EL SISTEMA CAPITALISTA SALVAJE Y LA
GLOBALIZACION DEL CAPITAL.
EL NUEVO ORDEN MUNDIAL MULTIPOLAR,EL
DESAFIO DEL BRICS.
La Humanidad no es un mito homogéneo, sino una realidad
heterogénea. Mentes intrínsecamente perversas pretenden imponer la
globalización del capital del sistema capitalista salvaje, según lo preceptuado en las piedras
guías de Georgia/USA por el Club Bilderberg: “la libertad, la democracia y
la justicia deben ser deseables, aunque solo una minoría obtenga ventajas de
ellas”. “La ganancia se mide por la máxima rentabilidad al menor costo, y en el
más corto plazo. El único tiempo aceptado es el presente perpetuo, sin pasado
ni futuro, sin memoria ni esperanza...”
Geopolíticamente en pleno siglo XXI el mundo
se debate entre la unipolaridad de
la superpotencia estadounidense, en
bancarrota y el surgimiento de nuevas potencias regionales y las relaciones
internacionales. El multilateralismo y
el poder blando, se vuelven los mecanismos más aceptados por la comunidad
internacional. La sociedad civil ha tomado un importante protagonismo en el
debate internacional a través de las ONGs internacionales de la Dignidad y
los Derechos del Ser Humano y el Entorno Ecológico.
El fenómeno capitalista globalizador lo ha tratado de
imponer a sangre y fuego el régimen de
turno de Estados Unidos por orden de la
jerarquía del Club Bilderberg. La globalización del capital homogeneizadora y
su maldito instrumento el neoliberalismo, dos
desaguisados, dos fiascos que no han podido sacar al sistema capitalista
salvaje de su catástrofe política, económica y social- “crisis” para los epígonos
y tartufos testaferros defensores del perverso sistema capitalista moribundo:
¡hijos de Bizancio¡, crisis dice
relación con un momento de un proceso o asunto
en que está en duda su
continuación o cese-, a pesar de
los esfuerzos de la clase empresarial, financiera- bancaria/agiotista, agrícola
monopolista y su testaferra clase burguesa politicastra/castrense corrupta...
El nuevo orden
mundial globalizado, etapa superior del desarrollo capitalista salvaje, es decir,
el imperialismo, al que pretenden llegar con un sistema mundial de
interdependencia bajo la hegemonía de Estados Unidos, ávido e insaciablemente
de larga data lo pretende, sin éxito...
El nuevo orden multipolar y la Mundialización en
curso: el desafío del Brics.
La Mundialización
es un proceso hacia el cual tienden converger diferentes culturas sin
perder por esto su estilo de vida y su identidad. El sabio y genial Pueblo Chino con su líder
paradigmático Xi Jinping le propuso a la Humanidad el desafío histórico del
Brics con un objetivo fundamental la Mundialización. Esta posibilidad histórica
se está convirtiendo en un ideal común de muchos pueblos, pues son comunes a
todos ellos la esperanza de progreso y los peligros de vasallajes del maldito
imperialismo capitalista/ yanqui.
Conferencia Prof.
Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA. Secretario ejecutivo Addhee Ong.
La alternativa Brics desafía el orden occidental USA/Unión Europea/Otan y
el patio trasero latinoamericano.
Escritor,
periodista, analista internacional/Others News
BRICS es un intento desde el sur de miles de millones de
pobres para cambiar la relación actual de los pueblos.
Es una respuesta al poder hegemónico occidental nacido del
colonialismo e imperialismo. A su enriquecimiento privilegiado.
El BRICS busca crear un gran bloque del sur global
enfrentando a la oligarquía de Occidente fuerte pero en decadencia.
Es una lucha.
Su compromiso es multilateralismo, beneficios para todos,
respeto mutuo, igualdad, desarrollo sustentable, cooperación, solidaridad,
justicia, en oposición a la relación centenaria de dominación y explotación de
los países ricos.
El BRICS es una asociación del sur al interior del sistema
capitalista: grandes propietarios, lucro, productivismo, consumismo,
trabajadores.
Sus pilares, India, China, Rusia, Brasil, son países que
lograron capacidades científicas, tecnológicas, industriales, militares, dentro
de grandes espacios de pobreza.
