Seminario
Internacional:
Introducción
a la Filosofía y a la Ciencia Marxista, Dr. Karl Marx, ayer hoy y mañana.
“Los
filósofos se han dedicado sólo a interpretar el mundo, de lo que se trata es de
transformarlo”… Dr. Karl Marx Facultad de Filosofía
Universidad de Humboldt, Berlín / Alemania
“El
Dr. Karl Marx con su obra filosófica y científica polarizó hasta nuestros días
las esperanzas de los explotados, de los oprimidos, de los marginados y las
cóleras de los depredadores más perversos de la humanidad, los capitalistas
dueños de la celestina universal”…
“Restituir
el pensamiento vivo del Dr. Marx significa, en primer lugar, desbrozarlo de
todos los revisionismos que han intentado obcecadamente por más de un siglo,
adornarse con el prestigio de la filosofía y la ciencia marxista,
injertándoosle la filosofía burguesa de los pragmáticos camaleones
contemporizadores del estalinismo, la socialdemocracia, etc”
“El pensamiento de este genio universal se ha convertido
en la conciencia de los luchadores:
“- luchar es vivir“, Dr. W. Goete-, dignos, honestos,
leales, consecuentes por un mundo mejor con la más prodigiosa cosecha de
heroísmos y sacrificios. La ciencia marxista y la filosofía marxista no sólo
son la alternativa de la Humanidad por un mundo mejor, sino su sentido, el
camino del futuro que debe seguirlo, quiera o no”…
“El nombre del Dr. Marx vivirá a través de los siglos y
con él su obra. El estilo de su vida, de la magnificencia de su lucha por el
amor, la vida y la esperanza es la herencia más maravillosa que ser humano
alguno legara a la Humanidad”…
Dr. Karl Marx, ayer,
hoy y mañana
Autor Prof. Hugo
Moreno Peralta
2011-01-22 20:03:18
La vida del Dr. Marx
es, indivisiblemente, la de un filósofo, la de un sabio y la de un militante
luchador por la vida. Una vida de miseria y de exilio, durante los años que
realizó su investigación en la biblioteca de Londres para la elaboración del
Capital. Conoció la pobreza más atroz. Rechazó inflexible las ofertas del
régimen prusiano de Bismark que quería comprar su genio.
Él
y su familia disponían de los recursos que provenían intermitentemente del New
York Herald Tribune, por sus artículos y de la ayuda que les brindó su
solidario y leal amigo Friedrich Engels.
En
Francfort, para pagar deudas vendió “La Nueva Gaceta Renana” y usó el dinero de
la dote de su amada esposa, su compañera e imprescindible secretaria, Jenny
Marx. Tuvo que pedir dinero prestado para la cuna de su último hijo y un año
más tarde tuvo que volverlo a hacer para pagar su féretro…
Su
ejemplar esposa Jenny -jamás en la historia de la Humanidad se había visto
plasmado, realizado el dicho popular, que al lado de un gran hombre siempre hay
una gran mujer-, le siguió sin debilidades, sin quejas en el infierno
capitalista salvaje en que los usureros con sus lacayos se llevaban las camas,
las cunas, y los juguetes de los niños y la familia por deudas. El Dr. Marx se
encontró temblando de fiebre y de frío, en un cuarto vacío con sus seres más
queridos, su esposa y sus hijos. Jenni Marx, comentaba, “lo que tortura mi alma
es que mi amado esposo tiene que sufrir tanto por cosas tan mezquinas, mientras
que tantos Seres Humanos han encontrado en él sus ideas, su aliento y su apoyo
solidario” (Carta de Jenny Marx a Joseph Weydemeyer, 20 de mayo de 1850). El
amor de Jenny Marx y la amistad solidaria de Engels, permitieron al Dr. Marx
realizar su obra y culminarla aún después de su muerte. Cuando falleció físicamente
en Londres, el 14 de marzo 1883, Engels renunció a todos sus trabajos para
dedicarse por el resto de su vida, 12 años, a publicar las obras de su genial
amigo…
La obra del Dr. Marx tuvo un destino
prodigioso. Después de haber aportado a la filosofía la renovación más profunda
que se haya conocido desde que nació el pensamiento racional, este genio
universal fundó la economía política científica, elaboró la metodología de la
historia y de todas las ciencias humanas y, al dotar a la clase trabajadora con
la ciencia de la transformación del mundo, al enseñarle el arte de vencer en su
lucha de clase, se convirtió, desde hace más de un siglo, en el paladín
viviente del movimiento proletariado mundial.
