jueves, 31 de marzo de 2016

VENCIÓ LA INQUEBRANTABLE DIGNIDAD DE LA REVOLUCIÓN CUBANA




Prof. Ilka Oliva Corado

“Cree el aldeano vanidoso, que el mundo entero es su aldea…”
Maestro Libertador, José Martí Pérez.

¿Qué hace Obama intentando restablecer relaciones con Cuba y a la vez firmando por segundo año consecutivo una Orden Ejecutiva que declara a la Venezuela Bolivariana como peligro para el país? “Todos somos americanos” pero continúa la injerencia estadounidense en Latinoamérica. 

Que nos la cuenten como quieran, pero la Revolución Cubana sigue triunfando ante la injerencia estadounidense a pesar del bloqueo de tantas décadas y de La Ley de Ajuste Cubano. (Entre otras hierbas).
Y como se trata de decir las cosas claras pues empecemos: ¿qué hace Obama hablando de democracia si en su propio país la policía asesina como perros callejeros a afro descendientes y a inmigrantes latinoamericanos indocumentados? ¿Qué hace hablando de democracia si en su país los pobres se mueren de hambre sin acceso a lo básico ni al sistema de salud? Y más descarado aún porque se lo va a decir a Cuba en su propia casa, siendo Cuba el estandarte latinoamericano en el sistema de salud y educación. Pobre cuate, ¿no lo habrán puesto al tanto antes de semejante metida de pata?
Dice “todos somos americanos” en un tono romántico -de final de telenovela- y es el máximo deportador de inmigrantes latinoamericanos indocumentados que ha existido en la historia de Estados Unidos. ¿A qué viene eso de “todos somos americanos”? -¡No me digan que se sabe la canción de Los Tigres del Norte!- Que nos la cuente como quiera pero los hechos son los que hablan. La oratoria que la deje para concurso de Juegos Florales. Le dice Estados Unidos y Cuba son países hermanos, ¿no lo es también con la Venezuela bolivariana acaso? Digo, por aquello de que “todos somos americanos”.
¿Qué hace Obama intentando restablecer relaciones con Cuba y a la vez firmando por segundo año consecutivo una Orden Ejecutiva que declara a la Venezuela bolivariana como peligro para el país? “Todos somos americanos” pero continúa la injerencia estadounidense en Latinoamérica. ¿Hasta cuándo dejará de ejecutarse el Plan Cóndor en la región?
Recita versos del maestro José Martí Pérez en Cuba pero irá a Argentina en la fecha en la que se cumplen 40 años del golpe militar y el inicio de una sangrienta dictadura, en la que por supuesto tuvo que ver Estados Unidos. ¿Irá a recitar versos del Martín Fierro o acaso al reestreno de La Historia Oficial?
Habló de la epidemia de ébola y que médicos estadounidenses trabajaron en conjunto con médicos cubanos, y esto es una enorme falta de respeto y no tener sangre en la cara. Fueron exclusivamente los médicos cubanos los que cuando el mundo le volteó la espalda a Sierra Leona se quedaron y combatieron la enfermedad hasta el punto de curar hasta el último paciente. ¿Por qué no mencionó que ofrece la residencia a médicos cubanos con tal de que abandonen las misiones humanitarias por el mundo?
Se atrevió a poner en duda la soberanía del Pueblo Cubano, pero ni pío dijo respecto a la Base Naval de Guantánamo. Tema en el que se pronunció Raúl Castro, como era de esperarse. Y también el mismo Raúl Castro como latinoamericano de a pie que se respeta se pronunció por la Venezuela bolivariana.
Habló de acercamientos con Cuba pero no se atrevió a mencionar la Ley de Ajuste Cubano. Habló en tono de drama de obra de teatro, del profundo dolor que sienten los cubanos emigrados a Estados Unidos, ¿no tendrá noción del profundo dolor que siente el resto de migrantes latinoamericanos también emigrados a su país y al que les niega la Reforma Migratoria y a quienes deporta en cantidad, separando familias?
Es un falta de respeto que personajes dantescos como Obama se atrevan a pronunciar el nombre de Martin Luther King y José Martí Pérez y mucho menos en un discurso político que de sobra se sabe que es de carácter hipócrita.
No solo se atrevió a cuestionar la soberanía del Pueblo Cubano sino aduciendo que existe una dictadura Castrista, cuando dijo que el futuro de Cuba tiene que estar en manos del Pueblo Cubano. Cuba siempre ha estado en manos del pueblo cubano desde la Revolución, y esa juventud de la que él habla tendría un país con mucho más progreso si Estados Unidos levantara el bloqueo. Habló del socialismo en la isla y del libre mercado en Estados Unidos. No es ningún libre mercado, a las cosas por su nombre: es capitalismo salvaje globalizado.
 Entre la facilidad que tiene Obama para la oratoria dijo que es hora de olvidar del pasado, que hay que dejarlo atrás y que hay que ver hacia el futuro con esperanza. Creo que él desconoce que hay algo que se llama Memoria Histórica, y sino que vaya a visitar a Las Abuelas de Plaza de Mayo ahora que va hacia Argentina, ellas con gusto se lo explicarán con plasticina. No existe el olvido, existe la justicia, eso sí.
Obama se despidió en español con la frase de la legendaria Dolores Huerta –que adjudica el patriarcado a Cesar Chavez- “Sí se puede” misma que utilizó como eslogan de sus dos campañas por la presidencia con el “Yes, we can” para ganarse el voto latino cuando les prometió a los millones de indocumentados la Reforma Migratoria.
No podemos dejarnos embaucar con frases románticas, – que nada tienen que ver con la utopía- son los hechos los que hablan. Y hasta el momento Estados Unidos no ha demostrado realmente querer restablecer relaciones con Cuba pues sigue existiendo el bloqueo, la Ley de Ajuste Cubano y la Base Naval de Guantánamo.
Estados Unidos no mira hacia Latinoamérica con ojos de humanidad y respecto a las políticas de cada país; la sigue viendo con el aliento y la saña injerencista.
De esta visita de Obama, a quien tenemos que felicitar es a ese Pueblo Cubano, honrado que ha llevado su Revolución con dignidad durante todo este tiempo. No sé si otro país de Latinoamérica hubiera resistido tanto. Y un ejemplo transparente de que sus ideales siguen firmes e inquebrantables es el recibimiento que le hizo Fidel a Maduro en las vísperas de la llegada de Obama. Si alguien quiere escribir libros, reseñas, estudios, enfoques periodísticos para la historia, que no olvide ese gesto que la prensa mundial afín a la polarización ha ocultado.
Y aunque intenten ocultar también, no podrán borrar de la historia la emblemática fotografía de Obama en la Plaza de la Revolución, rindiéndole tributo al maestro José Martí Pérez, con el Comandante Ernesto Guevara de la Serna como testigo.
Que nos la cuenten como quieran…
Prof. Ilka Oliva Corado.