Recién se incorporaron Argentina, Irán, Arabia Saudí,
Etiopía, Egipto, Emiratos.
Muchos otros esperan ingresar, Argelia, Afganistán,
Bangladés, Bielorrusia, Venezuela, Siria, Nicaragua…
El bloque deberá enfrentar desacuerdos internos, errores de
sus políticas, campañas occidentales, socios previsibles trabajando como
infiltrados.
Su tarea es superarlos.
El BRICS en el siglo 21 es una posibilidad real de lograr la
meta de beneficios y respetos para todos.
Los colonialistas occidentales no encontraron poblaciones
que pudieran enfrentarlos y no necesitaron lograr acuerdos.
China, Rusia, Irán, están amenazados, hacia adelante también
India y otros, necesitan hacer alianzas sinceras en África, en América, Asia.
Hoy los pueblos del sur, sus empresarios y sus políticos
enfrentan problemas agudos sin solución en la hegemonía unipolar.
Los objetivos BRICS no son lo que el futuro sostenible del
planeta necesita pero la ambición violenta de la oligarquía de Occidente con
una OTAN ya de hecho mundial muestra que es una forma de defensa y construcción
disponible en marcha.
Por el momento no se tiene otra opción a las guerras,
invasiones, eliminaciones físicas, torturas, sanciones, subversiones, censuras,
de los países ricos.
El BRICS crece. ¿Qué crece con el Brics?
Escritor, periodista, analista
internacional/Other News/ADDHEE.ONG
En su reciente XV Cumbre en Johannesburgo, el bloque económico constituido por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, anunció la invitación a sumarse como miembros de pleno derecho a seis nuevos países: Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y el Irán, que concretarán su ingreso a partir del 1° de enero de 2024.
Más de 40 países habían señalado su intención de sumarse a
este grupo y veintitrés han postulado ya formalmente a su incorporación.
Fundado en 2009 y ampliado con Sudáfrica en 2010, el BRICS acomete ahora una
etapa de expansión que amerita comprensión en cuanto a su impacto geopolítico,
pero también social e histórico.
Uno de los interrogantes, que podría indicar el derrotero de
esta asociación que ya agrupa al 46% de la población mundial, es el criterio
por el que se han elegido los nuevos miembros y la posible proyección de nuevas
admisiones.
Como ante cualquier pregunta, las aristas son múltiples, por
lo que bien viene desgranarla desde distintos puntos de vista.
El punto de vista económico
No hay duda que entre las prioridades consideradas por los
gobiernos actuantes, están las posibilidades de fortalecimiento de las
economías del bloque, que en conjunto con los nuevos ingresantes sumarán
alrededor del 36% del PBI global.
Un punto esencial, declarado y ya puesto en marcha a través
de distintos convenios, es la intención de prescindir de la moneda
estadounidense en el comercio bilateral. El alcance de esta medida, sumada a la
posibilidad en estudio de una divisa de intercambios compuesta por una canasta
de monedas denominada R5 (por las iniciales de las denominaciones nacionales:
real, rublo, rupia, renminbí (yuan) y rand), constituye un serio desafío a la
hegemonía monetaria del dólar establecida luego de los acuerdos de Bretton
Woods.
La utilización del dólar, que sucedió a la libra esterlina
como moneda de referencia y que desde 1971 abandonó el respaldo en oro, ha
permitido a los EEUU no solamente ahorrar costos de conversión e influir a
través de la fijación de tasas de interés de la Reserva Federal en la economía
mundial, sino también permitirse y financiar parcialmente un déficit inmenso a
través de la emisión de su propia moneda, dos condiciones que imponen
habitualmente en sentido inverso los organismos crediticios internacionales
bajo su égida a los demás países.
Para ofrecer alternativas en este sentido el BRICS ha creado
una nueva entidad de financiamiento llamada Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por
sus siglas en inglés) con sede en Shanghái, colocando a la ex primera
mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, como su presidenta.
