Poco se ha dicho de la etapa vivida por Gabriela Mistral como directora del
Liceo N° 6 de Niñas, fundado el 14 de mayo de 1920, cuando ya había sido
reconocida como profesora de castellano. La poetisa, oficialmente llamada
Lucila Godoy, tuvo plena libertad para elegir al profesorado y le puso al liceo
el nombre de “Teresa Prats de Sarratea”, la educadora nieta de Andrés Bello.
Gabriela se instaló en una casa ubicada a pocas cuadras, en la calle Waldo
Silva 2132, de la Población Huemul. El arquitecto Ricardo Larraín diseñó una
población modelo para trabajadores, comerciantes y empleados fiscales, con
escuela, teatro, parroquia y biblioteca. Este barrio proletario nació en torno
a una plaza central en donde se erigieron edificios públicos, como la primera
sucursal de la Caja de Ahorros, el Teatro Huemul, dos escuelas primarias y la
biblioteca municipal (hoy, el barrio ha sido designado Zona de Conservación
Histórica por el Consejo de Monumentos Nacionales).
El sector, cerca de la línea del ferrocarril de circunvalación, a partir de 1895 fue convirtiéndose en zona industrial, donde se instalaron fábricas como la de vidrios y la Refinería de Azúcar, con la consecuencia del levantamiento de viviendas y conventillos para los trabajadores. En esta zona la Caja de Crédito Hipotecario decidió comprar los terrenos donde se construyó la Población Huemul, conjunto de 166 casas en una superficie de 25.434 m2.
El sector, cerca de la línea del ferrocarril de circunvalación, a partir de 1895 fue convirtiéndose en zona industrial, donde se instalaron fábricas como la de vidrios y la Refinería de Azúcar, con la consecuencia del levantamiento de viviendas y conventillos para los trabajadores. En esta zona la Caja de Crédito Hipotecario decidió comprar los terrenos donde se construyó la Población Huemul, conjunto de 166 casas en una superficie de 25.434 m2.
“SU” LICEO
Gabriela puso en práctica sus avanzadas ideas sobre educación,
estableciendo formas de vincular el liceo con la comunidad. Creó un curso de
dibujo decorativo para trabajadores, a cargo de la pintora y profesora de
dibujo e historia del arte Mireya Lafuente, quien sacrificó parte de su
descanso dedicando a estos cursos semanalmente las mañanas del domingo. La
Mistral le dio al liceo carácter de hogar e invitó a destacados intelectuales y
artistas extranjeros para visitarlo. Recibió al entonces ministro de Educación
de México, José Vasconcelos, quien obsequió varios volúmenes de autores
clásicos a la biblioteca, al embajador de México en Chile, y a escritores que
dieron conferencias. Decidió celebrar la “Fiesta del Libro”. Formó una rica
biblioteca sobre todo con autores chilenos y latinoamericanos y donó sus
propios libros. También se debe a su iniciativa la formación del gabinete de
física. La lujosa cocina era digna de un museo por la calidad de sus muebles,
artefactos, vajilla, cubiertos, baterías. Las alumnas aprendían desde hacer las
compras -yendo al matadero-, hasta preparar novedosos menús que compartían con
profesoras e invitados. Acostumbraba a hacer clases al aire libre, bajo las
frondosas moreras del patio. Su manera de educar formó a todo el profesorado
que prosiguió sus enseñanzas. Gabriela dejó el establecimiento en 1922, al
recibir por medio de José Vasconcelos una invitación del gobierno mexicano para
participar en el proceso de reforma educacional en la Patria del Maestro Benito
Juárez García. Un numeroso grupo de profesores y admiradores de su obra la
acompañó hasta el barco en que partió el 23 de julio de 1922.
Afuera fue mucho más valorada. En 1926, fue nombrada secretaria del
Instituto de Cooperación Intelectual de 1a Liga de las Naciones que funcionaba
en el Palacio ·Real de París. El Instituto de las Españas de Nueva York publicó
su primer libro, Desolación, que recopilaba sus poesías hasta entonces
dispersas en diarios y revistas. Esta misma obra, enriquecida con algunos
versos y poemas en prosa, se reeditó más tarde en Santiago por la editorial
Nascimento.
ENFASIS EN LAS ARTES
El Liceo N° 6 siguió el modelo de enseñanza de Gabriela, incluyendo las
excursiones realizadas por los diferentes cursos al zoológico, a la Quinta
Normal y a lugares patrimoniales, como también las clases al aire libre, las
visitas a las fábricas y centros de trabajo de la comuna.
Con motivo de la celebración del cincuentenario del Decreto Amunátegui, el
año 1927, el Liceo N° 6 realizó una exposición brillante. Se expusieron los
trabajos de las alumnas, demostrando el proceso de la enseñanza del dibujo de
primero a sexto año. La organizadora, Mireya Lafuente, recibió especial
felicitación del ministro de Educación, José Santos Salas. Otro de los éxitos
del liceo lo constituyó la exposición presentada por esta misma profesora y
pintora en el Palacio de Bellas Artes, con los dibujos inspirados en el arte
mapuche al cual ella dio especial importancia en la enseñanza del dibujo.
LICEO EXPERIMENTAL
En agosto de 1943 fue nombrada directora del Liceo Nº6 Arinda Carvajal
Briones, descendiente de Paula Jaraquemada. En 1945, el liceo se
incorporó al Programa de Renovación Gradual de la
Enseñanza Secundaria, que designó a los establecimientos que deberían
aplicar la reforma, pasando a llamarse Liceo Experimental.
Se comenzó la renovación progresivamente, estableciéndose un plan de
estudios que se preocupó de atender las diferencias individuales de las
alumnas. Se dotó al liceo de acuerdo con las nuevas modalidades con todos
los adelantos que una educación moderna exigía. Así contó con servicio médico y
dental, asistente social, servicio de orientación vocacional. Se organizaron
diversos clubes entre las alumnas, se enriquecieron los laboratorios de física
y química. Se creó el gobierno
estudiantil con el propósito de participar y prepararse para la democracia.
En buenas cuentas, esta reforma demostraba que Gabriela Mistral había sido
precursora.
Al liceo llegaban brillantes artistas como Margot Loyola, quien nos
enseñaba baile. La concertista Australia Acuña Mena (Australia Tonel) era
nuestra profesora de música. Sosteníamos entrevistas con des-tacados artista y
escritores. Samuel Román Rojas al apreciar nuestro interés por una de sus
exposiciones, realizó un concurso de crítica a su obra. Una obra suya, gran
máscara de Gabriela Mistral, fue instalada en el hall central del liceo.
Muchas profesoras continuaron el espíritu y métodos de Gabriela Mistral. La
inspectora general, Blanca Widmer, mujer severa y justa, se ganó el apodo de
“la Gestapo”; terrible fue la vergüenza cuando en un acto memorable se la vio
llevar en su solapa la condecoración de la resistencia, la Cruz de Lorena.
Pionera en valorar a nuestros pueblos originarios, enseñó a conocer el arte
mapuche, sus diseños y símbolos.
Virginia
Vidal
Escritora.
Una
pregunta a la mayoría de los “chilenos de corazón”: ¿Por qué el Premio Nobel se
le entregó a la Profesora Gabriela Mistral en 1945 y el Premio Nacional de
Literatura en 1951?
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