jueves, 21 de marzo de 2024

La farsa judicial contra Julian Assange: ¿Y los Derechos Humanos, y el periodismo y la libertad de prensa?.


La farsa judicial contra Julian Assange: ¿Y los Derechos Humanos, y el periodismo y la libertad de prensa?.


Por Fabian Scheidler/ escritor, periodista y analista internacional/El Salto/ Prensa Mare Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, Publico.es,  La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG: 

Nuestro prolegómeno: ¡Basta ya de eufemismos!

“Los Derechos Humanos y los Derechos de la Madre Naturaleza, son dos nombres y una sola dignidad” Maestro Eduardo Galeano de la Patria Continente, América Latina y el Caribe. Quien a conculcado, pisoteado la Dignidad y los Derechos del ser humano como Estados Unidos durante toda su historia, no tiene autoridad alguna para hablar en su nombre.

Los Derechos Humanos se plasman porque el ser humano – hombres, mujer – sintiendo su esencia de ser libres han luchado por ello. Porque la mujer y el hombre quieren y desean vivir, no solo una existencia biológica sino “vivir humanamente con Dignidad”, y con sus derechos reconocidos y respetados frente al Estado.

Concluyo que los derechos Humanos son limites exteriores de existencia, la base del devenir humano, y al saber que estos no serán violados, la mujer y el hombre luchan con Libertad y Dignidad para alcanzar su plena realización humana.

Sin el respeto por la Dignidad y los Derechos del ser humano, ni la certeza del derecho de cada ciudadano ante la ley, no hay justicia ni Estado de Derecho...

El periodismo y la Libertad de prensa:

Sin prensa libre definitivamente no existe la Democracia. Porque las opiniones al alcance del Pueblo están controladas hasta la uniformidad como ocurre en el sistema capitalista, la tiranía más despótica, perversa, desalmada e inmoral que imponen los plutócratas empresarios dueños de la Celestina Universal desde el Club Bilderberg.

Cuando la verdad se deforma para ser ajustada rigurosamente al punto de vista oficial. es decir, de los dueños de la Celestina Universal y quienes infringen la norma corran riesgos en sus libertades personales y profesionales y otras formas de persecución, la Dignidad Humana brilla por su flagrante ausencia y esta negada de hecho la vida democrática.

Todo esta dicho pero como nadie hace caso hay que volver a repetirlo.

Con esperanza y memoria. En tiempos infames como el actual en que reina la mentira, la corrupción, el narco trafico, el tartufismo y la impunidad, decir la versas es un acto revolucionario como lo sostienen Julian Assange y Pablo Gonzales periodistas por la Libertad de Prensa.

Prof. Moreno Peralta/IWA.

Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG

El periodista de investigación más importante de su época está siendo criminalizado y privado de libertad. Si EE.UU. consigue condenarlo, será más difícil y peligroso sacar a la luz la sórdida realidad de las guerras.

“Los que dicen la verdad necesitan un caballo rápido”, reza un proverbio estadounidense. O necesitan una sociedad que proteja la verdad y a sus mensajeros. Pero esta protección, que deberían ofrecer nuestras democracias, está en peligro. Como periodista, Julian Assange ha publicado cientos de miles de archivos que documentan crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos y sus aliados en Afganistán, Irak, Libia, Guantánamo y otros lugares. La autenticidad de los documentos es incuestionable. Sin embargo, ninguno de los responsables ha sido llevado ante la justicia ni condenado. En cambio, el mensajero lleva cinco años encarcelado en una prisión de alta seguridad en Londres, con problemas de salud que ponen en riesgo su vida, tras haber pasado siete años encerrado en la embajada ecuatoriana. No ha sido acusado de ningún delito en el Reino Unido, en ningún país de la Unión Europea ni en su país de origen, Australia. El único motivo de su rigurosa privación de libertad es que el Gobierno de Estados Unidos ha iniciado un proceso de extradición al acusar al periodista de espionaje, apelando a una ley que se remonta más de cien años, a la Primera Guerra Mundial: la Ley de Espionaje.

