75
años del bombardeo de Gernika
Pablo Picasso. Guernika, 1937. Museo
Reina Sofía, Madrid.
REPORTAJE
Memoria de bombas y niños
Se cumplen
75 años del bombardeo de Gernika. Los supervivientes se salvaron por los
numerosos refugios repartidos en el pueblo. El asalto se saldó con 153 muertos
y muchas familias exiliadas
Una de las calles de Guernica después del bombardeo
que tuvo lugar el 26 de abril de 1937. / Fundación Sabino Arana.
De aquel bombardeo sobrevive el recuerdo de los
niños. Es una memoria inocente, que mezcla juegos, carreras, explosiones y
llamas. Aquellos niños son hoy abuelos y supervivientes de lo que sucedió el 26
de abril de 1937 entre las cuatro y las seis y media de la tarde en Gernika,
cuando aquella localidad vasca fue aplastada por las bombas y arrasada por el
fuego en el que fue el primer gran ensayo de un bombardeo a gran escala sobre
una población civil. Durante 75 años han ejercido de testigos vivos de aquel
episodio, como si la vida se detuviera en aquella fecha y no les hubiera
permitido hacer otra cosa que envejecer para contarlo. Y, a pesar de todo,
Andone Bidagueren todavía enrojece cuando se le pide por enésima vez que cuente
lo que vivió aquella tarde. “Todavía me acaloro, no lo puedo evitar”, se
reprocha.
El lunes 26 de abril de 1937 corría el rumor de que
el mercado iba a ser bombardeado. Desde días atrás se hablaba en el pueblo de
esa posibilidad. Ese día, la madre de Andone, como de costumbre, se levantó
temprano para ir a vender leche al pueblo. Sobre las cuatro de la tarde volvió
a casa. Hacía calor. Mientras descargaba las marmitas de latón, las sirenas
empezaron a sonar. “Cada uno tiró por su lado. De mis seis hermanos, tres nos
fuimos a la ría. Pensamos que sería el sitio más seguro”. En el agua
permanecieron muchas horas, más de las que duró el bombardeo. Allí estuvieron
hasta que anocheció. “Del miedo no sentíamos frío”, recuerda Andone. Así hasta
que sus padres les gritaron que regresasen a casa: “Si vuelven los aviones que
nos maten a todos juntos”, dijo su padre.
Los aviones alemanes e italianos que atacaron
Gernika dejaron el pueblo completamente devastado. De los 6.000 habitantes, la
mayoría se marchó con lo puesto por miedo a nuevos ataques y porque en el
pueblo la mayoría de las casas y negocios quedaron completamente arruinadas.
Bidagueren fue de las pocas vecinas que no huyó. A la mañana siguiente, regresó
a la panadería donde trabajaba elaborando levadura y ese día coincidió por
primera vez con Angel Santos Bareño, el hijo del dueño. Ella tenía nueve años y
él siete más. Doce años después de conocerse se convirtieron en marido y mujer.
Andone nunca se marchó de Gernika.
De los 6.000
habitantes que vivían en el pueblo, la mayoría se marchó con lo puesto por
miedo a nuevos bombardeos
Para otros vecinos, aquel bombardeo significó un
exilio. A Javier Alberdi (9 años) y a Luis Iriondo (14 años) el destino les
obligó a un largo peregrinaje que duró varios meses, un periplo forzoso por
Bilbao, Santander y algunas ciudades de Francia. Un año después regresaron a
Gernika con la ciudad ocupada por las tropas franquistas y la guerra sin
terminar. Desde entonces no han abandonado el pueblo, junto a otros 200
supervivientes más.
Algunos no volvieron. Como Francisco García San
Román (7 años) y sus dos hermanos. Los tres hermanos viven en Guipuzcoa y no
quisieron vivir más en el pueblo en el que nacieron. Aún así, mantienen un
vínculo especial con Gernika, y el próximo jueves acudirán a los actos que se
han organizado para conmemorar la efeméride.
¿Cuántos quedan vivos? Las cifras que se barajan no
permiten ser precisos a la hora de conocer quienes siguen con vida, aunque se
sabe con exactitud que en 1937 ninguno de estos supervivientes había alcanzado
la mayoría de edad. Este año, y para conmemorar el 75º aniversario, un grupo de
ocho historiadores que han constituido una asociación denominada “Los cronistas
oficiales de Gernika” ha actualizado los datos. Han contabilizado 153 muertos,
aunque creen que podría haber siete más. Este grupo de cronistas se encarga de
recopilar la documentación del pueblo. Su principal fuente es la memoria de
estos octogenarios porque las 5.771 bombas, la mayoría cilíndricas, de tres
palmos de largo y fabricadas una parte con piedra y otra con hierro, provocaron
que todo Gernika ardiera en llamas.