Desde la perspectiva del interés de desarrollo económico,
esta fuerte ampliación del bloque contempla ante todo la posibilidad de
garantizar el acceso en condiciones favorables a fuentes de energía. Salvo
Rusia y en menor medida Brasil, los otros países del BRICS dependen de la
importación de energías no renovables como el petróleo y el gas, mientras que
Irán, Arabia Saudita y los Emiratos están entre los principales proveedores
mundiales de crudo. Argentina ha crecido como productor de gas natural y de
esquisto, siendo también un gran exportador de alimentos y principal reservorio
– junto a Chile y Bolivia - de litio, considerado el nuevo “oro blanco”.
Por otra parte, al ser China la economía más grande del
grupo y uno de los principales propulsores de la ampliación del BRICS, estos
pasos deben analizarse en paralelo a la concreción de los proyectos de
infraestructura contenidos en la Iniciativa de la Franja y de la Ruta (BRI,
Belt and Road Initiative).
Nueva infraestructura para antiguos senderos
Esta iniciativa, que ya cumple diez años desde que Xi
Jinping la anunciara en una vista oficial a Kazajistán, ha concitado a la fecha
el interés de 155 países, que en diversas formas se han asociado o la apoyan.
Se trata de un gigantesco proyecto de infraestructura que pretende compensar
los déficits de conexión que dificultan el comercio multilateral. Trazada sobre
las antiguas rutas comerciales que recorrieran por tierra las caravanas a
través de la Ruta de la Seda y recreando el periplo marítimo del almirante Zeng
He durante la dinastía Ming, la BRI contempla la construcción o mejoramiento de
puertos, ferrocarriles, rutas, enclaves industriales, incluyendo fuentes de
abastecimiento de agua y energía y conectividad digital en muchos países del
Sur global cuya carencia torpedea sus posibilidades de intercambio de productos
y servicios.
Si bien concebido desde China para favorecer la
multiplicación de sus posibilidades comerciales, invertir, expandir las actividades
económicas de sus propias empresas y también posibilitar el desarrollo de su
interior económicamente deprimido, este proyecto modifica radicalmente el mapa
de las vías de comunicación mundial cuyo sello inequívoco fue estampado por los
intereses y necesidades de las otrora potencias coloniales.
Efectos colaterales de no menor importancia son la necesidad
de mantener la paz en los territorios involucrados para poder avanzar sin
tropiezos en la construcción, pero también el fuerte nivel de nuevo
endeudamiento que siempre implican las inversiones en infraestructura. Por otra
parte, la transferencia de tecnología y capacitación en su manejo, también
conlleva la dependencia en la instalación de estándares tecnológicos, lo cual
se evidencia en la dura resistencia de Occidente al desafío que esto supone a
su anterior supremacía en este campo.
Un tramo crucial de la sección marítima del proyecto que
conecta al Sudeste Asiático con los puertos de Estambul y Atenas, portales de
conexión a distintos puntos de Europa, es el que atraviesa el Mar Rojo, cuyos
puntos de entrada y salida son Djibouti, donde China mantiene una base militar,
y el canal de Suez bajo administración egipcia. Etiopía, otro de los nuevos
invitados al BRICS, que perdió su salida al mar desde la independencia de
Eritrea, mantiene su comercio exterior a través de una línea de ferrocarril
construida por China que conecta su capital Adis Abeba con el puerto de
Djibouti.
La reestructuración geopolítica
De fundamental importancia en estos tiempos de rediseño del
mapa geopolítico global y una evidente transición a la multipolaridad, es notar
que ninguno de los nuevos miembros del BRICS pertenece a la OTAN, ni es un
asociado global, lo que quizás explica por qué Turquía, también interesado en
la asociación y polo económico ascendente, no está entre los elegidos, al menos
de momento.
Por otro lado, tanto Arabia Saudí como los Emiratos Árabes
Unidos son tradicionales aliados militares de los Estados Unidos en Medio
Oriente, papel rector que viene siendo eclipsado por China en sus esfuerzos de
mediación para la paz coronados por el reciente acuerdo entre los gobiernos
teocráticos saudita e iraní. Ambos países a su vez tienen históricas
diferencias con Israel, considerado un enclave con arsenal nuclear de
influencia directa de los Estados Unidos en la región, lo que explica la
búsqueda de equilibrios.
Asimismo, el hecho de que Etiopía alberga la sede de la muy
activa Unión Africana, que reclama y ejerce una influencia diplomática clave en
asuntos internos del África, suma elementos en la comprensión de su inclusión
en el BRICS+6.
