Algunas reflexiones de
este arquetipo del Ser Humano integral, el Dr. Guevara de la Serna en la
Revista Latinoamérica un Pueblo continente, Directora Sra. Gerda Böttcher.
Berlín/ DDR.
Discurso del Dr. Guevara
de la Serna en el Encuentro Internacional de Profesores y Estudiantes de
Arquitectura, en la Habana, cuba, 29 de Septiembre de 1963.
“Toda
nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la
unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: Los Estados
Unidos de Norteamérica”.
Comandante Ernesto
Guevara de la Serna.
El
comandante Guevara y el rol de la mujer en la lucha revolucionaria: “El papel
que desempeña la mujer en todo el desarrollo del proceso revolucionario es de
extraordinaria importancia. Es buena recalcarlo, pues en todos nuestros países,
la mentalidad colonial ha impuesto una subestimación hacia ella que llega a
convertirse en una verdadera discriminación en su contra”
El
comandante Guevara de la Serna y el guerrillero: “Creo en la lucha armada como
única solución para los Pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con
mis creencias. Muchos me dirán aventurero y lo soy, sólo que de un tipo
diferente, y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades”.
El
comandante Guevara y los caminos intermedios: “Los caminos intermedios de la
socialdemocracia, corresponden a la antesala de la traición”…
“Yo
he vivido por la alegría, por la alegría
yo he ido al combate, por la alegría muero.
Que
la tristeza no sea nunca unida a mi nombre”
Comandante Dr. Ernesto Guevara de la
Serna | Arquitectura Socialista
Discurso del en la Clausura del Encuentro Internacional de Profesores y
Estudiantes de arquitectura.
La Habana | 29 de septiembre de 1963
Compañeros estudiantes y profesores
de arquitectura del mundo entero: Me toca hacer el resumen -como se llama en
Cuba-, o cerrar con unas palabras este Encuentro Internacional de Estudiantes.
Tengo que hacer una conclusión muy
penosa para mí, como primera medida:
Confesar una ignorancia atroz sobre
estos problemas, ignorancia que llega al extremo de no saber que el Encuentro
Internacional de Estudiantes que se celebró era apolítico (el apoliticismo es
una forma de hacer política, la más nefasta, funesta y reaccionaria). Yo creía
que era un encuentro de estudiantes, y no sabía que era un organismo
dependiente de la Unión Internacional de Arquitectos.
Por lo tanto, como político -es
decir, como estudiantes que participan en la vida activa del país y además
después de leer las conclusiones, se demuestra que la ignorancia era colectiva
porque las conclusiones son muy políticas también...
Bueno, pues yo pensaba decir, en
primer lugar, que estaba de acuerdo con las conclusiones, que me parecen
conclusiones lógicas. No solo revolucionarias. Sino científicas. Científicas y
revolucionarias al mismo tiempo. Y hacer un pequeño discurso, si ustedes
quieren, un poco político. Pero realmente yo no sé si es el momento para hablar
de cosas políticas. En todo caso, son ustedes los que deben decidir, porque yo
de técnica no sé mucho.
...Yo me asombré un poco de esas
conclusiones -lo digo sinceramente-, porque el conglomerado de gente que nos
visita pertenece a todos los países del mundo. Los países donde el socialismo
se ha construido son pocos numéricamente hablando, aunque en número de
habitantes son fuertes.
Los países que están en lucha por su
liberación, bajo diversos regímenes y en diversos momentos del desarrollo de su
lucha, son muchos, pero tienen gobiernos diferentes también, y sobre todo sus
capas profesionales no siempre responden a los mismos intereses. Los países
capitalistas, naturalmente, tienen su propia ideología. Por todo ello nos
sorprendió el tono de esas discusiones.
Pensaba, un poco mecánicamente
quizás, que en general el estudiantado de una gran cantidad de países
capitalistas, coloniales y semicoloniales pertenece a aquellas capas de la
población que por sus recursos no es el proletariado. Y que por lo tanto su
ideología se aleja mucho de la ideología revolucionaria que nosotros sostenemos
y mantenemos en Cuba.
