Dr. Julián Aceitero Gómez, España.*
“Permanecer
en silencio ante un crimen por oportunismo o cobardía, es ser cómplice de él…”
Un artículo reciente reveló la ubicación del codo
derecho del cadáver del presidente Allende entre los cojines del asiento del
sofá en el que fue fotografiado (1)
y otro más reciente ha demostrado que aquella ubicación no era consistente con
que el Presidente se hubiera disparado estando allí sentado, tal y como la
investigación del Ejército había establecido que murió (2). En consecuencia, el último artículo ha desmentido la versión
militar de la muerte del presidente Allende, pero cabe objetar que lo haya
hecho sin analizar los datos del sumario que sustentan que la misma acaeció de
modo similar a como dicha versión estableció (3).
En efecto, el Instructor de aquel sumario, el juez Mario
Carroza Espinosa, considera hechos
establecidos:
i. Que el presidente Allende se sentó en un sofá del
salón Independencia, colocó el fusil que portaba entre sus piernas, lo apoyó en
su mentón, lo disparó y que, como consecuencia de aquel disparo, “su cuerpo
quedó en una posición tal que su cabeza se cargó a la derecha e inclinó sobre
el tórax”, siendo
evidentes los signos del estallido de la misma (4).
ii. Que un doctor integrante del equipo médico del
Presidente, aludiendo a Patricio Guijón Klein, “de manera casi inmediata, por
razones personales, ingresó al salón [Independencia]”, donde logró “apreciar la escena en forma paralela a su
desarrollo” (5), quien así llegó a
ser el testigo judicial de la muerte del presidente Allende.
Los hechos
establecidos recién transcritos suscitan las preguntas siguientes: qué
“razones personales” motivaron al doctor Guijón a ingresar en aquel salón, qué
“escena” de la muerte del presidente Allende logró apreciar al hacerlo y en qué
posición -según el doctor Guijón- quedó el cadáver del presidente Allende. Con
el fin de responderlas, el presente trabajo indaga en la declaración del citado
doctor de marzo de 2011 ante el mismo Instructor (6), en la que ratifica no solo su declaración previa a la Brigada
de los Derechos Humanos -DD.HH.- (7),
sino también su declaración al Fiscal militar Erlbaum del 25 de septiembre de
1973 (8), es decir, apenas dos
semanas después de que la muerte del presidente Allende ocurriera.
Y por la razón recién reseñada, el doctor Guijón
advirtió al Instructor que su declaración al citado Fiscal militar es su relato
más detallado y preciso de los hechos relacionados con dicha muerte. En
consecuencia, aquella declaración del doctor Guijón al Fiscal militar Erlbaum
es analizada en el presente artículo conjuntamente con su declaración al juez Instructor
Carroza y la previa a la Brigada de los DD.HH.
Respecto a que el Instructor considere un hecho establecido en el sumario que el
presidente Allende se sentó en un sofá, colocó el fusil que portaba entre sus
piernas, lo apoyó en su mentón, lo disparó y que, como consecuencia de aquel
disparo, la cabeza de su cadáver quedó cargada a la derecha e inclinada sobre
su tórax (4) tiene asidero en aquellas declaraciones del doctor Guijón. Que
éste declarara al Instructor que el Presidente apoyó el arma en su mentón es
curioso, porque no lo había hecho 38 años antes al Fiscal militar (8) ni tampoco
40 días antes a la Brigada de los DD.HH. (7).
En efecto, el doctor Guijón no había declarado
al Fiscal militar que el presidente Allende, luego de colocar el arma entre sus
piernas, la apoyara en su mentón, sino que “dirigiéndola hacia su cabeza” la
disparó (8). Y puesto que el orificio de entrada del proyectil así disparado
estaba por debajo de su mentón, es decir, fuera del alcance de su vista, el presidente
Allende se habría disparado sin ver adonde apuntaba el arma y sin apoyar su
mentón en la boca de fuego de la misma, es decir, al margen de la más elemental
lógica suicida, lo que, obviamente, cuestiona la verosimilitud de dicha
declaración.