Argentina, por su parte, ha sido junto a Brasil bajo los
gobiernos progresistas un importante motor de instancias de integración
regional soberanas como UNASUR o CELAC, lo que fortalece el signo multipolar y
opuesto a la pretendida exclusividad de dominio estadounidense o eurocentrista
sobre América Latina. El país sudamericano ha sido con Egipto, país fundador
del Movimiento de No Alineados, un defensor histórico de un mayor equilibrio en
la gobernanza global.
Justamente la ampliación del BRICS obedece en gran parte a
la imperiosa necesidad de reformular el funcionamiento de instituciones
internacionales como la ONU, cooptadas en la práctica por el peso que continúan
teniendo en su financiamiento los Estados Unidos de América.
La diversidad cultural y la mundialización
La apropiación imperial de los últimos siglos ha impuesto
modelos de neto corte occidental, sometiendo a los pueblos a una relativización
o incluso negación del aporte de sus culturas al proceso humano.
La conformación y expansión de un bloque de países de raíces
culturales diversas como los BRICS+6 configuran no solo una reacción al
continuismo neocolonial en términos económicos y políticos, sino también la
elevación de otros moldes de pensamiento y conducta a un nivel de paridad,
fortaleciendo así la diversidad.
La mundialización en curso, entendida como proceso hacia el
cual tienden a converger las diferentes culturas sin perder por esto su estilo
de vida y su identidad (1), es muy diferente a la globalización,
corriente homogeneizadora impulsada por el imperialismo, los grupos financieros
y la banca internacional. Desde la perspectiva mundializadora, es coherente la
aparición de nucleamientos como el BRICS+6 e instituciones asociadas que
permitan una interacción formal y actúen a su vez como foro de interlocución y
polo influyente a escala global.
A todas luces, el nuevo alcance de esta asociación emergente
de una reacción cultural global a los intentos de uniformizar el mundo según
las apetencias corporativas occidentales, supone una apertura importante a
distintas posibilidades de autonomía relativa y relación entre los pueblos, sin
mediaciones paternalistas.
Las sombras del BRICS
A nadie escapan las características autoritarias y
fuertemente identitarias de los gobiernos que conforman hasta la fecha el
BRICS, características que han servido al Occidente global para denostarlos
como regímenes poco o nada democráticos.
Más allá de que Argentina sostiene una democracia al estilo
liberal desde 1983 y Etiopía, cuyo proceso de democratización es muy reciente,
los demás nuevos socios no parecen escapar al esquema de fuerte rechazo y
represión a todo tipo de disidencia interna.
Aunque sea poco grato constatarlo, una tesis probable es que
la emergencia de gobiernos fuertemente centralistas y poco tolerantes a la
divergencia interna -sobre todo si esta es apoyada desde el exterior - sea
consustancial a la necesidad de oponer un frente firme a la dominación
neocolonial.
Aún así, poniendo entre paréntesis los reales obstáculos que
en estos países obstruyen la libertad de elección personal y colectiva y
oprimen inaceptablemente a quienes no comulgan con las ideologías gobernantes,
podría preguntarse, no sin un gusto amargo en la boca de un humanista, si estos
rasgos de intolerancia no son el reflejo de una voluntad popular
mayoritaria.
Sin duda que las rasantes transformaciones de los últimos
años, la asfixia sistémica y la falta de consulta a los pueblos sobre sus
aspiraciones profundas influyen poderosamente, llevando a muchos a
identificarse con actitudes reaccionarias o a afirmarse en la diferencia, como
es el caso de los nacionalismos o el fundamentalismo religioso. Mucho más, si
ven que, más allá de estos rasgos, la situación social en algunos lugares, como
en China, ha mejorado para millones de personas.
Y en cuanto a espíritu antidemocrático se refiere, cabe
señalar que ninguno de los críticos gobiernos occidentales le va en zaga a los
del BRICS, ya que la acumulación de poder en manos de grandes corporaciones y
fondos de inversión, impide que las votaciones sean calificadas como reales
elecciones de los pueblos, posibilitando verdaderas alternativas sistémicas.