Lo subrayado es nuestro: Para el maestro libertador de la Patria Continente América Latina y el Caribe, José Martí Pérez y su discípula, la Prof. Gabriela Mistral, Premio Nóbel de Literatura, maestro(a) es el o la formador (a) del Ser Humano en general, y de su consciencia social en particular.
Para nuestros lectores asociados, les informamos que la autora de este artículo es profesora, periodista, escritora y poetisa, nacida en Guatemala.

El hermano Obama.



EL HERMANO OBAMA:
“Los ojos atónitos lo ve, la razón se escandaliza, se espanta, la compasión se resiste a creer lo que Ustedes han hecho, y lo hacen aun. O son Ustedes bárbaros, o no saben lo que hacen”.
Maestro Libertador José Martí Pérez

                 Comandante Fidel Castro Ruz.  Presidente de la República de Cuba.

Los reyes de España nos trajeron a los conquistadores y dueños, cuyas huellas quedaron en los hatos circulares de tierra asignados a los buscadores de oro en las arenas de los ríos, una forma abusiva y bochornosa de explotación cuyos vestigios se pueden divisar desde el aire en muchos lugares del país.
El turismo hoy, en gran parte, consiste en mostrar las delicias de los paisajes y saborear las exquisiteces alimentarias de nuestros mares, y siempre que se comparta con el capital privado de las grandes corporaciones extranjeras, cuyas ganancias si no alcanzan los miles de millones de dólares per cápita no son dignas de atención alguna.
Ya que me vi obligado a mencionar el tema, debo añadir, principalmente para los jóvenes, que pocas personas se percatan de la importancia de tal condición en este momento singular de la historia humana. No diré que el tiempo se ha perdido, pero no vacilo en afirmar que no estamos suficientemente informados, ni ustedes ni nosotros, de los conocimientos y las conciencias que debiéramos tener para enfrentar las realidades que nos desafían. Lo primero a tomar en cuenta es que nuestras vidas son una fracción histórica de segundo, que hay que compartir además con las necesidades vitales de todo ser humano. Una de las características de este es la tendencia a la sobrevaloración de su papel, lo cual contrasta por otro lado con el número extraordinario de personas que encarnan los sueños más elevados.
Nadie, sin embargo, es bueno o es malo por sí mismo. Ninguno de nosotros está diseñado para el papel que debe asumir en la sociedad revolucionaria. En parte, los cubanos tuvimos el privilegio de contar con el ejemplo de José Martí. Me pregunto incluso si tenía que caer o no en Dos Ríos, cuando dijo “para mí es hora”, y cargó contra las fuerzas españolas atrincheradas en una sólida línea de fuego. No quería regresar a Estados Unidos y no había quién lo hiciera regresar. Alguien arrancó algunas hojas de su diario. ¿Quién cargó con esa pérfida culpa, que fue sin duda obra de algún intrigante inescrupuloso? Se conocen diferencias entre los Jefes, pero jamás indisciplinas. “Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha”, declaró el glorioso líder negro Antonio Maceo. Se reconoce igualmente en Máximo Gómez, el jefe militar más disciplinado y discreto de nuestra historia.
Mirándolo desde otro ángulo, cómo no admirarse de la indignación de Bonifacio Byrne cuando, desde la distante embarcación que lo traía de regreso a Cuba, al divisar otra bandera junto a la de la estrella solitaria, declaró: “Mi bandera es aquella que no ha sido jamás mercenaria…”, para añadir de inmediato una de las más bellas frases que escuché nunca: “Si deshecha en menudos pedazos llega a ser mi bandera algún día… ¡nuestros muertos alzando los brazos la sabrán defender todavía!…”. Tampoco olvidaré las encendidas palabras de Camilo Cienfuegos aquella noche, cuando a varias decenas de metros bazucas y ametralladoras de origen norteamericano, en manos contrarrevolucionarias, apuntaban hacia la terraza donde estábamos parados. Obama había nacido en agosto de 1961, como él mismo explicó. Más de medio siglo transcurriría desde aquel momento.
Veamos sin embargo cómo piensa hoy nuestro ilustre visitante:
“Vine aquí para dejar atrás los últimos vestigios de la guerra fría en las Américas. Vine aquí extendiendo la mano de amistad al pueblo cubano”.
De inmediato un diluvio de conceptos, enteramente novedosos para la mayoría de nosotros: “Ambos vivimos en un nuevo mundo colonizado por europeos”. Prosiguió el Presidente norteamericano. “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África; al igual que Estados Unidos, el pueblo cubano tiene herencias en esclavos y esclavistas”.
Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana. Esta pasaría a la historia por la batalla que libró en Angola contra el apartheid, poniendo fin a la presencia de armas nucleares en un continente de más de mil millones de habitantes. No era ese el objetivo de nuestra solidaridad, sino ayudar a los pueblos de Angola, Mozambique, Guinea Bissau y otros del dominio colonial fascista de Portugal.
En 1961, apenas un año y tres meses después del Triunfo de la Revolución, una fuerza mercenaria con cañones e infantería blindada, equipada con aviones, fue entrenada y acompañada por buques de guerra y portaviones de Estados Unidos, atacando por sorpresa a nuestro país. Nada podrá justificar aquel alevoso ataque que costó a nuestro país cientos de bajas entre muertos y heridos. De la brigada de asalto proyanki, en ninguna parte consta que se hubiese podido evacuar un solo mercenario. Aviones yankis de combate fueron presentados ante Naciones Unidas como equipos cubanos sublevados.
Es de sobra conocida la experiencia militar y el poderío de ese país. En África creyeron igualmente que la Cuba revolucionaria sería puesta fácilmente fuera de combate. El ataque por el Sur de Angola por parte de las brigadas motorizadas de Sudáfrica racista los lleva hasta las proximidades de Luanda, la capital de este país. Ahí se inicia una lucha que se prolongó no menos de 15 años. No hablaría siquiera de esto, a menos que tuviera el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.
No intentaré tampoco dar detalles, solo enfatizar que allí se escribió una página honrosa de la lucha por la liberación del ser humano. De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta. Su origen humilde y su inteligencia natural eran evidentes. Mandela estaba preso de por vida y se había convertido en un gigante de la lucha por la dignidad humana. Un día llegó a mis manos una copia del libro en que se narra parte de la vida de Mandela y ¡oh, sorpresa!: estaba prologado por Barack Obama. Lo ojeé rápidamente. Era increíble el tamaño de la minúscula letra de Mandela precisando datos. Vale la pena haber conocido hombres como aquel.
Sobre el episodio de Sudáfrica debo señalar otra experiencia. Yo estaba realmente interesado en conocer más detalles sobre la forma en que los sudafricanos habían adquirido las armas nucleares. Solo tenía la información muy precisa de que no pasaban de 10 o 12 bombas. Una fuente segura sería el profesor e investigador Piero Gleijeses, quien había redactado el texto de “Misiones en conflicto: La Habana, Washington y África 1959-1976”; un trabajo excelente. Yo sabía que él era la fuente más segura de lo ocurrido y así se lo comuniqué; me respondió que él no había hablado más del asunto, porque en el texto había respondido a las preguntas del compañero Jorge Risquet, quien había sido embajador o colaborador cubano en Angola, muy amigo suyo. Localicé a Risquet; ya en otras importantes ocupaciones estaba terminando un curso del que le faltaban varias semanas. Esa tarea coincidió con un viaje bastante reciente de Piero a nuestro país; le había advertido a este que Risquet tenía ya algunos años y su salud no era óptima. A los pocos días ocurrió lo que yo temía. Risquet empeoró y falleció. Cuando Piero llegó no había nada que hacer excepto promesas, pero ya yo había logrado información sobre lo que se relacionaba con esa arma y la ayuda que Sudáfrica racista había recibido de Reagan e Israel.
No sé que tendrá que decir ahora Obama sobre esta historia. Ignoro qué sabía o no, aunque es muy dudoso que no supiera absolutamente nada. Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana.
Hay una cuestión importante: Obama pronunció un discurso en el que utiliza las palabras más almibaradas para expresar: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado, miremos el futuro, mirémoslo juntos, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darle tiempo; pero mi estadía aquí me da más esperanzas de lo que podemos hacer juntos como amigos, como familia, como vecinos, juntos”.
Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?
Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.
Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.