Sin embargo, no olvide en mi
mecanicismo que también en Cuba existía una capa de estudiantes que por su
extracción social no pertenecía al proletariado en su gran mayoría. Y, no
obstante, esa capa de estudiantes participo en todas las acciones
revolucionarias de los últimos tiempos en Cuba. Ha dado a la causa de la
liberación algunos de los mártires más queridos por nuestro pueblo.
Había olvidado yo que hay algo más
importante que la clase social a que pertenezca el individuo: la juventud, la
frescura de ideales, la cultura puesta en el momento en que se sale de la
adolescencia al servicio de los ideales más puros.
Después los mecanismos sociales en
los diversos regímenes de opresión en que se vive pueden ir cambiando esta
estructura mental. Pero el estudiantado el revolucionario en su gran mayoría.
Tendrá más o menos conciencia de `una revolución científica, sabrá de mejor o
peor manera qué es lo que quiere y como lo quiere para su pueblo o para el
mundo, pero el estudiantado es, naturalmente, revolucionario, porque pertenece
a la capa de los jóvenes que se abren a la vida y que están adquiriendo
conocimientos nuevos todos los días.
En nuestro país ha sido así. Y a
pesar de que se han ido evidentemente profesionales y estudiantes, hemos visto
con mucha satisfacción, y a veces también con sorpresa, que una gran mayoría de
estudiantes y profesionales permaneció en Cuba, a pesar de todas las
facilidades que tenían para irse y a pesar de todas las tentaciones que el
imperialismo lanzaba sobre ellos.
En nuestro país, a los profesionales
y a los estudiantes se los ha dado la oportunidad que realmente un profesional
debe aspirar a tener: la oportunidad de contar con todos los implementos de su
trabajo para poder realizar su obra.
Por primera vez en Cuba los
profesionales se han sentido constructores reales de la sociedad, participes de
esta sociedad, responsables de la sociedad. Dejaron de ser asalariados, más o
menos escondidos tras las diversas formas de explotación, pero en su inmensa
mayoría asalariados al fin para la construcción de obras para otros, para
interpretar los deseos y criterios de otros, para estar siempre creando la
riqueza de otros mediante su propio trabajo.
Claro que al principio las
limitaciones han sido grandes. Nuestros científicos no pueden realizar las
investigaciones que quieren. A veces faltan colorantes, materias técnicas de
cualquier tipo para realizar las investigaciones. Nuestros arquitectos no
pueden designar con todo el gusto y toda la belleza con que ellos saben
hacerlo. Faltan materiales. Es necesario distribuir al máximo lo que hay para
que aproveche mas a los que no tienen nada. Es necesario en esta etapa
redistribuir la riqueza para que todo el mundo tenga un poco.
Pero allí concretamente, en el
ejercicio de la profesión que ustedes representan, se pone a prueba el espíritu
creador del hombre.
Esta planteado el problema por los
materiales que hay, por el servicio que deben prestar, pero la arma de solución
a la que nuestros profesionales deben dar.
Y allí deben batirse como si se
batieran contra la naturaleza, contra medios externos a la voluntad del hombre,
para poder realizar de la mejor manera posible el anhelo de dar más a nuestro
pueblo, y la satisfacción personal de construir con sus propias manos, con su
talento, con sus conocimientos, la nueva sociedad.
Nuestra Revolución se ha caracterizado
por ser muy amplia. Los grandes problemas que otros países en construcción del
socialismo han tenido con los profesionales y sus divergencias sobre el arte,
nosotros no los hemos tenido. Hemos sido muy amplios.