Su
triunfo póstumo no tiene precedentes en la historia. En junio de 1848, la clase
trabajadora sublevada no pudo sostenerse más de tres días en las calles de
Paris. En 1871, la Comuna de Paris, la primera dictadura del proletariado
existió tres meses. Con la Revolución de Octubre de 1917, la victoria del
marxismo, con su aplicación consecuente por parte de Wladimir Lennin, se
inscribió sólida e irreversiblemente en la historia: nace el Marxismo
Leninismo, es decir, se aplica consecuentemente la ciencia marxista como método
científico hasta la muerte del ejemplar revolucionario soviético Lennin.
El
marxismo ha conquistado de hecho en nuestros días una universalidad que no la
había conocido en el pasado ningún movimiento social, filosófico, político,
espiritual, etc... No se trata ya sólo de que dos personas de cada tres en el
mundo están de acuerdo con la construcción del socialismo conforme a la
filosofía y a la ciencia marxista, sino que el marxismo se ha convertido en el
eje de referencia en relación con el cual se ubican en nuestros días todo
pensamiento y toda acción: por él o contra él. ¡Basta ya de Eufemismos! La
alternativa intermedia de la social democracia corresponde a “antesala de la traición”, según el Dr.
Ernesto Guevara de la Serna. José Stalin, ingresó al Partido Social Demócrata
en 1903, plagió el marxismo y no entendió que el socialismo es la etapa de
transición, según la ciencia marxista en la construcción de la sociedad sin
clases.
El marxismo ha conocido desde hace más de un
siglo, muchas vicisitudes, los capitalistas y sus cipayos socialdemócratas y
demócratas cristianos, -el balón de oxigeno del agonizante capitalismo
salvaje-, han intentado silenciarlo al principio, después tuvieron que
denunciarlo con furia y presentar de él una caricatura terrorífica a través de
sus medios mediáticos de comunicación globalizados, ahora se ven reducidos a
tratar de domesticarlo disfrazándolo con la máscara socialdemócrata para
enajenarlo y finalmente destruirlo.
Según
un aforismo de Lennin - Si los axiomas geométricos chocasen con los intereses
de las gentes, seguro que habría quien los refutase -, las teorías de las
ciencias naturales que chocaban con los viejos prejuicios de la teología,
provocaron y siguen provocando hasta nuestros días la lucha más rabiosa de los
fundamentalistas religiosos especialmente del Opus Dei de la Iglesia católica:
Galileo, Nietzsche, Lutero, etc., por nombrar alguna de las víctimas del
fanatismo religioso católico ordenado desde el Vaticano.
Nada
tiene de extraño, pues que la filosofía y la ciencia marxista que sirven
directamente a la educación persona permanente, la cultura y a la organización
de la comunidad por y para un nuevo modelo de sociedad socialista a escala
humana por causa de la sustitución inevitable -en virtud del desarrollo
económico-, del capitalismo salvaje globalizado agonizante sean indispensables
e ineludibles para la Humanidad. Sólo el marxismo podrá liberar al mundo de la
pesadilla capitalista salvaje globalizada o globalización del capital.
Lo que es y no es la
Social Democracia.
La
realización de las gentes marginadas, alienadas por el capitalismo salvaje en
la sociedad administrada por la social Democracia junto a la Democracia
Cristiana en el capitalismo salvaje es un fiasco, porque han desaparecido las
raíces del Ser Humano y su medio social de participación. Además no existen la
verdadera democracia, la libertad, la justicia y la educación y la cultura son
negocios. En vez de ellas los capitalistas oligarcas a través de sus
administradores socialdemócratas y demócratas cristianos, imponen una forma de
libertad, de democracia, y de justicia en la medida de lo posible en el marco
del ejercicio rutinario de un derecho-deber, ajeno a los problemas profundos de
la persona como ser social. No hay libertad sin justicia social, porque
entonces sólo es libertad para los que tienen dinero, ni justicia social sin
libertad, porque entonces a la esclavitud económica se suma la esclavitud del
espíritu.
La
acción contrarrevolucionaria revisionista, antimarxista, socialdemócrata,
comienza a desarrollarse dentro del propio marxismo. El revisionismo burgués
logra su expresión más sistemática con Eduard Bernstein, que se define como una
variante no marxista de la gerencia de los intereses fundamentales del capitalismo
salvaje.
La
burguesía/los ricos oligarcas no les permitirán jamás a los reformistas
camaleónicos socialdemócratas tomar las riendas totales de su Estado, porque
pondrían en juego los fundamentos de su poder y de su administración. En el
marco de esta patética realidad los administradores socialdemócratas no pueden
ofrecer hacer feliz a las gentes, es un engaño, porque les hace falta un modelo
de sociedad decente, honesta, justa, equitativa, etc., donde se den los
presupuestos para que las personas puedan serlo. Entre los testaferros
históricos socialdemócratas más serviles y más rastreros de la historia
tenemos: Eduard Bernstein, Willy Brandt, Helmut Schmidt, Olof Palme, Felipe
González, José Luis Rodríguez Zapatero, Regis Debray, Francoise Mitterrand, y
una larga etcétera de socialdemócratas latinoamericanos.
El
éxito más brillante del marxismo, como la Revolución Martiniana Marxista
Socialista Cubana, ha sufrido el más brutal ataque con un criminal bloqueo por
parte del imperialismo yanqui por más de cincuenta años, pero la construcción
heroica y dolorosa del socialismo cubano, no se ha detenido ni será moneda de
cambio de nada ni de nadie.
La
muerte de Lennin y la designación de Stalin como sucesor hizo posible el
desarrollo de fenómenos políticos e intelectuales que constituyeron una
violación flagrante de los principios del marxismo en general y del marxismo
leninismo en particular, y de la esencia del sistema socialista que Lennin
instruyo e inicio en la URSS: Culto a la personalidad, construcción de un
socialismo hegemónico con una serie de satélites, burocracia, esclerosis
dogmática del pensamiento, aislamiento espiritual que condujo en el plano
intelectual durante la época dominada por el estalinismo a graves deformaciones
del marxismo: regresión hacia un materialismo cientificista, concepción
especulativa de una dialéctica reducida al enunciado de cuatro “Rasgos
inmutables”, concepción mecanicista de las relaciones de la base y la súper
estructura, ruptura con la practica viva de las ciencias y las artes. Con un
sólo objetivo, la construcción de un socialismo hegemónico en el URSS.
Las
consecuencias de este esquematismo y de esta esclerosis son terribles: el
marxismo cuando se convierte en dogma en la construcción de una hegemonía, en
un sólo país, deja de ser guía para la acción liberadora de todos los Pueblos
sometidos y para el pensamiento libre. En nombre de las leyes ya conocidas de
la dialéctica se pretende resolver a priori problemas científicos en biología,
en física, en sicología, se condenaron de antemano ciertas formas de expresión
artística, se excluyeron a priori ciertas posibilidades históricas. Como
colofón el revisionismo estalinista con la colaboración de la social democracia
manejada por el “Estado canalla/USA”y sus testaferros encabezados especialmente
por el inefable Mikhail Gorbachv, hacen añicos el proyecto de José Stalin.
El
desarrollo del marxismo en el sentido en que lo concibió el Dr. Karl Marx nos
ayuda a cobrar conciencia de su profunda actualidad: el marxismo es la
concepción del mundo acorde con el espíritu de nuestros tiempos.
La
diferencia de otras y anteriores concepciones del mundo, como la ideología
cristiana -el catolicismo es una religión, el cristianismo una ideología-,
elaborada mucho antes de la aparición del mundo moderno, que obedece a otras
condiciones históricas y que no puede tratar de adaptarse a la inteligencia de
las elites intelectuales nuevas, sino impugnando sus principios mismos, y a
diferencia de doctrinas surgidas de las angustias de una sociedad en plena
metamorfosis como el existencialismo, y que no refleja sino aspectos parciales
de esa sociedad y en forma misticada, el marxismo surgió orgánicamente del
conjunto de condiciones del mundo moderno, cuya toma de conciencia y alma
viviente expresa.