Dr. Fidel Castro Ruz.
Presidente de Cuba.

Lo subrayado, es nuestro:
Maestro(a). Para el maestro libertador de la Patria Continente América Latina y el Caribe, José Martí Pérez y su discípula, la Prof. Gabriela Mistral, Premio Nóbel de Literatura, maestro(a) es el o la formador (a) del Ser Humano en general, y de su consciencia social en particular.

martes, 29 de marzo de 2016

Comandante de la esperanza Hugo Chávez Frías: Presente, ahora y siempre.



“Hay personas que luchan (luchar es vivir) un día y son buenas, hay otras que luchan un año y son mejores. Pero, hay otras que luchan toda la vida, esas son las imprescindibles”.
Beltorl Brecht/ Traducción Señora Gerda Böcher. Directora Revista Latinoamérica, un Pueblo Continente. /Berlín DDR.


Prof. Atilio Borón 

El 5 de Marzo se cumplieron tres años de la desaparición física del Comandante Hugo Chávez Frías, venezolano y latinoamericano como su numen político General Libertador Simón Bolívar Palacios y Blanco. Con su muerte física, cada vez más sospechada de haber sido un homicidio biotecnológicamente planificado y ejecutado, se apagó el principal motor de los procesos de unidad e integración de los pueblos y estados que constituyen Nuestra América.

