sábado, 8 de marzo de 2025

EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER: 8 DE MARZO

 



EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER: 8 DE MARZO

¡MUJERES SOCIALISTAS FEMINISTAS ANTICAPITALISTAS Y ANTIIMPERIALISTAS UNIDAS!

“Para zanjar  el dilema aún no resuelto, “socialismo marxista o barbarie capitalista salvaje”...

“La feminista que no es socialista marxista, anticapitalista y antiimperialista carece de  estrategia y profundidad”

“Bajo el sistema capitalista determinista  no hay destino viable para la Humanidad”

“Por un nuevo Orden Mundial Multipolar, la mundialización por/para el Sur Socialista no alineado”...

“Donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”...

Concluyo: “Hablar de emancipación de la mujer sin aceptar que la primera contradicción pasa por la lucha de clases y no por la pugna entre hombre y mujer, es pérdida de tiempo, es una estupidez”..

Hoy, como todos los días recordamos  a la fundadora de la Liberación Femenina, a pocos meses antes de estallar la maldita primera guerra mundial, la Dra. Rosa Luxemburgo estaba perfeccionando la estrategia de lucha de la mujer en el marco de la lucha de la Clase Trabajadora, exigiendo el sufragio libre y secreto para ella...

La Dra. Rose Luxemburgo considerada la mente más genial entre los herederos  científicos de la ciencia y la filosofía marxista, amada y admirada por los jóvenes revolucionarios en todas partes del mundo, como sinónimo de rebelión y revolución, por sus demoledoras críticas al moribundo sistema capitalista y  su testaferra  la socialdemocracia  con su “tercera vía”, el capitalismo con rostro humano, un  putrefacto cadáver...

El despertar de la conciencia femenina en le marco de la lucha de clases que lleva a cabo la Clase Trabajadora para terminar con la infausta tragedia del sistema capitalista determinista globalizado/hegemónico, que  impone la oligarquía plutocrática empresarial, financiera-bancaria/agiotista, agrícola monopolista, dueña de la celestina universal, que domina, explota, enajena a la mayoría de las gentes, mujeres y hombres y en especial a los trabajadores y los condena a la servidumbre. La libertad de estos empresarios plutócratas depende del mantenimiento de sus privilegios de clase...

La Dra. Rosa Luxemburgo, 1918, al salir de libertad del último cautiverio, se puso a la cabeza de la Liga Espartaco – base del naciente del Partido Comunista alemán / PCA-, rompiendo los moldes trillados que la vinculaban con el determinismo stalinista- el partido piensa, el partido decide, la masa militante acata-, al determinismo el sistema capitalista/ el Estado, se asocia la jerarquía de la Iglesia Católica y se lo imponen al “Occidente”. El destino de la Humanidad pasa por la decisión de la oligarquía plutocrática empresarial antes señalada.  Más de dos siglos del surgimiento de la  burguesía/liberal que impusieron los dueños de la celestina universal, el  espectro político  varía dependiendo del país y de la historia.  En Estados Unidos, en el contexto de la dicotomía  izquierda- derecha de la  teoría de los dos demonios deterministas, los partidos políticos Demócrata y Republicano se han alternado en el poder durante gran parte de la historia de ese país. La Dra. Rosa Luxemburgo rompe con el dogma determinista, critica al sistema capitalista a diferencia  del reformismo oportunista socialdemócrata que cree que el capitalismo se puede ir mejorando poco a poco a través de su evolución pacífica y gradual, ella aspira a cambiarlo de raíz para acabar con la explotación, enajenación y marginación de la mayoría del género humano. Rechaza el fatalismo/resignación determinista estalinista según el cual la sociedad marcharía de manera necesaria, ineluctable e indefectible hacia el socialismo. La subjetividad histórica y la lucha de clases no jugaría ningún papel. A lo sumo podrían acelerar o retrasar ese ascenso de progreso, lineal, “final feliz“ asegurado. Enérgicamente plantea  la Dra. Rosa Luxemburgo que la historia de la Humanidad tiene un final abierto, no predeterminado por el progreso de las fuerzas productivas. “El futuro sólo puede ser resuelto  por el resultado de las lucha de clases. Podemos ir  hacia una sociedad desalineada y una convivencia  más humana con el socialismo marxista o podemos continuar hundiéndonos en la barbarie del sistema capitalista determinista”....