El
marxismo es el heredero del humanismo prometeico -Tesis doctoral del Dr. Karl
Marx en la Universidad de Jena, Alemania-, de la Revolución Francesa, de esa
certidumbre en la omnipotencia del ser Humano y en su libertad que la filosofía
alemana no dejo de profundizar con el Dr. Goethe, Prof. Hegel, Prof. Kant,
Prof. Nietzsche, Prof. Fichte, etc., heredero también de la concepción de la
sociedad como organismo colectivo del trabajo creador de la persona, cuya
exploración había sido iniciada por las economías clásicas de Inglaterra y cuya
perspectiva demiúrgica había trazado el socialismo francés, especialmente
Saint-Simon.
Al
descubrir en la clase trabajadora a la heredera y portadora de toda cultura
anterior y de toda civilización humana, al descubrir las raíces de la
enajenación fundamental del trabajo creador de la persona, al descubrir por
último mediante el estudio científico del desarrollo de las ciencias, las leyes
dialécticas de la superación histórica de la enajenación, mediante la lucha de
clases, el Dr. Marx plantea dos fundamentos de una filosofía que expresa el
movimiento de toda una época histórica: la época que comienza con la lucha
contra el capitalismo salvaje y prosigue con la construcción del socialismo
para alcanzar la sociedad sin clase de la sociedad comunista.
La
idea dominante del Dr. Marx permanece constante desde sus primeras obras hasta
sus últimas luchas. Es la clave de su filosofía, de su ciencia: hacer de cada
persona un Ser Humano, es decir, un creador solidario. Esta facultad creadora del
Ser Humano la exigía el joven universitario Karl Marx heredero cercano del
Prof. Hegel y del Prof. Fichte contra todas las formas de enajenación. La
creación es lo contrario de la enajenación (síndrome que quien lo padece es
incapaz de darse cuenta). Cuando el análisis científico a la vez económico e
histórico le permite al Dr. Marx resolver la enajenación en su formas
concretas: explotación y opresión de la clase trabajadora y descubrir el
verdadero método para superarla, la lucha de clases, cuando su socialismo, no
descansa ya sólo en un fundamento filosófico, sino antes que nada en un
fundamento científico: la realidad histórica de las clases y de sus luchas, ese
profundo humanismo permanecerá y se afirmara todavía más, ya no como una
exigencia filosófica o moral cercana a la utopía -entiéndase por utopía al
concepto histórico que dice relación con un proyecto de transformación social
que los pragmáticos contemporizadores socialdemócratas y demócratas cristianos
tienen como imposibles. La utopía es un desafío que se opone al realismo
moderno. Ella se alcanza con el cambio revolucionario que trae la justicia
social-, sino como la ley objetiva del desarrollo de las luchas de la clase
trabajadora que supera y destruye las enajenaciones creadas por los regímenes
reaccionarios capitalistas de clase -testaferros de los dueños de la celestina
universal, los ricos, el dinero, los más siniestros depredadores del medio
ambiente-, y da a cada persona la posibilidad de ser, Ser Humano “-Ser Humano
es una persona integral capaz de sentir la injusticia ajena como propia,” Dr.
Ernesto Guevara de la Serna-, un creador solidario. Esta reflexión profunda
sobre el acto creador del Ser Humano, mediante la que el Dr. Marx llegó a
“poner de pie”, en una perspectiva concreta, histórica y materialista, la
filosofía de la creación del Prof. Fichte, ha permitido plantear los
fundamentos de un Humanismo total y militante al hacer de la práctica, la
fuente y el criterio de toda verdad y de todo valor. El Dr. Marx no sólo
realizo la revolución más radical en filosofía y la arraigó en la tierra de la
gente, sino que abrió las nuevas perspectivas de transformación ilimitada de la
naturaleza, la sociedad y la persona en su entraña más profunda.
El
marxismo lejos de retrotraernos a una etapa “pre- crítica”; de la filosofía
dilata y culmina el movimiento fundamental de la filosofía moderna desde
Descartes que alcanza con la crítica del Prof. Kant la plena conciencia de sí
misma: la persona no puede comprender, sino lo que ha hecho. El Prof. Fichte
condujo a su último término la exigencia primordial del racionalismo moderno,
rechazó la afirmación dogmática del “hecho dado” y sitúo en el punto de partida
de su reflexión no un hecho, sino un acto. Lo que en esencia permite al
marxismo escapar a todo dogmatismo es el haber dado mediante una inversión y
una desmitificación de la concepción Fichteana, una significación concreta,
histórica y materialista, a la primacía de la práctica.
