¡NO MATARAS!...
La doma del
individuo, su transformación de animal
irracional a una persona civilizada ha requerido un largo, lento y paciente
camino. Las conquistas prácticas de la
humanidad: los derechos humanos, los derechos del niño, los derechos de la
mujer, etc. Fijadas en forma de leyes, constituciones o lisa y llanamente en
forma de costumbre, no solo son puestas en tela de juicio, sino que conculcadas
a menudo por los enemigos del género humano, el sistema capitalista
determinista globalizado/hegemónico que impone la clase oligarca empresarial
plutócrata financiera- bancaria/agiotista, agrícola monopolista a través de su
testaferra, la clase burguesa politicastra castrense corrupta. La menor ocasión
hace salir a la luz del día, salvajes atavismo y vuelve, una vez más a echar
por tierra todo lo que parecía conseguido para siempre.
Si nosotros
buscamos la meta provisional de la humanización en la realización de las
exigencias espirituales que desde Zoroastro, Sócrates y Lao Tse han sido establecidas por algunos gobernantes
progresistas de la humanidad, hemos de
admitir que la humanidad de hoy en día, todavía está infinitamente más cerca
del gorila que de la persona. La meta es, llegar a ser humano, es decir, una
persona capaz de sentir la injusticia ajena como propia. Pero ésta se ve cada día más lejana....
Hace varios miles
de años, la ley hebraica del culto Pueblo Hebreo o Israelita, ordenó en el marco de
un riguroso hebraísmo fundamental: ¡no
matarás!... desde entonces, no ha pasado un minuto, en que las sombra de Caín no se haya
mantenido erguida sobre nuestro desgraciado planeta.
1919, el barón
Wrangel, precisó en Berna, en un encuentro internacional por la Defensa de los
derechos del ser humano. La necesidad de que,
en adelante, nadie pudiera ser obligado a asesinar o matar a otras personas, “ni siquiera como servicio a la patria o en
cumplimiento de órdenes militares superiores”. Sus palabras fueron
aplaudidas consideradas valiosos y aprobadas
por unanimidad de los asistentes.
Pero, ¿qué ha sucedido en realidad? La ley, el mandamiento que Moisés entregó en nombre de Dios al
Pueblo Hebreo en el Sinaí ha sido restablecida varios milenios más tarde, con
limitaciones pragmáticas y en una versión
ambigua y tímida, por un reducido grupo de personas de buena voluntad. Ni un solo pueblo civilizado del mundo a incorporado a sus leyes, constitución, sin limitación,
la prohibición de asesinar o matar a otras personas. Hoy, gobiernos
democráticos dirigentes políticos religiosos y millones de individuos por
ignorancia o a causa de reacciones emocionales y viscerales son partidarios de
la venganza, del ojo por ojo, diente por diente. La pena de muerte, para combatir el
terrorismo, la criminalidad, la delincuencia,
la violencia en la sociedad de consumo,
a pesar de que la experiencia les
haya demostrado el fracaso rotundo de sus
leyes vengativas. La mayoría de estos individuos se consideran religiosos,
cristianos, católicos, musulmanes, etc. Todos discípulos de Jesús, de Lao Tse,
de Mahoma, etc., todos tienen una posición dubitativa frente al derecho a la vida. Católicos y cristianos
en general, condenan el aborto por ser
éste un asesinato, un crimen,
pero paralelamente aprueban la pena de muerte o pena capital para el individuo
que ha asesinado a otra persona. Esto habla en contra del valor
de aquellas grandes exigencias,
el respeto por la vida, por los derechos del ser humano y niegan sin
más, las posibilidades de progreso de la humanidad.
Cientos de
ejemplos podría citar para denunciar la
barbarie, la violencia que la humanidad se encuentra sometida, a diario,
malditas guerras imperialistas, genocidios de pueblos, etc. La verdad es que el
valor de las exigencias humanas y los
reconocimientos antes citados quedan muy lejos frente a las tristes
experiencias que diariamente debemos constatar y soportar...