Para la Dra. Luxemburgo ,las mujeres constituyen más del 50% de la mayoría  del proletariado  y  sin su incorporación, activa, protagonista y combatiente en todos los niveles de la lucha, es imposible plantearse siquiera tal empresa, pues las mujeres se encuentran insertas en la lucha de clases y tienen los problemas y el comportamiento de las clases a que pertenecen, sin embargo, las condiciones específicas de este sector social, el rol que tradicionalmente y a través de los siglos le ha correspondido desempeñar dentro de la sociedad, su discriminación centenaria, su grado de marginación social, y toda la superestructura ideológica con que la sociedad de clases  ha posibilitado, encubierto y justificado,  esta discriminación, constituyen factores importantes que condicionan la conducta de la mujer. Es entonces, cuando la vanguardias del Movimiento Social, Popular y Revolucionario  movilizado,  encabezado por la Clase Trabajadora en pos  de la conquista del Poder Político. Las cosas han llegado a un punto tal que a la Humanidad se le plantean dos alternativas: perecer en el caos capitalista agonizante o encontrar la salvación en el socialismo marxista.  No se debe pensar que cuando  queramos  realizar la Revolucionó Socialista Marxista bastaría con derrocar  al régimen capitalista  de los dueños de la celestina universal, la clase oligarca empresarial, financiera/bancaria, agiotista, agrícola monopolista, administrado por su testaferra la clase burguesa/politicastra-castrense y poner otro en su lugar.  Hay un sólo camino hacia la victoria de la revolución proletaria,  el control político.  La conquista del poder no será fruto de un sólo golpe.  Debemos construirlo de abajo (las bases) hacia arriba (el ser humano), será un acto progresivo, porque iremos ocupando progresivamente las instituciones del Estado burgués defendiendo con uñas y dientes lo que hemos conquistado. Los trabajadores, mujeres y hombres deben aprender a ejercer el poder, ejerciéndolo...

Sin duda, las mujeres  deberán ser  los principales agentes  de su propia  liberación, que pasa  por el cambio del sistema capitalista determinista globalizado, lo que no se puede alcanzar  sin  la participación de las mujeres.  La opresión de la mujer corresponde a la naturaleza misma de la sociedad explotadora enajenante  con su  educación elitista/un medio de consumo por y para el lucro y sus medios mediáticos de (in) comunicación globalizados,  ligada a las relaciones  de producción basadas en la propiedad privada sobre los medios de producción. La emancipación de la mujer  y del hombre sólo es posible dentro de una sociedad  que asegure a ambos  y a cada uno de los ciudadanos el derecho al trabajo digno, la educación pública, de calidad y la atención médica gratuita, al desarrollo de todas sus capacidades y talentos, independientemente de su extracción social,  su ideología, su edad y su sexo. Como los señalara  el Dr. Karl Marx, “el libre desenvolvimiento de cada mujer y de cada hombre será la condición del libre desenvolvimiento de todos “... Para que la mujer se transforme en compañera en la lucha de liberación que libra la Clase Trabajadora y sus vanguardias contra el perverso sistema capitalista determinista debe ser capaz  de hacerle comprender que solo  mediante el cambio social es posible crear la base material e ideológica que presupone su emancipación y la solución de los graves problemas que la agobian y que su lucha contra la discriminación de que es objeto por parte del modelo de sociedad capitalista, consumista, enajenante es parte de la lucha de clases de la Clase Trabajadora.

El diseño de una política orientada hacia la mujer es una tarea  pendiente  de la izquierda en general,  con la excepción de la regla, como en Cuba, Nicaragua, Vietnam, etc. La tendencia dominante  ha sido dejar librada la discusión del problema femenino a la iniciativa de las propias mujeres, como si éste fuera un tema que solo a ellas le compitiera sin siquiera establecer los marcos orgánicos dentro de los cuales podría desarrollarse la discusión.

Lo más grave es que frente a la desidia, negligencia para abordar el problema femenina por parte de “las izquierdas”,  los movimientos progresistas, centristas y stalinistas han asumido, al igual que el perverso sistema capitalista, la aplicación de un determinismo  exacerbado tanto  a la mujer como al hombre, a partir del 28/8/1789,  con la gran traición al Movimiento Social Revolucionario del Pueblo francés y la aplicación de la teoría de los dos demonios deterministas “la izquierda y la derecha”, tendencias que han regido hasta nuestros días el destino de nuestro desgraciado planeta impuestas por la Asamblea Constituyente conservadora controlada por la clase oligarca empresarial, financiera, terrateniente francesa y administrada por su testaferra, la clase burguesa/liberal, a partir de esa infausta fecha,  la izquierda reformista oportunista que cree que el sistema capitalista se puede ir mejorando de a poco.  Reforma, tras reforma, los trabajadores podrían ir avanzando hacia una mejor sociedad, ¡que cada cual saque sus conclusiones en el contexto de la tragedia que sobrevive nuestro desgraciado planeta en manos del perverso sistema capitalista determinista globalizado/hegemónico.