Las
exigencias primordiales -Luchar es vivir, Dr. Goethe-, por la emancipación
social de la persona, condujeron al Dr. Marx a desarrollar plenamente, en sus
obras maestras: Manifiesto Comunista, en El Capital, en sus obras históricas
como El 18 Brunario de Luis Bonaparte, lo que constituye su aportación decisiva
a: una metodología de la iniciativa histórica.
El
Dr. Marx no nos ha legado un sistema de leyes, sino el arte dialéctico para
descubrirlas y para fundar en su conocimiento nuestra acción creadora…
La
obra del Dr. Marx contiene en germen los principios de una exploración de la
persona en todas sus dimensiones: no sólo en la dimensión histórica y militante
a la que este genio universal dedico lo esencial de sus investigaciones, sino
la dimensión de la subjetividad y la de la creación (que la teología designa en
general con el nombre de Trascendencia). Un campo inmenso se abre a la
investigación marxista, en la época de la victoria del socialismo, para
explorar todas esas dimensiones, para “poner de pie” e integrar así todos los
descubrimientos realizados en esos campos, descubrimientos que han sido
mistificado por los investigadores no marxistas al servicio del capitalismo
salvaje.
Sólo
el marxismo nos permite comprender en su totalidad las gigantescas metamorfosis
de nuestro mundo y de nuestro tiempo.
Desde el punto de vista científico, hace
desaparecer todo límite al libre desenvolvimiento de la investigación: su
materialismo exigente, al imponernos constantemente la referencia a una
realidad exterior a nuestro pensamiento, implica una actitud permanente de
apertura y de acogida, una incesante ruptura con la especulación, con el
dogmatismo y los sistemas cerrados, ese materialismo exigente recuerda a la
dialéctica que no se trata sólo de los conceptos, sino de una realidad
inagotable y móvil que dirige al concepto más allá de sí mismo, de una
dialéctica interminable, la de la práctica y la creación humana en contacto con
un mundo que hay que transformar…
Desde
el punto de vista estético, abre a la creación artística una perspectiva
ilimitada, pues no define el arte sólo como un
modo de conocer, sino principalmente como un modo de hacer y no define
al realismo como la copia de la realidad aparente, sino como la captación de
las leyes profundas del desarrollo y la participación en la creación de una
realidad en devenir y de una persona que se está haciendo.
Desde
el punto de vista moral opone a la ética de la revelación o de la tradición
basada en mandamientos eternos y en ideas inmutables, así como a la sofistica
del individualismo y a las libertades confundidas con la arbitrariedad y la
dadiva (Limosna), una concepción histórica de la persona que elabora, destruye,
integra, supera las normas de su acción y se define únicamente por el
movimiento de esa creación continua…
El
marxismo no es sólo una ciencia, una filosofía de nuestro tiempo: es su
sentido. Es el camino liberador, acentúo, que le permitirá a la Humanidad pasar
más temprano que tarde por encima del capitalismo salvaje globalizado
agonizante, para construir un nuevo mundo con una sociedad socialista a escala
humana defensora de la dignidad, los Derechos del Ser Humano y los de la Madre
Naturaleza.
A
la filosofía y a la ciencia marxista las considero como la única alternativa
para las horas venideras de la Humanidad, las considero indispensables e ineludibles.
El marxismo aparte de su razón al defender el derecho de toda persona a que no
le falte el pan, el trabajo y la vivienda digna, la educación y la cultura,
etc., yo creo que conseguirán suprimir el hambre, las guerras, el narcotráfico,
el tráfico de armas, la prostitución infantil y juvenil y en definitiva
liberaran a la Humanidad de esa gran pesadilla que lo constituye el capitalismo
salvaje globalizado/globalización del capital.
Prof. Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA
Director Cesal e.V Berlín, Alemania.
*Patrocinadores:
Cesal
e.V. Berlín/ Universidad de Humboldt, Berlín: 30 de septiembre de 1989.
Comité
de defensa de los Derechos Humanos y Sindicales/Codehs. Presidente Clotario
Blest Riffo.
Revista
Latinoamérica Un Pueblo Continente: Directora Sra. Gerda Böttcher, berlin Alemania.
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