Ciertamente esta es una etapa de la humanidad en la que todo
comportamiento violento requiere ser superado, aunque estas nociones de futuro
válido encuentren resistencia en hábitos añejos.
En ese sentido, son las mismas poblaciones las que habrán de
trabajar en la modificación de sus paisajes interiores, lo que a su vez
repercutirá positivamente en el tipo y modelo de organización social que
libremente elijan.
La Nación Humana Universal
Un aspecto poco atendido, en este reino temporal signado por
la inmediatez, es el punto de vista histórico más extendido. Desde esta
perspectiva, el BRICS+6 va logrando con la inclusión de sus nuevos miembros
agrupar a varias de las principales civilizaciones de la historia humana.
Las milenarias acumulaciones de Egipto, China, India y el
mundo persa, los enormes aportes de los pueblos eslavos y de la estepa
siberiana – un concentrado a su vez de los modos de vida de muchos pueblos, a
través de la participación de Rusia, la de Etiopía y Sudáfrica, dos espacios
considerados cunas de la humanidad, la articulación con la nación árabe y la
contribución de los pueblos y culturas latinoamericanas y afroamericanas forman
un mosaico, aún incompleto, que deja entrever el entrelazamiento y la
renovación creativa de fuentes míticas profundas.
En el marco declarado de colaboración entre los gobiernos y
en el fortalecimiento en las relaciones entre los pueblos que se desprenderán
de la acción en común, hay un germen en crecimiento que irá mucho más allá de
un multipolarismo reactivo a la dominación unipolar. Es la emergencia de la
primera civilización planetaria de la historia, que de adoptar un carácter de
verdadera horizontalidad, inclusión, emancipación e igualdad creciente de
oportunidades, se convertirá en el cimiento de una Nación Humana Universal.
De esta manera, el Ser Humano dejará atrás la prehistoria
violenta, encaminándose a continuar en conjunto su camino de liberación como
especie.
1.- Mundialización. Diccionario del Nuevo Humanismo. Silo. (1996) Magenta
Los Brics entre el asedio de Estados Unidos. Y la esperanza de la Humanidad
Escritor, periodista, analista internacional/OTHERS NEWS/Addhee.Ong
Los cinco países de los BRICS –Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica– cubren el 26 por ciento de la superficie del planeta y tienen una
población combinada de 3240 millones de personas, o sea más del 40 por ciento
de todo el mundo. El bloque contribuye con el 31,5 por ciento del PIB mundial,
mientras que la participación del G7 ha caído al 30 por ciento.
El interés de Washington por lo que pueda suceder en los
próximos días no es casual. Como si fuera poco, al encuentro han sido invitados
alrededor de 70 jefes de Estado, entre los cuales no estarán los mandatarios de
EE.UU. ni Reino Unido. Y desde el año pasado, 19 países han enviado pedidos de
membrecía al bloque, lo que refleja su creciente importancia y su papel cada
vez más importante en el mercado global. El gobierno argentino también espera
señales positivas por lo que pueda definirse en la cumbre.
El despliegue generado por los BRICS en tan poco tiempo ha
motivado la reacción negativa de las potencias occidentales, ya sea de manera
directa o a través de entidades que responden a sus intereses, como es el caso
de la Corte Penal Internacional (CPI), la que en marzo último acusó formalmente
a Vladimir Putin como “criminal de guerra” por la supuesta deportación ilegal
de niños de Ucrania a Rusia en medio del conflicto entre ambas naciones.
El resultado de la maniobra de la CPI sólo tuvo un éxito
parcial. Si bien impidió el viaje del gobernante ahora a Sudáfrica, no
consiguió abortar su participación en el cónclave: Rusia estará representada
por su canciller, Serguéi Lavrov, pero Putin intervendrá por videoconferencia.
Con Rusia soportando el asedio de la OTAN en términos
militares y económicos, China ha asumido el motor del bloque y ha delineado una
estrategia expansiva por la que se estrecharán los vínculos entre los BRICS y
su propia Iniciativa de la Franja y la Ruta, un gran mercado que atravesará
Asia y que incluirá a África y buena parte de Europa Occidental.