Y como es sabido, si hay una constante en la política del imperio estadounidense hacia estas zonas al Sur del Río Bravo es que todo intento de unión o integración debe ser combatido con total intransigencia. Washington ha sido invariablemente fiel a esta máxima desde los tiempos del Congreso Anfictiónico convocado por el General Libertador Simón Bolívar Palacios y Blanco en 1826 en la ciudad de Panamá, por entonces parte de la Gran Colombia creada por inspiración de aquél en el Congreso de Angostura en 1819. La Casa Blanca ha aplicado ese principio geopolítico desde entonces, independientemente del color político (o el de la epidermis) del ocupante de turno en la mansión presidencial. Lo estamos viendo ante nuestros propios ojos en estos días.

En una América Latina atontada por las agresiones del neoliberalismo de los noventas y deslumbrada por los espejitos de colores que prometía el neocolonialismo con su fetichismo consumista irrumpió el comandante Hugo Chávez, en Caracas.

Lo hizo como una fuerza desatada de la naturaleza, para sacar a los latinoamericanos de su sopor e invitarlos a librar una nueva y decisiva batalla contra el imperialismo yankee y por nuestra segunda y definitiva independencia. Y lo pudo hacer porque, para utilizar el elogio que Lenin le dedicara a Rosa Luxemburgo, el comandante Chávez Frías, era un águila que volaba más alto y veía más lejos que todos los demás. Su llamado bolivariano y martiano al principio fue desoído; luego fue escuchado con incredulidad por políticos que presumían de ser “realistas” y no lo eran; después con suspicacia y finalmente, gracias a su enorme capacidad de persuasión, aceptado como la única vía de entrada digna al siglo veintiuno.

El comandante Chávez Frías movilizó y excitó las ansias emancipatorias de pueblos y naciones sumidos por siglos en la opresión. Voltea en Venezuela la primera ficha de un dominó que luego recorrería todo el continente: la segunda caería en Brasil con Luiz Ynácio Da Silva en el 2002, para seguir con Néstor Kirchner en Argentina, en el 2003; con Evo Morales Ayma en Bolivia, en el 2005; con Rafael Correa en Ecuador, en el 2006 y en ese mismo año con Daniel Ortega en Nicaragua y Manuel Zelaya en Honduras; con Cristina Fernández en el 2007; con Fernando  Lugo en Paraguay en el 2008 y Mauricio Funes en El Salvador, en el 2009, despejando el camino para que el ex Comandante del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, asumiera la presidencia de ese país en el 2014.
Basta con recordar esta radical modificación del mapa sociopolítico latinoamericano para calibrar el imperecedero espesor político de la herencia chavista. Este nuevo ciclo, que algunos llaman “progresista” y que se apresuran a dar por muerto, combina procesos de ascenso de los marginados de diversa naturaleza -algunos más radicales, otros menos- pero con un signo común: su enfrentamiento, más o menos abierto según los casos, con los designios del imperialismo yankee. Pruebas al canto: el rechazo del ALCA -“Alca, Alca, al carajo! ¡Váyanse al carajo, yankees de mierda!” Comandante Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela-, en Mar del Plata, en donde el Comandante Chávez Frías logró el decisivo apoyo del anfitrión de la Cumbre de las Américas, Néstor Kirchner, y el no menos fundamental de Luiz Ynácio Da Silva, arrastrando a casi todos los demás.

Estados Unidos todavía no se recupera, más de diez años después, de esa, su mayor derrota estratégica y geopolítica en el hemisferio. Tuvo que admitir el rotundo fracaso de su política cubana que, en palabras de John Kerry, concebida para aislar a Cuba terminó aislando a los Estados Unidos. Tuvo que lanzar un plan criminal para tratar de eliminar al chavismo de la faz de la tierra; logró hacerlo físicamente con el Comandante Chávez Frías, pero el chavismo sigue, acosado, atacado, pero aún de pie y luchando. Y, pese a las campañas desestabilizadoras para acabar con los gobiernos de inspiración bolivariana, en Bolivia Evo Morales Ayma tiene aún tres años de mandato y en Ecuador no se percibe ninguna figura o coalición política que pueda derrotar a Alianza País en las elecciones de Febrero del 2017. La Argentina fue la gran decepción, por una derrota absurda producto de una serie interminable de errores y desaciertos que terminaron instalando a una fuerza reaccionario en la Casa Rosada.