Los supervivientes aún recuerdan que sobre el humo
negro de las llamas destacaba un polvillo blanco que convirtió todo el pueblo
en una bola de fuego. Era el fósforo con el que rellenaron las bombas. Se
quemaron las fotografías de la mayoría de vecinos y todos los documentos que se
guardaban en el archivo notarial, en el registro civil y en el de la propiedad.
Las tres fábricas de armamento fueron los únicos edificios que quedaron
intactos. A día de hoy solo uno de esos inmuebles sigue en pie a las afueras
del pueblo.
Pese a que la ciudad fue duramente golpeada, los
habitantes de Gernika supieron como reaccionar ante los ataques de los
proyectiles y ello posiblemente salvó muchas vidas. Aparte de los refugios
privados que cualquiera podría haber improvisado en casa, el Ayuntamiento había
mandado construir siete públicos. Esas obras y los rumores previos que
anunciaron durante días la inminencia de un bombardeo explica que, a pesar de
la devastación, no se produjera una cifra demoledora de víctimas.
“No recuerdo cuantos eramos en el refugio. Estaba
todo oscuro y no podía respirar” recuerda
Luis Iriondo
Los vecinos habían aprendido que cuando los
guardias izaran las banderas en lo alto del monte y las campanas doblaran con
golpes secos, era el momento de ponerse a salvo. “Por instinto, eché a correr
al monte junto a mi primo. No paramos hasta que llegamos a la ermita de Santa
Lucía, que se encuentra a kilometro y medio del centro del pueblo. Cuando acabó
el bombardeo, fuimos a casa de una de una de mis tías. Unas horas más tarde
apareció mi madre", cuenta Javier Alberdi, emocionado en la casa del
jubilado. Es la hora del café y le acompaña su mujer, Estibaliz Bidaguren, que
entonces tenía seis años. Ella no conserva tantos recuerdos. “De las pocas
cosas que me viene a la memoria es que le echaba la culpa a mi padre. No
entendía nada de lo que había pasado”, rememora Estibaliz. “Era una niña y no
entendía nada”, sonríe.
A Luis Iriondo, el día del bombardeo le pilló un
poco más mayor. Justo en el momento en el que los niños cambiaban el pantalón
corto por el largo. El día anterior, el domingo, fue el primero en la vida de
Luis Iriondo en vestir pantalón largo. Un día especial en la vida de un chaval.
“Tenía 14 años y mi madre me dio permiso para ponérmelo”.
Al día siguiente, el lunes de mercado,Luis se
encontró solo durante el ataque. Y con el pantalón largo puesto. “Encontré
refugio en uno de los cuatro búnkers de la plaza del Ayuntamiento”, recuerda
Iriondo. “No recuerdo cuántos éramos. Estaba todo oscuro y apenas podía
respirar. Al final nos tuvimos que agachar todos para conseguir algo de
oxígeno". Tanto se agobió que en uno de los intervalos salió a la calle y
prefirió guarecerse a la entrada del refugio. “Recuerdo que intenté rezar alguna
oración, pero el ruido de las bombas me impidió terminar ninguna. Fue muy
angustioso”. Luis Iriondo, a sus 90 años, es de los pocos testigos que siguen
hoy en activo: da clases de dibujo en Gernika, ciudad a la que le ha dedicado
muchas de sus pinturas.
El calendario es el enemigo de la memoria viva. En
2010, la asociación Gernika Gogoratuz, un centro de investigaciones por la paz,
editó un libro en el que narraba el testimonio de un total de 22 hombres y
mujeres. En estos dos años han muerto ocho. La asociación mantiene contacto con
alguno de ellos. A otros, como Miriem Gomeza, les han perdido la pista. “Ya no
tienen energía. Sus hijos se encargan de ellos y es más difícil localizarlos”,
explican desde la asociación.
A pesar del paso de los años algunos supervivientes
prefieren no recordar. A otros tantos la memoría les empieza a fallar, pero
Andone Bidaguren irá al cementerio a conmemorar el aniversario. Días antes
limpiará y llevará unas flores al mausoleo que se construyó en 1995 para rendir
homenaje a las víctimas. “A mis nietos les insisto en que este episodio de mi
vida no lo olvido”. Motivos no le faltan. Aunque su pueblo quedó aniquilado
tras el bombardeo, aún le quedan motivos para sonreir: “Al día siguiente conocí
al padre de mi hijo”.
sábado 21 de
abril de 2012
Guernica
como símbolo de la 'Conciencia Colectiva"
|
El 26 de abril de 1937, los aliados nazis de generales alzados contra la República Española, decidieron
bombardear Guernica de tan solo 7.000 habitantes. El objetivo era el
amedrentamiento de la población civil para provocar una rendición por parte de
los vascos. La antigua Villa de Guernica además era un símbolo , y los símbolos
tienen fuerza en la conciencia colectiva. Era el símbolo de los acuerdos que
por allá por los años 1300 habían tomado la junta de esos pequeños valles, con
el Rey de Castilla. Cada vez que un rey era elegido en Castilla, tenía que ir a
Vizcaya a Gernica, a jurar solemnemente debajo de un roble milenario, el
respetar las libertades de los habitantes de esas tierras. De ese modo,
estos habitantes no podían ser llevados a las guerras como carne de cañon, su
casa ancestral no podía ser embargada, y cuando pusieran un pie fuera de sus
valles, tenían que ser considerados legalmente como hombres libres y
nobles con todos los privilegios que eso conllevaba.
Y eso se respetó hasta el siglo 19 en que se producen las guerras entre los
liberales, que querían implantar el modelo liberal (¿les suena conocido?) y los
carlistas que defendían la leguislación antigua.
Ganaron los liberales y miles de vascos se vinieron a América arrancando del
reclutamiento forzado en el ejército español, que pasaba de guerra en
guerra.
Y los que quedaron no olvidaron el agravio y el sometimiento, que además les
obligaba a olvidar su idioma ancestral, a perder sus tierras comunales y su
identidad milenaria, y fundaron un partido nacionalista vasco, para poder
intervenir en la política española y defender sus intereses.Con el avenimiento de la República Española en 1931, todos los
resentimientos de cientos de años afloran, y el 18 de Julio de 1936 se alza el
ejército al mando del General Franco, el General Mola, el general Sanjurjo y
varios más, después de innumerables conspiraciones.
El Ejército español acompañado por el Partido Falangista que era la rama
fascista española, apoyado por los monárquicos, los carlistas y la Iglesia, se
lanzan a destruir esta débil institucionalidad. Cuentan como aliados a los
nazis en Alemania encabezados por Adolf Hitler, a los fascistas italianos
encabezados por Benito Mussolini, y muchos partidos de corte nacional
socialista que había por toda Europa.
Con el fin de amedrentar a los vascos que se adhirieron al gobierno
constitucionalmente elegido, la aviación Nazi comienza a pasearse por los
cielos de Vizcaya haciendo reconocimiento del terreno hasta que el día 26 de
Abril de 1937, descargan toda su fuerza en la pequeña Villa de 7000 habitantes,
y durante 4 horas bombardean sin parar, persiguiendo incluso a las personas
casi a ras de tierra para ametrallarlas. Murieron más de mil personas,
campesinos que venían al pueblo por ser día de Feria trayendo sus productos,
otros que venían porque había un partido de pelota, y nadie estaba armado ni
tenía relevancia política y el pueblo no tenía ninguna importancia estratégica.
Fue a modo de ensayo. Ese tipo de ejercicio que hacen los militares para afinar
el pulso.
El sacerdote vasco y etnólogo don José Miguel de
Barandiaran, escribió el siguiente relato: Día 26.- Continúan las labores de organización. Pobres niños y
pobres mujeres que ignoran el paradero de sus padres, de sus hermanos, o que
recuerdan tristemente la trágica muerte de los suyos! Gentes que rememoran con
lágrimas en los ojos los horrores que han presenciado: lluvia torrencial de
bombas que, a su vista, han sembrado las calles, las carreteras, los senderos,
los campos de miembros destrozados de niños, de mujeres, de campesinos que
labraban sus tierras; que han derruido casas, iglesias, caseríos, y después los
han incendiado. Cajones llenos de granadas de mano eran vaciados desde los
aviones alemanes o franquistas, sobre el pueblo de Guernica, que en cuatro
horas de bombardeo aéreo quedó reducido a escombros, donde las piedras, las
tejas, los residuos de vigas humeantes mezclados con miembros de cuerpos
humanos destrozados (2.000 personas) formaban un cuadro que superó a cuantos
forjó la imaginación de Dante. Noche trágicamente lúgubre aquella que siguió al
bombardeo de Guernica, en que la luz siniestra de los escombros que ardían,
corrían alocadas las madres en busca de sus niños; lloraban errantes los niños,
llamando inútilmente a sus madres que yacían en los rimeros llameantes. El mismo cuadro se reprodujo en Munguía, en Durango y en Galdácano. Y
esta guerra total, integral, ha sido renovada (en nombre de Cristo ahora) la
primera vez, desde los tiempos del paganismo.