Nunca se había acusado a un periodista al amparo de esta ley. El proceso de extradición, por lo tanto, sienta un precedente peligroso. Si sale adelante, todos los periodistas del mundo que revelen crímenes de guerra de Estados Unidos habrían de temer que les depare el mismo destino que a Assange. Eso supondría el fin de la libertad de prensa tal como la conocemos. Porque se basa en poder sacar a la luz el lado oscuro del poder sin miedo a represalias. Si se acaba con esta libertad, no solo muere la libertad de los periodistas, sino la libertad de todos nosotros: la que nos libra de la arbitrariedad del poder. PUBLICIDAD

Solo por este motivo, los tribunales de un sistema jurídico funcional nunca deberían aceptar el proceso de extradición. Julian Assange no hizo de espía en modo alguno, sino de periodista, y como tal, está sujeto a protección especial. Casualmente, el testigo clave en la acusación de espionaje era el conocido estafador y pedófilo convicto Sigurdur Ingi Thordarson, que admitió en 2021 haber mentido por el FBI y haber conseguido inmunidad judicial.

Assange no hizo de espía en modo alguno, sino de periodista, y como tal, está sujeto a protección especial

Imaginemos el caso con los roles invertidos: pongamos que un periodista australiano hubiera publicado crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia rusos y buscase protección en un país europeo occidental. ¿Considerarían seriamente los tribunales el procedimiento de extradición a Moscú por espionaje, máxime cuando el testigo clave es un delincuente condenado?

Assange se enfrenta a una sentencia descabellada de 175 años en Estados Unidos. Es de temer que no sobreviva a las durísimas condiciones del infame sistema penitenciario estadounidense. Por eso, el Tribunal de Magistrados de Londres detuvo en primera instancia su extradición en 2021. El Gobierno de Estados Unidos, entonces, publicó unos documentos que afirmaban que no someterían a Assange a régimen de aislamiento. Pero según Amnistía Internacional, esas declaraciones “son papel mojado”, porque la nota diplomática no vinculante reserva el derecho del Gobierno estadounidense a cambiar de postura en cualquier momento.Al Tribunal de Apelaciones, no obstante, le pareció suficiente el documento para dar vía libre a la extradición: una tergiversación de la justicia, como apunta Amnistía.

La audiencia, que se celebró el 20 y 21 de febrero en el Tribunal Superior de Londres y cuyo veredicto se espera en marzo, es la última oportunidad de Assange de recurrir la decisión de extradición. Sin embargo, existe un riesgo muy alto de que le vuelvan a dar la vuelta a las leyes otra vez. Según indica la plataforma de investigación Declassified UK, uno de los dos jueces, Jeremy Johnson, trabajó previamente para los servicios secretos británicos del MI6, estrechamente vinculados con la CIA y cuyas actividades ilegales se dieron a conocer gracias al trabajo de Julian Assange.

Para Julian Assange, el propio juicio ya se ha convertido en un castigo. En abril de 2020, el Relator Especial de la ONU sobre Torturas, Nils Melzer, concluyó tras minuciosas investigaciones que Assange llevaba años sometido a tortura psicológica sistemática. El hecho de que Estados Unidos estuviera preparado para ir todavía más allá salió a la luz en septiembre de 2021: según informaciones de The Guardian, altos cargos de inteligencia, incluido el entonces director de la CIA y posteriormente secretario de Estado Mike Pompeo, planearon secuestrar y asesinar a Assange en 2017. Pongámonos en antecedentes: Wikileaks había publicado documentos aquel año que se dieron a conocer como “Vault 7”. Estos revelan la ingente actividad de la CIA en el campo de la guerra cibernética y demuestran que los servicios secretos intervienen sistemática y exhaustivamente en navegadores web, sistemas informáticos de automóviles, smart TV y smartphones, incluso cuando están apagados. Fue una de las revelaciones de Wikileaks que más sensación causaron desde las filtraciones de Edward Snowden, que destapó la vigilancia ilegal y descomunal que ejercía la Agencia de Seguridad Nacional. La CIA no iba a perdonarle el golpe a Assange y no tardaron en clasificar Wikileaks de “servicio de inteligencia hostil no gubernamental”, un neologismo trascendental que permitía declarar a periodistas enemigos del Estado. Cuando Pompeo se convirtió en secretario de Estado en 2018, el Gobierno de Estados Unidos inició el proceso de extradición. Esta jugada sustituía el plan original de Pompeo de secuestro y asesinato, pero el objetivo seguía siendo el mismo: acabar con un periodista inoportuno.

Altos cargos de inteligencia en EE.UU. planearon secuestrar y asesinar a Assange en 2017



Las revelaciones de informantes como Edward Snowden y Chelsea Manning y periodistas como Julian Assange han demostrado que, a la sombra de la denominada guerra al terrorismo, ha surgido un vasto universo paralelo en las últimas décadas que está obsesionado con el espionaje ilegal a sus propios ciudadanos y el encarcelamiento, torturas y asesinato arbitrarios de adversarios políticos. Ese mundo se escapa en gran medida al control democrático, es más, está socavando el orden democrático desde dentro.

Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos no es del todo nuevo. En 1971, unas filtraciones revelaron un programa secreto del FBI para espiar movimientos de derechos civiles y en contra de la guerra, infiltrarse en ellos y reventarlos, conocido como COINTELPRO. Ese mismo año, The New York Times publicó “Los archivos del Pentágono”, filtrados por el informante Daniel Ellsberg, que demostraban que cuatro administraciones consecutivas de Estados Unidos habían mentido sistemáticamente a sus ciudadanos acerca del alcance y la motivación de la guerra de Vietnam y de los cuantiosos crímenes de guerra cometidos por el ejército estadounidense. En 1974, Seymour Hersh reveló los programas secretos de la CIA para perpetrar magnicidios contra dirigentes de Estado extranjeros y la operación encubierta para espiar a cientos de miles de opositores a la guerra, que operaron con el nombre en clave de Operación CAOS. Empujado por estas informaciones, el Congreso de Estados Unidos convocó en 1975 el Comité Church, que llevó a cabo un análisis exhaustivo de las operaciones secretas y condujo a un mayor control parlamentario de los servicios.

Portada de The New York Times en la que Seymour Hersh desveló los programas secretos de la CIA contra disidentes, el 22 de diciembre de 1974.

Julian Assange forma parte de esta venerable tradición periodística y ha contribuido de manera determinante a su renovado florecer. Sin embargo, hay una diferencia importante con los años setenta: hoy, el periodista de investigación más importante de su generación está siendo abiertamente perseguido, criminalizado y privado de libertad. Cuando los Estados declaran delictiva la investigación de crímenes, la sociedad cae en una peligrosa espiral, al final de la cual pueden surgir nuevas formas de totalitarismo. Ya en 2012, Assange señalaba en relación con el aumento del dominio de las tecnologías de vigilancia: “Tenemos todos los ingredientes para un Estado totalitario y carcelero”.

Si las autoridades estadounidenses consiguen condenar a un periodista por revelar crímenes de guerra, habría otra consecuencia grave. En el futuro, sería todavía más difícil y peligroso sacar a la luz la sórdida realidad de las guerras, sobre todo de las guerras que a los gobiernos occidentales les gusta vender como misiones civilizadoras con la ayuda de periodistas adheridos a la causa. Si no conocemos la verdad de las guerras, resulta mucho más sencillo librarlas. La verdad es la herramienta más importante para la paz.

Si no conocemos la verdad de las guerras, resulta mucho más sencillo librarlas

Julian Assange todavía no ha sido extraditado ni condenado. A lo largo de los años, se ha creado un movimiento internacional extraordinario para su liberación y la defensa de la libertad de prensa. Muchos parlamentarios en todo el mundo también se están pronunciando. El Parlamento australiano, por ejemplo, apoyado por el primer ministro Anthony Albanese, aprobó una resolución por amplia mayoría que exigía la liberación de Assange. Un grupo de más de ochenta miembros del Parlamento alemán se han unido. Aun así, el Gobierno alemán todavía se niega a ejercer ningún tipo de presión significativa sobre el Gobierno de Joe Biden, que continúa persiguiendo a Assange. La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, que como candidata a canciller del Partido Verde se había manifestado a favor de liberar a Assange, evita constantemente preguntas sobre el tema desde que se unió al Gobierno. Su Ministerio se pasa meses sin contestar las preguntas de los diputados sobre el caso, para luego limitarse a formular excusas retóricas y esquivas. Los políticos destacados de la coalición de gobierno alemana, que gustan de presentarse a bombo y platillo como los guardianes de la democracia y del estado de derecho, tienen que tomar cartas de una vez por todas en este asunto de justicia política y exigir inequívocamente la liberación de Julian Assange antes de que sea demasiado tarde. Pero claro, eso requeriría superar la actitud medrosa hacia el padrino en Washington y defender de verdad los valores tan cacareados de la democracia.

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Traducción de Ana González Hortelano.

Polonia: Pablo González: “Aquí no existen los Derechos Humanos…”, ¡Tampoco la libertad de prensa!