Reiteramos una vez más el problema de la discriminación, explotación, enajenación de la mujer  es un problema material e ideológico que impone el perverso sistema capitalista determinista, no sólo a ella, sino también al hombre. Entonces apliquemos consecuentemente el legado histórico de la Dra.  Rosa Luxemburgo “otro mundo es posible para la mujer y el hombre donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”...

Con esperanza y memoria asumiendo la lección del marxismo científico, que de la degradación, agonía del sistema capitalista determinista globalizado, sólo emergera el socialismo marxista o la barbarie fascista capitalista con la destrucción de la Humanidad.

Gerda Böttcher

Directora de la Revista Latinoamérica Un Pueblo Continente  /MR

Berlín, 30/9/2000

Comandanta Ramona, símbolo de la resistencia zapatista y de las mujeres indígenas


La Comandanta Ramona, mujer indígena tzotzil, fue una de las representantes del movimiento zapatista que, además de defender los derechos de los pueblos originarios, también buscó impulsar los derechos de las mujeres indígenas desafiando las estructuras patriarcales tradicionales. A 19 años de su muerte, la nombramos y recordamos con un recuento de su lucha.

En un México donde ser persona indígena era sinónimo de exclusión, explotación, marginación y pobreza extrema; el 1 de enero de 1994, un grupo autodenominado como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) realizó un levantamiento en el estado de Chiapas que duró 12 días. El mismo día que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), los pueblos originarios exigieron la reivindicación de sus derechos humanos como la propiedad sobre las tierras arrebatadas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización del estado de Chiapas como en el resto del país. 

Ante las demandas del EZNL, el gobierno federal ordenó el envío de tropas a Chiapas para mitigar la rebelión. La sociedad civil se movilizó para detener el enfrentamiento y a los 12 días de conflicto armado el gobierno federal declaró de manera unilateral el alto al fuego.  Posteriormente, el 16 de febrero iniciaron las primeras conversaciones entre el EZLN y el gobierno federal, que terminaron con la firma en 1996 de los acuerdos de San Andrés sobre el “Derecho y Cultura Indígena”. Asimismo, los diálogos dieron pie a la fundación del Congreso Nacional Indígena (CNI) en octubre de 1996. 

Comandanta Ramona, un ícono de resistencia

Originaria de la comunidad tzotzil de San Andrés Sacamach’ en de los Pobres, Chiapas, la Comandanta Ramona nació en 1959 en un contexto de marginación, por lo que fue analfabeta hasta su llegada al EZLN donde comenzó a leer y hablar español. Al igual que muchas mujeres de su comunidad, trabajaba como bordadora incluso mientras luchaba por los derechos de su pueblo. 

Al ver que las mujeres indígenas eran despojadas en todos los espacios públicos y privados, la Comandanta Ramona entendió que ellas debían luchar en cambiar su realidad dentro de las comunidades. Por ello, una de sus primeras acciones fue integrarse al grupo de nueve zapatistas que estaban en la montaña. Al interior de las comunidades realizó pláticas sobre sus experiencias de transformación logrando que más mujeres se unieran a la lucha. 

Durante más de dos décadas fue integrante del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI), el cual fue la máxima instancia del movimiento zapatista. Su papel fue crucial para la toma de San Cristóbal de las Casas ese primero de enero de 1994, así como en otros momentos históricos. En febrero de ese mismo año, participó en Las Jornadas por La Paz y la Reconciliación después de varios asaltos a ciudades chiapanecas en el que se retomaría una conversación para llegar a los acuerdos de paz 

En 1996, dejó la zona zapatista para participar en la construcción del Congreso Nacional Indígena (CNI). En el Zócalo capitalino, frente a 100 mil personas, alzó la voz para dar visibilidad a la lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).  

«Yo soy la comandanta Ramona del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Soy el primero de muchos pasos de los zapatistas al Distrito Federal y a todos los lugares de México» -Comandanta Ramona.

Posteriormente, en marzo del 2001, se integró a la Marcha por el Color de la Tierra, una histórica movilización en la que, durante 37 días, mujeres y hombres indígenas caminaron desde las montañas de Chiapas hasta el Zócalo de la Ciudad de México y, finalmente, al Congreso de la Unión. El objetivo de esta marcha fue defender los Acuerdos de San Andrés, los cuales abordan la defensa de los derechos y la cultura indígena.

La presencia de Ramona en las comunidades, a través de su experiencia de transformación hizo que creciera el número de mujeres en las filas de la insurgencia zapatista. Logró convencer a jóvenes y a otras mujeres adultas de las comunidades para que se convirtieran en la base de apoyo del movimiento.

La Ley Revolucionaria de Mujeres

La Comandanta Ramona y otras insurgentas impulsaron la creación de la Ley Revolucionaria de las Mujeres, la cual se da a conocer el 1 de enero de 1994. Este documento destacó los derechos de las mujeres dentro del movimiento zapatista y estableció un precedente para la lucha por la igualdad de género y la justicia. 

La Ley Revolucionaria de Mujeres consta de 10 artículos que buscan generar soluciones a los obstáculos que enfrentan las mujeres indígenas. Se establece que las ellas tienen derecho a participar en la lucha revolucionaria; ocupar cargos de liderazgo y tomar decisiones dentro de la comunidad; garantiza su acceso al trabajo, a la salud y decidir libremente sobre su cuerpo; además de que prohíbe matrimonios forzados y rechaza cualquier tipo de violencia.

Para la elaboración de este decreto en 1993, se llevó a cabo un trabajo directo en las comunidades indígenas, donde se promovió el diálogo con las mujeres para comprender de primera mano las problemáticas que enfrentaban. Este proceso permitió identificar sus necesidades y demandas, dando como resultado un marco que respondiera a sus realidades y aspiraciones.

El legado de una lucha histórica

Una de las primeras consecuencias de la participación de las mujeres en la organización fue la Consulta por el Reconocimiento de los Derechos y la Cultura Indígena. En marzo de 1999, salieron 2500 mujeres y 2500 hombres de las bases de apoyo zapatista para recorrer los municipios del país, con la finalidad de difundir los Acuerdos de San Andrés. Esto marcó un precedente histórico, pues para algunas mujeres indígenas fue la primera vez que salían más allá de sus comunidades y se les permitía interactuar en contextos nuevos, por lo que a su regresó, hubo un cambio significativo en ellas, pues comenzaron a darle fuerza a su voz dentro de su entorno 

La labor de la Comandanta Ramona y otras insurgentas logró visibilizar las contradicciones que vivían las mujeres al interior de las comunidades, empezando por denunciar la violencia ejercida por los hombres. La herencia de las insurgentas, fue más allá de centrar el conflicto entre la etnia o el género, pues entendieron que no podía lograrse una revolución indígena si no existía una revolución de las mujeres.

Han pasado 31 años del inicio de la lucha del EZNL, en la que mujeres como la comandante Ramona, alzaron la voz y combatieron con el propósito de mejorar su entorno social y promover la creación de decretos que garantizan la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, aún persiste una deuda histórica con las mujeres indígenas, quienes continúan enfrentando el olvido, la marginación y la falta de reconocimiento de sus derechos. 

45 años del asesinato de Yolanda González


Hace 45 años Yolanda González fue secuestrada y asesinada por miembros del Batallón Vasco-Español. Yolanda tenía 18 años y militaba en el Partido Socialista de los Trabajadores. Voz Obrera se suma al recuerdo de su asesinato y denuncia la impunidad de la que aún gozan los culpables de su muerte con la complicidad del Estado.
A continuación reproducimos un comunicado de Lluita Internacionalista:

45 años del asesinato de Yolanda González

El secuestro y asesinato

En la madrugada del 2 de febrero de 1980, nuestra compañera Yolanda González Martín, militante de 18 años de edad del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), fue asesinada en Madrid por el comando Grupo 41 del Batallón Vasco Español.

La noche anterior había sido secuestrada en su casa por un comando de este grupo fascista dirigido por Emilio Hellín Moro. Fue torturada e interrogada y finalmente Hellín le disparó dos tiros en la cabeza y fue rematada por otro miembro del pelotón, Ignacio Abad, cuando aún estaba viva. Su cuerpo fue abandonado en un camino cerca de Alcorcón.