Y la misma elemental lógica suicida
apunta a que si con tal fin el presidente Allende se hubiera sentado en un sofá
y colocado el arma entre sus piernas, tal y como consta en la declaración del doctor
Guijón al Instructor, habría apoyado en el suelo la culata plegable de aquella
arma larga, un fusil AK (3), y en la boca de fuego de la misma habría apoyado
su mentón, asegurando así la entrada del proyectil en su cabeza. Así pues, que
el doctor Guijón, refiriéndose a la misma arma, declarase al Instructor a
continuación que el Presidente “la apoyó en su mentón” es un disparate, que el
uso incorrecto del verbo en la frase recién transcrita resalta, porque en su
contexto lo es tanto como decir “apoyó la mesa en el codo”, en vez de “apoyó el
codo en la mesa” (9).
En cualquier caso,
el doctor Guijón declaró haber visto al presidente Allende disparándose, por lo
que cabe preguntarse desde qué sitio le vio hacerlo: Desde el pasillo situado
al costado del muro occidental del salón Independencia, a la altura de la
puerta que los comunicaba. Y puesto que el citado doctor considera que el sitio
donde ocurrieron aquellos hechos está ilustrado en un croquis que el Instructor
le mostró durante su declaración (10),
el sitio desde donde él vio al presidente Allende disparándose debe señalarse en
aquel croquis (11):
En la figura anterior aquella puerta está representada
abierta, tal y como el doctor Guijón declaró que estaba entonces (12), lo que le habría permitido
presenciar al presidente Allende disparándose desde, aproximadamente, el sitio
señalado con una X, es decir, a unos
8 m de distancia.
La razón declarada por el doctor Guijón para estar
entonces en aquel pasillo fue “recoger la máscara antigases” que quería regalar
a su hijo “como recuerdo de aquel día”, explicándola así: Aquella máscara se le
“había caído al suelo” de dicho pasillo cuando se sacó el delantal de médico
que se iba a utilizar como bandera blanca
para enarbolarla en señal de rendición ante el Ejército, que el Presidente
acababa de ordenar a quienes aún le acompañaban. Que para llevar a cabo dicha orden
del presidente Allende, a quien entonces el doctor Guijón escuchó pero no vio
porque aquel pasillo “se encontraba absolutamente a obscuras”, se dispuso que
quienes iban a rendirse formaran una fila que avanzaría desde aquel pasillo
hasta bajar la escala y salir a la calle Morandé. Y que cuando los integrantes de
aquella fila ya bajaban la escala, recordó que la máscara antigases que quería
regalar a su hijo se le había caído en el pasillo, siendo ésta, reiterémosla,
la razón por la que abandonó la fila para regresar al pasillo y recogerla.
Cuando ya había recogido la máscara antigases en aquel
pasillo, el doctor Guijón pasó “justo frente” a la puerta del salón
Independencia, a cuyo interior miró porque le llamó la atención que dicha puerta
estuviera abierta, dado que “por lo general se mantenía cerrada”, según precisó
en su declaración ante la Brigada de los DD.HH. (12), y fue entonces cuando vio
al presidente Allende asestándose un disparo.
Y lo que el citado doctor hizo inmediatamente después
de presenciar aquel disparo fue: i. Entrar corriendo en el salón Independencia,
donde constató que el Presidente “había perdido prácticamente toda la bóveda
craneana”, por lo que entendió que su muerte “había sido casi instantánea” y,
en consecuencia, ni siquiera le tomó el pulso; sin embargo, a la Brigada de los
DD.HH. declaró, por el contrario, que sí tomó entonces el pulso al Presidente,
confirmando así que ya nada se podía hacer (7). Pero, a pesar de su
contradicción, el Instructor no le formuló ninguna pregunta para que la
dirimiera. Y ii. Observar que el cadáver del Presidente “había quedado sentado
en el sillón, con la cabeza cargada hacia la derecha y bien incrustada sobre el
tórax”.
Una vez concluida la reseña de las declaraciones del
doctor Guijón, cabe analizar la contradicción obvia relacionada con la puerta
que comunicaba el pasillo con el salón Independencia, porque el doctor Guijón
declara que aquella puerta estaba abierta, permitiéndole así ver desde el
pasillo al presidente Allende disparándose en el salón (12) pero, por el
contrario, el Instructor afirma en el primero de aquellos dos hechos establecidos del sumario (4) que
el Presidente la había cerrado instantes antes de dispararse en aquel salón (13). Pero esta obvia discrepancia no se
advierte en el siguiente hecho
establecido de sumario (5), en el que como tal es considerada la declaración
del doctor Guijón, porque el Instructor la adultera.