La Rama
Valparaíso Aconcagua de la Asociación Americana de Juristas asume
el ¡No Matarás!
El 3 de Junio de 1996 en el canal de televisión de
la Universidad Católica en su
programa Viva el lunes, - en adelante se
lo llamará ¡Viva la muerte!- en el marco e la competencia por la sintonía y de
obtener un ingreso, una utilidad extra el director y sus comunicadores sociales, consultaron a sus
televidentes por teléfono la opinión sobre la pena de muerte o pena capital. De
los trescientos mil individuos consultados, el 80 por ciento estuvo de acuerdo
con ella, y de esto se desprende, en contra de la ley de Dios, ¡No mataras!
Como se dice que
el Pueblo Chileno es mayoritariamente católico y el canal de televisión de
marras pertenece a una universidad de la iglesia católica, yo creo que ésta, a
través de su autoridad competente debería a la brevedad posible, pronunciarse
frente al resultado de la encuesta antes citada... Una vez más, reitero “no
hay ninguna razón que justifique la pena de muerte. El énfasis
debe estar no en quien merece morir, sino
quien tiene el derecho a matar”....
El mandamiento,
la ley de Dios, no matarás, a sido
honrado y seguido de hace algunos miles de años por miles de seres humanos de
buena voluntad. Al antiguo testamento, le siguió el nuevo testamento, el Jesús
libertario fue posible, la humanidad produjo a un Gandhi, un Luther King, un
Goethe, un Dostoievski, una Gabriela Mistral, un Pablo Neruda, etc. Y siempre
ha existido una minoría de personas que creen en el ser humano, que cumplen
unas leyes que no se hayan escritas en ningún código del mundo, que se niegan
firmemente a asesinar y a odiar, aunque por esto se vieran torturados o
privados de su libertad. Para saber
valorar a estas personas y estos actos, para superar la duda de la evolución
del animal irracional a la persona, hay que creer en el ser humano. Los que
creemos en este y luchamos cada día por llegar a ser, ser humano, los
cristianos, los agnósticos y religiosos consecuentes, las personas de buena
voluntad repetimos la antigua y siempre presente exigencia de: ¡No Mataras!
Cada uno de nosotros sólo tiene una misión, con respecto a la Humanidad.
Nuestro deber,
como persona, es el dar, en nuestra propia, única y personal
vida, un paso más en el camino del animal irracional al ser humano...
Colofón: el convicto Trump y su testaferro el delincuente fugitivo de la CPI, nazisionistas, genocidas del Pueblo Palestino, continúan en la matanza de mujeres y niños en Gaza y el Cisjordania:¿ que no han entendido estos genocidas de la Ley Hebraica, No Matarás?
-
La
jerarquía de la Iglesia Católica condena el aborto, porque es un crimen de un
niño por nacer, el futuro de la Humanidad: ¿y los niños del Pueblo Palestino de
Gaza y Cisjordania?
- El régimen estadounidense de Trump y
el de Netanyahu del régimen sionista
colonialista israelí, ignoran las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la
Asamblea de la ONU, no reconocen las decisiones de la Corte Internacional de
Justicia/CIJ y de la Corte Penal Internacional de Justicia CPI, y no respetan
la opinión pública, simbolizan el caos político y moral del sistema
internacional. Nuestro desgraciado
planeta sobrevive una crisis de civilización.
-
“Bajo
el sistema el sistema capitalista determinista globalizado no hay destino viable
para la Humanidad”... ¡Sapere aude!
Todo está dicho,
pero como nadie hace caso, hay que volverlo a repetir...
Prof. Moreno
Peralta/IWA. Secretario ejecutivo Addhee.Ong.
PS: Texto traducido al alemán, francés e inglés, y
publicado por la señora Gerda Böttcher, directora de la Revista Latinoamérica
un Pueblo Continente MR, Berlín, Alemania.




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