La excusa de su asesinato era la venganza por la muerte en atentado de seis guardias civiles en la mañana del día 1 de febrero. La acusaron de formar parte de un pelotón de ETA en Madrid. Era una falsedad en toda regla.

La lucha de Yolanda

Yolanda era militante socialista desde los 16 años y, en el momento de su muerte, era militante del PST, una organización política trotskista. Era hija de una familia obrera de Bilbao, trabajaba como empleada del hogar y estudiaba electrónica en un instituto. Formaba parte, además, de la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanzas Medias de Madrid, donde tenía un papel destacado. En aquel momento, la Coordinadora impulsaba una potente movilización contra la intención del gobierno de imponer un estatuto de centros docentes.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, es difícil de creer que alguien pensara seriamente que Yolanda, además, fuera miembro de ETA. Fue una persona muy destacada en un momento de grandes movilizaciones tanto de estudiantes como de la clase obrera, que también luchaba contra el Estatuto de los Trabajadores.

Su papel activo en la lucha de los estudiantes molestaba y posiblemente alguien difundió su nombre en los ambientes de extrema derecha y, como era vasca, tenían la excusa perfecta.

Pero el asesinato de Yolanda hay que enmarcarlo en su momento histórico: la Transición Política o, mejor dicho, la «Transición Sangrienta» tal como la denominó en su libro Mariano Sánchez Soler, entonces militante del PST. Solo entre los años 1975 y 1983 murieron 127 personas y fueron heridas 1.072 a causa de la violencia institucional (policía, grupos fascistas). Víctimas todas ellas de una política y una estrategia conscientes para controlar las movilizaciones populares.

Los años 1979 y 1980 fueron testigos de grandes marchas de los estudiantes de Enseñanzas Medias, de los maestros, y trabajadores de otros sectores, cada cual en contra de los respectivos estatutos que el gobierno Suárez intentaba imponer. Sin embargo, cada sector luchaba por su cuenta, hasta que los estudiantes se empezaron a coordinar con el movimiento de maestros en huelga indefinida, rompiendo las trabas de las direcciones sindicales con un movimiento asambleario de elección directa de representantes, en el que participaba también otro compañero nuestro, que viajaba a Madrid para la coordinación.

Pero cada intento de ir más lejos fracasaba a causa de las direcciones sindicales y, en la calle, la policía intentaba de forma violenta que las manifestaciones respectivas no se encontraran nunca. La unión de las movilizaciones habría dado un gran impulso en las luchas. Pero la amenaza de la unidad de obreros y estudiantes convocaba al fantasma del Mayo del 68 de París. Y éste era un riesgo que nadie quería correr. El asesinato de Yolanda significó el fin de la movilización de los estudiantes.

Detención y juicio de los culpables

Una vez detenidos los autores y cómplices del secuestro y del asesinato de Yolanda, se comprobó su implicación con el aparato de Estado y que todos ellos eran miembros del partido franquista Fuerza Nueva. Los más significativos eran:

• David Martínez Loza, jefe de seguridad de Fuerza Nueva. Él fue quien ordenó a Emilio Hellín a localizar a Yolanda González, que ya había sido objeto de vigilancia, y a obligarla a declarar sobre su supuesta relación con ETA. Condenado a 6 años de prisión.

• Emilio Hellín Moro, militante de Fuerza Nueva y jefe del comando. Tenía un ordenador PET 2001 Commodore que podía estar conectado a servicios de información. Desapareció durante la instrucción. Verdugo y asesino de Yolanda. Condenado a 43 años de prisión. Nunca se arrepintió de su acción.

• José Hellín Moro, hermano de Emilio y guardia civil. No participó en los hechos, pero estaba totalmente al corriente y no informó de ello. No fue juzgado.

• Juan Carlos Rodas Crespo, policía nacional. Confesó los hechos a sus superiores y permitió la detención de los miembros del pelotón. Condenado a 3 meses de arresto.

El proceso de instrucción fue dirigido por el juez ultraderechista Varón Cobos, que desde el inicio intentó evitar que Martínez Loza fuera inculpado. Una fuerte campaña de la familia de Yolanda, del PST y de varios abogados obligó a su imputación.

Durante la instrucción, Hellín Moro se fugó de la prisión en la que se encontraba con la ayuda de una pistola que “alguien” le había entregado. Fue uno de los diversos intentos de fuga, imposibles de realizar sin la colaboración de miembros del aparato de Estado.