En efecto, la lectura conjunta de aquellos dos hechos establecidos en el sumario (4 y
5) revela que el Instructor: Primero, omite que el doctor Guijón hubiera
declarado que desde el pasillo colindante al salón Independencia, a la altura
de la puerta que los comunicaba, presenció al presidente Allende disparándose
en dicho salón y, en consecuencia, la razón por la que se hallaba entonces en
aquel pasillo. Y, segundo, afirma equívocamente que el citado doctor ingresó en
aquel salón “de manera casi inmediata”, quien entonces logró “apreciar la
escena en forma paralela a su desarrollo”, para dar a entender que dicha
“escena” incluiría al presidente Allende disparándose.
En este contexto cabe responder a aquellas preguntas
suscitadas por la consideración de la declaración del doctor Guijón como un hecho establecido en el sumario: La
respuesta a qué “razones personales” le motivaron a ingresar en el salón
Independencia es que no fueron “personales” sino profesionales, porque el citado
doctor acababa de presenciar desde el pasillo colindante a aquel salón, a la
altura de la puerta que los comunicaba, al presidente Allende disparándose, a
quien “inmediatamente” se acercó “corriendo”, comprobando entonces que profesionalmente,
como médico, ya nada podía hacer como consecuencia de que los daños
devastadores que constató en su cabeza le habían causado la muerte.
Aquellos daños en la cabeza consecutivos al disparo que
el presidente Allende acababa de asestarse, es decir, la pérdida de la mayor
parte de su bóveda craneana y de su masa encefálica, y la posición en la que
quedó su cadáver constituyeron la “escena” de su muerte que el doctor Guijón logró
apreciar luego de ingresar en el salón Independencia.
Así pues, aquel hecho
establecido del sumario (5) es una adulteración de hondo calado con la que
el Instructor omite tres datos de la declaración del doctor Guijón que cuando
menos son cuestionables, esto es, la razón con la que éste explica su presencia
entonces en el pasillo colindante al salón Independencia, que la puerta que los
comunicaba estuviera abierta y que desde dicho pasillo, a la altura de esta
puerta, viera al presidente Allende disparándose.
Respecto a la razón declarada por el doctor Guijón al
Fiscal militar para regresar a aquel pasillo, es decir, para recoger la máscara
antigases que momentos antes allí se le había caído al suelo y regalársela a su
hijo, el propio doctor advierte al Fiscal militar que parecía “extraña y
risible” (8), pero éste ni siquiera le formuló una pregunta para esclarecerla,
sino que la omitió en el escrito que concluye su investigación de la muerte de
Allende (14). Y aunque el citado
doctor reitera la misma razón para haber regresado a aquel pasillo en su
declaración a la Brigada de los DD.HH y al Instructor, éste omite,
recordémoslo, que el citado doctor regresara a aquel pasillo y, obviamente, la
razón que le motivó a hacerlo.
En cualquier caso, lo que interesa de la razón
declarada por el doctor Guijón para regresar a aquel pasillo, como de cualquier
otro aspecto de su testimonio, no es la sensación de extrañeza y/o de hilaridad
que cause, sino de verosimilitud, a cuya valoración las consideraciones
siguientes tratan de contribuir: La primera plantea que el doctor Guijón habría
postergado el cumplimiento de la orden del Presidente al regalo que quería
hacer a su hijo. La segunda plantea el dislate que habría supuesto emprender la
búsqueda de una máscara antigases caída en el suelo de un pasillo que se
encontraba “absolutamente a obscuras” y cuyo aire estaba enrarecido por humo
y/o gases, lo que se deduce de que entonces llevara puesta aquella máscara
antigases y que se le cayera allí al sacarse su delantal médico, es decir, al
descolgarlo de su cuello.
