Chile:
Tejiendo redes entre mujeres originarias de la mar.
En el día internacional
de la mujer:
“El termino la mar
por “el mar” lo asumo de los grandes filósofos, escritores, poetas
progresistas. Como “el hombre” – estereotipo machista autoritario patriarcal
del sistema capitalista consumista – una abstracción mental – usados para
mantener en la educación (un medio de consumo por y para el lucro), la disputa bizantina en los medios mediáticos
de incomunicación globalizados “hombre-mujer” para explotarlo y enajenarlos
mejor a ambos, y transmutarlo en un guarismo orwelliano”. Prof. Moreno
peralta/IWA. Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG
Prensa Mare
Argentina/ Xinhua, Other News, Sputnik, RT, La Jornada de México, Red
latina sin fronteras. Sur, ACHEI, Utopía, Argentina Indymedia/ADDHEE.ONG:
Tejiendo redes entre mujeres originarias la mar:
acción política cotidiana y resistencia desde los territorios
Por Karina Vargas Hernández*
Debates Indígenas, 26 de febrero, 2024
En Chile, existen varios pueblos originarios que habitan los
bordes costeros, islas, archipiélagos y canales a lo largo y ancho de todo el
país: Chango, Rapa Nui, Mapuche (lafkenche y williche), Kawésqar, Selknam y
Yagán. Para estos pueblos sus territorios, cultura, cosmovisión y
espiritualidad están estrechamente ligados al mar. Leticia Caro, del pueblo
Kawésqar de Magallanes, explica que así como otros indígenas tienen una
conexión con los árboles, los pueblos indígenas que comparten su vida en el
borde costero, “tienen una conexión intrínseca con la mar, que no
se puede cortar”.
Es la mar de donde obtienen sus principales medios de
vida y su principal medio de conectividad. Y, desde luego, el vínculo cultural
y espiritual que guardan con la mar les da fuerza para defender estos
espacios. Sin embargo, pese a su preexistencia en estos espacios, no se les
reconoce este vínculo con la mar ni sus derechos sobre sus territorios y
espacios costeros; es más, en muchos casos, han sido despojados y desplazados,
cortando su relación con la mar. Asimismo, la actividad extractiva que
contamina sus territorios, el cambio climático y la intervención urbana hacen
aún más frágiles sus entornos de vida.
A partir de esta realidad, y en respuesta a la creciente
privatización la mar promovida por una ley de pesca que no reconoce ni
respeta los derechos, usos y costumbres de los pueblos originarios la mar,
el pueblo mapuche Lafkenche impulsó la Ley de Espacios Costeros Marinos de
Pueblos Originarios (Ecmpo) con el objetivo de buscar el reconocimiento y la
protección de sus derechos territoriales sobre el borde costero y la mar.
Una ley para proteger los espacios costeros y marinos
La necesidad de proteger la mar y los espacios
costeros que habitaron ancestralmente los pueblos originarios, la expresa muy
bien Pérsida Cheuquenao, del pueblo Pueblo Mapuche Lafkenche, una de las
principales impulsoras de la Ley Ecmpo: “Si la mar lo hubieran
restringido, más sufriríamos nosotros, nos matan como mapuche. Si ya estamos pobres por la tierra, porque nos quitaron las
tierras, más si nos iban a quitar la mar, entonces era ya como mucho, demasiado.
Entonces, teníamos la fuerza, las voluntades, las capacidades para poder lograr
que este espacio de alguna u otra manera no se nos impida”.
Cheuquenao explica que en ese momento mucha gente defendió
la ley, desde la octava región hacia el sur, y que ahora casi todos los que
viven a la orilla la mar están en esas condiciones, haciendo espacios de
solicitud de mar. Justamente ahí es donde las mujeres han cumplido un rol muy
importante en el tema de la salud, el tema espiritual y el mapuche kimche (sabiduría
mapuche).
La figura del Espacio Costero Marino de Pueblos Originarios
(Ecmpo) se estableció como un mecanismo para entregar un espacio costero marino
a una comunidad o asociación de comunidades que haya ejercido el uso
consuetudinario de dicho espacio.
