Por Luis
Alberto Castaño Martínez.
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EN ESTE ENLACE YA PUEDEN ESCUCHAR O DESCARGAR EL PROGRAMA
Al querido pueblo Colombiano, de
Eliacer Gaitán y de Camilo Torres Restrepo, y a todos sus hijos que luchan por
salvar a la Patria oprimida y pisoteada por la bota yankee, les hacemos llegar
nuestra solidaridad militante.
Lic. Yirsela Peirano Cofré.
Asistente ADDHEE.Ong.
Hoy, escuchen ustedes en nuestro programa radial cómo una tragedia invernal
en el Departamento de Antioquia, Municipio de Salgar, que ha dejado 92 muertos
y decenas de desaparecidos el pasado 18 de mayo, revela la gravedad de la
situación medioambiental, producto del “desarrollo capitalista”, pero
igualmente es el reflejo de la situación de miles de personas que huyendo del
conflicto armado, como desplazados, han debido asentarse invadiendo cerros,
filos de barrancos y espacios a orillas de ríos y quebradas, cuya tragedia
aumenta al constituirse en trampas mortales.
“La economía colombiana como toda economía capitalista necesita explotar
los recursos naturales para mantener la curva de crecimiento económico. Sin
consumo el sistema capitalista se va a pique” ha señalado “Carlos de Urabá” en artículo
aparecido en Kaos en la Red, bajo el título de “hundidos en el fango de la
miseria”. Agrega más adelante: “Según tecnócratas y planificadores, es
imposible renunciar al desarrollismo. El PIB tiene que elevarse hasta alcanzar
las más altas cotas o de lo contrario habríamos fracasado. Colombia es un país
que no solo está en pie de guerra contra su pueblo sino también contra la
ecología”, puntualiza Carlos de Urabá. Y por si queda alguna duda, sobre esta
realidad, que en el momento actual amenaza la propia vida, aunque poco o nada
les interese a quienes desde altos poderes “juegan sin descanso a la ruleta
rusa”, ahora en ese macabro juego, involucran la privatización del Rio de la
Magdalena, en una primera etapa, en su recorrido entre Huila, Tolima y
Cundinamarca.
"La Guajira es el escenario de inhumanidad y de injusticia más grande
que he visto en este país": Lo ha dicho Gonzalo Guillén, periodista y
director del documental “el río que se robaron”, que ya no trata sobre el Rio
la Magdalena, sino sobre el Rio Ranchería, una riqueza acuífera, que junto al
carbón, está firmando la condena a muerte de la comunidad indigena Wayuu. En
efecto, El Cerrejón, de la mano de las transnacionales BHP Billiton y también
Anglo América, están presentes en la mayor mina de carbón a cielo abierto del
mundo que bombea, cada día, más de 35 000 litros de agua del río Ranchería para
extraer el carbón, despojando a los indígenas Wayuus del preciado liquido.
De otro lado, en el Departamento del Cauca, los indios Nasa, se han
planteado la liberación de la madre tierra y la recuperación de sus territorios
que ancestralmente les ha pertenecido, ahora amenazados también por lo que mal
ha dado en llamarse “desarrollo”, en cuyo contexto, ricos potentados, se dan a
la tarea de continuar la labor de despojo iniciada por los españoles, hace ya más
de 500 años.
El pasado 22 de mayo, la fuerza pública irrumpió con un violento operativo
de desalojo contra la comunidad que permanecía concentrada en las fincas
Miraflorez, García Abajo y García Arriba, en Corinto Departamento del Cauca.
Los comuneros que tuvieron que enfrentar este nuevo desalojo, manifiestan que
desde las primeras horas entraron más de 500 agentes del ESMAD, 6 tanques de
guerra y 22 tractores con los que destruyeron los cultivos, con los que estas
comunidades habían iniciado el proceso de desintoxicación de químicos y de
monocultivos (a lo que ellos llaman liberación de la madre tierra), de estos
territorios. Se trata de los indígenas Nasas que se han propuesto liberar la
madre tierra y que continúan y dicen continuaran en su propósito, recuperando
además, lo que les pertenece ancestralmente.
