“NO PUEDE
HABER “INTELIGENCIA ARTIFICIAL”, SIN ÉTICA Y SIN POLÍTICA”
“La inteligencia humana racional tiene límite y está al
servicio del desarrollo integral del ser humano. La inteligencia artificial
genocida/inhumana no tiene límite, está al servicio de la destrucción del ser
humano” Prof. Moreno Peralta/ Secretario Ejecutivo ADDHE.ONG.
Por Washington Uranga/ periodista, escritor y analista
internacional/ADDHEE.ONG/Lucha internacionalista/ El Salto/ Prensa Mare
Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, Publico.es, La Jornada
de México, Red latina sin fronteras.Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia:
Con Francisco en el G7, por primera vez un pontífice
católico ha participado de la cumbre
El Papa valoró la IA, la calificó de un “instrumento
poderoso”, pero advirtió que para su uso medie la “sana política” y criterios
éticos puestos al servicio de la humanidad. Bergoglio mantuvo reuniones
bilaterales con presidentes y jefes de Estado, entre ellos el estadounidense
Joe Biden.
Francisco, el Papa que continúa rompiendo moldes no solo
religiosos, sino también políticos y culturales, se sentó el 14 de junio a la
mesa de la cumbre del G7 en Borgo Egnazia (Apulia), en el sur de Italia, para
debatir en ese escenario sobre el tema de la inteligencia artificial (IA).
Jorge Bergoglio calificó a la IA como “un instrumento extremadamente poderoso”
y dijo que no estamos hablando sólo de progreso científico sino que nos
enfrentamos a “una revolución cognitiva-industrial que contribuirá a la creación
de un nuevo sistema social caracterizado por complejas transformaciones de
época”.
En consecuencia, en línea con lo que viene siendo su
magisterio desde que se instaló en el Vaticano, el Papa advirtió que frente a
esta realidad es necesario recurrir a la ética como valor que encuadre esos
avances desde la humano. “Solamente si se garantiza su vocación al servicio de
lo humano, los instrumentos tecnológicos revelarán no sólo la grandeza y la
dignidad única del ser humano, sino también el mandato que este último ha
recibido de `cultivar y cuidar` el planeta y todos sus habitantes”, dijo
Francisco. Y subrayó ante gobernantes de potencias mundiales, entre quienes se
encontraba también el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que “hablar
de tecnología es hablar de lo que significa ser humanos y, por tanto, de
nuestra condición única entre libertad y responsabilidad, es decir, significa
hablar de ética”.
Es la primera vez que la máxima autoridad de la Iglesia
Católica es invitado a este tipo de encuentros, lo que no hace sino ratificar
la trascendencia que la figura de Francisco ha ganado y mantiene más allá del
mundo religioso y en el escenario de la política internacional. Sin abandonar
el tono de su discurso religioso, Bergoglio se involucra en la agenda y los
problemas que preocupan a las personas y a la sociedad internacional.
Tan importante es la IA como desarrollo tecnológico, dijo
Francisco, que “es lícito suponer que su uso influirá cada vez más en nuestro
modo de vivir, en nuestras relaciones sociales y en el futuro, incluso en la
manera en que concebimos nuestra identidad como seres humanos”.
Y frente a eso –afirmó- es primordial que actúe la política.
“La sana política”, dijo el Papa. Porque “el paradigma tecnológico encarnado
por la inteligencia artificial corre el riesgo de dar paso a un paradigma mucho
más peligroso, que ya he identificado con el nombre de `paradigma
tecnocrático’” y “no podemos permitir que una herramienta tan poderosa e
indispensable como la inteligencia artificial refuerce tal paradigma, sino que
más bien debemos hacer de la inteligencia artificial un baluarte precisamente
contra su expansión”.
Es allí, donde “urge la acción política” sostuvo el Papa,
sin dejar de recordar que “para muchos la política hoy es una mala palabra, y
(…) no se puede ignorar que detrás de este hecho están a menudo los errores, la
corrupción, la impunidad, la ineficiencia de algunos políticos”. Sostuvo
además que “a esto se añaden las estrategias que buscan debilitarla,
reemplazarla por la economía o dominarla con alguna ideología”. Pero –se
interrogó y le preguntó a los dirigentes presentes- si “¿puede funcionar el
mundo sin política? ¿Puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad
universal y la paz social sin una buena política?”.
La repuesta al interrogante fue terminante: “¡No! ¡La
política sirve!” Y reiteró, una vez más, que “ante tantas formas mezquinas e
inmediatistas de política […], la grandeza política se muestra cuando, en
momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común
a largo plazo” pese que “al poder político le cuesta mucho asumir este deber en
un proyecto de nación y más aún en un proyecto común para la humanidad presente
y futura”. En el auditorio estaba presente también el mandatario argentino,
Javier Milei, a quien el Papa había saludado rápidamente al llegar a la sede de
la cumbre.
En otro pasaje de su discurso Francisco recordó “el buen
uso, al menos de las formas avanzadas de inteligencia artificial, no estará
plenamente bajo el control ni de los usuarios ni de los programadores que
definieron sus objetivos iniciales en el momento de elaborarlos”, que “la
máquina puede, en algunas formas y con estos nuevos medios, elegir por medio de
algoritmos” y que “lo que hace la máquina es una elección técnica entre varias
posibilidades y se basa en criterios bien definidos o en inferencias
estadísticas”. En cambio, el ser humano “no sólo elige, sino que en su corazón
es capaz de decidir”.
Por eso, siguió diciendo Francisco, “frente a los prodigios
de las máquinas, que parecen saber elegir de manera independiente, debemos
tener bien claro que al ser humano le corresponde siempre la decisión, incluso
con los tonos dramáticos y urgentes con que a veces ésta se presenta en nuestra
vida”. Porque, agregó, “condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza
si quitáramos a las personas la capacidad de decidir por sí mismas y por sus
vidas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas”. Según
Francisco “necesitamos garantizar y proteger un espacio de control
significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizado por los
programas de inteligencia artificial”. Porque “está en juego la misma dignidad
humana”, sentenció Bergoglio en el G7.
Al llegar a la cumbre el Papa había sido recibido por la presidenta
del Consejo de Ministros de la República Italiana, Giorgia Meloni. Antes y
después de su alocución en el plenario del G7, el papa Francisco mantuvo
reuniones bilaterales con parte de los presidentes y jefes de Estado presentes.
En una primera ronda estuvo con Kristalina Georgieva, directora general del
Fondo Monetario Internacional, luego con Volodímir Zelenski, presidente de
Ucrania, con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el primer ministro
canadiense Justin Trudeau. En una segunda tanda de reuniones Francisco se
encontró con los presidentes Recep Tayyip Erdogan (Turquía); Abdelmadjid
Tebboune (Argelia); William Samoei Ruto (Kenia); Joe Biden (Estados Unidos);
Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Narendra Modi, primer ministro de la India.
Lo subrayado
interpolado es nuestro.
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