“COMPAÑERO JORGE ZABALZA, TUPAMARO CON MAYÚSCULAS, PRESENTE HOY Y SIEMPRE”
Por Carlos Aznarez, Telesur
Prolegómeno:
La rebeldía intelectual del compañero Zabalza
era congénita y creadora. Su espíritu rebelde con un objetivo principal la
emancipación de los odiosos estereotipos mediáticos consumistas que el perverso
sistema capitalista impone al individuo masa enajenado para transmutarlo a un
guarismo orwelliano.
Admirado compañero Zabalza, la lucha continúa, siguiendo su ejemplo revolucionario con un objetivo claro y preciso: recuperar lo que por razón e historia les pertenece a los pueblos sometidos, explotados, enajenados en el marco del dilema aun no resuelto: “socialismo marxista o capitalismo salvaje”… Presente hoy y siempre. Con esperanza y memoria, el presente es de lucha, el futuro es de los Pueblos Latinoamericanos.
Prof. Moreno Peralta /IWA.
Secretario ejecutivo Addhee.Ong"
A la 01H45 de este 23 de febrero, en el Hospital de Clínicas de Montevideo, se nos fue uno de los más queridos hermanos de lucha, Jorge “Tambero” Zabalza. Como una radiografía de lo que fue toda su vida, este último mes se empeñó en seguir peleando contra la muerte, porque si había alguien que amaba la vida, era precisamente el Tambero. No tengamos duda que a partir de ahora, la Patria Grande en la que tanto bregó para terminar con las injusticias que padecen los más humildes se queda un poco más desprotegida, ya que él y su historia de permanente trasiego revolucionario fueron llenando un espacio donde casi no cabía su corazón libertario.
Zabalza, Tupamaro
con mayúsculas, se estremeció de dolor cuando las balas enemigas le arrancaron
de su lado a ese joven combatiente que fue su hermano Ricardo, aquel aciago 8
de octubre del 69, en que el tupamaraje insurrecto se lanzó a ocupar la ciudad
de Pando para homenajear al Comandante Ernesto Guevara de la Serna, y
demostrarle a los copetudos del poder que cuando se quieren cambios reales no
alcanzan los discursos ni las declaraciones altisonantes: hay que poner el
cuerpo y las armas que se necesiten, cueste lo que cueste. Desde entonces, con
esa pena grande en su mochila, el Tambero no descansó un minuto de su
existencia en reivindicar la necesidad de darlo vuelta todo para acabar con ese
capitalismo criminal que seguimos padeciendo.
Como buen vasco que
era jamás reculó ante las dificultades y como leal miliciano de ese otro
grandeamericano que es Raúl “Bebe” Sendic, colaboró a construir esa
organización que fue ejemplo en el continente y el mundo por su audacia,
imaginación y coraje. Con el MLN Tupamaros recorrió todo un camino de
confrontación con la oligarquía empresarial/ financiera uruguaya, poniendo como
meta en alcanzar el socialismo. De esas patriadas, vale recordar a Zabalza
escapando (en la llamada “Operación Abuso”, de la prisión de Punta Carretas con
otros 110 compañeros, para reintegrarse a una lucha en la que nunca dejó de
combinar la formación política con la práctica en el combate. Luego, la
ofensiva enemiga lo volvió a atrapar junto a Sendic y otros tupas, para enterrarlos
vivos en una tumba carcelaria, donde el principal objetivo era destruir física
y psicológicamente a esos jóvenes rebeldes. Allí, el Tambero, como el resto de
sus compañeros, dio batalla para no enloquecerse ni quebrarse, y sobre todo
para demostrar a sus verdugos de qué valores estaban hechos esos que ellos
imaginaban ya derrotados.
“Los caminos intermedios socialdemócratas y demócratas cristianos
corresponden a la antesala de la traición”
Después vino la
libertad, los reencuentros con los hombres y mujeres del pueblo que habían
resistido también heroicamente la ofensiva criminal de la dictadura cívico
militar, los desencuentros entre los tupas, que llevaron a que el Bebe Sendic,
con inmensa razón y aferrado a convicciones revolucionarias que dieron origen
al Movimiento, discrepara abiertamente de los que ya amagaban con saltar el
charco hacia la democracia burguesa y dejar atrás el camino revolucionario. Los
Mujica, Fernández Huidobro y algunos otros, a los que tan bien definió tiempo
después el Tambero como “vulgares administradores del capitalismo”.