Y la tercera
plantea que el doctor Guijón habría corrido un riesgo vital al regresar sin el
delantal que le distinguía como médico a aquel pasillo que estaba
“absolutamente a obscuras”, con el aire enrarecido y en el que “el ruido de
balas y gritos” era ensordecedor (8). ¿Por qué? Porque las tropas asaltantes
podrían haber llegado hasta el mismo pasillo, luego de subir por escalas
distintas a la que bajaban quienes iban a rendirse al Ejército, y confundirlo allí
con alguien que no fuera a rendirse (15):
La verosimilitud de que la puerta que comunicaba el
salón Independencia con el pasillo colindante estuviera entonces abierta, tal y
como el doctor Guijón sostiene que estaba, debe ponderarse teniendo presente que
declaró al Fiscal militar que cuando ya había recogido la máscara antigases que
se le cayó en dicho pasillo, pasó “justo frente” a aquella puerta y miró al interior
del salón porque, según precisó a la Brigada de los DD.HH., le llamó la
atención que estuviera abierta, dado que “por lo general se mantenía cerrada”
(12). Se sobrentiende, pues, que aquella puerta estaba cerrada cuando él pasó
frente a la misma buscando la máscara antigases y luego de recogerla, cuando
retornaba a la escala, volvió a pasar frente a la misma y, entonces, estaba
abierta. Así pues, cabe deducir que el doctor Guijón habría pasado frente a aquella
puerta buscando la máscara antigases momentos antes de que el presidente
Allende la abriera para ingresar en aquel salón, sin cerrarla luego de hacerlo.
La verosimilitud de que el doctor Guijón viera no solo al
presidente Allende sentarse en un sofá del salón Independencia, colocar el arma
entre sus piernas, dirigirla hacia su cabeza/apoyarla en su mentón y dispararla,
sino también el consecutivo estallido de su cabeza, que detalla como la
“eyección de parte de su cráneo y masa encefálica en dirección al techo de la
habitación y la pared posterior” a la Brigada de los DD.HH. y como la salida de
masa encefálica “dispersa hacia el cielo” al Instructor, requiere ponderar no
solo la distancia, aproximadamente unos 8 m, desde la que presenció aquella
retahíla de hechos, sino también la iluminación del lugar donde los mismos acontecieron.
Es obvio que la visión
de aquellos hechos requirió una buena iluminación del espacio en el que los
mismos ocurrían, debiéndose descartar que la misma fuera entonces artificial,
porque la instalación eléctrica estaba dañada por el bombardeo aéreo y
terrestre de La Moneda, lo que
explica que el pasillo colindante al salón Independencia estuviera
“absolutamente a obscuras”. Así pues, la luz que entonces hubiera en aquel
salón, tendría que haber sido natural, entrando en el mismo por la parte
acristalada de las dos puertas ubicadas en su muro oriental, correspondientes a
sendos balcones que daban a la calle Morandé (16):
Pero aquel espacio
no era iluminado de forma directa por la luz natural (17):
En efecto, lo que en el croquis anterior del salón
Independencia está representado entre las dos líneas verdes que divergen desde
cada una de las puertas orientales se iluminaba de forma directa por la luz
natural que entraba por cada una de dichas puertas,
constatándose así que la misma no iluminaba de forma directa el espacio donde
estaba colocado el sofá relacionado con la muerte de Allende, sino indirecta,
es decir, luego de reflejarse en las paredes y en el mobiliario de dicho salón
-gris claro-. Es obvio, pues, que si la luz reflejada en aquel sofá permitió al
doctor Guijón visualizar aquellos hechos
de la escena de la muerte de Allende, la luz que entraba por aquellas puertas debió
ser intensa.