No estamos de acuerdo con todo lo
que mantienen nuestros profesionales o nuestros artistas. Muchas veces tenemos
que discutir a brazo partido con ellos, pero hemos logrado que aun la gente que
no es socialista, que no siente el socialismo, y mas aun, que siente rencor
contra el socialismo y añoranza por los viejos tiempos, se quede en Cuba,
luche, discuta, trabaje y construya. Y de hecho es prácticamente socialista,
que es lo que nos interesa a nosotros.
No hemos rehuido nunca la
confrontación ni la discusión. Siempre hemos estado abiertos a discutir todas
las ideas, y lo único que no hemos permitido es el chantaje de las ideas, o el
sabotaje de la Revolución. En esto si hemos si o absolutamente inflexibles, tan
inflexibles como el que más.
En cuestiones de principio en
nuestro país existe lo que científicamente se llama la dictadura del
proletariado. Y en esa parte estatal de la dictadura del proletariado nosotros
no permitimos que se toque ni se atente contra ella.
Dentro de la dictadura del
proletariado existe un marco inmenso de discusión y de expresión de las ideas.
Lo único que exigimos es que se respeten los lineamientos generales del Estado
en esta etapa de construcción del socialismo.
Ha habido profesionales que han ido
a la cárcel por tareas directamente contra-revolucionarias, por sabotaje. Y aun
esos profesionales desde la cárcel comenzaron a rehabilitarse y trabajaron
primero allí, y después, al salir, se han incorporado al trabajo en nuestras
industrias, y están trabajando. Les depositamos toda la confianza que se le puede
depositar a cualquier técnico nuestro, y se incorporan a pesar de haber
conocido lo más duro y tenebroso de la Revolución, como es la represión,
obligada en una revolución que triunfa. Porque al triunfar la Revolución no se
agota por ello la lucha de clases, en nuestro caso, después de triunfar la
Revolución se exacerbo al máximo esa lucha de clases.
Pero a esa parte de la sociedad que
toma las armas contra nosotros, ya sean las armas directas de destrucción o
armas ideológicas para destruir la sociedad, La atacamos y somos
inmisericordes. A los demás, los disconformes, los descontentos honestos, los
que plantean que no son ni serán nunca socialistas, les decimos simplemente:
Bueno, a usted nadie le pregunto antes si era o no era capitalista ; usted tenía
un contrato y lo cumplía ; cumpla ahora su contrato, trabaje, y tenga las ideas
que le dé la gana ; no nos metemos con sus ideas.
...Pretenderé definir con mis
escasos recursos qué entiendo yo por un arquitecto.
Creo que un@ arquitect/a -como
prácticamente todo profesional- es una persona en quien se conjugan la cultura
general de la Humanidad. alcanzada hasta ese momento, y la técnica general de
la Humanidad o la especial de cada pueblo.
El arquitecto, como todo
profesional, es una persona y está dentro de la sociedad. Puede reunirse en
organismos internacionales apolíticos - y es correcto que así sea - para
mantener la convivencia y la coexistencia pacífica, pero decir como hombre que
se es apolítico es cosa que yo no entiendo.
Ser apolítico es estar de espaldas a
todos los movimientos del mundo, es estar de espaldas a quien va a ser
presidente o mandatario de la nación de que se trate, es estar de espaldas a la
construcción de la sociedad o a la lucha porque la sociedad nueva que apunta no
surja, y en cualquiera de los dos casos se es político. Un hombre en la
sociedad moderna es político por naturaleza.
Ahora, el/la arquitecto/a persona
política - conjunción de cultura de toda la Humanidad y de la técnica que ha podido
adquirir-, hasta ese momento está frente a la realidad.
La cultura es algo que pertenece al
mundo, es quizás como el lenguaje, algo que pertenece e la especie humana. Pero
la técnica es un arma y debe ser usada como un arma, y cada uno la usa como un
arma.
...La técnica se puede usar para
domesticar a los pueblos, y se puede poner al servicio de los pueblos, para
liberarlos. Esa es la conclusión que se desprende del documento que ustedes han
aprobado.