Zabalza no se
arredró por esos sinsabores y después de ser elegido por el voto popular como
edil montevideano volvió a marcar el territorio de por dónde se debe andar si
se es auténticamente revolucionario, por eso se negó a ser de la partida en
reconocer como ciudadano ilustre a un presidente francés derechista que
visitaba el Uruguay, contraviniendo lo que indicaba el protocolo, o
también votando en contra de todos sus colegas del Frente Amplio, cuando el
intendente “de izquierda” Mariano Arana decidió otorgar a manos privadas la
concesión del Casino de Carrasco. La potencia de ese voto de Zabalza fue tal,
que tiró abajo el proyecto privatizador e incluso provocó la renuncia de Tabaré
Vázquez como presidente del Frente Amplio.
Esas y otras
jugarretas neoliberales/colonos mentales del sistema capitalista salvaje que
después se afianzaron en el llamado Frente de izquierda por el que tanto se
había peleado, lo fueron alejando del mismo. El Tambero siempre fue hombre de
no caminar por la vereda del medio y si intuía que las políticas burguesas iban
a jugar en contra del pobrerío, plantaba bandera y decía a quienes lo quisieran
oír: “yo por ese aro no paso”. Prefirió refugiarse entre sus vecinos del
popular y obrero barrio La Teja, seguir reivindicando al Comandante Ernesto
Guevara de la Serna, organizar y marchar los Primero de Mayo con los de abajo
(la rebelde Columna La Teja), tratar de construir organizaciones de base y
criticar duramente las abiertas traiciones de sus ex compañeros de militancia
que se sentaban en los sillones del Gobierno y borraban de un plumazo los
principios originales de su militancia.
Quienes tuvimos la
suerte de conocerlo y admirar su capacidad de pensamiento crítico, siempre
sentimos que su reivindicación permanente de la memoria revolucionaria era una
trinchera donde cobijarnos. Coincidimos con él y lo seguiremos haciendo en que
la Revolución no es una fantasía ni una utopía inalcanzable, y por eso en sus
escritos, declaraciones y charlas mano a mano, descubríamos que el Tambero
estaba dando en el clavo cuando en medio de la pantomima “progresista” y el
posibilismo, denunciaba la total entrega de nuestros países al imperialismo y
al capitalismo.
Párrafo aparte y de
una importancia fundamental, ha sido la inmensa apuesta que Zabalza hizo por el
amor junto con su inseparable compañera Verónica Engler. El Tambero y la Vero
construyeron una pareja-fuerza que en lo que hace a Zabalza le permitió
disfrutar (bien vale el término) después de tantos dolores. La Vero ha sido
para él una de las grandes razones de seguir pechando la vida para, a la vez,
seguir sosteniendo sus ideas rebeldes. Tanto fue así que cuando el maldito
cáncer lo sorprendió hace más de diez años, se dispuso a ganarle la partida
para no solo seguir pujando por la Revolución sino también para estar junto a
esa compañera extraordinaria que se le cruzó una vez en el camino y se quedó
para siempre. Para ella vaya también este homenaje que garabateamos con dolor
por estas horas.
Zabalza también
dejó huella en la tarea de escribir por la memoria, evocando la lucha tupamara,
haciendo autocrítica de errores cometidos en su militancia, enseñando a los más
jóvenes el rol que jugó el Bebe Sendic en las luchas del Uruguay, y rescatando
las mejores tradiciones artiguistas de la historia uruguaya. Golpeado por la
enfermedad y con las dificultades que ella le causara estos últimos años, nunca
dejó de cantar presente en los homenajes a sus compañeros caídos en combate o
en la cita anual masiva de recordar y pedir justicia por los desaparecidos y
asesinados. Por ser como fue siempre, hace muy poco lo volvieron a judicializar
por manifestarse junto a otros luchadores en un juzgado montevideano, y
aprovechó la oportunidad para volver a acusar a quienes consagraron la
impunidad a los asesinos de su pueblo.
Termino, querido
hermano Tambero, sabedor que más temprano que tarde volveremos a encontrarnos
para seguir imaginando por dónde discurrirá el rumbo del enfrentamiento con
estos asesinos seriales que están destruyendo la tierra con sus guerras,
extractivismo y otras lacras.
Mientras tanto, en
la soledad que nos deja tu partida, seguiremos defendiendo tus ideas, que son
las de Sendic, de que “habrá Patria para todos o no habrá Patria para nadie”.
Enfrentando a los que reniegan de su propio pasado, abonando el camino para que
las nuevas generaciones no se encandilen con los cantos de sirena de los falsos
progresismos y apuesten, como lo hicimos nosotros, con errores y aciertos, a
revolucionarlo todo, como nos enseñaran el Comandante Guevara de la Serna y
tantos otros guerreros y guerreras de la libertad.
“Vale la pena
seguir luchando”, porque luchar es vivir, me dijiste un día en una entrevista.
Claro que vale la pena, reafirmamos ahora, compañero Jorge Zabalza. ¡Hasta la
Victoria Siempre, venceremos!
Lo subrayado e interpolado es
nuestro.
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