El doctor Guijón,
antes de llegar a la altura de la puerta que comunicaba el salón Independencia
con el pasillo colindante, señalada con una X en la figura anterior, había recorrido, recordémoslo, ese pasillo
buscando la máscara antigases y, luego de recogerla, en sentido contrario, por
lo que sus ojos se habrían adaptado a que el mismo estuviera “absolutamente a
obscuras” -gris obscuro-, es decir, sus pupilas habrían aumentado de tamaño -dilatadas-
para que cualquier luz, por tenue que fuera, llegara hasta su retina. En
consecuencia, cuando el citado doctor llegó a aquel sitio y desde el mismo miró
al sofá, la luz natural que entraba en el salón por la puerta nor-oriental,
frente a la que estaba, habría incidido directamente en su ojos, deslumbrándole
(18), es decir, que se habría quedado
sin vista, al menos momentáneamente:
Pero el doctor Guijón no declaró que hubiera sufrido
entonces un deslumbramiento, por lo que cabe deducir que sólo una de las hojas
de la puerta estaba abierta, lo que le habría permitido mirar desde el mismo sitio
(X) hacia aquel sofá sin que la luz natural
que entraba por la puerta nor-oriental incidiese directamente en sus ojos, tal
y como se ilustra en la imagen siguiente (19):
Así, el citado
doctor pudo mirar desde el sitio X
hacia aquel sofá sin deslumbrarse, pero las condiciones lumínicas existentes,
que a continuación se ilustran, le habrían impedido ver la escena de la muerte
del presidente Allende que declaró (20):
En efecto, la figura anterior ilustra que la intensidad
lumínica del espacio donde se encontraba el sofá –área 2-, en el que se habría desarrollado la escena de dicha muerte, era
menor que la del espacio anterior al mismo –área 1-, es decir, no se daban las
condiciones lumínicas para hacer posible que una escena pudiera ser vista allí, sino por el contrario (21). En el artículo divulgativo citado
en la nota anterior se explica por qué una escena, con una determinada
intensidad lumínica, se ve peor conforme mayor es la intensidad lumínica del
ambiente en el que se visiona, de ahí que en el cines las películas se
proyecten con la luz ambiental muy tenue o a obscuras.
El doctor Guijón
declaró al Instructor que la posición en la que encontró el cadáver del
presidente Allende está ilustrada en otro croquis que entonces le mostró (22), cuya simple observación evidencia que
la extremidad superior derecha de la figura que representa a dicho cadáver tiene
una longitud significativamente más corta que la de la izquierda (23):
Dicha comparación induciría a creer que Allende padecía
un acortamiento significativo de su extremidad superior derecha, sino fuera
porque dicho padecimiento no se observa en las incontables fotografías y
decenas de documentales que ilustran su vida hasta el 11 de septiembre de 1973
ni consta en el informe de su autopsia practicada ese mismo día (3). Es obvio,
pues, que el doctor Guijón no observó el acortamiento de dicha extremidad del
cadáver de Allende representada en aquel croquis, a pesar de lo cual declaró
que éste ilustraba la posición en la que él lo encontró.
Lo recién denunciado debe ponderarse teniendo en cuenta
que el doctor Guijón tampoco observó que el codo de aquella extremidad estuviera
extendido sobre el asiento del sofá, tal y como muestra el mismo croquis, sino
flexionado entre los cojines de dicho asiento, es decir, que en aquel croquis están
adulteradas no solo la longitud de la extremidad superior derecha, sino también
así la posición y la ubicación de su correspondiente codo (1).
El citado doctor declara
que el cadáver de Allende quedó “sentado
en el sillón…”, por lo que cabe preguntarse por qué el Instructor afirma
del mismo que “quedó en una posición tal
que…”, en vez de afirmar explícitamente que quedó sentado. Porque la simple
observación de la fotografía forense divulgada
por los medios de comunicación evidencia que era falso que el cadáver de
Allende quedara sentado (24):
Obsérvese en aquella fotografía como las nalgas, el
hombro derecho y el costado del mismo lado del cadáver de Allende se apoyaban en
el asiento del sofá, por lo que éste no estaba sentado, sino tumbado sobre su
lado derecho.
Por último hay que reseñar que el Instructor no
considerara un hecho establecido en
el sumario que el arma con la que el presidente Allende se habría asestado un
disparo fuera cambiada de la posición en la que quedó luego del mismo, a pesar
de que el doctor Guijón confirmó aquel cambio al Fiscal militar, lo detalló a la
Brigada de los DD.HH. y lo reiteró al propio Instructor. Además, en la leyenda
de un croquis que el Instructor mostró al doctor Guijón durante su declaración
(22), éste es citado para dejar constancia no solo de que la posición en la que
quedó el arma ahí ilustrada es conforme a su “versión” de la misma, sino
también de que tomó el arma para colocarla en otra posición que se ilustra en
el croquis precedente.