Pero la vocación de la ley iba más allá. Sus impulsores
fueron visionarios y visionarias que fueron solidarios con otros pueblos
indígenas y mantuvieron un lenguaje lo suficientemente amplio en todo el texto
de la ley. De esta manera, con una redacción amplia, los pueblos Kawésqar,
Yaganes, Changos, Diaguitas o Rapa Nui también pueden solicitar estos espacios
en sus territorios, si en algún momento lo consideraban pertinente.
Así, desde su entrada en vigencia en 2008, la figura del
Ecmpo se estableció como un mecanismo para entregar en administración un
espacio costero marino delimitado a una comunidad o asociación de comunidades
que haya ejercido el uso consuetudinario de dicho espacio. Según la ley, el
objetivo de esta solicitud debería ser preservar los usos de los espacios
costeros y marinos, asegurar la conservación de los bienes naturales, y buscar
el bienestar de las comunidades.
Las mujeres originarias, las protectoras la mar
En este escenario, las mujeres originarias han tenido un rol
fundamental, tanto en la elaboración de la ley como en los procesos de
solicitud y tramitación de estos espacios. Asimismo, las mujeres son quienes
realizan gran parte de los usos consuetudinarios y transmiten los conocimientos
sobre la mar y su entorno. Desde su labor como recolectoras, educadoras,
artesanas, huerteras, cuidadoras y guías espirituales, hasta su rol como
dirigentas, pescadoras, navegantes, buzos y armadoras. Aún así, sus aportes son
escasamente visibilizados, sus oficios muy pocas veces remunerados y su
participación en la gobernanza de los territorios no está debidamente
representada.
Las mujeres la mar sufren prácticas machistas en los
entornos dirigenciales y familiares, lo cual limita su participación y aportes
a la gobernanza de los espacios marinos y costeros.
También existen brechas para el reconocimiento y la
acreditación de sus oficios y actividades en la mar, donde persisten las
condiciones de desigualdad y ocupan puestos de trabajo informales y temporales,
con escasa o nula cobertura de salud y seguridad. En el mismo sentido, también
sufren prácticas machistas en los entornos dirigenciales y familiares, lo cual
limita su participación y aportes a la gobernanza de los espacios marinos y
costeros.
A ello se suman, las demoras y trabas administrativas que
enfrentan las comunidades indígenas en general, para la tramitación de las
solicitudes de los Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios ante el
Estado, que responden muchas veces a intereses económicos y políticos. Todo
esto sin contar las múltiples amenazas que enfrentan los espacios costeros,
entre las que se destaca la industria salmonera que pone en riesgo sus
recursos, formas de vida y prácticas ancestrales.
Una red de mujeres originarias de mar
Ingrid Echevarria, del pueblo Mapuche Williche, explica que
si bien los hombres tienen trabajos sacrificados y llevan el sustento al hogar,
a ellos les reconocen sus labores y tienen sus proyectos para postular a
equipos de buceo, a lanchas o a mejoramientos. “Y a las mujeres la mar,
¿quién las conoce? No las conoce nadie. Las mujeres la mar hacemos fuego
temprano, dejamos a los hijos en la cama acostaditos para que no se levanten y
nosotras de amanecida vamos a recolectar y derecho al agua. Ese sacrificio de meterse al agua con frío y después cargar
todo eso y secarlo, y llegar arriba después a tu casa, y ver que tus hijos ya
despertaron y hay que darles desayuno, es tremendo”, explica
Echevarria.
Como si esto fuera poco, muchas de las mujeres son jefas de
hogar y solo tienen el apoyo de los padres de sus hijos de modo
esporádico. Estas mujeres viven de actividades vinculadas al mar y salen de su
comunidad a vender o a trabajar en las pesqueras y en la ciudad. Si no, no
tienen sustento para sus hijos. Echevarria agrega que para las madres solteras
la situación es más difícil e injusta: “Y para ellas, ¿dónde está el sistema de
salud? No hay. Para ellas, ¿dónde está esta facilidad de poder postular a un
proyecto que les permita estar en su casa con su familia y no tener que ir a
otro lado? No está”.
Las mujeres la mar se están organizando para
“tejer redes” desde lo familiar y comunitario, y levantar una voz que no se
escucha ni se conoce: tienen el objetivo
de re-conocerse, escucharse y acompañarse en su camino de lucha y resistencia.
Frente a esta brecha de género, mujeres originarias de
diversos pueblos y territorios costeros y marinos, con trayectorias de vida
aparentemente “aisladas”, pero cruzadas por desigualdades similares y aunadas
por la defensa la mar y su cultura, han decidido articularse. Estas
mujeres se están organizando para “tejer redes” desde lo familiar y
comunitario, y levantar una voz que no se escucha ni se conoce: tienen el
objetivo de re-conocerse, escucharse y acompañarse en su camino de lucha y
resistencia.
De este modo, en marzo de 2022, nació la Red
de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar. Esta organización busca
articular y tejer alianzas entre mujeres de diversas edades, territorios y pueblos
originarios que habitan los espacios costeros y que luchan por la defensa la
mar. Su finalidad es generar un inter aprendizaje entre los diversos
territorios y aprovechar los saberes, espiritualidades y conocimientos
tradicionales de las mujeres la mar, buscando visibilizar y articular
sus aportes y propuestas en pos de una incidencia más efectiva frente a actores
y tomadores de decisión.
Las mujeres de mar ganan espacios
Desde la conversación y los mates, a través de encuentros
territoriales y capacitaciones, las mujeres levantan las voces históricamente
poco valoradas. Generar espacios de confianza, expresar sus realidades,
informar las amenazas que enfrentan sus territorios y, compartir sus saberes y
prácticas de mar, les permite “olvidarse de los quehaceres de la casa” y
conversar entre mujeres. Este ejercicio de micropolítica es una práctica
transformadora del poder que les permite construir acciones colectivas
vinculadas al cuidado la mar, de la comunidad, de los territorios, de
los bienes comunes y de su identidad cultural.
Fue de estos encuentros que surgieron testimonios e
historias de su relación con la mar que se plasmaron en el libro “Mujeres del Mar: aproximaciones a los espacios costeros marinos
de pueblos originarios”. Este mensaje se continúa transmitiendo a través
del boletín bimensual “Mujeres del Mar: voces desde los territorios”, en el que
escriben las propias mujeres que habitan los bordes costeros y marinos. Son
historias personales y profundamente políticas, pues se orientan al bien común
y la defensa de los bienes comunes.
Las mujeres de la red también han ganado espacios políticos.
Ante los recientes intentos de modificación de la Ley Ecmpo, fueron las
primeras en levantar la voz, salir a defender sus derechos y articular su
defensa junto a otras organizaciones indígenas. Ante la ola de ataques y
amenazas a las y los representantes de espacios costeros marinos de pueblos
indígenas, le han exigido al gobierno implementar los acuerdos internacionales
que suscribió, como es el caso del Acuerdo de Escazú, que busca garantizar
entornos seguros para las personas defensoras, reconocer su labor y proteger
sus derechos.
Las mujeres
originarias de la mar están consolidando una acción política cotidiana
por la defensa de la mar desde lo femenino y desde los territorios.
Una vez al año, las mujeres de la mar se reúnen en
encuentros nacionales, a donde llegan con sus hijos e hijas, quienes también
tienen un espacio en la red y acompañan los procesos de resistencia de sus
madres. Allí, los diversos pueblos se articulan y comparten sus procesos de
lucha, como el reconocimiento de sus espacios costeros marinos o la falta de
enfoque de género en las políticas públicas vinculadas al mar. Y también
proyectan sus propuestas y aportes para la defensa la mar y el cuidado
comunitario.
A través de sus boletines, sus encuentros de conversación,
el apoyo técnico sobre la Ley de Espacios Costeros Marinos de Pueblos
Originarios, el impulso de actividades productivas, el monitoreo y protección
de la biodiversidad de sus territorios, las mujeres originarias de mar están
consolidando una acción política cotidiana por la defensa la mar desde
lo femenino y desde los territorios.
* Karina Vargas Hernández es Coordinadora del
Programa de Derechos de los Pueblos Indígenas del Observatorio Ciudadano y
Asesora Técnica de la Red de Mujeres Indígenas por la Defensa de la Mar.
Fuente: Publicado en Debates Indígenas el 1 de febrero de
2024 y reproducido en Servindi respetando sus condiciones: https://acortar.link/5LPMjF
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