Para poner el arma de la técnica al
servicio de la sociedad hay que tener la sociedad en la mano. Y para tener la
sociedad en la mano hay que destruir los factores de opresión, hay que cambiar
las condiciones sociales vigentes en algunos países y entregar a los técnicos
de todo tipo, al pueblo, el arma de la técnica. Esa función es de todos los que
creemos en las necesidades de cambios en algunas regiones de la Tierra.
No puede haber técnicos que piensen
como revolucionarios y no actúen como revolucionarios. Hacer la Revolución es
una necesidad imperiosa de la mayoría de nuestros continentes, de casi toda la
América, de toda África y de toda Asia, donde la explotación ha alcanzado
grados inconcebibles.
Quien pretenda decir que un técnico,
un arquitecto, un medico, un ingeniero, un científico de cualquier clase esta
para trabajar con sus instrumentos, solamente en su rama especifica, mientras
su pueblo muere de hambre, o se mata en la lucha, de hecho ha tomado partido
por el otro bando. No es apolítico, es político pero contrario a los
movimientos de liberación.
Naturalmente que yo respeto las
opiniones de todos los que están aquí presentes. Evidentemente que aquí habrá,
incluso, compañeros jóvenes y muchos profesionales que piensan que el régimen
socialista - lo que se conoce de él hasta ahora - es un régimen de opresión, de
miseria, de mediocridad, como se dice vulgarmente y divulga la propaganda, y
que el hombre solamente alcanza su plena realización cuando existe la “libre
empresa”, la “libertad de pensamiento" y todas las opiniones que el
imperialismo nos lanza. Muchas de estas gentes piensan honestamente, y no es mi
intención polemizar. No se puede polemizar sobre estos problemas. Han sido
trabajados mucho tiempo, durante generaciones, por la educación colectiva que
ha hecho el capitalismo para formar sus cuadros, y si no hubiera formado
cuadros fieles a sus principios, ya hubiera fracasado.
El principio de su fracaso de hoy es
que el mundo despierta, y que todas las viejas afirmaciones no son ahora aceptadas
por el solo hecho de haber sido escritas desde hace tiempo, sino que se exige
la ratificación practica de lo que se afirma, la investigación de lo que se
afirma y el análisis científico de lo que se afirma. De esa inquietud van
naciendo las ideas revolucionarias y extendiéndose por el mundo cada vez más,
apoyadas en los ejemplos de lo que puede hacer la técnica cuando se pone al
servicio del hombre, como ha sucedido en los países socialistas. Eso es lo que
yo podía decirles.
Quisiera agregar algo para mis
compañeros los estudiantes de Cuba...
...La tarea de ustedes, compañeros
estudiantes, es cumplir al máximo las indicaciones de Lenin: "Cada
revolucionario debe ser en su lugar de trabajo, de lucha, el mejor." Y a
ustedes les corresponde el lugar de lucha de la Universidad, del estudio, la
reparación urgente de nuestros profesionales para suplir las faltas que
teníamos, las lagunas que nos dejo el imperialismo al llevarse nuestros
cuadros, el atraso general del país, y construir aceleradamente la sociedad.
E una tarea dura, es una tarea que
pone en tensión la fuerza de nuestro estudiantado. Esta es una generación de
sacrificio. Esta generación, nuestra generación, no tendrá ni remotamente los
bienes que tendrán las generaciones que sigan. Y tenemos que estar claros,
conscientes de eso, conscientes de nuestro papel, porque hemos tenido la
inmensa gloria de ser la vanguardia de la revolución en América, y tenemos hoy
la gloria de ser el país más odiado por el imperialismo. En todo momento
estamos a la vanguardia de la lucha. No hemos renunciado ni uno solo de
nuestros principios, no hemos sacrificado ni uno solo de nuestros ideales, y
nunca hemos dejado de cumplir ni uno solo de nuestros deberes. Por eso estamos
a la cabeza, por eso tenemos esa gloria que siente cada cubano en cada lugar
del mundo que visita. Pero también eso exige esfuerzo.