Pero el Instructor
no mostró el último croquis en aquella declaración y, en consecuencia, el doctor
Guijón no declaró su conformidad con que él hubiera colocado el arma en la
posición ilustrada en el mismo. En cualquier caso, el doctor Guijón había declarado
previamente a la Brigada de los DD.HH. que luego de retirar el arma de entre
las piernas del cadáver de Allende, “la puso a su lado”. Pero la observación de
aquel croquis y su contraste con las fotografías divulgadas evidencian que la
culata, la empuñadura y el mecanismo de disparo del arma no estaban colocados
en la posición declarada por el doctor Guijón, es decir, al lado del cadáver de
Allende, sino sobre el bajo vientre y el antebrazo derecho del mismo (25):
Es obvio que el fin
de quien así colocara el arma fue ocultar, junto con el abrigo plegado que ahí
aparece, la ubicación del codo derecho del cadáver de Allende entre las caras
mediales de los cojines del asiento del sofá (1).
(*) Julián Aceitero Gómez (Córdoba
-España-, 1955), doctor en medicina, es autor de varios trabajos basados en el estudio de la Causa Rol No.
77/2011 del 34º Juzgado del Crimen de Santiago de Chile sobre la muerte del
presidente Salvador Allende Gossens.
NOTAS
(1)
Artículo ¿Por qué ocultó el Ejército
de Chile las fotografías del cadáver de Allende en La Moneda? Publicado por piensaChile el 18/10/2015, disponible en:
(2) Artículo El Ejército ocultó las fotografías del cadáver de Allende porque
desmentían la versión de su suicidio. Publicado por piensaChile el 09/11/2015, disponible en:
(3) Causa Rol 77/2011 del 34º Juzgado del
Crimen de Santiago de Chile. Instructor: Juez Mario Carroza Espinosa, Ministro
en Visita Extraordinaria. Fecha de apertura: 25/01/2011. Fecha de
Sobreseimiento Total y Definitivo: 13/09/2012.
(4)
Hecho establecido d) en la Resolución de Sobreseimiento -fojas 2400 a 2489- de la Causa Rol 77/2011 (3). Se
transcribe parcialmente la foja 2404 (Negritas
mías): “…El Presidente Salvador Allende (…) sube al
segundo piso de La Moneda con todos los que lo acompañaban y (…) les ordena su rendición (…) acordando
que el grupo formara una columna que iría avanzando desde el pasillo del
segundo piso hasta la puerta de calle Morandé 80 (…) se retira hasta el final
de esa fila [columna] y se dirige al
‘Salón Independencia’, cerrando la
puerta. Una vez en su interior, se
sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo
en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del
disparo recibido. Su cuerpo a consecuencia de esta acción, quedó en una posición tal que su cabeza se cargó
hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una
pérdida importante de masa encefálica…”.
(5)
Hecho establecido e) en la Resolución de Sobreseimiento -fojas 2400 a 2489- de la Causa Rol 77/2011 (3). Se transcribe
parcialmente la foja 2404 (Negritas mías):” De
manera casi inmediata, por razones
personales, ingresó al salón uno de los doctores que conformaba el equipo
de médicos del mandatario, quien logra
apreciar la escena en forma paralela a su desarrollo…”
(6) Declaración judicial del doctor Patricio Guijón Klein, en fojas 254 a 260 de la
Causa Rol 77/2011 (3).
(7)
Declaración policial (a la Brigada de los DD.HH.) voluntaria del doctor
Patricio Guijón Klein, en fojas 211 a 213 de la Causa Rol
77/2011 (3).
(8)
Declaración al Fiscal militar
del doctor Patricio Guijón Klein, en
fojas 23 a 25 vta. de la copia simple del
Proceso Rol No. 1032/1973 de la Primera Fiscalía
Militar dependiente del Segundo Juzgado Militar de Santiago. Fecha de Inicio:
28 de diciembre de 1973, por orden del general del Ejército Sergio Arellano Stark. Instructor: Mayor (J)
Joaquín Erlbaum Thomas. Fecha de
Sobreseimiento Total y Definitivo: 2 de abril de 1975 aprobado por el general
del Ejército Julio Polloni Pérez y
el auditor del Ejército José Horacio Ried Undurraga.
