Washington y la pérdida del poder hegemónico
Todos los seres humanos conscientes están de acuerdo en reconocer que el sistema capitalista salvaje
globalizado/hegemónico o globalización del capital, la tiranía más despótica,
desalmada e inmoral que imponen los dueños de la celestina universal
junto con el narcotráfico y la inteligencia artificial genocida entre otras desgracias
/calamidades al género humano de larga data,
desde el Club Bilderberg,
agoniza. El mundo puede compararse con
un inmenso hospital cuya atmósfera está saturada de gemidos, angustias y rabia./ADDHEE.ONG
Tras 79 años de protagonismo mayoritario en la economía
mundial, con injerencia en la conformación de las entidades financieras
internacionales, el control de ellas, la presión sobre organismos creados para
establecer relaciones internacionales más justas. Ocho décadas con la
dolarización de las economías del mundo, un sistema de transferencia financiera
internacional, que le ha servido como arma de guerra. El desarrollo de un complejo militar
industrial, que permitió que ese ímpetu económico omnipresente, se impusiera
bajo la protección de 800 bases militares alrededor del mundo, una fuerza
nuclear a la par de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS –
cuya herencia la posee hoy la federación rusa. Un Estados Unidos que ha
impuesto de Tratados de Libre Comercio en claro beneficio de su vasta red de
empresas transnacionales. La continua política de desestabilización,
instalación de gobiernos afines, el derrocamiento de aquellos que afectaban su
idea de hegemonía ha sido la impronta de los gobiernos estadounidenses.
La Unión Europea, el Nuevo patio trasero del régimen de Estados Unidos.
La caída de la ex-URSS y la conformación de un Nuevo Orden
Mundial, a partir del año 1991concretó ese trabajo de las administraciones
estadounidenses de poder hegemónico, atizado por el sometimiento de una Europa
constituida en el nuevo patio trasero de Washington, el control de vastas zonas
del planeta, entre ellas zonas de Asia occidental ricas en petróleo, gas y
rutas marítimas. Indispensables para el comercio mundial y esa pretensión que
el modelo neoliberal fuera la única divinidad posible de venerar. Sin embargo,
poco a poco dos países y su política de encabezar una nueva visión y práctica
en múltiples plano: militar, económico, financiero, en materias de relaciones
internacionales bajo el objetivo de trabajar en un plano de multilateralidad ha
ido cambiando esa hegemonía occidental encabezada por Estados Unidos y
secundado por sus peones en diversas partes del mundo. Esos dos países están
cambiando la correlación de fuerzas en el planeta: la República Popular China y
la Federación Rusia. Hoy tras esos interminables años el viraje de ese dominio es
incuestionable.
En Asia encontramos a Corea del Sur, Japón, Taiwán, como
también Australia como potencia en Oceanía, y una Europa adscrita tanto a la
Unión Europea como la OTAN, junto a regímenes serviles en África como es el
caso de Marruecos, Egipto, como también en Asia Occidental como es el caso del
régimen nacionalsionista israelí y las monarquías ribereñas del Golfo Pérsico.
Cada uno de ellos sirviendo y llevando el guion preparado en Washington con la
Casa Blanca y el Pentágono. Como centros que han irradiado las ondas de dominio
occidental en el planeta y cuya realidad está cambiando a pasos agigantados
como una ola imparable y que me hace recordar aquellas ideas expresadas hace
tantos años por el comandante Fidel Castro Ruz en referencia al
papel que estaban cumpliendo los países del sur en su lucha por la
autodeterminación en todos los planos (1) y que hoy se expresa en la búsqueda de
nuevos caminos de desarrollo
En un interesante artículo escrito ya hace algunos años se
sostenía, bajo el título “fin de la hegemonía “norteamericana”/estadounidense…”
que “para el año 2025 se espera que los consumidores de mercados como China,
India y México representen el 50% del consumo mundial que implica desarrollar
productos y servicios innovadores para estos nuevos mercados mundiales. En la nueva
economía mundial las inversiones de las grandes compañías multinacionales
representarán oportunidades de crecimiento para el conjunto de los países del
sur global. Inversiones que no provendrán exclusivamente de compañías
estadounidenses, sino incluirá a consorcios de las nuevas potencias económicas.
Han aparecido y consolidado nuevos mapas de innovación tecnológica. Clústeres
de innovación tecnológica que generan desde Beijing pasando, Bengalooru y
Krakow. Por ejemplo, en China se gestan cerca del 25% de las patentes mundiales
de nanotecnología. Las nuevas potencias económicas ya evolucionaron de
imitadores tecnológicos” a gestores en investigación y desarrollo con un
desarrollo de inteligencia y desarrollo del talento. Para el año 2050 el 97% de
la fuerza laboral mundial vendrá de economías en desarrollo, incrementando en
forma significativa la competencia por el talento (2)
Resulta evidente que existe una nueva orientación política,
económica, militar de nuevas relaciones internacionales, que está minando el
poder hegemónico de Estados unidos y los suyos catalizados por una serie de
acontecimientos vitales para la conformación de una nueva correlación de
fuerzas en el mundo, debilitado de eta forma la posición hegemónica de Estados
Unidos. Uno el desarrollo imparable de la república Popular China en materia
económica y con clara influencia en la política internacional.