Los amigos invisibles de Emilio Hellín

Una vez condenado, el juez de Vigilancia Penitenciaria le concedió permisos de salida, en contra del criterio del centro penitenciario. Finalmente, en 1987 huyó a Paraguay, donde trabajó para la dictadura de Stroessner y donde hacía una vida normal sin que la embajada española se enterara. Fue un periodista del semanario Interviu quién lo localizó. De nuevo, la familia de Yolanda y él hicieron una campaña pública de denuncia para que se pidiera su extradición que finalmente se produjo en 1990.

Emilio Hellín, con una condena de 43 años, obtuvo la libertad condicional en 1996. Cumplió 14 años de prisión efectiva. Una vez en libertad condicional, se cambió el nombre de Emilio por el de Luis Enrique y creó una empresa de formación sobre técnicas forenses de espionaje y rastreo informático que trabajaba para el Ministerio del Interior. En estos cursos participaron policías nacionales, guardias civiles, ertzainas y un mosso d’esquadra. Además, comenzó a trabajar como perito forense.

Cuando estos hechos se hicieron públicos, gracias a un reportaje del diario El País, la familia, los antiguos compañeros y compañeras y los partidos surgidos del PST, Corriente Roja y Lucha Internacionalista, iniciaron de nuevo una campaña para pedir explicaciones a los gobiernos español, vasco y catalán y denunciar el hecho de que una persona con sus antecedentes formara a policías y actuara como perito forense.

Toda la trayectoria de Emilio Hellín ha mostrado que dispone aún de múltiples complicidades dentro del aparato de Estado, después de más de 40 años del asesinato de Yolanda:

• Condenado a 43 años de prisión, solo ha cumplido 14 años con dos fugas, entre ellas la de Paraguay. No fue condenado por ésta porque no se hizo constar en la solicitud de extradición. Una persona con su historial de fugas tendría que haber cumplido su condena completa.

• Con su trayectoria judicial, sus fugas y exmiembro del BVE, no es normal que se pueda cambiar el nombre tan fácilmente.

• Su orientación laboral en libertad lo ha vuelto a relacionar con las fuerzas de seguridad y con el aparato judicial. Ha tenido que disponer de mucho apoyo para volver a montar la nueva empresa.

Como perito forense, Hellín ha intervenido, muy a menudo, en casos en que se estaban juzgando a miembros del PP por causas de corrupción. En Cataluña, intervino en el caso de Laura Borràs, gracias a la recomendación de su abogado, Gonzalo Boye, porque lo consideraba que estaba entre los mejores.

Para Lucha Internacionalista, recordar hoy a Yolanda es también recordar su lucha en aquel momento histórico

Escribe Mariano Aguirre en su libro La Transición Sangrienta que «las víctimas de la violencia política pueden morir dos veces: con su asesinato y con el olvido». Semanas antes y después, otras personas fueron asesinadas por la extrema derecha, pero muchos de los autores no fueron juzgados. Los de Yolanda fueron a juicio porque la familia y el PST lucharon para que así fuera.

Hoy nos conviene recordarla porque estamos en un momento de ascenso, a escala mundial, de la extrema derecha, que, ahora, como antes, continúa teniendo vínculos con el aparato de Estado (el Estado español es un ejemplo de manual). Ahora, como antes, la extrema derecha pretende debilitar las luchas de la clase trabajadora, atacando primero los derechos de sus sectores más débiles (minorías, mujeres, migrantes, colectivo LGTBI+). Ahora, como antes, niega los derechos de los pueblos como Palestina y en Ucrania.

La lucha de Yolanda como mujer, socialista y vasca continúa vigente. Y desde Lucha Internacionalista la seguimos llevando.

Yolanda, ¡hasta el socialismo siempre!

Para saber más

Aguirre Soler, Mariano, 1975-1983, La Transición Sangrienta. Una historia violenta del proceso democrático en España (1975-1983). Editorial Península

Fonseca, Carlos, No te olvides de mí. Yolanda González, el crimen más brutal de la Transición. Planeta.

Amigos de Yolanda / Las amigas de Yolanda. Homenaje de l@s que fuimos sus compañe@s del PST en el 40 aniversario. Andavira editora

Jiménez Villarejo, Carlos, Doñate Martín, Antonio. Jueces, pero parciales. La pervivencia del franquismo en el poder judicial. Pasado & Presente

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

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