El
“original” del proceso militar recién reseñado fue ocultado o hecho desaparecer
por el Ejército y aquella supuesta copia simple del mismo,
impresa en “papel de fax”, fue entregada por el brigadier (r) del Ejército
Joaquín Erlbaum Thomas, el
Instructor del mismo, durante su declaración judicial de 3 de marzo de 2011 al
Instructor de la Causa Rol 77-2011 (3),
que quedó consignada como Anexo No. 9-2011 al mismo. Sus 291
páginas fueron fotografiadas por el Laboratorio de Criminalística Central de la
Policía de Investigaciones –LACRIM-, resultando el Anexo No. 31-2011 y éste
transcrito por el mismo LACRIM, resultando el Anexo No. 64-2011, ambos de la
misma Causa (3).
(10)
Conformidad del doctor Guijón Klein en su declaración
judicial (6) con el croquis 15255 que
en la misma le fue mostrado. De la
foja 259 se transcribe: “A su pregunta
[del Instructor] (…) la imagen de fojas 67 [de la
copia simple del Proceso Rol No.1032/1973 (8), correspondiente al croquis
15255] es el lugar donde se producen
los hechos”.
Las reproducciones de este croquis en este artículo no han sido tomadas de la
foja 67 del Proceso militar antes citado, debido a su pésima calidad técnica,
sino de la página 9 de una publicación de Archivos
de Chile disponible en http://archivoschile.org/wp-content/uploads/2011/07/Informe-balistico-Allende.pdf
(11) La imagen es una reproducción parcial
del croquis 15255 (10) correspondiente al salón Independencia, a la que se ha
añadido el pasillo colindante al mismo, representado conforme a su ilustración
en el Informe Pericial Planimétrico 717/2011 de la Sección de Dibujo y
Planimetría del Laboratorio de Criminalística -LACRIM-. En fojas 1078 a 1086
de la Causa Rol 77/2011 (3).
(12) Transcripción parcial de la
declaración a la Brigada de los DD.HH. del doctor Guijón (7) con respecto a la
puerta occidental del salón Independencia; en foja 212 (Negritas mías): “…
me encuentro frente a una puerta ubicada en ese pasillo, la que por lo general
se mantenía cerrada, no obstante, en
esta ocasión estaba abierta, lo cual me llamó la atención e instintivamente
mire hacia el interior…” y transcripción parcial de la declaración
al Instructor del doctor Guijón (6) con respecto a la puerta occidental del
salón Independencia; en foja 258: “… diviso por haber estado las puertas
abiertas, el instante mismo…”.
(13) Transcripción parcial del hecho establecido d) de la Resolución de Sobreseimiento -fojas 2400 a 2489- de la
Causa Rol 77/2011 (3); foja 2404 (Negritas
mías):
“…El Mandatario [presidente
Allende], luego de ordenar el abandono
del lugar, se retira hasta el final de esa fila [dispuesta en el pasillo
colindante al salón que a continuación se cita] y se dirige al “Salón Independencia”, cerrando la puerta. Una vez en su interior, se sienta en un sofá,
coloca el fusil…”.
(14) Dictamen de 21 de marzo de 1975 del Fiscal militar Erlbaum, en el que solicita al Juez del Segundo
Juzgado Militar el sobreseimiento total y definitivo del Proceso Rol No.
1032/1973 sobre la muerte del presidente Allende por él instruido. En
fojas 184 a 204 de dicho proceso (10).
(15) Reproducción de plano del sector
nor-oriental de La Moneda. Tomado del
Informe Pericial Planimétrico 717/2011 de la Sección de Dibujo y Planimetría
del Laboratorio de Criminalística -LACRIM-. En fojas 1078 a 1086 de la
Causa Rol 77/2011 (3).