Una China convertida en un torbellino de desarrollo
tecnológico, con enormes e influyentes inversiones en gran parte del planeta y
capaz de enfrentar en los grandes foros internacionales a Washington, con
determinación y bases firmes en amplias esferas del progreso en diversos
ámbitos. Una Federación Rusa que tras un periodo de decadencia tras la caída de
la ex URSS comenzó, bajo la égida de Vladimir Putin una etapa de mejora
sostenida y recuperación de una autoestima, que parecía haberse perdido en el
trasiego de un avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
hacia su frontera occidental, gobiernos sometidos a esa hegemonía que no
respetaba en absoluto el papel desempeñado por Rusia en el concierto
internacional y una política de máxima presión, que ha fracasado en el empeño
de empequeñecer a la gran nación euroasiática.
Poco a poco China y Rusia comenzaron una etapa de
acercamiento, de firma de convenios, acuerdos, planteamiento y puesta en
práctica de objetivos estratégicos, vínculos militares, políticos y el
desarrollo de un camino de integración, que ha comenzado a sumar a decena de
países en proyectos como el de la Nueva Ruta de la Seda. No sólo hablo de los
BRICS, sino también la organización de Cooperación de Shanghái, la integración
en el proyecto que ya es una realidad que se consolida de la Nueva Ruta de la
Seda. Un camino plagado de dificultades
peor que va teniendo resultado evidentes: el debilitamiento del dólar como
moneda dominante, la desdolarización e la economía en el campo económico entre
países. El fortalecimiento del yuan, el rublo y otras monedas nacionales como
el real brasileño, la rupia d ela india y todas aquellas que se van sumando a
un camino de multilateralidad que no sólo desacredita el monopolio de Estados
Unidos en la esfera económica internacional, sino también el papel que cumple
ese país en la política exterior.
Hoy, con más evidencia y con más razón que nunca, reforzado
incluso por la propia comunidad internacional que con renuencia en ocasiones o
rechazo en otras, se niega a participar de políticas que hace pocos lustros era
un imperativo. Por ejemplo, participar de políticas sancionatorias contra China
o contra Rusia, como lo han demostrado países africanos y latinoamericanos,
mostrando con el ejemplo que el patio trasero con que se definía en forma de
desprecio a estos países con relación a Washington ha cambiado de dirección y
se enmarca en pleno siglo XXI en una Europa sin soberanía, dignidad y sin
capacidad de reacción. China y Rusia están en la dirección correcta, eso lo
sabe Estados Unidos y de ahí su empeño en desestabilizar económica y
militarmente a ambas naciones, en una conducta que lo conduce a su propio fin.
El mundo camina día a día hacia un estado de
multilateralidad, que ya no acepta imposiciones como antaño sin que ello
conlleve la intensificación de conflictos como los que se viven en Europa
Oriental con Ucrania o en Asia occidental en Palestina, Frente Polisario/Saharaui,
Yemen, Siria, entre otros. El Despertar islámico es una muestra evidente, que
resulta inaceptable avanzar hacia un
desarrollo pacífico de la humanidad en base a una política constructiva y de
unificación mientras la rusofobia, sinofobia, islamofobia, la violación de los
derechos humanos de pueblos como el palestino – que estamos constatando en su
incremento bajo la política de exterminio del régimen israelí – sirio, libanés,
saharaui, iraquí, los ataques permanentes contra la República Islámica de Irán,
Nicaragua, Venezuela, Cuba, entre otros sean la parrilla programática en
la política de Washington y los suyos.
La multilateralidad en que se está avanzando implica una
reformulación en múltiples campos. Por ejemplo, la necesidad de reinsertar las
economías locales en la economía internacional, el fin de las políticas de
sanciones impuestas por Washington y los suyos como herramienta de presión y
dominio. La democratización de los organismos internacionales, la reformulación
de las relaciones económicas con los Estados Unidos, la Unión Europea y sus
grandes consorcios internacionales. La democratización de la tecnología y
formulación de políticas globales de acceso a esa tecnología. Políticas de
desarrollo sostenible, comercio justo y otras materias que los grandes medios
de desinformación y manipulación, manejados por empresas principalmente
occidentales, nos quieren presentar como utópicas.
En las actuales condiciones mundiales, es poco probable que
durante las siguientes décadas una sola nación tenga amplia influencia a nivel
mundial. Ya la Dirección Nacional de Inteligencia del Gobierno de los Estados
Unidos, hace tres lustros, señaló que serían las coaliciones de naciones las
que tomen gran importancia. Así lo entiende China, Rusia, los BRICS ampliado en
general pero no el país donde dichas constataciones se dan a conocer. La
multilateralidad no es un proyecto utópico, es la tabla de salvación de una
humanidad que, bajo el poder hegemónico, totalitaria, exclusivo y excluyente de
Washington y los suyos nos conducen al descalabro.
Notas:
1. 1. Ahora sí, la historia tendrá que contar con los
pobres de América, con los explotados y vilipendiados de América Latina, que
han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Ya se
les ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos
de kilómetros, para llegar hasta los «olimpos» gobernantes a recabar sus derechos.
Ya se les ve, armados de piedras, de palos, de machetes, de un lado y otro,
cada día, ocupando las tierras, fincando sus garfios en la tierra que les
pertenece y defendiéndola con su vida; se les ve, llevando sus cartelones, sus
banderas sus consignas; haciéndolas correr en el viento por entre las montañas
o a lo largo de los llanos. Y esa
2. 2. Ola de estremecido rencor, de justicia
reclamada, de derecho pisoteado que se empieza a levantar por entre las tierras
de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que
pase. Porque esa ola la forman los más mayoritarios en todos los aspectos, los
que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las
ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que
los sometieron. Porque esta gran humanidad ha dicho: «¡Basta!» y ha echado a
andar. Y su marcha de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera
independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en
todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón,
morirán por su única, verdadera, irrenunciable independencia.
3. 3. https://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20191016113426/Segunda_declaracion_de_La_Habana.pdf
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
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