La prueba de fuego para que China pudiera consolidar su
proyecto económico hacia Occidente fue su aporte a la pacificación en las
relaciones entre los principales gobiernos de Medio Oriente, Irán y Arabia
Saudita, cuya rivalidad política fue explotada al máximo por los Estados Unidos
para conservar sus posiciones y promover sus intereses en esta conflictiva
región. De hecho, uno de los más relevantes ejes económico y político se está
desarrollando ahora entre China y Arabia con una importante cooperación en
tecnología, energía e infraestructura.
Más allá del obvio rechazo de Washington a la iniciativa de
China amplificada por los BRICS –avanzando en territorios que hasta hace poco
estaban bajo fuerte influencia norteamericana– hay otro factor vinculado al bloque
que genera una preocupación todavía mayor a la Casa Blanca: los países de los
BRICS están comenzando a comercia entre ellos sin usar el dolar.
Bajo la idea de que EE.UU. utiliza su moneda como arma
política e instrumento de presión económica para desestabilizar gobiernos y
naciones, los BRICS avanzan en una política de desdolarización.
Por ahora, y además de monedas basadas en oro y en materias
primas, utilizan el sistema digital “BRICS pay”. Y están trabajando en el “R5”,
una canasta de todas las monedas BRICS que, casualmente, comienzan con “R”:
renminbi (yuan), rublo, real, rupia y rand.
Pero el camino de la desdolarización no sólo incluye a los
ejercicios comerciales y financieros globales: también apunta a generar un
cambio profundo en el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los BRICS. Si bien las
operaciones de esta entidad tienen respaldo en oro, dos tercios de sus
préstamos fueron ejecutados en dólares por razones de liquidez, por lo que en
medio de las sanciones aplicadas por EE.UU., se les dificultó el apoyo a Rusia
en su conflicto con los países de la OTAN.
El Banco NBD tiene ocho miembros: además de los cinco
originales del bloque, desde 2021 se han incorporado Bangladés, Emiratos Árabes
Unidos y Egipto, los que también están en lista de espera para sumarse a los
BRICS. También el gobierno argentino ha expresado su interés en incorporarse a
este heterogéneo conjunto de países, en búsqueda de un financiamiento
alternativo al que ofrecen el FMI y otras entidades occidentales. Pese al
crecimiento del NBD, Estados Unidos busca frenar la desdolarización,
principalmente, obstaculizando el proyecto de creación de una moneda propia a
nivel de los BRICS.
En el camino, también han aparecido algunos países que, en
su búsqueda de alianzas e incorporaciones, han generado todo tipo de sospechas
y suspicacias. En junio se conoció el interés del gobierno de Francia por
participar de la cumbre en Johannesburgo en calidad de “observador”. El pedido
se justificaría en el interés por comenzar a desdolarizar las transacciones
internacionales.
Los antecedentes no son pocos. En marzo, para pagar un
contrato de gas natural licuado con Emiratos Árabes Unidos, Francia utilizó
yuanes. Y en abril Emmanuel Macron fortaleció su relación con China con una
visita presidencial. A fines de junio, el mandatario presidió un encuentro
internacional en París sobre desarrollo y medioambiente al que asistieron los
presidentes Lula da Silva, Gustavo Petro y Miguel Díaz-Canel. Macron también es
crítico de los intereses comerciales de EE.UU. en el conflicto en Ucrania.
Sin embargo, las pretensiones de Francia de asistir la
cumbre fueron rechazadas en conjunto por su participación en la guerra contra
Rusia y por la aplicación de sanciones unilaterales. Además, se percibió como
negativa la intervención de una nación europea perteneciente a la OTAN y al G7,
en un evento vinculado al Sur Global. Por último, no fueron pocos quienes
temieron que la participación de Macron, como un nuevo Caballo de Troya,
escondiese intereses ocultos.
Tal como seguramente ocurra en Johannesburgo en los próximos
días, y aun frente al creciente asedio de las potencias occidentales, los BRICS
conseguirán una vez más constituirse en un especial centro de atención dentro
de un escenario geopolítico marcado por la decadencia de las tradicionales
potencias, pero también por el ascenso del Sur Global y del multilateralismo.
En tanto que, si concreta su incorporación a los BRICS, Argentina tendrá una
valiosa oportunidad para evolucionar hacia un futuro promisorio y dejar atrás este
presente tan incierto.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
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