(16)
El presidente Allende saludando desde un balcón del salón Independencia a un
grupo de estudiantes que transitaba por la calle Morandé en la mañana de aquel
infausto once de septiembre. La fotografía de la izquierda y las dos imágenes
de la derecha han sido tomadas,
respectivamente, de los sitios web http://www.fotoactualidad.com/2011/09/la-ultimo-foto-de-salvador-allende.html
y
https://www.youtube.com/watch?v=rHFcjGWX9Ag
(17) Reproducción del croquis 15255 (10)
correspondiente al salón Independencia, en la que se señala la ubicación de
cada una de sus cinco puertas y se indica con una X el sitio desde donde el doctor Guijón habría presenciado al
presidente Allende asestándose un disparo en el interior de dicho salón.
(18) Reproducción parcial del croquis
15255 (10) correspondiente al salón Independencia. Las dos líneas azules
convergen en el sitio desde donde el doctor Guijón habría mirado hacia el sofá
relacionado con la muerte del presidente Allende; ambas hojas de la
correspondiente puerta se representan abiertas.
(19) Reproducción parcial del croquis
15255 (10) correspondiente al salón Independencia. Las dos líneas azules convergen
en el sitio desde donde el doctor Guijón habría mirado hacia el sofá
relacionado con la muerte del presidente Allende; las hojas izquierda y derecha
de la correspondiente puerta se representan cerrada y abierta, respectivamente.
(20) Véase la nota anterior. En el mismo
croquis se ilustran las condiciones lumínicas del mismo [blanco: luz natural
directa; gris claro: luz natural indirecta o reflejada; gris obscuro:
obscuridad].
(21) Artículo ¿Por qué nos
deslumbramos? de Ocularis (El proyecto divulgativo sobre la visión).
Disponible en http://ocularis.es/blog/%C2%BFpor-que-nos-deslumbramos/
(22)
Conformidad del doctor Guijón Klein en su declaración
judicial (6) con el croquis 15254 que
en la misma le fue mostrado. De la foja 259 se transcribe: “A su pregunta [del Instructor] (…) la
posición en la que encuentro al [cadáver del] Presidente Allende es la imagen de fojas 66” [de la copia
simple del Proceso Rol No.1032/1973 instruido por el Fiscal militar Erlbaum
(8), correspondiente al croquis 15254].
Este croquis se reproduce a continuación, pero no ha sido tomado de la foja 66
del Proceso militar antes citado debido a su pésima calidad técnica, sino de la
página 6 de una publicación de Archivos
de Chile disponible en http://archivoschile.org/wp-content/uploads/2011/07/Informe-balistico-Allende.pdf
(23)
Reproducción parcial del croquis reproducido
en la nota anterior, en la que ambas mangas de la chaqueta de la figura que
representa el cadáver de Allende se han coloreado de verde para resaltar la
diferente longitud de las mismas.
(24)
Fotografía 1416/73-A del Cuadro Gráfico Demostrativo del sitio del suceso, tomada
del documental “¿Quién disparó a Salvador
Allende?” del programa “La noche
temática de tve”. Disponible en
el vínculo: https://www.youtube.com/watch?v=vhe1Cwy8epE La
fotografía está reproducida, aproximadamente,
en el segundo 51 del minuto 45.
(25)
En esta figura se reproduce: 1. El croquis No. 15253 que se cita en aquel otro
(No. 15254 para ilustrar la posición en la que el doctor Guijón habría colocado
el arma (22). 2. La Fotografía 1416/73-B, tomada del documental La Duda de la periodista Paulina de
Allende Salazar, emitido por la Televisión Nacional de Chile el 30 de mayo de
2011. 3. Una fotocopia de la Fotografía 1416/73-F, tomada de la página 12 de
una publicación de Archivos de Chile disponible en:
Debido a la pésima calidad de dicha
fotocopia y para facilitar la visualización de la posición del arma en relación
al cadáver de Allende, aquella se ha coloreado y se ha añadido la imagen de un
arma similar a la mostrada tanto en dicha fotocopia como en la fotografía
precedente y dibujada en aquel croquis.
Jorge Bustos B.
Presidente ADDHEE.ONG/CONGEMAR.
Ma. Cecilia Chinchón Canales.
Abogada apoderada/Vicepresidente
ADDHEE.ONG
Prof. Jaramillo Plüker.
Vicepresidente ADHEE.ONG
Lic. Yirsela Peirano Cofré.
Asistente ADDHEE.ONG
Certificó:
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG