sábado, 8 de marzo de 2025

OPINIÓN GENERAL: PLAN DEL CONVICTO PRESIDENTE TRUMP DE TOMAR CONTROL DE GAZA ES UNA «LIMPIEZA ÉTNICA». “AMERIKA/YANQUI PARA LOS AMERIKANOS, YANQUI GO HOME”

 

Opinión general: plan deL CONVICTO PRESIDENTE Trump de tomar control de Gaza es una «limpieza étnica». “aMERIKA/YANQUI PARA LOS AMERIKANOS, yanqui GO HOME”     

Por Thalif Deen*  – Diario RED, xinhuanet, la jornada de México, Other News, Tektonikos, red latina sin fronteras, en red, el salto diario, el clarín de chile, ACHEI, ADDHEE.ONG:

NACIONES UNIDAS –  Donald Trump, cuya cascada de propuestas precipitadas y mal concebidas continúa, ha amenazado con «tomar el control de Gaza», convertirla en una «Riviera de Medio Oriente» y trasladar a los palestinos a Egipto y Jordania, dos antiguos aliados de Estados Unidos que dependen en gran medida del apoyo estadounidense para su sobrevivencia/vidorria.

El presidente de Estados Unidos también ha insinuado que ambos países sufrirían recortes o la eliminación de miles de millones de dólares en ayuda económica y militar si se niegan a cooperar con él.

¿Es esto real o solo una amenaza vacía?

La propuesta de ocupación de Gaza ha sido condenada por prácticamente todos los líderes árabes que han abogado durante mucho tiempo por una Patria Palestina en toda regla en la Franja de Gaza.

En una entrevista con Christiane Amanpour, presentadora internacional de la red de noticias por cable CNN, se citó al príncipe Turki al Faisal, exembajador saudí en Estados Unidos y Reino Unido, diciendo que la estrategia de Trump para Gaza es un «plan de limpieza étnica demencial».

Ramzy Baroud, periodista y editor de The Palestine Chronicle, dijo a IPS que los árabes no pueden aceptar el plan de limpieza étnica de Trump simplemente porque hacerlo desestabilizará toda la región y todos sus regímenes.

Las repercusiones de la limpieza étnica original de los palestinos en 1948 todavía se sienten en todo Medio Oriente hasta hoy, destacó.

En aquel momento, la mayoría de la población nativa de la Patria Palestina fue desplazada, alrededor de 800 000 personas, la mayoría de las cuales permanecieron desplazadas dentro de la Palestina histórica.

Desplazar a una población de 2,2 millones, tras un genocidio que ha encendido la ira en todo Medio Oriente y en todo el mundo, argumentó, es una medida suicida para los regímenes árabes que ya están luchando en una búsqueda desesperada de legitimidad.

«Creo que Trump ya lo sabe, pero está utilizando las amenazas para presionar a los regímenes árabes para que presenten un plan ‘alternativo’ destinado a desarmar a la resistencia palestina, y así llegar a un acuerdo con Israel», dijo Baroud.

Pero, a su juicio, «en esencia, los árabes no tienen control sobre el resultado de la guerra en Gaza».

Si Israel no ha conseguido desarmar a Gaza tras 15 meses de una guerra de exterminio, los árabes no podrán hacerlo,consideró Baroud, autor de seis libros sobre la región e investigador principal no residente en el Centro para el Islam y los Asuntos Globales (Ciga).

En una entrevista con France 24, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, resaltó que el plan de Trump de «limpieza étnica no es aceptable en nuestro mundo».

«En la búsqueda de soluciones, no debemos empeorar el problema. Es vital mantenerse fiel a los cimientos del derecho internacional. Es esencial evitar cualquier forma de limpieza étnica», dijo Guterres previamente ante el Comité de las Naciones Unidas para el ejercicio de los derechos inalienables del Pueblo Palestino.

Dirigiéndose a los miembros del Comité el 5 de febrero, Guterres dijo: «En esencia, el ejercicio de los derechos inalienables del Pueblo Palestino se trata del derecho de los palestinos a simplemente vivir como seres humanos en su propia tierra».

Sin embargo, prosiguió, «hemos visto cómo la realización de esos derechos se aleja cada vez más de nuestro alcance», así como «una escalofriante y sistemática deshumanización y demonización de todo un pueblo».

Baroud consideró que el príncipe  Al Faisal tiene razón al llamarlo «un loco plan de limpieza étnica», porque «eso es».

Pero fracasará si los árabes entienden las intenciones estadounidenses y centran sus energías en apoyar la firmeza palestina en Gaza, analizó.

A su juicio, Israel se encuentra en su posición más débil en décadas y, aparte de las amenazas vacías y la retórica, le quedan muy pocas cartas.

La unidad árabe es ahora clave, reflexionó, «y creo que una respuesta colectiva podría influir positivamente en las relaciones internas árabes y volver a centrar Palestina como la causa impulsora de todas las naciones árabes».

De hecho, esta podría ser la oportunidad para que la Liga Árabe vuelva a ser importante, después de décadas de marginación e irrelevancia, consideró Baroud.

Durante su gira por Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, concluida este miércoles 19, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, pudo calibrar la amplia oposición árabe al plan de Trump, mientras aparentemente restó importancia a la propuesta.

The New York Times citó a Rubio diciendo que Trump simplemente estaba tratando de «obtener una reacción» y «convencer» a otras naciones para que proporcionen más ayuda a la Gaza de la posguerra.

Rubio deja Medio Oriente en vísperas de que el viernes 21 se celebre en Arabia Saudí una cumbre de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo junto con Egipto y Jordania, para discutir la respuesta a la idea presentada por Donald Trump para Gaza.

El rey Abdalá II de Jordania, que lidera un país que ya alberga a unos 700 000 refugiados palestinos, sirios e iraquíes, dijo a Trump durante una reunión en la Casa Blanca el 11 de febrero que está dispuesto a ofrecer un hogar a unos 2000 niños palestinos que necesitan atención médica.

Y tal vez nada más.

La propuesta de tomar el control de Gaza y el traslado forzoso de palestinos se consideran un crimen de guerra y un crimen contra la Humanidad, según la Corte Penal Internacional (CPI).

Janina Dill, codirectora del Instituto de Ética, Derecho y Conflictos Armados de Oxford, dijo a The New York Times: «Trump está convirtiendo casualmente grandes crímenes internacionales en propuestas políticas. Simplemente normaliza la violación, o la propuesta de violación, de los principios fundamentales absolutos del derecho internacional».

Mientras tanto, el presidente de Egipto, Abdel Fattah al Sisi, anticipó que no viajará a Washington para mantener conversaciones en la Casa Blanca, si la agenda incluye el plan de Trump de expulsar a los palestinos de Gaza, según fuentes de seguridad egipcias.

En una conversación telefónica con Al Sisi el 1 de febrero,Trump le extendió una invitación abierta al presidente egipcio para visitar la Casa Blanca, pero hasta ahora no se ha fijado fecha para esa visita.

La toma de control de Gaza también será el tema principal en la agenda de una reunión de emergencia de la Cumbre de la Liga Árabe, que finalmente se celebrará en El Cairo el 4 de marzo, tras ser pospuesta su fecha inicial del 27 de febrero.

Hipocresía de Europa Y LA DOBLE MORAL DEL TARTUFO

Editorial – Diario RED, xinhuanet, la jornada de México, Other News, Tektonikos, red latina sin fronteras, en red, el salto diario, el clarín de chile, ACHEI, ADDHEE.ONG:

Si hoy el convicto Presidente Donald Trump se puede permitir publicar un vídeo haciendo apología del genocidio es porque sabe que Europa no va a hacer absolutamente nada para detenerlo...

Aunque seguramente los servicios de inteligencia de Estados Unidos y los países aliados durante la Segunda Guerra Mundial tenían información fehaciente sobre el genocidio que estaba llevando a cabo el Tercer Reich durante el holocausto, el insondable horror de la matanza industrial que llevó a cabo Adolf Hitler impactó como un puñetazo en la boca del estómago en los ciudadanos de a pie de los países que combatieron a la Alemania nazi y también en los propios soldados rasos de la Unión Soviética que llegaron los primeros al campo de concentración de Auschwitz. Las cúpulas militares, políticas y de inteligencia seguramente sabían lo que estaba pasando entonces, pero la gente no lo sabía.

Con el genocidio en la Franja de Gaza —sin embargo—, no hay ni un solo ser humano en el planeta que pueda aducir desconocimiento. A diferencia de lo que ocurrió en Europa hace algo menos de un siglo, el peor genocidio en lo que llevamos de siglo XXI ha sido retransmitido en todo detalle por las televisiones y los teléfonos móviles y nadie puede decir que no sabía lo que allí estaba pasando. La destrucción de la inmensa mayoría de las viviendas, de los hospitales y los centros educativos, el asesinato de decenas de periodistas y trabajadores de las ONG, el corte de suministros de agua, de energía, de comunicación, de alimentos y de medicinas, y, sobre todo, la sangrienta matanza de aproximadamente 50.000 personas —oficialmente contabilizadas, aunque muy posiblemente muchas más—, más de la mitad de ellas mujeres y niños, todo ello sumado a las imágenes de soldados israelíes lanzando cadáveres palestinos desde las azoteas, atando presos desnudos a los tanques de guerra para usarlos como escudos humanos, disparando en la cabeza a menores de edad en Cisjordania o haciendo mofa de todo ello en vídeos de TikTok, todo el horror genocida de una limpieza étnica pudo ser visto en cada rincón de la Tierra, en las pantallas y en las retinas de todos y cada uno de los habitantes del mundo.

Es muy importante recordar de dónde venimos hoy que parece que todos los dirigentes políticos y todos los periodistas se escandalizan por el vídeo nauseabundo que ha publicado Donald Trump en sus redes sociales, con el uso de la inteligencia artificial genocida, bajo el control de los plutócratas empresarios oligarcas, dueños de la Celestina Universal/el dólar.

Desde luego, el citado material audiovisual es pura necropolítica. En un breve corte de algo más de medio minuto realizado con inteligencia artificial, se combina la propaganda de carácter nazi con el mal gusto y la ostentación de los millonarios genocidas más incultos y prepotentes. En el vídeo, se pretende ofrecer una imagen gráfica de la propuesta de Donald Trump de convertir la Franja de Gaza en la ‘Riviera de Oriente Medio’ después de haber expulsado a los palestinos a otros países como Egipto o Jordania. Sobre los escombros de un territorio arrasado, podemos ver cómo se ha levantado un resort turístico para ricos, con brillantes rascacielos a pie de playa, coches de alta gama por las calles y gigantescos yates en las aguas del Mediterráneo. En este escenario, podemos ver también a Donald Trump, a Elon Musk y a Benjamin Netanyahu disfrutando de sus vacaciones. Trump bailando con una señorita ligera de ropa en una discoteca, Elon Musk lanzando billetes al aire para alborozo de unos niños que saltan para cogerlos o Netanyahu tomándose un cóctel en la piscina de un lujoso hotel junto al actual presidente de los Estados Unidos. Un vídeo que no solamente es repugnante sino que además revela un hecho enormemente inquietante: que el convicto presidente de la primera potencia militar del mundo es un psicópata que reivindica abiertamente el genocidio, la limpieza étnica y el robo de tierras a los pueblos como herramientas válidas para hacer negocio inmobiliario.

Es natural que cualquier persona decente se escandalice ante esa publicación, pero lo que no debemos olvidar es que la altanería sociopática de Donald Trump no es sino una continuación relativamente lógica de la política llevada a cabo al respecto por la administración del genocida Joe Biden. Desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos ha apoyado de forma contundente y cerrada el genocidio en la Franja de Gaza. No solamente lo ha hecho discursivamente —incluyendo la posibilidad de asesinar decenas de miles de niños en clave de limpieza étnica como parte de un supuesto ‘derecho a defenderse’ de Israel—, sino que también lo ha hecho políticamente —bloqueando todas las resoluciones de la ONU para condenar lo que estaba pasando o saboteando la actuación de los tribunales internacionales— y, por supuesto, lo ha hecho económica y militarmente, enviando miles de millones de dólares en armamento al Estado sionista genocida colonialista israelí. Podemos afirmar que el convicto presidente Donald Trump está elevando el apoyo a Netanyahu varios grados por encima del apoyo que le ofrecieron al genocida presidente Joe Biden y Kamala Harris, pero sería deshonesto afirmar que estamos ante un cambio de dirección. Estados Unidos ha sido uno de los principales apoyos del genocidio antes de las elecciones de noviembre y lo sigue siendo después de la cita electoral.

Respecto de España monárquica franquista y de la Unión Europea cabe exactamente la misma afirmación. En una estrategia que ha corrompido para siempre el alma de Europa, los diferentes países de la Unión —incluyendo el nuestro— decidieron hacer seguidismo de los Estados Unidos y apoyaron el genocidio en la Franja de Gaza con una contundencia similar a la de sus amos estadounidenses. España, en concreto, no ha llegado ni siquiera a romper relaciones diplomáticas con un país que está llevando a cabo una limpieza étnica y ha seguido comprando y vendiendo armas a Israel durante todos estos meses. Por si esto fuera poco, Pedro Sánchez se ha delicado a decir que los periodistas que han destapado la compraventa de armas, el envío de armamento desde el aeropuerto de Zaragoza o el atraque de barcos con armas estadounidenses para Israel en puertos españoles están todos mintiendo. Además, con una hipocresía insoportable, se ha intentado erigir como un apoyo a Palestina mediante la afirmación retórica y vacía de los ‘dos estados’ al mismo tiempo que suministraba armas a sus verdugos genocidas.

Si hoy el convicto presidente Donald Trump se puede permitir publicar un vídeo haciendo apología del genocidio y la limpieza étnica es porque sabe que Europa no va a hacer absolutamente nada para detenerlo. Y lo sabe porque ha visto cómo el continente que fue capaz de levantar una unión política y comercial como respuesta al horror de la Segunda Guerra Mundial y el holocausto ha traicionado completamente sus supuestos principios fundacionales y ha acatado la orden de los Estados Unidos de apoyar a Netanyahu. Tras lo ocurrido en Gaza, se abre un nuevo orden internacional en el que ya nunca más Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea se van a poder presentar ante el mundo como los defensores de los derechos humanos, la libertad y el derecho internacional. Llevan un año y medio apoyando un genocidio y, esta vez, todo el mundo lo sabía.

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

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