Pero aún así, en medio de esta verdadera “guerra de reconquista” que ha lanzado el imperio para volver a subordinar a los países del área a la hegemonía estadounidense el legado del Comandante Hugo Chávez Frías sigue vigente en la UNASUR, en la CELAC, en el ALBA, en Petrocaribe, en el Banco del Sur (boicoteado a muerte pero aún con chances de sobrevivir a tanta mezquindad y estupidez políticas) en TeleSUR, en la Radio del Sur.

Vivo también en una de sus iniciativas más nobles: la convocatoria, que sólo él pudo hacer, para iniciar los Diálogos de Paz entre las FARC-EP y el gobierno de Colombia en La Habana y poner fin a medio siglo de guerra civil. Por eso, en un alarde de cobardía sus enemigos hoy se ensañan con su obra. Lo vituperan porque saben que ahora, ya muerto, ese hombre, militar y humanista a la vez, dueño de una insaciable sed de saber y de una erudición sólo comparable a la del Comandante Fidel Castro Ruz, no puede responderles.

De no mediar por tan infeliz circunstancia, las ilustres mediocridades que constituyen el grueso de sus enemigos no podrían haber resistido más de quince minutos en un debate sobre temas de política, economía o cultura. Se desgañitan pregonando los errores de su gestión, y la de su sucesor, Nicolás Maduro. Pero, a la hora de realizar un balance (porque no conozco ningún gobierno que haga todo bien o todo mal, ni siquiera el Vaticano, como lo recordaba con indisimulada ironía Nicolás Maquiavelo) los aciertos históricos del Comandante Chávez Frías exceden con creces sus errores, allí donde y cuando los hubiera cometido.

Y esto es lo que importa y por eso, a tres años de su muerte, su legado sigue vivo en nuestros pueblos. Su ferviente llamado a la unidad, a la resistencia ante el imperialismo yankee, es tan actual hoy como ayer. Por eso el Comandante Chávez Frías vive, como el sacerdote guerrillero Camilo Torres Restrepo, asesinado y desaparecido hace cincuenta años, como el Comandante Ernesto Guevara de la Serna, asesinado hace cuarenta y nueve años. Por eso recordarlo es un deber al que ningún revolucionario debe renunciar.
 


jueves, 24 de marzo de 2016

De América, yo soy: Ilka Oliva Corado




En la coyuntura que está viviendo Estados Unidos en el proceso de elecciones presidenciales, ha salido a relucir la importancia de la comunidad latina residente en el país. Sí, la importancia, aunque no parezca. Jamás en un proceso de elecciones los políticos han tomado como tema de discusión el aporte de la comunidad asiática, europea y afro descendiente con el mismo ahínco con el que hablan de la latina en las elecciones presentes. Claro está, que dependiendo de la visión del presidenciable y las cartas que estén dispuestos a jugar serán para denigrarla o para valorarla. Pero poniendo las cosas claras, ese “para valorarla” sabemos que es un mientras tanto…

De la comunidad latina y en específico de la indocumentada han hecho su propaganda personajes como Clinton, Obama, Hillary Clinton, Marco Rubio, Ted Cruz y el polémico Trump. La única mujer del grupo mostrándose maternal y acogedora, ( y con un descaro de admirar autoproclamándose feminista) promete la legalización de la mayoría de indocumentados si la comunidad latina la apoya con su voto. Repite puntual las palabras del ku kux klanero y fresco de Obama que se rió de nosotros en nuestras propias narices, ¡dos veces! En Cuanto a Ted Cruz, Marco Rubio y Trump son de un discurso recalcitrante que evidencia el pensamiento ultra conservador y xenófobo de gran parte de la sociedad estadounidense. Este último que ha barrido con la comunidad musulmana en el país.

En lo más insignificante de un día cualquiera en cualquiera lugar de Estados Unidos los latinoamericanos experimentamos la xenofobia, en lo más simple los estadounidenses anglos afirman que Estados Unidos es América, que más allá de sus fronteras no existe evidencia de vida humana. Para ellos somos especímenes que no hemos alcanzado el nivel de desarrollo que nos catalogue como seres humanos. Piensan que carecemos de inteligencia y raciocinio. Cuando afirmamos que también somos americanos nos piden nuestro pasaporte estadounidense. Toca explicarles con manzanas y enseñarles el mapa del continente americano, nombrar países, culturas y tradiciones. Explicarles que Estados Unidos es solo uno de los tantos países que conforman el continente.

Si la conversación sube de tono, toca pues hablarles de historia y nombrar a los nativos de la región que fueron asesinados en genocidios por los “peregrinos” que llegaron a invadir sus territorios y que dejaron de herencia  para la posteridad  la burla de la celebración del Día de Acción de Gracias. De pronto toca  la obligación de mencionar las reservas de nativos. Deletrearles que ya existía América cuando vinieron a realizar los sangrientos genocidios para robar la tierra.  Y que si a esas vamos, “somos más americanos que el hijo de anglosajón.” Y les ponemos las canciones de Los Tigres del Norte  para que vayan aprendiendo de geografía, de ciencias sociales y de humanidades. Y que efectivamente somos americanos, se nos nota en el color de piel y en la herencia milenaria. ¿Por qué como americanos no tenemos derecho a vivir en nuestro continente? Digo, si a esas vamos…

Y si la conversación toma vertientes políticas que cuestionan la migración indocumentada de latinoamericanos hacia Estados Unidos, toca entonces dibujarles con tiza sobre un pizarrón las fronteras que traspasó Estados Unidos invadiendo y robando tierras. Toca mencionar a la United Fruit Company de la que no tienen menor idea. Del Plan Cóndor que desconocen por completo. Toca referenciarles el trabajo de ocupación que ejercen las embajadas estadounidenses en países en desarrollo. Sacar un mapa y señalarles esos 8 Estados que robaron a México. Eso en un día cualquiera, en cualquier lugar de Estados Unidos. Se les habla de la migración indocumentada como consecuencia de la política exterior de su país.

Y si hablan de refugiados europeos, pues de una vez se aprovecha y se les habla de la participación de Estados Unidos en la invasión a Libia, Irak, Palestina y Siria y las consecuencias que esto ha traído en la migración de las gentes que piden refugio. Pero es como hablar con la pared, la sociedad estadounidense está alienada, completamente sedada, el sistema se ha encargado de inyectarles sedativos constantemente a través del consumismo para que la paliza parezca una fiesta eterna de “Spring Break.” Por lo general no comprenden o no quieren comprender lo que se les está explicando y terminan acusándonos de terroristas. Repiten lo que dicen los noticieros.  Y también hay que explicarles de las migraciones de africanos, de ese saqueo milenario de Europa y Estados Unidos, y que no existe ningún “Viejo Continente” que si a jerarquías vamos, la mamá de los pollitos es África.

La Trumpmanía no ha hecho más que evidenciar el nivel de racismo  que hay en este país, lo que realmente piensan los estadunidenses de la comunidad latina. Ese nivel de apoyo que lo eleva y le facilita el camino a la presidencia solo lo da una comunidad ignorante, xenófoba, inhumana. Una comunidad egoísta.  Una comunidad que muestra su herencia de Ku klux klan. Una comunidad que completamente adormecida es inoperante e indolente. Para eso es el capitalismo, para adormecer en terribles totalitarismos a la humanidad y poseerla y maniatarla y convertirla en simples marionetas, objetos manejables a control remoto.

Es éste el momento para que la comunidad latina en Estados Unidos reaccione y se haga escuchar, que los miles de indocumentados se hagan visibles. Aprovechar estas provocaciones y demostrar su fuerza. Que cualquier día en cualquier lugar de Estados Unidos diga con entereza: De América, yo soy. Pero qué esperanzas, comenzando porque el peor opresor de un latinoamericano en Estados Unidos es un latinoamericano con documentos o un hijo de latinoamericano nacido en Estados Unidos. Para muestra Ted Cruz y Marco Rubio. Y así como ellos la mayoría. Y quien lo niegue es porque le hacen falta arrestos.

 @ilkaolivacorado contacto@cronicasdeunainquilina.com