Prof. Ing. Victor Pey Casado
EL
CLARIN-“Firme junto al Pueblo”- , la
libertad de prensa y el Derecho
Internacional (Ciadi).
Las personas que tienen la
capacidad de entender, saben que no puede haber efectivo progreso humano, sin
que los aspectos estrictamente sociales como: el educacional, el cultural, el
político, el económico y el científico,
sean guiados, alimentados y garantizados por el espíritu de la libertad
plena, en general y de la libertad de prensa, en particular. Sólo en esta
dirección se conseguirá hacer más digna la existencia humana. Todo régimen
político incapaz de tolerar la libertad
plena y la libertad de prensa, porque las siente como un peligro, y por eso las
amordaza, confiesa con ello, su interna debilidad, mediocridad y falsedad, su injusticia y su inmoralidad. “Sólo merecen
la libertad y la vida quienes
diariamente las conquistan”….
En el marco de “la crisis económica interminable de la globalización del capital, la tiranía
despótica de la celestina universal- el dinero-
con su control total de los medios mediáticos de (in) comunicación
globalizados, hay que colegir la
importancia de la libertad de prensa y su correlativa responsabilidad. Si
deseamos que los Pueblos sean
verdaderamente libres debemos a
lo antes dicho, observar el sagrado dogma de la igualdad. Siempre y cuando ésta última no se aplique a los que están en
desigualdad, porque con esto sólo se consigue profundizar la desigualdad.
Acentúo, de lo dicho, que en
el periodismo es menester cuidar celosamente dos principios; su libertad y su
responsabilidad. Sin prensa libre – cuando yo hablo o escribo en mis clases en
la universidad sobre la libertad de prensa- de expresión, no me estoy
refiriendo al antro creado por el
imperialismo yanqui, en 1943, en la Cuba del dictador asesino Fulgencio Batista,
que denominó sociedad interamericana de
prensa/SIP-USA. Esta organización de paniaguados folicularios, gacetilleros,
curinches, etc., al servicio rastrero de
los empresarios dueños de los medios
mediáticos de (in) comunicación
globalizados, desvergonzadamente se jactan
de ser los depositarios y
defensores “de la libertad de prensa” y de defender los intereses de sus
patrones, y de constituir una empresa sin fines de lucro. ¡ Habrase visto suma
de tantas bellaquerías!...
La SIP/USA ha apoyado todos
los derrocamientos de los gobiernos progresistas en Latinoamérica, por ejemplo, el Gobierno Popular del presidente Dr.
Salvador Allende Gossens, el de
Venezuela, 2002, de Honduras, 2009, etc.
Sólo en este último país el régimen de facto reaccionario impuesto por el gran
padrino desde la casa Blanca, ha
asesinado más de 25 periodistas, sin que la Sip/Usa haya protestado, exigido terminar con estos asesinatos. En estos casos, no funcionan para los testaferros del imperialismo
yanqui, eso que la prensa
es la primera defensora de la democracia-, porque no existe una
democracia plena. Cuando la verdad se deforma para ser ajustada rigurosamente a
los intereses de la clase empresarial
oligarca dominante, por el régimen cesarista de turno, se infringe las
libertades personales y la dignidad humana
brilla por su flagrante ausencia y se niega de hecho la vida
democrática…
Concluyo entonces, que en una verdadera democracia plena debe
existir el Derecho y se debe garantizar
el derecho de informar y opinar.
Inalienable derecho e ineludible deber.
Con la globalización de los
medios mediáticos de (in) comunicación globalizados, los diarios y periódicos,
bajo el control de las empresas multinacionales son meros catálogos, listados de noticias y avisos
comerciales, de periodismo no tienen nada en el verdadero sentido de la palabra.