Pablo González (preso en Polonia): El Salto/ Prensa Mare Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, Publico.es,  La Jornada de México, Red latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:  “Aquí no existen los Derechos Humanos, ni la UE, ni nada de nada”

“Para mi no existe mundo más allá del bloque de prisión en el que estoy, y del que no he salido desde mediados de julio”

“Hacen que perdamos todo contacto con la realidad. Castigados a un montón de niveles antes incluso de ser juzgados”

“No pido ningún trato especial […] simplemente que se dejen de sus mierdas y falsedades. Que a juicio, y si no hay, pues que me suelten y sigan con sus simulaciones de investigar ¡ya sin mi entre rejas. Que esto no tiene justificación alguna!”

Juanjo Basterra, kazetaria eta m. soziala * E.H

Sare Antifaxista ha tenido acceso a tres extractos de la última carta de cuatro páginas que el periodista vasco Pablo González envió a su compañera e hijos desde la prisión polaca. En ellos comenta sus sentimientos y la situación que padece, sin saber de lo que se le acusa y sin prueba alguna. La escribió el 11 de diciembre y a su destino llegó el 26 de febrero, tres meses después.

Hoy Pablo González cumple 744 días en una prisión de Polonia. Más de dos años en situación preventiva. No conoce realmente de lo que se le acusa y de forma continuada en ocho ocasiones se ha prorrogado su encarcelamiento, que vulnera los derechos humanos básicos de la Unión Europea, mientras el Gobierno español y el de la UE miran a otro lado o se preocupan más de otras situaciones de fuera de suelo europeo, que de lograr que el ciudadano europeo Pablo González disponga de todos sus derechos. El primero saber de qué se le acusa para poder defenderse después de dos largos años en prisión, con sólo dos visitas de su compañera y sin poder hablar con sus tres hijos. 

 

Como ya adelantamos en la última entrevista a su compañera, Oihana Goiriena, lo más difícil para ella es la actitud del Gobierno español, en concreto del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Dice de él que “no está haciendo nada, nada para ayudar, está haciendo lo contrario” y afirma con crudeza que “ha faltado ya a la presunción de inocencia diciendo que los cargos son graves o muy graves y, además, es que ha mentido y engañado a la opinión pública” con el único fin de “desactivar” el apoyo hacia Pablo González. Esa es la realidad.

Al contrario de lo que el ministro español Albares se atreve a decir en el Congreso español, Pablo González recuerda que donde está prisionero “no existen los Derechos Humanos, ni la UE, ni nada de nada”. Y añade, cuando escribió la carta en diciembre, que “para mi no existe mundo más allá del bloque de prisión en el que estoy y del que no he salido desde mediados de julio” y precisa que “sólo existen dos recuentos al día, un registro (al menos), luces cada hora, esposas por detrás para todo, guardias y la penosa existencia de esta tierra basada en la envidia, odio y cobardía”.

En la misiva explica que “creo que ya os dije, pero estoy cada vez más encerrado en mi mismo” y añade que “todo me parece irreal y lejano, de otra vida. Parece ya un poco mentira que alguna vez fui libre, que tenía algún derecho (y no lo que le apetezca dar a los asquerosos de la fiscalía polaca). Sé que es normal, que un montón de gente se ha sentido así antes, se siente ahora y por desgracia se sentirá luego. Hacen que perdamos todo contacto con la realidad. Castigados a un montón de niveles antes incluso de ser juzgados”.

En otro de los extractos de la carta señala que “sé que hay que aguantar, que esta mierda se les está acabando y deben pasar por el aro de la justicia real y el respeto a los derechos humanos. Precisamente la fiscalía nacional es la peor, y han escrito un montón de artículos al respecto sobre la urgente necesidad de lustración [en la política de Europa Central y Oriental la lustración es una política que implica la destitución sistemática y la exclusión política de los funcionarios de todos los niveles] y limpieza”.

Por lo que añade que “no pido ningún trato especial, simplemente que se dejen de sus mierdas y falsedades estirando tiempo. Que a juicio, y si no hay, pues que me suelten y sigan con sus simulaciones de investigar ¡ya sin mi entre rejas. Que esto no tiene justificación alguna!”.

 

Oihana Goiriena (compañera Pablo González): “El ministro español Albares ha mentido y engañado a la opinión pública”

https://sareantifaxista.blogspot.com/2024/02/oihana-goiriena-companera-pablo.html

Escribe a Pablo a la prisión

 

Dia osadzoniego:

 

Pablo González Yagüe, s. Alexeia

 

A. S. Radom

 

ul. Wolanowska 120

 

26-600 Radom 

 

Polonia /Polska

Lo subrayado es nuestro.

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