deuda externa.
“La única parte de la
llamada riqueza nacional que realmente entra en la posesión colectiva de los
Pueblos modernos es… su deuda pública. De ahí que sea cabalmente coherente la
doctrina moderna según la cuál un pueblo es tanto más rico cuando más se
endeuda. El crédito público se convierte en el credo del capital. Y al surgir el
endeudamiento del Estado, el pecado contra el Espíritu santo, para el que no
hay perdón alguno, deja a su lugar a la falta de confianza en la deuda pública.
La deuda pública se
convierte en una de las palancas más efectivas de la acumulación originaria. Como
con un toque de varita mágica infunde virtud generadora al dinero improductivo
y lo transforma en capital, sin que para ellos el mismo tenga que exponerse
necesariamente a las molestias y riesgos inseparables de la inversión
industrial e incluso de la usuraria.”
En
realidad, los acreedores del Estado no dan nada, pues la suma prestada se
convierte en títulos de deuda, fácilmente transferibles, que en sus manos
continúan funcionando como si fueran la misma suma de dinero en efectivo. Pero
aun prescindiendo de la clase de rentistas ociosos así creada, y de la riqueza
improvisada de los financistas que desempeñan el papel de intermediarios entre
el gobierno y la nación, como también de la súbita fortuna de arrendadores de
contribuciones, comerciantes y fabricantes privados para los cuáles una buena
tajada de todo empréstito estatal le sirve como un capital llovido del cielo,
la deuda pública que ha dado impulso a las sociedades por acciones, al comercio
de toda suerte de toda suerte de papeles negociables, al agio, en una palabra,
al juego de la bolsa y a la moderna bancocracia.
Sapere
aude,
Prof.
Moreno Peralta./IWA
Secretario
ejecutivo ADDHEE. Ong.
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