Esta generación, que ha hecho
posible el aparente milagro del surgimiento de la Revolución Socialista a unos
pasos del imperialismo norteamericano, tiene que pagar la gloria con
sacrificio. Tiene que sacrificarse día a día para construir el mañana con su
esfuerzo. Ese mañana que ustedes quieren, ese que ustedes suenan, en que todos
los materiales, todos los medios, toda la técnica van a estar a disposición de
ustedes para que los transformen, les den el soplo vital -si me permiten esa
frase un poco idealista-y los pongan al servicio del pueblo.
Para eso tenemos que construir los
bienes materiales, rechazar el ataque del imperialismo y luchar contra todas
las dificultades. Por eso nuestra generación tendrá un lugar en la historia de
Cuba, y un lugar en la historia del continente americano. Nunca debemos
fallarle a la esperanza que todos los compañeros revolucionarios, que todos los
pueblos oprimidos de América y quizás del mundo, tienen puesta en la Revolución
Cubana.
Además, nunca debemos olvidar que la
Revolución Cubana, por la fuerza de su ejemplo, no actúa solo aquí,
internamente, y que sus deberes están más allá de las fronteras de Cuba: el
deber de expandir la llama ideológica de la Revolución Socialista por todos los
rincones de América, por todos los rincones del mundo donde se nos escuche ; el
deber de ser sensibles ante todas las miserias del mundo, ante todas las
explotaciones y las injusticias; el deber que sintetiza Maestro Martí Pérez en
una frase que muchas veces hemos dicho, y que siempre debemos tener en la
cabecera de nuestra cama, en el lugar más visible, y es aquello de que
"todo Ser Humano verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a
cualquier mejilla otra persona socialista".
Esa debe ser la síntesis de las
ideas de la Revolución hacia todos los pueblos del mundo. Y así debe estar
siempre nuestra juventud: libre, discutiendo, intercambiando ideas, preocupada
por lo que pasa en el mundo entero, abierta a la técnica de todo el mundo,
recibiendo de todo el mundo lo que nos puedan dar, y siempre sensible a las
luchas. a las desgracias, a las esperanzas de los pueblos oprimidos.
En esa forma iremos construyendo
nuestro futuro: La gran Patria Socialista Latinoamericana y Caribeña.
Hoy ya tienen ustedes - para llegar
a un hoy práctico y actual del día de hoy – una tarea larga. Empezaran los
Congresos donde primara la técnica, y ya la política desaparecerá de las
relaciones y de los intercambios de experiencias de los hombres. Pero ustedes,
estudiantes del mundo, no olviden nunca que detrás de cada técnica hay alguien
que la empuña, y que ese alguien es una sociedad, y que con esa sociedad se
está, o se está contra ella. Y que en el mundo hay los que piensan que la
explotación es buena, y los que piensan que la explotación es mala y que hay
que acabar con ella. Y que, aun cuando no se hable de política en ningún lado,
la persona política no puede renunciar a esa situación inmanente a su condición
de ser humano. Y que la técnica es un arma, y que quien sienta que el mundo no
es perfecto mino debiera ser, tiene, debe luchar porque el arma de la técnica
sea puesta al servicio de la sociedad, y por eso rescatar antes a la sociedad
para que toda la técnica sirva a la mayor cantidad posible de seres humanos, y
para que podamos construir la sociedad socialista del futuro, désele el nombre
que se quiera. Esa sociedad socialista con la que nosotros soñamos, y a la que
nosotros llamamos, como le ha llamado el fundador del Socialismo Científico, el
Dr. Karl Marx ha el modelo de sociedad
comunista, sin las odiosas clases del sistema capitalista imperialista.
Comandante Dr. Ernesto Guevara de la Serna, con
esperanza y memoria, presente ahora y siempre.
Prof. Dr. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.Ong
Secretario Ejecutivo ADDHEE.Ong
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