La propuesta china sobre no primer uso de las armas nucleares: un paso que ha de tomarse en serio
Los argumentos de China a favor de un tratado o
declaración de “no primer uso” son de una sensatez irrefutable. No obstante,
ciertos precedentes por parte de Estados Unidos nos hacen temer que no
obtengan el consenso deseado.
A finales del pasado julio China presentó una
propuesta en la segunda sesión del Comité Preparatorio de la próxima
Conferencia de Revisión del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP) que se
celebrará en 2026 (el TNP prevé una reunión de seguimiento cada cinco años). En
este documento China propone a los Estados nucleares que forman parte del TNP
que se comprometan a no ser los primeros en usar armamento nuclear.
En mayo, se preguntó a Bonnie Jenkins,
subsecretaria de Estado de EE UU para el control de armas, sobre la propuesta
china, a lo que respondió con otras preguntas: “¿cómo encaja realmente una idea
de no ser los primeros en utilizar armas nucleares en su proceso actual de
desarrollo de armas nucleares? ¿Y cuán sinceros son…?”. Jenkins dijo que temía
que China hubiera aumentado su número de ojivas nucleares hasta más de 500 y
que pudiera llegar a tener 1.000 en 2030.
Aunque así fuera, el arsenal nuclear chino seguiría
siendo muy inferior al estadounidense que, a día de hoy, cuenta con más
de 5.000 ojivas, según el Sipri. Jenkins, por un lado parecía olvidar esta
realidad y por otro lado mezclaba la opción política de no primer uso de armas
nucleares con la magnitud del arsenal nuclear, dos temas claramente
independientes. No es ninguna novedad la insistencia de EE UU sobre el aumento
del arsenal nuclear chino.
En su propuesta, China alienta a los cinco Estados
poseedores de armas nucleares a negociar y concluir un tratado sobre “no ser
los primeros en utilizar armas nucleares” o emitir una declaración política al
respecto. Y sugiere el siguiente esbozo de redactado para que sirva de base de
deliberación: “Cada Estado Parte se compromete a no ser el primero en utilizar
armas nucleares contra otro Estado Parte en ningún momento y bajo ninguna
circunstancia.”
La propuesta china va dirigida únicamente a los
cinco países nucleares que son también Estados Parte del TNP: EEUU, Rusia,
China, Reino Unido y Francia (habitualmente conocidos como P5), que además son
los únicos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Hay cuatro países más que están armados nuclearmente: Israel, India, Paquistán
y Corea del Norte, pero estos no forman parte del TNP. China propone un acuerdo
dentro del llamado P5 ya que es una iniciativa ubicada en el marco del TNP.
China fundamenta su propuesta en que la adopción de
una política de no primer uso reduciría el papel de las armas nucleares en las
doctrinas de seguridad nacional. Serviría también para promover el objetivo del
desarme nuclear (Artículo VI del TNP), propiciaría una mejora de la confianza
mutua, evitaría la carrera armamentista nuclear y reduciría los riesgos
estratégicos.
Políticas nucleares
Ante esta propuesta china, es pertinente ahora
conocer las políticas nucleares de cada uno de los cinco países a que va
dirigida.
La política siniestra estadounidense:
“Nuclear Posture Review/NPR/2022”
La política nuclear estadounidense viene
definida en el documento Nuclear Posture Review (NPR) 2022 que se publicó en
octubre de ese año. En este documento hay dos puntos, a nuestro entender, muy
inquietantes. El primero de ellos es el
rechazo de dos opciones de política nuclear, la de No Primer Uso y la de
Finalidad Única (la disuasión nuclear). Dicho en otras palabras, EE UU se
otorga el derecho de ser el primero en usar armas nucleares y además no limita
la función de tales armas a su papel disuasivo: ¡Una bellaquería más!
El segundo es el proyecto previsto para hacer
frente a un supuesto peligro del poder nuclear de la China. Según la NPR, China
representa una amenaza nuclear importante y creciente para EE UU. Para reforzar
la disuasión en la zona Indo-Pacífico la NPR plantea desplegar bombarderos estratégicos,
aviones de combate con capacidad dual y armas nucleares en la región; también
plantea incrementar la visibilidad de los activos estratégicos estadounidense,
incluyendo visitas a puertos de submarinos con misiles balísticos y misiones
con bombarderos estratégicos.
Cabe destacar que la política de defensa china,
publicada en 2019, establece que China siempre ha mantenido una política
nuclear de no ser la primera en utilizar armas nucleares en ningún momento y
bajo ninguna circunstancia. China mantiene sus capacidades nucleares al nivel
mínimo que sus autoridades juzgan necesario para su seguridad nacional.