En esta patética realidad, ¿que podría estar haciendo nuestro querido Clarín, “firme
junto al Pueblo”? Odiado por la oligarquía empresarial, farisea Sofofa y su
sumo sacerdote del oráculo
mercurial Agustín Dunny Edwards E. El
Clarín superó en reiteradas ocasiones, en tiraje al mentiroso pasquín el Mercurio. Su línea periodística
insobornable se obligaba a informar de
todo, sin excepción, e informar la verdad sin comentarios. La parte informativa
de un diario debería ser igual a la de todos los demás, puesto que los hechos
sucedieron de una sola manera. En este sentido, debería existir una razonable
uniformidad, que nada tiene que ver con “la globalización” impuesta por la
fuerza de la celestina universal / el
dinero, en la cual ha desaparecido el respeto
a la veracidad que se debe a los lectores. Acentúo, “razonable”, porque siempre existe
un margen en las distintas apreciaciones
personales, por honestas que sean…
A partir del infausto
11/9/1973, en la arcadia chilensis
impuesta por el imperialismo yanqui, la oligarquía plutocrática Sofofa, el
poder castrense y el poder clerical, hasta nuestros días le ha impuesto al país “la conspiración del
silencio”, manejada y controlada por Agustín Dunny Edwards y su mentiroso
diario el mercurio, que sistemáticamente oculta con malicia las noticias de
interés político a la opinión pública. El sensacionalismo en sus notas
truculentas, chocantes, perniciosas, relega lo educacional y lo cultural a un
ínfimo y olvidado plano. Seamos
honestos, para ser justos: así como
la oligarquía empresarial Sofofa tiene su diario, el Mercurio, el Pueblo
Chileno de Lautaro, del Libertador General Bernardo O’Higgins Riquelme, del
jurista/Coronel Manuel Rodríguez Erdoiza, del Presidente Balmaceda Fernández,
de Gabriela Mistral, de Vicente Huidobro Fernández, de Pablo Neruda, del Presidente
Allende Gossens, tenía y tendrá el suyo, El Clarín.
La libertad de prensa, para El
Clarín de Chile- no confundirlo con el reaccionario pasquín argentino que lleva
el mismo nombre- , sus grandes principios eran la libertad y la democracia por
y para el Pueblo en el cual reside la soberanía.
Como colofón, surge la
pregunta ¿Para quién es la libertad de prensa? ¿Para el pueblo que lee un
diario o para la empresa que lo edita?
Si la libertad de prensa es una conquista democrática, su beneficiario
debe ser el soberano pueblo, determinado
en este caso por el público lector….
Mi encuentro con el Diario El
Clarín, tuvo lugar a fines de la década
de los 60 en plena Reforma Universitaria, en la Universidad del Norte/Chile –
desaparecida por la dictadura de marras-, cuando tuve que acompañar al líder
sindical fundador de la CUT, compañero Clotario Blest Riffo, en su
Conferencia sobre La importancia de la
formulación de los objetivos de la
universidad regional, “ unir la luz con el sudor”, que tan brillantemente documentara el jefe de crónica del Diario el
Clarín y más tarde jefe de prensa de la
Universidad del Norte/ Chile, compañero Ibar Aibar Varas. Ser periodista en el
Clarín, me comentó, el compañero Aibar Varas
exigía escribir sin censura, sin miedo por la consecuencia de sus
opiniones e informar con exactitud y con verdad, no omitiendo nada de lo que el
público tiene derecho a saber, con la fuerza del pensamiento crítico.
A un diario libre y popular, como El Clarín, se
le reconocía tanto
por lo que decía y por lo no que decía. Si lo sabrá el dueño del diario el Mercurio Agustín Dunny
Edwards.
El Clarín mencionaba el origen de sus informaciones y con esto
ayudaba al público a evaluarlas. Rechazaba de plano el lavado mercurial del
cerebro, porque no servía la verdad con la fuerza de sus principios que lo guiaban.
Rechazaba lo que ninguna fuerza en el mundo podría hacerle aceptar, servir a la mentira…
Para los periodistas del
Diario el Clarín, la verdad era la más
temida de las fuerzas revolucionarias. Aunque a todas horas les acechaban las
intrigas mercuriales, jamás callaban la verdad. Ibar Aibar Varas, jefe de crónica
del Clarín, a mi pregunta, como se define profesionalmente, me respondió: “Mi
periodismo es crítico, combativo, democrático y comprometido con los marginados
del sistema capitalista”. El pragmático contemporizador y rastrero periodista
del mercurio, cobarde por naturaleza muere moralmente cien veces, reniega de
sus principios por unos dólares más. La cobardía moral es de suya tan infame
que ninguna pena podría aumentar su
vergüenza. No es consciente que la mayor
de todas las cobardías consisten en callar la verdad para recoger las ventajas
que ofrece la complicidad con la mentira…
“La verdad solo habla para
abrirse paso, la mentira para cerrarlo “
El
Clarín de Chile y el derecho Internacional (Ciadi)
Al hablar del diario del Pueblo de Chile, el Clarín
desaparecido el 11/9/73, por la dictadura de marras,-poder castrense, por orden
de la oligarquía empresarial sofofa y de su sumo sacerdote Agustín Dunny
Edwards, hay que recordarles a los pragmáticos contemporizadores de mala memoria
los dos grandes odios del Dunny Edwards: el Presidente Allende y el
Diario el Clarín. A su amo, el gran padrino en la casa Blanca le prometió que no descansaría un segundo de su vida hasta hacerlos desaparecer de la faz de la
tierra.