Por su parte, el colombiano Rodrigo Rojas Orozco quien es administrador de
Empresas y tiene un posgrado en Geopolítica, asesor para asuntos humanitarios y
de paz de la organización PAX, organización Holandesa que desde hace 25 años se
encuentra en Colombia, recientemente
visito la Argentina en donde en la Radio Nacional Argentina fue entrevistado,
el pasado 3 de mayo, por la investigadora social y analista política Isabel
Rauber y el periodista Gustavo Campana, en el marco del programa dominical
“Visión Nacional”.
Rojas fue entrevistado con ocasión de haber presentado en Buenos Aires ante
diversos líderes de opinión, periodistas, activistas de derechos humanos y
dirigentes sociales, el informe-denuncia “El lado oscuro del carbón”, que
desenmascara la violencia con complicidad paramilitar desatada en el
departamento del Cesar, en el norte colombiano, supuestamente por las transnacionales
Drummond y Glencore, el cual fue elaborado y publicado por PAX Holanda. El
informe puede ser descargado en el siguiente enlace: (http://www.cronicon.net/paginas/Documentos/El%20Lado%20oscuro%20del%20carbon.pdf).
Rojas ha señalado que, hace más o menos unos 12 años el gobierno de Álvaro
Uribe tomó la decisión de reprimarizar la economía colombiana y nos volvimos
dependientes de nuestras exportaciones de carbón y petróleo y de níquel en la
costa, más las expectativas de grandes explotaciones de oro en la Cordillera de
los Andes. Abrieron las puertas a las grandes mineras internacionales, algunas
de ellas con una reputación bastante discutible, y hoy el 54% de las
exportaciones de Colombia es petróleo y carbón y el café pasó a un segundo
nivel.
Rojas se refiere a los escalofriantes hechos que se pudieron constatar a
través del informe sobre el carbón y que involucra a las dos transnacionales
mencionadas (Drummond y Glencore) quienes“armaron y organizaron un grupo
paramilitar que en la zona minera del Cesar dejó un tenebroso saldo de
violencia: 3.600 muertos; 240 desaparecidos; 59 mil desplazados; y centenares
de familias que debieron abandonar sus tierras”.
De otro lado, los pasados 26 y 27 de mayo, alternativa
latinoamericana asistió al seminario internacional “extractivismo,
¿Transparencia de información?” llevado a cabo en la Universidad Javeriana en
Bogotá. Un miembro del consejo comunitario mayor de la organización campesina
del alto Atrato (COCOMOPOCA), en el marco del panel “carencia de información
y sus efectos sobre las comunidades”, entre otras, decía ante cerca de 170
asistentes, en el primer día de trabajo del seminario: “hoy pasados varios
años, la comunidad constató a través de diferentes medios, que la empresa
“cordillera” era una empresa operadora de la Anglo Gold Ashanti y que la misma
tiene convenios de seguridad suscritos con el ejercito, para custodiar personal
e infraestructura de su empresa”.
Según información recogida por alternativa latinoamericana, son 21
bases militares, denominadas pomposamente “batallones energéticos”, que se
encuentran al servicio de las Multinacionales en el territorio nacional. Dicho
de otra forma, lo público al servicio de lo privado y financiado por los
impuestos de los colombianos, o mejor dicho, una “fuerza pública” a la que de
pública solo le va quedando el nombre y a la que le pagamos para que roben,
amenacen y asesinen, en franco servicio al capital transnacional y nacional.
En materia de información y comunicación, las multinacionales juegan
a ocultar todo lo que las ponga en evidencia, es lo que podríamos deducir de
los importantes temas tratados en el marco del seminario.
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