Los
representantes chinos han ratificado repetidamente este compromiso de no ser
los primeros en usar armas nucleares. Valga como ejemplo la intervención en
Naciones Unidas en 2022 del embajador chino para asuntos de desarme, en que
subrayó el compromiso “solemne” de su país de no utilizar preventivamente armas
nucleares “en ningún momento y bajo ninguna circunstancia”.
Rusia actualizó por última vez su política oficial
de disuasión en 2020. En dicha actualización se afirma que Rusia se reserva el
derecho de utilizar armas nucleares en respuesta a un ataque contra ella con
armas nucleares o con otro tipo de armas de destrucción masiva, así como en caso
de agresión con el uso de armas convencionales que ponga en peligro la
existencia misma del Estado. Así, la
política nuclear rusa es fundamentalmente defensiva y no prevé explícitamente
el primer uso.
Reino Unido afirma que las armas nucleares solo se utilizarán
en circunstancias extremas de legítima defensa. Si bien y con el objetivo de
dificultar los cálculos de un posible agresor, desde hace tiempo mantiene una
postura deliberadamente ambigua respecto a cuándo, cómo y en qué escala
utilizaría sus armas nucleares.
Francia considera sus fuerzas nucleares como una
fuerza de disuasión y rechaza que las armas nucleares puedan considerarse un
arma de campo de batalla. En el portal gubernamental “Vie publique” se explica
que la doctrina de la disuasión es estrictamente defensiva y el uso de armas
nucleares sólo se considera en circunstancias extremas de legítima defensa.
De lo expuesto anteriormente se deduce que las
políticas nucleares de los cinco Estados con mayores arsenales nucleares son
muy dispares. Por un lado EEUU rechaza la política de no primer uso. Reino
Unido, Francia y Rusia afirman que solo utilizarán armas nucleares en defensa
propia y en circunstancias extremas, si bien Reino Unido mantiene una política
deliberadamente ambigua. Y, finalmente, China se compromete explícitamente a no
ser el primero en usar armas nucleares.
Algunas reflexiones
Los argumentos de China a favor de un tratado o declaración de “no primer uso” son de una sensatez irrefutable. No obstante, ciertos precedentes nos hacen temer que no obtengan el consenso deseado. En la cuestión nuclear, Estados Unidos ha adoptado sistemáticamente una posición que dificulta la distensión. Se ha retirado de forma unilateral de tratados de reducción o control de armamento nuclear (año 2002 retirada del Tratado ABM de limitación de sistemas de defensa anti-misiles, año 2019 retirada del Tratado INF de prohibición de despliegue de misiles fuera del propio territorio). La retirada del Tratado ABM permitió a EEUU emprender en 2009 la instalación de un escudo antimisiles en Europa, con diferentes ubicaciones; Polonia, Rumania, Turquía y el Estado español (base de Rota) y que provocó el recelo de Rusia. Por otro lado, Estados Unidos mantiene 100 armas nucleares propias en suelo europeo, que Rusia ha percibido siempre como una amenaza a su seguridad. A ello se suma la actual política nuclear de EEUU, ya comentada más arriba.
En la declaración final de la cumbre de la OTAN del
pasado junio se señala a China como un desafío para la seguridad euroatlántica.
Esta visión dificulta también que se alcance el consenso necesario para que la
propuesta china prospere.
Teniendo en cuenta la postura habitual de Reino
Unido de seguidismo de las políticas estadounidenses, es probable que
adopte la decisión de EE UU. Atendiendo a sus políticas nucleares, Rusia y
Francia podrían adherirse a la propuesta china. Aunque en el caso de Francia es
posible que prevalezca su vinculación con la OTAN y se sume a la posición de la
Alianza. Y en el caso de Rusia, el contexto de la guerra de Ucrania no facilita
la toma de una decisión de este calibre.
“Con una maldita guerra termonuclear no hay un ganador, solo un
perdedor, la Humanidad”...
La propuesta china es un primer paso (sin duda
importante) para avanzar en la distensión de una situación internacional muy
enrarecida y para reducir los riesgos inherentes al armamento nuclear. De
sobras es sabido que las consecuencias de un conflicto nuclear tendrían un
alcance planetario. El éxito de la propuesta china beneficiaría a todos los
países, nucleares o no. Sería muy conveniente, pues, el apoyo a dicha propuesta
por parte del mayor número posible de Estados y organizaciones pluriestatales.
Y también la presión a los cuatro países nucleares fuera del TNP para que se
adhieran a la propuesta de no primer uso. Será preciso estar atentos al
desarrollo que seguirá la propuesta en la próxima conferencia de revisión del
TNP.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.
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