Gernika, destruida, tras el bombardeo del 26 de abril
de 1937. La invasión produce un caos de huídas, muertes y desplazamientos de
toda índole que afecta profundamente la composición de la población.Y las
gentes de Vizcaya, presas de terror, se han preguntado si tales inhumanidades
podrían ser aprobadas por Cristo; si el Padre Santo consentiría en que el
nombre de la religión fuese utilizado para perpetrar tantos crímenes. El Padre
Santo era su última esperanza; y el Padre Santo, a quien veneraron siempre y en
cuya tutela confiaron, nada dijo: el Padre Santo no tuvo una palabra de
consuelo para tantos hijos atribulados, ni un reproche para tanto criminal. Y
la gente empezó a creer que el Padre Santo no era padre ni era santo: esto fué
[sic] la mayor desilusión de su vida: la religión cristiana aparecía ahora
confortando, vigorizando el brazo de los asesinos e incendiarios que asolaban
el país de los vascos.- Tal es la impresión que saco de cuanto me refieren
estas mujeres y estos niños de caras demacradas por el dolor y por el largo
calvario que han soportado en los meses de guerra que permanecieron en Vizcaya.
El misioneros super turbas (tengo compasión por la multitud) lo dijo
Cristo; pero la gente creía ser representante de Cristo no lo reproduce. Ante
el crimen se calla: el que calla otorga. Esto parecen decir los desgraciados
bastantes de la Vasconia destruida
"Que
dirá el santo padre que vive en Roma
que
le están degollando a su paloma.."
Fuente: Piensa Chile
Pablo Picasso.
Bocetos para el Guernika.
Pablo Picasso. El osario, 1944 o
1945. Óleo y carboncillo sobre lienzo, 199 x250 cm.
Se acaba la Guerra y las noticias de las matanzas y
de las penalidades de los campos de concentración salen a la luz. El artista se
conmociona de nuevo ante el horror y para rendir homenaje a las víctimas
realizará otro cuadro que pudo ser mítico, El
osario, pero que sin embargo sobre la marcha decidirá dejar por
inacabado. Parece como si el pintor quisiera pasar página y comenzar otra nueva
etapa en su vida y en su carrera artística.
Pablo Picasso. Bocetos para el
Guernika.
Estos dibujos satíricos se
convirtieron en la base de partida para comenzar el gran mural que el gobierno republicano le había encargado para la Exposición
Internacional de París que se celebraría en verano, aunque todavía no sabía muy
bien qué podía hacer. El 1 de Mayo conoce los estragos que ocasionó sobre la
población civil de Guernika el bombardeo de la aviación nazi. Las descripciones
y las fotografías periodísticas de aquella masacre gratuita estremecieron al
mundo entero: Picasso ya tenía un tema, hacer una metáfora del horror de
la Guerra.
Pablo Picasso. Bocetos para el
Guernika.
mayo y junio de 1937 trabajó
trepidantemente con multitud de
dibujos preparatorios hasta dar solución al basto
mural de casi 8 metros de largo por tres y medio de alto, que tituló
simplemente Guernika. No es mi
intención hacer un comentario exhaustivo de este cuadro, para ello ya hay excelentes
monográficos, aunque como breve apunte diré que en él el pintor
se servirá de todos los mitos creados desde 1934 para expresar la
tragedia de la guerra en clave simbólica de muchas lecturas. He aquí mi
versión:
Pablo Picasso. Guernika, 1937. Museo
Reina Sofía, Madrid.
- El caballo moribundo representa al pueblo español.
- El toro con dos ojos humanos frontales indica la lucha entre lo
humano y lo bestial.
- De la mano que empuña la espada rota del guerrero muerto y
desmembrado surge una flor, símbolo de la esperanza en una renovada vida.
- La mujer que huye saliendo de la casa en llamas paree quedar
petrificada por lo que ve.
- La que porta un candil en su mano dando más luz al cuadro es Dora
Maar, su amante y la que fotografía todo el proceso de creación de la
obra.
- La madre que sostiene a su hijo muerto es una renovada Piedad...
Pablo Picasso. Guernika, 1937.
Detalle del caballo.
Técnicamente resuelve el cuadro con una composición triangular a modo de frontón en la que se disponen los personajes desde diversos puntos de vista a la manera de los grandes planos geométricos utilizados en la fase del cubismo decorativo. El color se reduce a los tonos grises que van del blanco al negro, lo que se ha atribuido al impacto causado por las fotografías que le mostraron el drama, pero también a los grabados con toros y minotauros realizados en esos años previos. Hay una interesante recreación en 3D de la artista Lena Gieseke que creo que merece ver para entender mejor la composición de la obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario