Bezos, el Washington Post y la CNN, el fin del periodismo globalizado/hegemónico antidemocratico. basado, en el pensamiento unico, para impedir que la verdad sea dicha.
Nuestro prolegómeno:
¡Así entendemos y asumimos el periodismo y la verdadera
libertad de expresión!
Los mefistofélicos empresarios
financieros/bancarios/agiotistas, agrícolas monopolistas del sistema
capitalista determinista globalizado/hegemónico, dueños de la celestina
universal – el dólar -, y de la “inteligencia artificial genocida” IAG.,
controlan los medios mediáticos de (in) comunicación globalizados,
especialmente internet y la telebasura que regentan los testaferros de la
Sociedad Interamericana de Prensa SIP, especialmente en el patio trasero
latinoamericano/yanqui en contra del bien común
y de la libertad de expresión.
Como colofón, reitero una vez más, sin
prensa libre no existe la Democracia. Cuando las opiniones al alcance del
pueblo están controladas hasta la uniformidad, la verdad deformada para ser
ajustada al punto de vista de la clase empresarial dueña de los grandes medios
de (in) comunicación globalizados y su régimen burgués politicastro/castrense corrupto de turno y
quienes infrinjan la norma corran el riesgo en sus libertades personales y otras
formas de persecución. La Dignidad brilla
por su flagrante ausencia y está negada de hecho la vida democrática: ¿Qué
hacer con la miseria moral del
periodismo en el sistema capitalista determinista globalizado hegemónico?
Con esperanza y memoria que más temprano
que tarde por fin tendremos una verdadera libertad de prensa
Prof. Moreno Peralta /IWA.
Secretario Ejecutivo Addhee.Ong
El multimillonario propietario del diario
Washington Post, Jeff Bezos, anunció que en la sección de opinión sus
colaboradores ahora escribirán todos los días en defensa y apoyo de dos
pilares: las libertades personales y el libre mercado. Sus órdenes alejan a
Estados Unidos de los estándares de las sociedades democráticas,
“Por supuesto, también abordaremos otros temas,
pero los puntos de vista que se opongan a esos pilares se publicarán en otros
foros”, dijo, y añadió que el editor principal de opinión, David Shipley, no
aceptó la decisión, por lo que dimitió. Así culmina el largo declive de los
medios tradicionales estadounidenses, cuya credibilidad e independencia se fue
erosionando conforme se estrechó su dependencia hacia el poder político y
económico.
Detrás de la decisión de Bezos, navega el viejo
deseo del convicto presidente Donald Trump de acabar con toda voz
disidente, mientras se consume la irrupción de los grandes capitales en el
control de los medios para que la información y el trabajo periodístico, pasen
a tratarse como mercancías cuyo propósito principal es generar ganancias a los
propietarios y accionistas.
Los magnates que invirtieron miles de millones de
dólares para sentar a Trump en la Oficina Oval están operando junto con el
mandatario para sustituir la información por un discurso que enaltece el
egoísmo, la concentración ilimitada de la riqueza, la destrucción de los
derechos sociales, la irresponsabilidad ante el medio ambiente y la ley de la
jungla en la escena internacional. Para imponer su distopía fascista, dice un
editorial del diario mexicano La Jornada, los magnates necesitan matar la
verdad, el disenso, el debate y la inteligencia. Y eso están haciendo.
Este proceso no es nuevo y data de la década de
1980, cuando millonarios a título individual, fondos de inversión y otras
figuras adquirieron y concentraron periódicos, estaciones de radio y canales de
televisión, pervirtiendo el sentido de utilidad de la información y el trabajo
periodístico, que pasaron a tratarse como mercancías cuyo propósito principal
–a veces, único– es generar ganancias a los propietarios y accionistas.
Al producir
noticias y opiniones bajo la lógica de mercado, la veracidad es avasallada por
la rentabilidad y la relación social entre periodistas y lectores es degradada
a una transacción mercantil.
El propio Washington Post, The New York Times, CNN
y otros medios globales que se presumen referentes de la prensa “democrática”
como contrapeso al poder han sido vehículos de difusión de mentiras creadas por
Washington, desde las inexistentes armas de destrucción masiva en Irak, hasta
la campaña sostenida contra el gobierno mexicano a partir de 2019.
Para Bezoz, la segunda persona más rica del
planeta, las libertades personales y los mercados libres, son puntos de vista
que considera desatendidos en el actual mercado de ideas y opiniones
periodísticas. “Hoy no es necesario que
los diarios brinden a los lectores secciones de opinión que busquen cubrir
diversas perspectivas, pues dicha función es satisfecha por Internet”, dijo.
Bezos afirmó que su país no llegó a donde está
siendo típico y que gran parte de su éxito reside en la libertad en todos los
ámbitos, en particular el económico. El Post deja de ser un medio de
comunicación y se convierte en una plataforma propagandística al servicio del
magnate empresario. Al anular al consejo editorial de un medio que se
presentaba como independiente e imparcial, Bezos cerró de golpe la posibilidad
de conciliar los intereses empresariales con la labor periodística.
Tras la medida, periodistas del Post expresaron su
preocupación por lo que señalaron que es un intento de Bezos de tratar de
ganarse el favor de Trump, luego de que en octubre pasado bloqueó el respaldo
del consejo editorial a la candidata presidencial y entonces vicepresidenta,
Kamala Harris.
El presidente estadounidense, Donald Trump, convocó
por primera vez a su gabinete, y el multimillonario tecnológico Elon Musk fue
el invitado central de la reunión debido a su encomienda de impulsar el recorte
de personal gubernamental más grande de la historia del país.
Musk, que lidera el Departamento de Eficiencia
Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) se describió a sí mismo como un
simple soporte técnico para el gobierno, y externó su confianza en ahorrar un
billón de dólares de los aproximadamente 7 billones de gasto anual del
gobierno, lo que implica un recorte de alrededor de 15 por ciento.
No podemos sostener un país con un déficit de dos
billones de dólares, remarcó Musk, y aceptó que el DOGE ha cometido errores,
mencionando que mientras luchaba por reducir drásticamente la Agencia de EEUU
para el Desarrollo Internacional (Usaid), luego de que el presidente congeló la
ayuda para el extranjero el pasado 20 de enero, “una de las cosas que
accidentalmente cancelamos, muy brevemente, fue la prevención del ébola”.
El gobierno afirmó que eliminará más del 90 por
ciento de los contratos de ayuda exterior de la Usaid y 60 mil millones de
dólares en asistencia estadounidense en todo el mundo, según un memorando
interno que obtuvo la agencia AP.
Los daños a la libertad de expresión y de
prensa se aceleraron cuando apareció en escena la actual generación de
ultrarricos que amasó su fortuna en torno a Internet: entre ellos destacan
Bezos, Mark Zuckerberg y Elon Musk; estos últimos, dueños de todas las redes
sociales de relevancia global, con la excepción de la china TikTok.
No es casualidad que quienes controlan los
algoritmos “la inteligencia artificial genocida”, con los cuales se
determina qué información llega al público, qué temas son relevantes, cuáles
son las opiniones válidas y quienes tienen derecho a expresarse. Es el ataque
¿final? contra el equilibrio, la pluralidad, el compromiso con el público y
otros valores periodísticos para poner en su lugar el pensamiento único.
*Sociólogo y analista internacional,
Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del
Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Lo subrayado/interpolado
es nuestro
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