El 6/10/73, en el Estadio nacional mientras yo era
torturado, llegó un capitán de la Armada que comentó que en la sala de
interrogatorios” el director y el jefe de crónica de el Clarín no lo habían aguantado”. A fines del mismo año, me encontré con Ibar Aibar Varas y Alberto Gamboa en el
campo de concentración de Chacabuco, editando
un diario mural, “El Chacabucano”.
Del saqueo, confiscación y
apropiación de los bienes de la empresa El Clarín, de propiedad del Prof. Ing.
Víctor Pey Casado, bienes usurpados como botín de guerra por los
ocupantes de Chile, el poder castrense, las
fuerzas armadas jamás vencidas, reserva moral de la oligarquía empresarial
sofofa, del poder clerical y de la clase politicastra, etc., se ha
hablado y escrito suficiente. Lo que deseo resaltar es el espíritu republicano,
democrático, libertario, etc., del propietario del diario El Clarín de Chile.
El volvió al país, apoyó el régimen concertacionista y como era de esperar
recibió “el pago de Chile “. Para los regímenes concertacionistas primero
estaba y está la orden del amo desde la Casa
Blanca que les llegaba y llega por intermedio
del testaferro del imperialismo
yanqui en Santiago, Agustín Dunny Edwards.
El prestigioso académico
Prof. Ing. Pey Casado, respetuoso del Estado de Derecho solicitó a los
regímenes concertacionistas de la democracia, la libertad y la justicia “en la
medida de lo posible”, reiteradas veces la indemnización que le corresponde por
la ilegal usurpación de sus bienes por parte de la dictadura de
marras. Por años fue burocráticamente
tramitado por los testaferros del
régimen cesarista de turno. Como los intereses creados obstruyen la justica,
las sociedades carcomidas por la injusticia, las marginaciones, la corrupción y la
impunidad, los jueces y los políticos en su mayoría pierden el sentimiento del
deber y se apartan de la virtud. El
pragmatismo contemporizador y el
parasitismo dejan de inspirar repulsas a quienes lo usufructúan y encenegan, en
el contexto de su rastrerismo y
domesticación. Los individuos en su mayoría sobreviven esclavos del consumo,
esperando que sus problemas sean resueltos por un milagro por delegación. En
esta patética realidad la justicia enmudece y se abisma. Pero, el propietario
de El Clarín, el Prof. Ing. Pey Casado
es un luchador – “luchar es vivir”- , nato, republicano, antifascista no se iba
a dejar vencer por los enemigos del Pueblo de Chile: la plutocracia Sofofa, el
poder castrense, el poder clerical y su justicia.
Cuando en la conciencia social no vibra un
fuerte anhelo de justicia, nadie templa su personalidad ni esmalta su carácter.
En el modelo consumista e insolidario de
la sociedad chilensis, los que más medran son los que más se arrastran. Esta
cubre de privilegios a los holgazanes e ignorantes, a los violentistas y
terroristas con y sin uniforme. Es por falta de justicia que los Estados se
convierten en confabulaciones de
favoritos y opinólogos, dispuestos a
lucrar de la Patria, pero incapaces de honrarla con obras dignas. Ante esta
patética realidad, el Prof. Ing. Pey Casado se dirigió al Centro Internacional
de Arreglos de Diferencias relativas a inversiones CIADI, en el marco del Derecho
Internacional- tan pisoteado y conculcado-, para exigir en el marco de la
verdad, la justicia y la reparación digna, por el daño material y moral que le causaron los ocupantes
de Chile, el poder castrense y la oligarquía empresarial sofofa, al
servicio del capital extranjero.
El 2008, el Tribunal Internacional CIADI- que
depende del Banco Mundial- condenó al Chile de la sofofa, del poder castrense y
del poder clerical, a pagar la
compensación que corresponda por los daños y perjuicios ocasionados al
propietario de la empresa el Clarín.
Como era de esperar, en el marco del maltratado Derecho Internacional el
Tribunal CIADI no reconoció una indemnización
por la confiscación de los bienes de la empresa El Clarín llevado a cabo
por el poder castrense. Se impuso una vez mas “la justicia en la medida de lo
posible”.
Agotadas las instancias
legales, nacionales e internaciones, le corresponde al Pueblo chileno exigir
verdad, justicia y reparación digna al “Estado de Derecho, a través del régimen
cesarista de turno, por los daños materiales y morales causados a la empresa El
Clarín”. En esta dirección se manifestaron los sindicatos de Congemar y la
ADDHEE.ONG, a través de un comunicado solidario dirigido por el Presidente de
ambas organizaciones Jorge Bustos B. al propietario del Clarín Prof. Ing. Pey
Casado. La solidaridad en una comunión de personas cuando la dicha del mejor
orgullece a todos y la pobreza y
la miseria de los marginados llena a la
mayoría de vergüenza.
Como colofón acentúo una vez
más, que sin verdad, justicia y reparación digna para las víctimas de la
dictadura militar fascista de marras, la reconciliación no es posible. Las
nuevas generaciones no podrán construir el futuro sin miedo, con memoria y sin
impunidad.
La Verdad y la Justicia por
las violaciones de los Derechos Humanos será una catarsis para el país y los
años de la dictadura militar fascista dejaran de ser hoyos negros de la
historia contemporánea en el cuerpo de la nación chilena, para convertirse en
experiencias racionalizadas colectivamente sobre la base rigurosa de la ley, de
la lógica y de las normas morales. Lo que no puede ser, es que se pretenda
continuar con la impostura de que existe un “ Estado de Derecho, con una Constitución
“fraudulenta, una aberración en materia jurídica, ilegítima en su aprobación y
antidemocrática en sus conceptos para destacados expertos en Derecho
Constitucional, impuesta por la
dictadura terrorista de marras y remendada/recauchada por la clase
politicastra.
La dictadura militar
fascista produjo la más grande tragedia en la historia de Chile y la más
salvaje.
La oligarquía empresarial sofofa, el poder
castrense, el poder clerical y la clase politicastra esperan que con el tiempo las heridas cicatricen y se
llegue a una reconciliación. Pero, sin
verdad justicia ni reparación digna para las víctimas del terrorismo de Estado
no es posible. Además, que ésta patética situación no permite
vivir con honor a los militares de las
fuerzas armadas que son inocentes- que no han torturado, asesinado, traficado
con drogas, con armas y desfalcado el dinero de todos los chilenos- , que están
siendo ensuciados por una incriminación global e injusta. Como si todo esto
fuera poco, el régimen cesarista de la oligarquía sofofa y su testaferra clase
politicastra no paran con el engaño al Pueblo Chileno, a través de los medios mediáticos mercuriales globalizados, diariamente con su
paroxismo que los caracteriza hablan sin
pudor alguno de los éxitos económicos,
educacionales- de la educación del lucro- y de la libertad de prensa. Basta ya
de eufemismos, este es un país casi libre, casi democrático y sin justicia.
Como colofón, el poder económico de la sofofa, el poder
castrense manejados por Agustín Edwards
jamás consentirán que este país asuma
una verdadera libertad, una verdadera democracia, una educación pública,
laica, de calidad, gratuita y una verdadera libertad de prensa, liberado del
control del oráculo mercurial. Para los
reaccionarios ocupantes del país
con sus leyes antiterroristas, su educación del lucro, sus medios de (in) comunicación globalizados enajenantes,
las trabas a la libertad son presentadas como sacrificio impuestas al pueblo
para alcanzar el progreso y para
defender los Derechos Humanos en el
contexto de “un apogeo de una civilización nueva, de un nuevo Chile”.
De Derecho y de hecho, el régimen cesarista plutocrático totalitario significa la
muerte de los Derechos Fundamentales del
ser humano y de las aspiraciones esenciales de la Humanidad. No habrá
estabilidad, seguridad, Paz en el mundo, en tanto la Humanidad se halle
dividida entre los que poseen la libertad
y los que la han perdido. La defensa
de las libertades, de los Derechos Humanos, la reconquista de éstos, conculcados por la
perversa hegemonía capitalista /globalización del capital, son el riesgo de una
sola y misma lucha de cualquier pueblo
digno, consciente que es el único que verdaderamente hace la historia, y capaz
de liberarse de sus cadenas.
Con esperanza y memoria.
Prof. Moreno Peralta
Secretario ejecutivo
ADDHEE.Ong
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