CHINA HOY Y EL COMPAÑERO PRESIDENTE SALVADOR ALLENDE GOSSENS:
Por Ciro Mora R./ Diario RED, xinhuanet, la jornada de México, Other News, Tektonikos, red latina sin fronteras, en red, el salto diario, el clarín de chile, ACHEI, ADDHEE.ONG:
¿Recuerdas que el Presidente
ALLENDE durante el Gobierno Popular promovía tres áreas de la economía:
privada, mixta y social? En China, en su modelo de “Socialismo a la China” como
lo auto califican, ocurre lo mismo.
Pero los medios no dicen nada o dicen muy poco de
lo siguiente: China es una economía vibrante donde el capital jamás estará por
encima del pueblo. No es el mercado quien dicta el rumbo del país, sino la
planificación estatal. Los empresarios no gobiernan. No hay espacio para las
oligarquías empresariales, financieras, bancarias agiotistas, agrícolas monopolistas,
que en los países capitalistas deterministas globalizadas saquean la riquezas
naturales de propiedad del Pueblo, y las arcas fiscales.
El socialismo chino no significa ausencia de
mercado, significa que el mercado opera al servicio del bienestar de la
sociedad y no al bolsillo de unos pocos.
El estado no solo regula el lucro de las empresas
del “área privada”, sino también la relación de dichas empresas con los
trabajadores asegurando, de este modo, salarios de alto estándar.
Lo anterior ha favorecido de manera significativa
el desarrollo de la clase trabajadora. En China no existe pobreza. No existen
personas sin hogar porque el Estado los proporciona o los subsidia, según el
caso. En China no existe cesantía. Existe el derecho pleno a la educación, a la
salud, a la previsión para los adultos mayores y el derecho a la vivienda. Todo
lo anterior ha redundado en que la delincuencia es prácticamente cero.
Este “milagro” de desarrollo, exorbitante, incomprensible
para muchos, constituye un grave peligro o “amenaza” para el capitalismo
determinista globalizado hegemónico, mucho más grave que el socialismo determinista
burocrático impuesto por Stalin el siglo pasado en la URSS y que terminó en
un fracaso.
El despliegue de desarrollo, que hoy sorprende al
mundo, se expresa en todos los planos: infraestructura, ciudades y pueblos,
recursos viales, energía, desarrollo espacial, industria, investigación
científica, tecnología, medicina, educación, turismo, impresionante conquista
de los desiertos, etc, etc, etc.
A pesar de este fenómeno de desarrollo social,
China y sus habitantes mantienen una respetuosa valoración de sus tradiciones
históricas y una rigurosa preservación de su milenario patrimonio cultural.
Un último comentario: todo lo anterior es más
meritorio aún si recordamos que China era un país atrasadísimo hace 80 años
atrás, con millones y millones de habitantes en la extrema pobreza, de
producción esencialmente feudal y asolado por guerras imperiales externas. Y
hay que agregar que China no ha invadido ningún país, ni ha colonizado nada, ni
ha robado recursos naturales ni bienes de otros países, como lo han
hecho históricamente y hasta el día de hoy, tanto Estados Unidos como la Unión
Europa.
Nos guste o no, el presidente Salvador
Allende Gossens soñaba en Chile con el “socialismo de empanada y vino
tinto”. China construye hoy, con éxito insospechado, su “socialismo a la
China”.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
Colaborador –
Mario Aguirre Montaldo.
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