“El sol no irá más allá de sus límites. Si lo hiciere las fuerzas defensoras de la justicia lo alcanzarán”…
El Maestro Platón les acentuaba a sus discípulos que la justicia consiste en poseer y hacer lo que es propio de cada cual. Esto significa que cada cual, valga la redundancia, recibirá el equivalente de lo que produzca y ejerza en función, para lo que se halle capacitado. Esta es una de las responsabilidades del Gobernante en el marco del Estado de Derecho. En resumen, una persona justa, honesta y digna será pues, aquella que se halle situada justamente en el lugar que le corresponde, actuando correctamente, y dando el equivalente completo de lo que reciba. Una sociedad de personas justas será, por lo tanto, un grupo altamente eficiente armonioso, porque cada uno de sus miembros se encuentra en su sitio – nadie odiosamente marginado- ejerciendo su función apropiada. Organizada de este modo, una sociedad es apta para vivir, y la justicia recibe así una especie de sanción darwiniana. Allí donde las personas se hallan fuera de los puestos que les corresponden, donde el empresario agrícola/citadino fariseo sofofo tiene subordinado al político, el militar usurpa y asesina al presidente, los rectores militares delegados rigen las Universidades sin autonomía, allí se hallará disminuida la coordinación de las partes, las articulaciones se deterioran, la sociedad se desintegra y disuelve por causa de la corrupción, la impunidad, y las marginaciones sociales. Como colofón, la justicia es coordinación eficaz. Aquí no es sólo fuerza, sino que fuerza armoniosa. Las personas y sus deseos, realizan ese orden que constituye el acuerdo y la organización, y la justicia no será lo que más le conviene al poderoso oligarca, porque está probado que los interés creados obstruyen la justicia, sino, la eficaz armonía del conjunto, es decir, el equilibrio entre la moral y el Derecho, -La justicia la entiendo como el fin de todas las discriminaciones , marginaciones de la persona, es decir igualdad de derechos y oportunidades, en síntesis, derecho a ser iguales en dignidad. El Derecho es un instrumento al servicio de la plena realización de la persona, del ser humano y no una simple justificación de su explotación / enajenación.- Acentúo, el derecho tiene un valor superior al de la Ley. Lo justo es siempre moral. Las leyes pueden ser injustas. Acatarlas es un acto de disciplina, pero a veces implica una inmoralidad. Respetar la Justicia es un deber de la persona digna, aunque para ello tenga que elevarse sobre las imperfecciones de la ley. La perfectibilidad social se traduce en aumento de justicia en las relaciones de las personas. Esta creencia embelleció las inquietudes que en todo tiempo agitaron a los grupos, organizaciones e instituciones más éticas/ morales de la Humanidad…
El
mayor obstáculo al progreso de los pueblos es la corrupción, la impunidad, las
marginaciones sociales y la fosilización de las leyes. Si la realidad social
varía, es indispensable que ellas experimenten variaciones correlativas. La
justicia no es inmanente ni absoluta, está en el devenir incesante en función
de la moralidad social. Los intereses creados obstruyen la justicia. Todo
privilegio injusto implica una inmoral subversión de los valores sociales. En
las sociedades carcomidas por la corrupción, la impunidad, y la injusticia, las
personas pierden el sentimiento del deber y se apartan de la verdad.
El parasitismo pragmático contemporizador, la corrupción,
la impunidad y la injusticia dejan de inspirar repulsión a quienes usufructan
de ellas, y, encenega a las víctimas en la domesticación, la resignación, la enajenación
y el vicio. La justicia enmudece y se abisma. A la sociedad se le impone “la
justicia en la medida de lo posible”- una aberración, porque no existen los
justos en la medida de lo posible-, con y sin corbata. Para los oligarcas
empresarios fariseos sofofos y sus testaferros castrenses y politicastros
procesados: arresto domiciliario- diurno o nocturno- firma semanal, mensual,
etc. Y una juicio abreviado sin cárcel, al pobre infeliz marginado social, sin
corbata que roba o hurta, para
sobrevivir, “la mano dura”, la cárcel que exige “la paz ciudadana del oráculo
mercurial” de Agustín Dunny Edwards E. en su “combate” contra la delincuencia”.
Estos intrínsecamente perversos, no saben o
no entienden que la delincuencia es un fenómeno social. Mientras no se
termine con las odiosas marginaciones – falta de trabajo de atención médica, de
vivienda digna, educación gratuita y de calidad como derecho social. Etc. la delincuencia
seguirá aumentando. Por falta de Justicia las sociedades se cubren de odiosos privilegios
para los ricos y sus tartufos testaferros politicastros y militares /
mamelucos, todos dispuestos a lucrar de la Patria, pero incapaces de honrarla
con obras dignas…
Cuando
en la conciencia social no vibra un fuerte anhelo de Justicia, reina la impunidad
y los corruptos que le han puesto ruedas al país, pretenden con el más
siniestro dúo de depredadores/ privatizadores Piñera / Lagos, imponerle al
pueblo una nueva Constitución sin una Asamblea Constituyente y sin la
elaboración y sanción soberana del Pueblo.
En esta patética realidad nadie templa su personalidad ni esmalta su carácter.
Donde más medran los tartufos que más se arrastran, las piernas no se usan para
caminar erguidos. El empresario fariseo
sofofo, el milico, el politicastro que no roba, no es que sea honrado,
estúpido.
Como colofón, reiteramos una vez más que no es
nuestra la actitud fría y deshumanizada del espectador indiferente, neutral, y
apolítico – este nuevo espécimen que promueven los medios mediáticos mercuriales
de (in) comunicación globalizados, en especial, la enajenante televisión
chilensis, que nos parecen sencillamente abominables. Nos inspira, en cambio,
una avasalladora pasión, que en buen romance significa amor por la libertad y
la justicia. Esta lucha- “luchar es vivir”- que tiene un punto de partida, la
nueva constitución elaborada por una Asamblea Constituyente mayoritariamente
constituida por la clase trabajadora y la juventud organizada quienes la
elaborarán y el pueblo la sancionará. Somos conscientes que esta lucha tiene
una exigencia fundamental, no se puede actuar a medias- “los caminos
intermedios corresponden a la antesala de la traición”, es preciso darse por
entero, consagrarse sin reserva en el marco de la alternativa Hamletiana: ser o
no ser.
Con
esperanza y memoria,
Prof.
Moreno Peralta / IWA.
Secretario
Ejecutivo ADDHEE. ONG
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